Con la aparición del concreto armado y la teoría plástica
de diseño, ahora las iglesias quizá no sean tan grandes
como antes, pero han adquirido formas sin precedentes tal es el caso
de la Parroquia de Cristo Resucitado —obra del arquitecto Augusto
Quijano— cuya planta emula una ostia desde la cual se eleva un
cono trunco que mira al cielo con su gran ojo inclinado. En entrevista
concedida a CyT, el arquitecto emeritense señala que “el
templo está dispuesto como un elemento de reunión, sin
ángulos, que abraza a las personas”.
Génesis
El proyecto —realizado años atrás, entre 1997 y
1998— fue presentado a partir de una convocatoria de la Arquidiócesis
de Yucatán para diseñar una parroquia en una de las zonas
más exclusivas de Mérida. De entre 11 despachos yucatecos
invitados directamente, Augusto Quijano Arquitectos (AQA) resultó
el ganador. Destaca el hecho de que, con esta obra Quijano diseña
por primera vez un templo religioso, y encuentra el equilibrio entre
estructura, función y economía en un concepto fundamental:
el cuerpo es el templo del alma. Sería un edificio de concreto
prefabricado, climatizado natural y artificialmente, iluminado de igual
manera y formado de afuera hacia adentro en un ademán de unión
y sujeción de lo terrenal a lo divino.
En la búsqueda de una perspectiva urbana bajo la cosmogonía
maya, el arquitecto meridano decidió aprovechar la confluencia
de dos avenidas para encontrar un eje compositivo y uno visual; propuso
acomodar el templo de oriente a poniente, de acuerdo con el canon, y
lo hizo coincidir con el remate de la Avenida 4.
El atrio fue resuelto
mediante peraltes de 13 centímetros y rampas peatonales
muy suaves. Entre las plataformas aparecen franjas de jardín
con palmeras asemejando pequeños oasis. El acceso principal,
de moderada escala, es producto de la intersección virtual
de un cilindro con el cono y ostenta un vitral policromático
que representa la Patria Celestial. Por su parte, la nave tiene
capacidad para 980 personas sentadas y visibilidad total en 30
metros de claro libre.
Los espacios complementarios, como son las oficinas, la biblioteca
y la casa cural quedaron ubicados al fondo en una serie de módulos
ortogonales de 6 x 6 metros, a una altura afín con las
residencias vecinas. Un amplio estacionamiento se extiende al
norte y colinda con un deportivo. |
FICHA
TÉCNICA
Nombre de la obra:
Parroquia de Cristo Resucitado.
Ubicación:
Avenida 5 # 111 x Avenida 4,
Fraccionamiento Montecristo, Mérida, Yucatán.
Superficie construida actual: 2,500 m²
Proyecto:
Augusto Quijano Arquitectos, SCP, Augusto Quijano Axle,
Enrique Cabrera Peniche.
Obra civil y coordinación general:
Kambul, SA de CV, ing. Ramón Vallado, ing. Jorge
Sierra.
Ingeniería de concreto prefabricado:
Predecon, S de RL, ing. Enrique Escalante Galaz.
Instalaciones hidrosanitarias:
IIPSA, ing. Carlos Ceballos Losa.
Iluminación: GA Iluminación,
arq. Georgina Salazar Solís;
333 Luxes, SCP, arq. Elías Cisneros Ávila.
Fotografía: Roberto Cárdenas Cabello, Javier
Correa Encalada. |
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Cuestión
de fe
Augusto Quijano sostiene que “proyectar un templo es básicamente
un acto de fe. Es el desafío de crear un continente para
que los hombres más tarde lo llenen de significados”.
La fe de que nos habla puede transportarse al plano material y
técnico al idear la estructura que daría vida al
concepto. Con este fin, AQA trabajó hombro a hombro con
Predecon, galardonada compañía yucateca que dirige
el ingeniero Enrique Escalante Galaz desde hace 15 años.
Acostumbrados a realizar grandes obras como la Torre Confía
(el segundo edificio más alto de Mérida), Quijano
y Escalante colaboraron desde el principio en una labor interdisciplinaria
e integral. Cabe decir que el experimentado ingeniero civil es
miembro del Precast/Prestressed Concrete Institute (PCI), con
sede en Chicago, EUA. y de la Asociación Nacional de Industriales
del Presfuerzo y la Prefabricación (ANIPPAC). Tiene en
su haber tres premios Obras Cemex por “Uso Innovador del
Concreto”, “Edificación Institucional”
y “Edificación Industrial”.
En 2002, fue co-ganador del premio PCI en la categoría
“Edificios de Oficinas” por el corporativo BACSA,
y ganador del PCI en 2005 con las oficinas de Grupo Dicas, ambas
obras de Quijano.
