La existencia de la Plaza Juárez, sin duda alguna,
ha motivado cambios radicales que van desde la simple estética
ligada a la imagen urbana, hasta la implementación de infraestructura
en la zona con miras al equipamiento de alta tecnología. El camino
recorrido para volverse realidad no fue ni fácil, ni rápido.
Para iniciar el Plan Maestro, el gobierno capitalino tuvo que demoler
más de 70 mil metros cuadrados de antiguas construcciones en
mal estado por los sismos de 1985: el hotel Alameda, una pequeña
unidad habitacional, el cine Alameda (excepto su fachada), oficinas
y un viejo estacionamiento también formaron parte de las edificaciones
demolidas. Sólo en pie se mantuvo el hotel Balmer. No obstante,
el efecto provocado es más contundente: a su alrededor se vienen
construyendo nuevos proyectos residenciales y culturales de arquitectos
de prestigio, como el proyecto de la Puerta Alameda, del arq. Juan Pablo
Serrano, el Museo de Arte Popular (MAP), de Teodoro González
de León, el Museo “Memoria y Tolerancia”, de Arditti
Arquitectos, además de la restauración de la olvidada
iglesia de Corpus Christi.
En entrevista para Construcción y Tecnología,
el arq. Víctor Legorreta comentó: “Este proyecto
empezó para nosotros después del sismo de 1985, aunque
en 1991 un desarrollador canadiense junto con el Gobierno del Distrito
Federal trataron de empezar a recuperar esta zona. Cuando participamos
empezamos a ver cómo realizar un conjunto que perteneciera al
Centro Histórico. Desgraciadamente vino la crisis del 1994 y
el proyecto se frenó hasta que en el 2000 el gobierno de la ciudad
decidió recuperarlo”. En el despacho Legorreta + Legorreta
creador del proyecto que ocupa una superficie 27 mil 300 m2 en la manzana
conformada por la avenida Juárez y las calles de Dolores, Independencia,
José María Marroquí y Luis Moya aseguran que desde
que empezaron a analizarse las posibilidades que se tenían para
solucionar a nivel constructivo el proyecto, se pensó en hacer
algo con elementos prefabricados.
El planteamiento les entusiasmó sobre todo porque ellos buscaban
hacer unos edificios que se sintieran pertenecientes al Centro Histórico;
que fueran sólidos. Descartaron el cristal como solución
y entonces estudiaron los colores de piedras y canteras de la zona para
obtener un icono con un carácter propio, una imagen contundente
y congruente que reanimara esta zona que había decaído
con los sucesos de 1985.
Por su ubicación, este conjunto se plantea como una zona de transición
entre el Paseo de la Reforma que cuenta con edificios de mayor escala
y el Centro Histórico de la Ciudad, con edificios de menor altura
y espacios de escala más amable con el peatón. En el planteamiento
arquitectónico se buscó responder a este contexto por
lo que fue diseñado un basamento de cantera Perla Huixquilucan
de 12.65 metros.
Esta altura responde a la misma del Templo de Corpus
Christi, cuyo diseño, materiales y escala tienen una clara relación
con el Centro Histórico. De los espacios exteriores, el principal
es la Plaza Juárez, que rodea al Templo de Corpus Christi. Esta
Plaza donde fue ubicado el mural restaurado de David Alfaro Siqueiros
La Velocidad es el elemento generador del resto del conjunto, y a través
de ella se darán los principales accesos peatonales al mismo.
En el centro de la Plaza se diseñó, en colaboración
con el artista plástico Vicente Rojo una gran fuente que complementa
con el elemento de agua a la vegetación del Parque Alameda. El
diseño de la fuente es un espejo de 35 x 30 metros con más
de mil pirámides de concreto rojo que junto con el movimiento
del agua, por medio de una serie de inyectores de aire entre cada pirámide,
se
convierte en una fuente con gran movimiento. Este espacio es hoy uno
de los foros más activos a nivel cultural, su oferta va desde
exposiciones colectivas de fotografía, performance, instalaciones
y hasta esculturas de gran formato (Para mayor información en
particular de esta sección del conjunto, confrontar Construcción
y Tecnología, de abril de 2005).
El monumental conjunto se corona por las dos torres resueltas en prismas
rectangulares. La primera funge como la nueva sede de la Secretaria
de Relaciones Exteriores (SRE). Se trata de una construcción
de 23 niveles de altura que colinda en el lado norte con la plaza Juárez
y al sur con la calle de Independencia. En la planta baja está
el vestíbulo, la bóveda de Tratados, la sala de conferencia
de prensa así como algunas oficinas de servicio al público.
Se tiene en este nivel un pórtico peatonal que sirve de comunicación
entre los diferentes elementos del conjunto.
