Mar Azul es un balneario ubicado a 400 kms al sur de
Buenos Aires, con una extensa playa de médanos vírgenes
y un frondoso bosque de coníferas. Los propietarios de esta casa,
integrantes del estudio que la diseñó (BAKarquitectos),
conocedores desde hace años del lugar, eligieron un terreno en
el bosque con una topografía desafiante, para construir esta
vivienda de veraneo cuya presencia no impidiera que el paisaje circundante
continuara siendo el verdadero protagonista.
La propuesta
El hecho de haber podido experimentar en temas funcionales y estético-
constructivos en este ambiente tan particular –un bosque marítimo–
con otra obra recientemente construida –la casa Mar Azul–
y haber obtenido resultados satisfactorios, permitió en esta
oportunidad, perfeccionar el sistema usado y resolver su adaptación
a la peculiaridad de la compleja topografía del emplazamiento
elegido.
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BAKarquitectos |
BAKarquitectos es un despacho con sede en Argentina, integrado
por los arquitectos María Victoria Besonias, Guillermo
de Almeida y Luciano Kruk.
Han sido premiados por su labor en varias oportunidades como
por ejemplo, con el Primer Premio Vivienda
Unifamiliar Aislada, en la Bienal 2007 organizada por el Colegio
de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires, por la Casa
de Hormigón.
Por la casa Mar Azul obtuvieron, por ejemplo, el Gran Premio
de la Bienal 2006 del Consejo Profesional de Arquitectura y
Urbanismo y Sociedad Central de Arquitectos, Premio Sacriste,
2005 y Primer Premio Arquitectura Joven de Alucobond 2005.
Sus obras han sido publicadas en diferentes medios especializados
del país y del extranjero.
Los titulares del despacho cuentan con experiencia como docentes
de arquitectura, de forma que, como señalan “cada
nuevo encargo resulta una oportunidad para poner en práctica
el enlace entre teoría y producción como forma
de trabajo superadora del encasillamiento al que muchas veces
somete el ejercicio de la profesión”.
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Sobre la obra, los arquitectos expresan que: “la
búsqueda de alternativas debería, como en la primera experiencia,
seguir teniendo pocas pero insalvables limitaciones: fundamentalmente
tener bajo impacto en ese bello paisaje; que se ajustase a un presupuesto
limitado; que su mantenimiento posterior fuera nulo, y
que el tiempo de construcción se acortase todo lo posible ya
que el seguimiento se haría a distancia”.
Con estas premisas en mente, la casa fue resuelta como un prisma de
concreto de proporción alargada y de altura mínima, ubicado
aprovechando una leve planicie natural en un terreno cuya característica
relevante es la pendiente en diagonal (6 metros de diferencia entre
una esquina y la opuesta del lote) que presenta. Mas allá de
esta especie de terraza natural la pendiente se hace aún más
abrupta y los pinos empiezan a ralearse. Con esta ubicación se
modifica apenas el perfil del médano y no se interrumpen las
vistas desde los lotes linderos al magnífico paisaje circundante
ya que en un corto plazo desde el entorno inmediato sólo se apreciará
un suelo (en realidad el techo de la casa) cubierto del follaje seco
de los pinos en permanentemente renovación.
Como la construcción está ubicada paralela al lado más
breve del lote y la pendiente del médano es oblicua respecto
de las ortogonales del mismo, la casa se encuentra semi-enterrada en
uno de sus ángulos y con sus cimientos expuestos en el lado opuesto.
De manera tal que la forma pura y contundente que cobija las actividades
de veraneo parece emerger del médano con dos fachadas bien diferenciadas:
la suroeste, hundida en la arena con una abertura que la recorre de
extremo a extremo y cuya altura va acompañando la pendiente del
médano, y la noroeste, totalmente vidriada como un balcón
que permite vistas lejanas pero a la vez parcialmente protegida de las
miradas desde la calle por unos tabiques “paravistas” que
varían su posición y cantidad según los ambientes
que protegen. Llama la atención el hecho de que los vidrios de
este ventanal corrido, a su vez reflejan el paisaje cuando la casa se
observa desde el exterior, resaltando una serie de elementos verticales
de gran protagonismo (árboles verdaderos y reflejados, tabiques
“paravistas” reales y espejados) que le restan protagonismo
al prisma puro de fuerte presencia horizontal y que ofrecen, a medida
que el observador se desplaza, cambiantes vistas de la casa y del paisaje
que la cobija.
La organización funcional
Esta organización, señalan sus autores “es casi
de catálogo”. Sobre la fachada-balcón los ambientes
principales, uno a continuación del otro, están unidos
por un deck. Sobre la fachada hundida están los baños,
la cocina y, en el extremo que va “desenterrándose”,
el comedor. La casa no cuenta con un acceso protagónico y si
bien el ingreso por la zona más pública es sin duda el
de uso habitual, también se puede entrar a esta vivienda por
cualquiera de los otros ambientes.
Por su parte, los “muebles de hormigón” –como
los llama el despacho– que definen los dormitorios se separan
0.70 m de la fachada vidriada a través de dos paños fijos
que pueden ser removidos o reemplazados por puertas en el caso que se
cambie el destino de los ambientes. Con este recurso en cualquier lugar
de la casa puede recomponerse la totalidad de la fachada y cada ambiente
se agranda visualmente pues se prolonga en el contiguo.