El barro del siglo
XXI
La obra por sí misma debía ser rentable ya que ha
sido realizada mediante aportaciones de la comunidad. Además
del financiamiento que suponía la venta de criptas, era
necesario elegir un sistema constructivo que permitiera avances
paulatinos para ajustarse a un presupuesto fluctuante. Al respecto,
Enrique Escalante comentó pa- ra CyT: “estas obras
tal vez no sean típicas para un prefabricador. Trabajamos
con arquitectos que se sienten apoyados porque las piezas tienen
la calidad para un proyecto que debe lucir como en los renderings
o mejor. La iglesia de Cristo Resucitado, construido con block,
no tendría la apariencia esperada y estaría lleno
de castillos y cadenas”, asegura.
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EL
CRISTO
Como sabemos, en la punta del Corcovado, en Río de
Janeiro, Brasil, se encuentra la representación escultórica
de Cristo quizá más conocida a nivel mundial
por sus dimensiones y la sensibilidad de su gesto redentor
que lo inscriben en los finalistas para ser una de las siete
maravillas del mundo moderno. Sin embargo, al hablar de
récords, pocos saben que el Cristo crucificado de
la Catedral de Mérida —el Cristo de la Unidad—
se considera el más grande del mundo bajo techo.
La diferencia de este último con el de la Parroquia
de Cristo Resucitado, además del tamaño, reside
justo en el nombre. Al igual que el brasileño, conmemora
la redención de la humanidad.
Colocado asimétricamente, sobre el atril de la palabra,
esta gran pieza que representa a un Cristo moreno es obra
del reconocido escultor y maestro grabador mexicano Lorenzo
Rafael.
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La cimentación
fue resuelta por medio de “candeleros” aislados colados
en sitio y anclados a terreno duro con torones de varilla de 1/2”,
postensados para garantizar su fijación. Para introducirlos
perforaron la roca y después colaron con grout. Al hincar
las columnas en los candeleros, las anclas asegurarían
que los momentos actuantes no los desprendieran.
Para desarrollar con precisión la geometría quebrada
de los fustes, los proyectistas recurrieron a modelos tridimensionales.
Por la naturaleza del encargo contaron con tiempo suficiente para
diseñar, obteniéndose resultados satisfactorios
con elementos de gran resistencia. Así, la envolvente quedó
resuelta con marcos compuestos por columnas, trabes y paneles.
Estas caras curvas contienen cuatro zonas de criptas que llevan
el nombre de cada uno de los evangelistas. El cono guarda en su
interior la nave que es una estructura rectangular con base en
columnas y trabes tipo cajón, con corazón de poliestireno.
Éstas miden en promedio 41.38 m de largo x 90 cm de ancho,
y 1.50 m de peralte y vuelan cinco metros a ambos lados; fueron
coladas en sitio y posteriormente postensadas, alcanzando un f’c=450
kg/cm2. Para elevar la cubierta hacia el altar, las trabes reciben
tapas de losa en forma escalonada. En total, fueron empleados
1,402 m3 de concreto de 350 y 450 kg/cm2, así como 798
piezas prefabricadas precoladas, presforzadas o postensadas. |
Y
se hizo la luz
Durante el día —dada la claridad que prevalece en
Mérida la mayor parte del año—, el sol baña
profusamente al edificio que está protegido de temperaturas
extremas gracias a su coraza de concreto. Para aprovechar este
aporte lumínico hacia el interior de la nave, surgen franjas
abiertas entre las trabes que captan la luz en forma perpendicular,
atenuando la incidencia solar y a la vez evitando el deslumbramiento.
De noche, la iluminación indirecta baja por columnas y
muros esparciéndose con gran uniformidad. La intensidad
luminosa es alta pero amable a la vista, aumentando la amplitud
del espacio mayormente blanco. Para evitar las sombras, los intercolumnios
fueron acentuados con empotrados de piso.
Por fuera, un arillo de luz rodea la tapa del cono produciendo
una aureola visible a gran distancia. El atrio es iluminado mediante
esbeltas balizas dispuestas junto a las jardineras, mientras que
en las rampas peatonales se instalaron marcapasos fluorescentes
para seguridad. Asimismo, el arco de acceso recibe luz desde equipos
de piso que la dispersan por su dintel estriado. Por último,
en los jardines perimetrales fueron colocados reflectores que
circundan el cono, haciéndolo legible al visitante y al
observador más lejano.
La mano del hombre
La Catedral de San Ildefonso en Mérida —segunda más
antigua en América después de la de Santo Domingo,
República Dominicana— es una obra maestra del dominio
de las nervaduras, las cúpulas y los arcos que poseían
los constructores franciscanos; No obstante su imponente altura
interior y la presencia de la piedra, carece de ventilación
debido a lo cerrado de su estructura, y sólo es posible
percibir alguna brisa a través de los portones. Así,
si algo ha traído la experiencia de siglos es el estudio
del medio ambiente como determinante de un proyecto.