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Líderes en prefabricados |
La historia de PRETECSA (Prefabricados Técnicos de
la Construcción SA de CV) inicia en 1968 cuando es fundada
la empresa. Se trata de una firma cien por ciento mexicana pionera
en el país en el diseño, fabricación, transporte
e instalación de elementos prefabricados de concreto
arquitectónico y de concreto reforzado con fibra de vidrio.
A lo largo de su historia, la empresa siempre ha manejado tecnología
de punta y calidad de clase mundial, la mayor capacidad instalada
e infraestructura así como intercambios tecnológicos
con empresas de reconocido prestigio además de contar
al interior de la empresa, con un equipo profesional y altamente
capacitado.
A lo largo del territorio y en el extranjero son más
de 900 las obras en las que ha intervenido esta empresa.
En este sentido, conviene decir que PRETECSA es la primera empresa
mexicana exportadora a gran escala, de precolados a Norteamérica,
donde han sido reconocidos y
certificados por cumplir con los más estrictos niveles
de calidad exigidos en el mundo.
Entre los premios más recientes que ha recibido están:
En el 2003, el Premio PCI 2003 por los prefabricados instalados
en el edificio para la Biblioteca Pública de Salt Lake
City (en los Estados Unidos), obra del despacho de Moshe Safdie.
Ese mismo año obtuvo también un premio del PCI
por mejor
instalación deportiva, por la Casa Club del conjunto
Bosque Real, obra de Sordo Madaleno Arquitectos. Finalmente,
con el trabajo realizado en la Plaza Juárez es nuevamente
reconocida la calidad de esta empresa.
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En su primer nivel están los salones de recepción
y salas de juntas. Los comedores ejecutivos se encuentran en el segundo
nivel y en los siguientes 19 niveles se localizan las oficinas de las
subsecretarias que actualmente se encuentran distribuidas en diferentes
edificios. La obra queda rematada con un piso de oficinas ejecutivas
y finalmente con un nivel para equipos de servicio al edificio. La fachada
del edificio en los dos niveles de basamento es de piedra tipo cantera
de Huixquilucan. Partiendo del segundo nivel la fachada se forra con
un precolado de concreto. Por su parte, la segunda torre es la sede
del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) con 18
pisos donde se instalan los juzgados familiares y el Consejo de la Judicatura.
Todo el conjunto integra un estacionamiento de 2 mil cajones.
Un proyecto ganador
James G. Toscas, Presidente del PCI (Precast/Prestressed Concrete Institute),
entregó el 23 de enero pasado en la Ciudad de México al
despacho Legorreta+Legorreta Arquitectos y a PRETECSA (Prefabricados
Técnicos de la Construcción, SA de CV) el premio Design
Award 2007, que otorga anualmente este Instituto; en esta ocasión
como el mejor Edificio Público por su excelencia en diseño
y construcción.
Esta obra participó con más de 140 proyectos de Estados
Unidos y Canadá que buscaron obtener el reconocimiento que año
con año otorga el Precast/Prestressed Concrete Institute a las
mejores obras realizadas con prefabricados de concreto arquitectónico
en Norteamérica. El PCI, con sede en Chicago, Illinois, es la
institución que establece y regula los estándares de la
prefabricación a nivel mundial En la ceremonia de entrega de
dicho reconocimiento, se hizo mención sobre la excelente decisión
que los arquitectos de Legorreta+Legorreta tomaron para solucionar con
prefabricados de concreto este proyecto ya que aseguraron garantizaban
calidad, rapidez en la ejecución, resistencia a la intemperie
y un bajo costo de mantenimiento.
La ingeniería, manufactura y colocación de las casi 3,000
piezas que conforman las fachadas fueros realizadas en la planta de
PRETECSA, ubicada en Atizapán de Zaragoza, Estado de México,
aplicando tecnología de punta al usar concreto arquitectónico
autonivelante. Los precolados de la Torre de los Tribunales tienen un
acabado martelinado a máquina y los de la Secretaría de
Relaciones Exteriores son con acabado graneado.
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Datos de interés |
Premio: Design Award 2007, al Mejor Edificio
de Gobierno, por el Precast Concrete Institute (PCI). Proyecto
arquitectónico / Architectural design: LEGORRETA+LEGORRETA
(Ricardo Legorreta, Víctor Legorreta, Noé Castro,
Miguel Almaraz, Carlos Vargas).
Colaboradores / Project team: Víctor
Figueroa, Óscar Islas, David Figueroa, Andrés
Lozano, Jorge Vallarta, Jaime Villalón, Guillermo Mateos,
Armando Echávez, Enrique Barrera, Mariana Hernández,
Luis Oviedo, Karina Vega, Bárbara Mira, Jorge Montejano,
Arturo Rodríguez, Gerardo González, Elisur Mogollón).
