Un siglo de
grandes hombres

Gabriela Celis Navarro

El siglo XIX está considerado como el arranque de toda una serie de innovaciones que repercutieron en el desarrollo tecnológico de la humanidad. En el caso del mundo del cemento y del concreto, destacan años como el de 1818, en que Vicat publica Recherches experimentales, pauta a seguir en la elaboración del cemento a través de mezclas de calizas y arcillas dosificadas en proporciones idóneas.

Seis años después, Joseph Aspin genera la primera patente para la fabricación del cemento Portland, denominado de esa forma dado que el color del concreto
obtenido de esa mezcla, era parecido a la piedra natural de la zona de Portland, en Oregon. En 1826 Navier –un profesor de ingeniería en puentes y canales– publica sus cursos sobre resistencia de los materiales y dos años después Vicat publica Mortiers et ciments calcaries.


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Las investigaciones en torno al cemento y al concreto se desarrollan de manera veloz en esos años pues, para 1829, Fox crea un sistema para construir pavimentos en concreto armado donde usa el cemento Portland como elemento de relleno dentro de armaduras de hierro. En 1938, Brunel emplea por vez primera un cemento procedente de la fábrica de Aspin el cual es empleado en la construcción de un túnel bajo el río Támesis.
Otro año importante es 1848, cuando Lambot proyecta su embarcación en concreto armado después de llevar varios años de estar creando objetos donde combinaba el concreto con el acero. Para mediados del siglo XIX nuevamente el analítico Vicat estudia la acción destructiva del agua de mar sobre el mortero y el concreto.

Un gran año es el de 1867 cuando se usa a gran escala el concreto armado en la Exposición Universal de París, como por ejemplo, en las plantas subterráneas del restaurante del edificio principal de la Exposición. Una década después, en 1875, Monier construye el primer puente de concreto armado en Chazelet, Francia, con un claro de 16.5 metros y 4 metros de ancho.
En 1880 Hennebique estudia los forjados de cemento armados con redondos de hierro y aparece la primera losa armada con hierros redondos.
Cuatro años más tarde Coignet y De Tedesco publican el primer Método de dimensionamiento elástico de secciones de concreto armado. En 1890 Hennebique realiza la casa de viviendas Bourg-La-Reine, manifiesto del uso del concreto armado. Este gran siglo se cierra con la institución de la Comisión Francesa para el Estudio del Cemento Armado (en 1892) y con publicación de la Teoría cristaloide, de Le Chatelier, en 1893.