La industria de la construcción –en la que está
inmerso, por supuesto, el sector cementero– no contaba hasta antes
de 1994 con un organismo que tuviera la encomienda de desarrollar y
regir la normalización y certificación de productos, procesos
y servicios. De allí, que la calidad en los rubros mencionados
dejaba mucho que desear, lo que, adicionalmente, colocaba a nuestro
país en una posición vulnerable frente al mercado y la
comunidad internacional.
Para enfrentar este reto, se constituyó en 1994 el Organismo
Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción
y Edificación, SC (ONNCCE), que actualmente está acreditado
como Organismo Nacional de Normalización (1994), como entidad
de Certificación (1997) y como institución de Certificación
de Sistemas de Calidad (2000).
El arquitecto Franco Mauricio Bucio Mújica, director técnico
del ONNCCE desde su fundación, es, con toda seguridad, quien
mejor conoce las entrañas de esta entidad ya que se involucró
en su configuración y en la divulgación de su relevancia
ante la comunidad empresarial y gubernamental del país, incluso
antes de que pudiera pensar en que le propondrían ser la cabeza
de esta importante institución normativa de la industria de la
construcción.
El también perito en desarrollo urbano y director de obra responsable,
amable en extremo y claro en sus conceptos, relató para Construcción
y Tecnología algunos pasajes de su trayectoria profesional y
los pormenores de su labor al frente de ONNCCE, asociación que
en la actualidad goza de gran prestigio.
Los inicios
Como la mayoría de los estudiantes de arquitectura de su tiempo,
el ahora directivo rememora que ingresó a un despacho de arquitectura
en donde realizó todo tipo de actividades de dibujo, supervisión
de proyectos
y control de obra, para tiempo después integrarse a una empresa
relacionada con programas de desarrollo
urbano y planeación territorial.
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Miembros del ONNCCE |
Entre los miembros del ONNCCE están instituciones públicas,
sociales y privadas, representantes de todos los actores de
la industria de la construcción en donde participan en
sociedad 16 organizaciones:
• Cámara Nacional del Cemento (CANACEM).
• Cámara Nacional de la Industria de la Transformación
(CANACINTRA).
• Cámara Nacional de Empresas de Consultoría
(CNEC).
• Federación de Colegios de Arquitectos de la República
Mexicana (FCARM).
• Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
• Colegio Nacional de Ingenieros Arquitectos de México
(CNIAM).
• Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, A.C.
(IMCYC).
• Asociación Nacional de Laboratorios Industriales
al Servicio de la Construcción
(ANALISEC).
• Asociación Nacional de Fabricantes de Cal (ANFACAL).
• Asociación Mexicana de Fabricantes de Fibrocemento
(AMFIC).
• Asociación Mexicana de Industriales del Concreto
Premezclado (AMICPAC)
• Asociación Nacional de Institutos Mexicanos de
Valuación (ANIMVAC).
• Asociación Nacional de Industriales del Presfuerzo
y Prefabricación (ANIPPAC).
• Asociación Mexicana de Fabricantes de Tubería
de Concreto, AC (ATCO).
• Consejo Nacional de Industriales Ecologistas (CONIECO).
Fuente: www.onncce.org.mx
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De allí saltó a Petróleos Mexicanos como auditor
técnico, posición desde la que pudo participar en la revisión
del Hospital de Picacho de esta paraestatal, y en la cimentación
de la Torre de Pemex. Instalado ya en la Secretaría de Desarrollo
Social (SEDESOL), el arquitecto Bucio Mújica se involucró
en actividades de programas habitacionales, así como con la evaluación
de sistemas constructivos y nuevos productos. En 1992, informa, se realizó
el Concurso Nacional de Tecnologías para la Vivienda, “lo
que significó un gran cambio en mis actividades porque de alguna
manera pude identificar las bondades de los diferentes elementos y componentes
constructivos y estructurales, y percatarme de que los mismos constructores,
diseñadores, fabricantes y proveedores tenían que contar
con documentación e instructivos para elegir adecuadamente lo
que posteriormente se iba a involucrar en otros proyectos”.
Una de las últimas tareas de Bucio Mújica en SEDESOL fue
la de promover entre la iniciativa privada la necesidad de constituir
un organismo de normalización que fuera responsable de revisar
las normas oficiales mexicanas existentes en forma integral. Debía
de ser así porque la regulación que existía era,
en su gran mayoría, de carácter voluntario y realizada
por los mismos fabricantes de los productos. Al nuevo organismo le esperaba
una labor titánica, toda vez que tenía que identificar
las características y especificaciones de desempeño de
productos, procesos y servicios de la industria de la construcción,
lo que era particularmente relevante en ese momento ya que se vivía
el preámbulo del inicio del Tratado de Libre Comercio.
Consenso y calidad
Aglutinar las voluntades de todos los actores comprometidos con la industria
de la construcción resulta muy complicado. Para ello, el ONNCCE
tiene un consejo técnico conformado no sólo por los asociados,
sino por representantes de organizaciones públicas y privadas
relacionadas con la construcción en general que vigilan la actuación
del organismo. Este consejo sesiona cada tres meses, señala Bucio
Mújica, y es muy útil para retroalimentar la información
generada y para conocer las nuevas necesidades de la industria de la
construcción. En general, abunda el especialista, “cuando
tenemos mucha información sobre algún tema podemos elaborar
un documento técnico en un periodo de entre seis y doce meses,
pero en ocasiones alguna norma puede alargarse mucho más de ello
debido a su complejidad, como en el caso de la relacionada con el concreto
hidráulico para uso estructural, que nos llevó más
de tres años.