Clientes: Torre Tlatelolco:
Secretaría de Relaciones Exteriores.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Plaza Juárez: Gobierno del Distrito
Federal.
Construcción:
Torre Tlatelolco: Grupo PC Constructores, SA de CV.
Ing. Guillermo Simón M.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Corporativo Plaza Juárez. Arq. Miguel Bravo Plaza
Juárez: Grupo Farla.
Concreto precolado: PRETECSA.
Coordinador de obra:
Torre Tlatelolco: Ingeniería de Proyecto y Supervisión,
SA de CV. Ing. Daniel Ruiz. Ing. Roberto Ruiz Vila.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Corporativo Plaza Juárez. Ing. David Serur.
Plaza Juárez: Ingeniería y Consultoría,
SA de CV.
Ingeniería estructural:
Torre Tlatelolco: Colinas de Buen, SA de CV. Ing. Óscar
de Buen.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Grupo DYS. Ing. Alejandro Fierro.
Plaza Juárez: Izquierdo Ingenieros y
Asociados, SC. Ing. Heriberto Izquierdo, Ing. Raúl Julián
Izquierdo.
Ingeniería hidrosanitaria:
Torre Tlatelolco: Hubard y Bourlon, SA de CV. Ing.
Rolando Zarate.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Garza Maldonado y Asociados, SC.
Ing. Francisco J. Garza Cuellar.
Plaza Juárez: Garza Maldonado y Asociados,
SC. Ing. Francisco J. Garza Cuellar.
Ingeniería eléctrica: Torre Tlatelolco:
Hubard y Bourlon, SA de CV. Ing. Rolando Zarate.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Hubard y Bourlon, SA de CV. Ing. Rolando Zarate. Cien Acres
Diseño de Instalaciones, SA de CV. Ing. Fernando Frías
López.
Plaza Juárez: Cien Acres Diseño
de Instalaciones, SA de CV. Ing. Fernando Frías López.
Climatización:
Torre Tlatelolco: Hubard y Bourlon, SA de CV. Ing.
Rolando Zarate.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Ingeniería en Aire y Control SA de CV.
Ing. José Luis Trillo Mata.
Iluminación:
Torre Tlatelolco: Luz y Forma. Arq. Luis Losoya Granier.
Satélite Iluminación y Proyectos.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Luz y Forma. Arq. Luis Losoya Granier. Satélite
Iluminación y Proyectos.
Plaza Juárez: Arquitectura de la Luz.
Arq. Enrique Quintero.
Ingeniería en especiales:
Torre Tlatelolco: Hubard y Bourlon, SA de CV.
Ing. Rolando Zarate.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
High Tech Services, SA de CV. Ing. Mauricio Sánchez Sánchez.
Ingeniería helipuerto:
Torre Tlatelolco: ATG Ingenieros SA de CV.
Ing. Alberto González Pérez.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
ATG Ingenieros, SA de CV. Ing. Alberto González
Pérez.
Cancelería:
Torre Tlatelolco: Vidrios Laresgoiti, SA de CV. Ing.
Francisco Laresgoiti.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
Val & Val. Ing. Juan Carlos del Val.
Interiorismo: LEGORRETA + LEGORRETA. Victoria
Pliego, Rosa Celorio, Catherine Martín.
Área construida:
Secretaria de Relaciones Exteriores. Torre Tlatelolco:
58,655 m2+31,900 m2 de área para estacionamiento.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
36,240 m2+28,550 m2 para estacionamiento.
Plaza Juárez: 27,500 m2.
Fotografía: Luis Gordoa, Lourdes Legorreta,
José Ignacio González Manterola.
Lugar: Ciudad de México.
Fechas: Plaza Juárez: 2003.
Torre Tlatelolco de la Secretaria de Relaciones Exteriores:
2005.
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal:
2005.
Resistencia al fuego de los precolados: De
entre 80 y 120 minutos.
Volumen de concreto utilizado: 3,864 m3 de
concreto de alta resistencia.
Pruebas: El concreto utilizado para los elementos
precolados se somete a pruebas de compresión aplicando
cargas superiores a los 100 Ton/m2.
Colores: Torre de Tribunales: Rojo oxido. Torre
de la SRE: Naranja.
Información Edificio de Tribunales Familiares:
Concreto clase 1. En columnas y muros f´c de
400 kg/cm2. En losas y trabes f´c de 350 kg/cm2.
Cimentación: Con base en pilas apoyadas
a la segunda capa dura, con un f´c de 300 kg/cm2. Las
pilas, con una profundidad de 44 a 48 metros, poseen una camisa
de acero de 20 mts como boquilla.