Las actividades exteriores no pretenden estar determinadas por razones
funcionales, sino que es la propia topografía la que va definiendo
el lugar para dejar el automóvil, para ubicar la parrilla o para
determinar la posición de la plataforma para tomar sol. Se decidió
también no ajardinar el lote para mantener la calidad del paisaje
natural que además presenta la ventaja de no necesitar más
mantenimiento que el retiro de los pinos que se van secando.
La solución constructiva
Para esta nueva experiencia los proyectistas decidieron eliminar los
perfiles de hierro estructurales (presentes en la casa Mar Azul) con
el fin de llevar al límite el concepto de mantenimiento nulo.
De forma tal
que la planta de la vivienda de 6.90 mts x 14 mts queda cubierta por
una losa de concreto armado a la vista que descansa en los múltiples
tabiques de la fachada principal por un lado, y queda resuelta con un
voladizo en la opuesta que permite realizar una abertura en toda su
extensión sin apoyos intermedios. Dicho voladizo está
soportado por tres tabiques portantes que se desplazan de la línea
de la fachada.
Los tabiques interiores son de ladrillos huecos revocados y pintados
con látex blanco. El piso es de paños de alisado de cemento
de 5 cms de espesor, divididos por planchuelas de aluminio. El encuentro
entre muros y suelo se resolvió con un perfil rehundido de aluminio
a manera de zócalo. Las aberturas son de aluminio anodizado color
bronce oscuro. El sistema de calefacción –dado que no existe
gas natural en la zona– se resolvió instalando una salamandra
para acondicionar el lugar de reunión, el primer dormitorio y
el pasillo. El dormitorio principal y los baños se calientan
a través de placas eléctricas.
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Datos de interés |
Nombre: Casa de Hormigón.
Ubicación: Mar Azul, provincia de Buenos
Aires, Argentina.
Arquitectos: María Victoria Besonías,
Guillermo de Almeida, Luciano Kruk. Colaborador:
Sebastián Indri.
Superficie del terreno: 595,50 m2.
Superficie construida: 90 m2.
Año de construcción 2006-2007.
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La experimentación que se menciona en los primeros
párrafos está relacionada con que el uso habitual de la
casa en épocas templadas o cálidas y el microclima reinante
en el bosque marítimo (mucha sombra y escaso viento) hace viable
la solución constructiva de bajo costo y rápida ejecución,
de una envolvente de concreto aparente sin complementos que mejoren
el aislamiento térmico e hidrófugo. Para esto se utilizó
concreto con el agregado de un plastificante que optimiza una mezcla
con escasa cantidad de agua que al fraguar resulta de mucha compacidad.
Gracias a este procedimiento la cubierta se puede resolver sin contrapiso
de pendiente ni membrana hidrófuga, simplemente la losa se realiza
desde el vano con la suficiente pendiente como para permitir el libre
escurrimiento del agua de lluvia hacia sus cuatro lados. Además,
la calidad expresiva del concreto aparente y sus propiedades de resistencia
e impermeabilidad, hacen innecesario cualquier tipo de acabado superficial,
lográndose también, como se dijo, un bajo costo de ejecución
en las terminaciones y un mantenimiento futuro innecesario ya que los
paramentos tanto exteriores como interiores de concreto aparente sólo
requieren como acabado de un lijado a mano para remover las adherencias
propias de la ejecución. Por otro lado, el color y textura del
concreto armado realizado con cimbra con base en tablas de madera resulta
de una presencia fuerte pero discreta a la vez, permitiendo que la obra
se exprese en armonía con el bosque. En cuanto a los cimientos
éstos fueron realizados con una viga en forma de T invertida
en todo el perímetro de la planta que, salvando la fuerte pendiente
del terreno, forma una especie de “corral” de contención
de la arena con la que luego se rellena.
Sobre ésta debidamente apisonada se colocaron
dos capas de poliestileno expandido superpuestas y trabadas. Posteriormente,
se realizó un contrapiso armado de concreto H8. El próximo
paso fue la ejecución de la envolvente de concreto. Cabe decir
que para esta casa se utilizó un concreto H21, de resistencia
a la compresión 21.0 MPa, con una relación-agua-cemento
de 0.6 y un agregado grueso de piedra partida de granulometría
<25 mm. A este concreto se le agregó un superfluidificante
en la proporción 1.5 litros/m3. El volumen total de concreto
usado fue de 33 metros cúbicos.
El tratamiento de la luz
Conocedores de la atmósfera ambiental que genera el bosque, era
primordial asegurar un generoso ingreso de luz a todos los locales.
Como refuerzo de la iluminación proveniente de los paños
vidriados del perímetro se pensó en incorporar una entrada
de luz sobre el “mueble de concreto” que contiene la salamandra
y el leñero. Con ese objetivo fue proyectada una caladura que
produce tanto en los tabiques que cierran el estar como en el suelo,
efectos lumínicos que van variando con el transcurrir del día.
Lo mismo sucede con las sombras cambiantes que van arrojando los múltiples
tabiques de la fachada principal. Por otro lado, los muebles diseñados
por el estudio fueron realizados con madera recuperada de pino canadiense
proveniente de cajones de embalaje de motores. La mesa es una losa de
concreto unida al sistema de tabiques exteriores.