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Ventajas de la normalización |
Para los fabricantes:
• Racionaliza variedades y tipos de productos.
• Disminuye el volumen de existencias en almacén
y los costos de producción.
• Mejora la gestión y el diseño.
• Agiliza el tratamiento de los pedidos.
• Facilita la comercialización de los productos
y su exportación.
• Simplifica la gestión de compras.
Para los consumidores:
• Establece niveles de calidad y seguridad de los productos
y servicios.
• Informa de las características del producto.
• Facilita la comparación entre diferentes ofertas.
Para la administración:
• Simplifica la elaboración de textos legales.
• Establece políticas de calidad, del medio ambiente
y de seguridad.
• Ayuda al desarrollo económico.
• Agiliza el comercio.
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Hemos avanzado en muchos aspectos –señala Bucio Mújica–
y en la actualidad muchas dependencias gubernamentales incorporan en
sus licitaciones el cumplimiento de las normas mexicanas. Ocurre algo
parecido en el caso de los reglamentos de construcción, que ya
hacen referencia a ellas, si bien todavía falta una cultura de
la calidad entre algunas personas claves en la industria de la construcción.
Me refiero a los proyectistas, los directores responsables de obra y
los supervisores, quienes deberían trabajar en el desarrollo
de documentos que especifiquen cómo utilizar, colocar o aplicar
una técnica constructiva. Lamentablemente, hoy en día
estas especificaciones brillan por su ausencia, de tal manera que tener
un producto normalizado, probado, ensayado en el laboratorio e incluso
certificado, no garantiza que se utilice correctamente en la obra. Este
es un tema en el que nos involucramos mucho en este 2008”, enfatiza.
La visión del arquitecto Bucio Mújica debería de
tomarse muy en cuenta, sobre todo si se considera que del total de viviendas
que se construyen cada año solamente el 40% de ellas son fabricadas
por compañías constituidas formalmente. El 60% restante,
puntualiza el entrevistado, “son construidas por empresas emergentes,
aquellas que viendo la oportunidad de mercado se configuran como desarrolladoras
inmobiliarias para construir y aprovechar los recursos y financiamientos,
pero no tienen realmente una estructura para cumplir con las normas
de calidad de las que ya he hablado”, asevera.
Que se aplique la ética “Creo que los profesionistas y
los técnicos deberían participar más en organizaciones
gremiales, profesionales o empresariales, y con ello podríamos
magnificar la información en torno a las normas y las certificaciones.
Si usted me pregunta por una norma que pudiera aplicar en todo el país,
algo que pudiera considerarse virtuoso, diría que sería
importante regresar a los valores y a la ética. Claro, habría
que darle una connotación amplia, porque este concepto muchas
veces es subjetivo y lo aplicamos como nos conviene cuando en realidad
debería entenderse como la responsabilidad que tenemos ante nosotros
mismos, para después comprometernos con la sociedad”, asevera
el entrevistado.
El director técnico del ONNCCE se siente satisfecho de los logros
obtenidos hasta el momento y confía en que pronto la institución
que comanda pueda ser autosuficiente. “Para ello, debemos tener
mayor presencia en el país porque son pocas las empresas que
certifican sus productos o sus procesos industriales. En el caso de
la industria cementera podría decir que hay algunas empresas
importantes que
no se han asomado a la certificación de las normas nacionales”,
señala. El futuro se ve despejado porque se avizora una mayor
consolidación de las ventajas del uso de la normalización.
Hay que entender que la norma es una herramienta para vender, establece
Bucio Mújica, quien explica que en el caso del cemento y
el concreto se trabaja en especificaciones orientadas a la búsqueda
de una mayor durabilidad de estos productos y sus derivados. Sin embargo,
“creo que un ámbito que ha sido poco explorado son las
características de los concretos especiales; me refiero al aislamiento
térmico o el acústico y a su resistencia”, concluye
el directivo.
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Directorio del ONNCCE |
Consejo Directivo
Presidente
Ing. Armando Serralde Castrejón.
Vicepresidente de Planeación y Desarrollo
Ing. Arq. Guillermo Robles Tepichín.
Vicepresidente Suplente de Planeación y Desarrollo
Ing. Arq. Pablo A. González Bolaños.
Vicepresidente de Promoción y Difusión
Lic. Osmín Rendón Castillo.
Vicepresidente Suplente de Promoción y Difusión
Lic. Armando Millán González
Vocal Ing.
Eduardo Castell Quiñones.
Vocal Lic.
Arturo Martínez González.
Vocal Ing.
Esp. en Val. Manuel Bazúa Ledón.
Vocal Suplente
Arq. Gustavo de la Cerda Lemus.
Administrador General
Ing. Daniel Dámazo Juárez.
Apoderado Legal
Lic. Ignacio Osorio Santiago
Secretario
Arq. Franco Mauricio Bucio Mújica.
Consejo Técnico
Presidente
Lic. Armando Millán González.
Vicepresidente
Ing. José Manuel Zamudio Rodríguez.
Funcionarios
Director Técnico del ONNCCE:
Arq. Franco Mauricio Bucio Mújica.
Gerente de Certificación y Verificación:
Arq. Nilda Leonor Sánchez Morales.
Gerente de Normalización
: Arq. Arturo Patricio Meza.
Fuente: www.onncce.org.mx
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