Los historiadores de la Roma clásica acuñaron este nombre
para designar a los monumentos antiguos que consideraban realmente unas
obras maestras del arte y de arquitectura. Hoy de nuevo Las siete maravillas
del mundo cobran actualidad dado que el cineasta y explorador Bernard
Weber creo en 2001 la Fundación “New7wonders”. Con
ella planteó la idea de proteger el patrimonio de la humanidad
alrededor del mundo organizando una campaña con el mismo nombre
que en primer término documentaría, recuperaría
y reconstruiría el patrimonio del mundo bajo el lema Nuestra
Herencia es nuestro futuro. Pronto se conocerán los nuevos iconos
históricos merecedores de la distinción como Maravillas
modernas, mismas que iniciaron un largo camino desde fínales
de 2005 cuando se seleccionaron a 21 candidatos de entre 77 nominados
inicialmente.
Debemos recordar que la mayoría de las consideradas maravillas
de la antigüedad no son obras existentes, han sucumbido ante el
paso del tiempo, salvo las Pirámides de Egipto; por ello en esta
nueva consideración histórica destacamos algunas obras
que siguen en la batalla por ganar tal distinción, las vincula
un hecho: la importancia que cobró el concreto en su creación.
Coliseo Romano
El Anfiteatro de Flavio comenzado por Vespasiano, inaugurado por Tito
en el 80 d.c. y terminado por Domiciano. Fue el primer anfiteatro permanente
que se construyó en Roma. Su tamaño, así como su
organización práctica y eficiente para producir espectáculos
y controlar a las muchedumbres lo hacen uno de los grandes monumentos
arquitectónicos alcanzados por los antiguos romanos.
La construcción de sus elementos arquitectónicos más
notables requirió una combinación de cemento puzzolánico
-denominado así por ser obtenido cerca de Pozzuoli, Italia-,
limo y materiales como grasa animal, leche o sangre.
Pirámides de Giza
Recientemente Michael W. Barsoum, profesor de ingeniería de los
materiales de la Universidad de Drexel, en Philadelphia, y de origen
egipcio afirma haber encontrado en algunas de las partes originales
de estas imponentes estructuras bloques de concreto, de ser cierto el
descubrimiento, sería el primer uso en la historia de este material,
2.500 años antes de ser empleado por los romanos. Los resultados
de este estudio realizado, concluyen que el empleo del cemento y la
caliza puede explicar en parte como los egipcios eran capaces de completar
semejantes monumentos: usaron bloques de concreto sobre las cubiertas
exteriores e interiores y probablemente sobre los niveles superiores,
donde habría sido difícil de levantar la piedra tallada.
Sydney Opera House
Una de las obras más modernas del grupo es la Opera House de
Sydney. Se construyó entre 1959 y 1973 de acuerdo con el proyecto
arquitectónico de Jørn Utzon, pero el proceso se vio entorpecido
por dificultades políticas que culminaron con la dimisión
de Utzon en 1966. Hoy, es el icono más representativo de esta
ciudad y su continente, destaca por el estilo empleado en su construcción
y la riqueza plástica ligada a la forma de sus cubiertas de concreto
revestidas con mosaicos color blanco.