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En total se cubrió un área de fachadas
de 27,600 metros cuadrados. PRETECSA, como la empresa líder de
la prefabricación en México y la primera compañía
exportadora de precolados a Norteamérica, es la única
del país que cuenta con certificados internacionales que avalan
el cumplimiento de los más exigentes niveles de calidad a nivel
mundial en prefabricados arquitectónicos y que garantizan la
perfecta ejecución de cualquier proyecto, independientemente
de la escala, ubicación o grado de complejidad del mismo.
Cada precolado ocupado en Plaza Juárez cuenta con un sistema
de anclajes móviles para sujetarlo a la estructura de los edificios,
con el fin de absorber los diferentes movimientos tanto horizontales
como verticales que se presentan en caso de sismo evitando así
daños a los elementos que integran la fachada.
Sobre el premio, cabe decir que el jurado calificador estuvo conformado
por Ned Cramer, editor en jefe de la revista Architect Magazine, Kiyoshi
Matsuzaki, Presidente de Matsuzaki Architects y por Michael Broshar,
directivo de InVision Architecture. Al anunciar las obras ganadoras,
el jurado declaró:
“El conjunto Plaza Juárez es un magnífico ejemplo
de cómo dos edificios absolutamente diferentes se complementan
a la perfección. Su geometría es rígida; sin embargo,
los edificios son muy ‘humanos’ debido a la creatividad
usada con elementos de fachada que se relacionan por medio de formas
y por los colores increíblemente vibrantes”.
Para el arq. Víctor Legorreta es digno reconocer que el nombre
de México queda muy en alto al recibir estas dos empresas el
premio de excelencia en diseño y construcción como el
mejor edificio público. Asegura contundente que la arquitectura
mexicana tiene una oportunidad única, porque el país sigue
creciendo y eso permite una mayor planeación de la ciudad, pero
espera que con la globalización y crecimiento no se pierda la
identidad. Al respecto, añade:
“La arquitectura se está valorando cada vez más,
un buen edificio es un detonante para la ciudad. La arquitectura cada
vez se valora más para mejorar la calidad de vida. Nosotros debemos
de saber que el ser arquitecto no es tanto el ser famosos o el ganar
premios. El verdadero fin de los arquitectos es hacer a las personas
felices”.
Detrás de la fachada
El uso de paneles de concreto precolado implica un proceso más
detallado previo a su colocación en obra. De principio, es indispensable
realizar consultas directas con los proveedores de las piezas para iniciar
un proceso de estudio y modulación de las fachadas del edificio
que se revestirá con este material. El personal, en conjunto
con el área de diseño, determinarán las dimensiones
más eficientes y adecuadas con las que se podrá iniciar
la estandarización de los moldes, su construcción, generar
la estimación de piezas, programar el transporte, maquinaria
necesaria para su montaje e instalación en obra y dar prioridad
a las zonas clave del proyecto según el programa general de obra.
Teniendo ya un prototipo se hace un cálculo estructural de las
piezas, se analizan los ajustes y se especifican las preparaciones metálicas
que serán soldadas a la estructura principal del edificio, mismas
que recibirán los marcos metálicos del panel precolado.
Con la información obtenida se generan planos de colocación
para dar seguimiento en obra. Éstos por lo general cuentan con
una nomenclatura establecida por el arquitecto y el prefabricante para
generar un control por fachada y eje de trabajo. Cada detalle es cuidado
al máximo, como pueden ser: los detalles de los vanos para cancelerías
o puertas, los cambios de dirección; los chaflanes y juntas falsas
también son revisadas para dar una apariencia uniforme en el
exterior.
Mientras tanto en la planta de fabricación el trabajo inicia
con estudios diarios de dosificación del concreto en laboratorio.
Una vez que cada molde es colado se analiza la resistencia obtenida
contra la resultante por cálculo. Si ésta es aprobada
por el laboratorista se desmolda y envía a la fase de terminación
para obtener texturas o colores específicos. Una última
inspección determinará si la pieza realizada cuenta con
la calidad
para ir a obra.
Estando en la construcción es común que se presente un
supervisor con una cuadrilla de especialistas y obreros del fabricante
para realizar el levantamiento de plomos y niveles, además de
dar el visto bueno al anclaje, posición y fijación de
las piezas de arranque.
Izar cada placa no representa un reto mayor si se controla el personal
con la finalidad de disminuir los tiempos de ejecución. Es posible
que en una semana se puedan colocar hasta 50 piezas con dimensiones
cercanas a los 4 metros cuadrados. Ya instalado el sistema en fachada,
cada una de las juntas aproximadamente de ½ pulgada es cubierta
con cinta de hule espuma; a continuación, se calafatean con poliuretano
para garantizar la absorción de movimientos sísmicos o
por viento y trabajar de manera monolítica a nivel estructural.
Finalmente se aplica barniz protector transparente repelente al agua
con base de silicón para evitar los daños por intemperismo.
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