En la Parroquia de Cristo Resucitado, un buen diseño climático
permite vivir el espacio sin sofocamiento. El caparazón
curvo forma áreas vestibulares que funcionan como trampas
de ambiente entre puertas. Estos gajos son ventilados por louvers
fijos y su doble altura disipa el calor con mayor eficiencia.
Para inducir el cruce del aire, la nave lleva unas troneras de
cristal giratorias colocadas a norte y sur. En paralelo, instalaron
un sistema acondicionado con el fin de incrementar el confort
durante las celebraciones, especialmente en días muy calurosos
sin lluvia ni viento.
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La cruz
Si bien es un elemento ornamental en la arquitectura de tiempos
pasados utilizado como coronamiento de torres, bóvedas
y campanarios, la cruz sigue siendo un símbolo a destacar
que en las expresiones modernas se desprende del cuerpo principal
de los templos. Aislada y monumental, resulta síntesis
o premisa en la cual radica la fe católica.
El arquitecto Quijano explica que concibió la cruz de
la parroquia pensando en “una representación de
Cristo con los brazos abiertos, como el del Corcovado; fue colada
en sitio con una altura de 23.50 metros, que pudiera convertirla
en un hito urbano”, concluye. Respecto a las dimensiones
de su obra, Quijano cita al finlandés Alvar Aalto quien
opinaba que “Negar el concepto de monumentalidad en la
arquitectura, sería como negar el concepto del cielo
en cualquier religión” y añade que “no
es lo mismo que grandiosidad o presunción”.
Reflexión final
La Parroquia de Cristo Resucitado lleva en obra, como muchas
más que viven de donaciones, los últimos siete
años y continúa.
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UNA
GRAN TRAYECTORIA
Augusto Quijano nació en Mérida, Yucatán
en 1955; Viajó a la Ciudad de México y estudió
en la Universidad Iberoamericana titulándose en 1980.
De esos años formativos, recibe la filosofía
de Louis Kahn y Le Corbusier que son fuente de sus profesores
Mario Schetjnan, Francisco Serrano y Félix Sánchez.
En su ciudad natal funda Domínguez y Quijano Arquitectos,
y de 1980 a 1984 realiza al menos 250 proyectos para oficinas,
residencias en la costa yucateca, y especialmente, La Universidad
del Mayab y el hotel Los Aluxes en la capital de ese estado.
En 1991, crea Augusto Quijano Arquitectos, SCP, que encabeza
hoy día. Ha sido dos veces Medalla de Oro en la Bienal
de Arquitectura Mexicana con el Taller de Arquitectura (1994)
y la Casa de huéspedes en Cholul (2000); suma una
treintena de galardones estatales, nacionales e internacionales.
Destacado en muy diversas modalidades, sobresalen en su
extraordinario curriculum Plaza Dorada, Torre Confía
(hoy Banamex) —con 54 metros de altura— el Centro
Cultural de Mérida “El Olimpo”, Corporativo
Bacsa, Centro Universitario Montejo, Casa Larga, Corporativo
Dicas, Casa Rivas e Icon Towers, todas ellas obras de referencia
innegable en el panorama cultural y social del sureste.
Bienales, exposiciones, conferencias y concursos han reconocido
su trabajo en España, Suiza, Italia, Chile, Brasil,
China y Estados Unidos, entre otros. Ha llevado su cátedra
a la Universidad Nacional Autónoma de México,
la Universidad Autónoma de Yucatán y a la
Universidad Marista en donde imparte Taller de Proyectos.
Fue presidente del Colegio Yucateco de Arquitectos en el
periodo 88- 90; está señalado como uno de
los 10 arquitectos más importantes del país.
Profesional de convicciones, incorpora a sus proyectos la
geometría, tecnología y conceptos necesarios
para materializar soluciones de lo más diversas.
A la fecha trabaja en proyectos de gran dimensión
asociado con los también yucatecos Javier Muñoz
Menéndez y Jorge Carlos Zoreda Novelo. |
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Ejemplo de modernidad en muchos sentidos, cuenta con sitio en internet
(www.cristoresucitado.org.mx) y un logotipo basado en su cruz. La obra
enorgullece a sus creadores quienes guardan un álbum fotográfico
muy detallado. Hoy, el objetivo del templo está alcanzado y su
forma única ya ocupa un lugar privilegiado entre los emblemas
urbanos y sociales de la Ciudad Blanca.
www.augustoquijano.com
www.cristoresucitado.org.mx
www.predecon.com
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