La otra orilla Ana Laura Salvador Arriaga1
Un lugar que vio nacer a una generación que años
después trascenderá en vidas desterritorializadas y de donde
surgió una mente artística. |
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En este trabajo, la mezcla de cemento blanco, verde
y agregados perfectamente escogidos (como la piedra de Boñar y
arena fina blanca) constituyen la herramienta precisa para evocar una
intención de paz; un proceso tumultuoso que genera serenidad al
encontrar estabilidad. Ímpetu naufragante; deseo dominante; proceso
incesante. Orientación forjada; raíces que claman por una
pertenencia inexplicable. Un perpetuo llamado a costumbres lejanas que
son reflejo de años de esperanza. El nacimiento de una ola que
con esfuerzo alcanza un sitio, mismo que desemboca en emociones enclaustradas
de generaciones olvidadas. Un estado de pertenencia que plasma un crecimiento
interno reflejado en capas de fluidez contenida por cimbras de madera
laminada. La estructura de varillas de acero y malla cima soldada generan
una complejidad interna de sustento y entendimiento, profundizando el
mensaje de búsqueda certera. |
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Una vida de experiencias llevadas a una consistencia plástica
que con el tiempo fragua en el sitio elegido. El espacio enmarcado de
un contexto ideal que contiene enseñanzas cimentadas en la vivencia.
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