Centro Cultural
Gabriel García Márquez

Julieta Boy
Fotos: Cortesía De Valdenebro Ingenieros Ltda.

Proyectado por el arquitecto colombiano Rogelio Salmona -fallecido en 2007-, el Centro Cultural Gabriel García Márquez recibió el Premio Excelencia en Concreto 2008, que brinda la Asociación Colombiana de Productores de Concreto Certificado (ASOCRETO)

    

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Con este nuevo espacio de diseño y manufactura colombiana, el Fondo de Cultura Económica busca consolidar su actividad editorial, así como difundir el libro mexicano en el país sudamericano, convirtiendo al Centro Cultural Gabriel García Márquez en símbolo de los estrechos vínculos entre México y Colombia.

Excelencia en concreto

El Centro Cultural Gabriel García Márquez (CCGGM) del Fondo de Cultura Económica recibió el Premio Excelencia en Concreto 2008, la más alta distinción que otorga la ASOCRETO. Creados en 1986, los Premio Excelencia en Concreto se han entregado ininterrumpidamente cada dos años, con el objetivo fundamental de dar un reconocimiento al esfuerzo y dedicación de los profesionales comprometidos con la excelencia en la construcción y que aportan al desarrollo de la tecnología del concreto en el país.

En su décimo segunda versión, los premios tuvieron la participación de 46 obras en tres categorías: Construcción de edificaciones; Arquitectura en concreto, y Tecnología de obras civiles. El jurado estuvo integrado por los ingenieros Eduardo Garavito, Juan B. Gómez y Hernán Sandoval, quienes junto con los arquitectos Teresa Guevara y Germán Samper son reconocidos por su experiencia en edificaciones institucionales, comerciales, residenciales, obras urbanas, restauración e infraestructura; todos ellos con amplia solvencia nacional e internacional en el manejo del concreto. Algunos de ellos además son docentes en temas afines en las principales universidades de Colombia.

Concreto arquitectónico

“Fue fundamental la cuidadosa concertación de dimensiones entre las necesidades proyecto arquitectónico y los requisitos del diseño de la estructura, para obtener una solución estructural que, dentro del cumplimiento de las normas sismo-resistentes, respetó totalmente el proyecto arquitectónico y logró una solución económica”, sostiene en entrevista para CyT el ingeniero civil Francisco Valdenebro, director general de De Valdenebro Ingenieros Ltda, empresa encargada de la construcción y diseño estructural del CCGGM.

Valdenebro resalta varios aspectos del diseño arquitectónico y constructivo, con elementos especiales como prefabricados de remate de cubierta, jambas prefabricadas, formaletas de madera sin huellas de cabezas de puntilla, formas especiales en concreto, en un minucioso proceso de diseño y construcción sin par en la historia concreto arquitectónico en Colombia. Acerca de las propiedades del concreto usado en la obra Valdenebro comenta, “la totalidad del edificio está construido en concreto expuesto, arquitectónico, de tonalidad ocre clara. Este tipo de concreto fue desarrollado bajo la guía estética del Salmona en el año 1996, cuando se estaba preparando el proyecto de la recuperación ambiental de la Avenida Jiménez de Quesada, en Bogotá. La mezcla usa cemento blanco estructural y arenas y gravas de la zona”. Como agregados se utilizaron arenas de los cerros orientales de Bogotá ─ canteras controladas ecológicamente─ de color amarillo por la presencia de óxidos de hierro. Las gravas son también de zonas aledañas a Bogotá.

En general la relación agua/cemento es menor a 0.5, complementada con plastificantes, según los elementos estructurales donde sería usada. Las columnas y muros pantallas tienen una resistencia a la compresión de 35 MPa (350 kg/cm2); los demás elementos estructurales tienen una resistencia de 280 MPa (280 kg/cm2). Principal parámetro del diseño estructural para el concreto, la resistencia a la compresión se controló permanentemente. Cabe decir que la obra se desarrolló bajo las Normas Colombianas de Diseño y construcción sismo-resistente, elaborada por la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica, Ley de la República de Colombia, por lo tanto de obligatoria cumplimiento.

Para el tiempo de vida útil de la obra, el concreto “hace parte fundamental del diseño arquitectónico del edificio, su característica de concreto expuesto, tratado solamente con líquidos hidrófugos, determina una alta durabilidad y un bajo costo de mantenimiento”, agrega el ing. Valdenebro.

Controlando el proceso

  Anecdotario

El diseño del Centro Cultural Gabriel García Márquez es muy peculiar; cada detalle delata la sensibilidad de Rogelio Salmona así como su percepción del espacio, sus contrastes y la gran capacidad que desarrolló para hacer uso de la escala milimétrica y monumental en cada una de sus obras. Sobre esto, basta mencionar la construcción del patio central del edificio, el cual fue concebido desde un boceto a mano alzada realizado in situ por parte del arquitecto, en donde se apreciaba con exactitud la proporción de todos sus elementos, los radios de trazo, el tamaño de los ladrillos, los detalles en concreto, etc. No faltaba más que la consideración de la figura humana –que Salmona acostumbraba– en cada uno de esos croquis para que fuesen detallados y convertidos en planos constructivos.

El procedimiento no era sencillo, así lo afirma anecdóticamente el ingeniero Valdenebro quien agrega que cuando le fue entregado el diseño de dicho patio le comentó al arquitecto que necesitaba medidas, a lo cual él le contestó: “esas medidas están en el dibujo, yo tengo la escala en los dedos”. Pero esto no es lo único que sorprende: Salmona nunca autorizó colocar algún recubrimiento para proteger la fachada bajo el dicho de que “si la obra merecía respeto jamás sería dañada y si pasaba lo contrarío sería porque se lo merecía”, a la fecha el único grafiti realizado sentenció “esto es el cielo”. María Asunción Martínez.

En una obra de la magnitud e importancia del CCGGM es relevante el cuidado de todo el proceso constructivo. La fisuración del secado inicial del concreto se controló con diversos recursos; control de distanciadores entre las cimbras y el acero de refuerzo, control de la relación agua/cemento, prolongado, cuidadoso y controlado proceso de curado con humedad permanente, evitando ciclos de humedad y secado.

Con una cimentación de zapatas aisladas o combinadas con trabes de amarre, muros de contención de entre 3 y 7 metros de altura y una estructura con concreto reforzado, porticada sobre columnas circulares, losas aéreas aligeradas con casetones o bloques de poliestireno expandido de baja densidad. La losa de la cubierta del auditorio es una plazoleta pública circular de 17 metros de diámetro entre apoyos, la cual fue resuelta mediante un sistema combinado de perfiles metálicos de alma llena, lámina de acero y concreto reforzado. Prácticamente todas las cargas de concreto, aún las de muy bajos volúmenes, fueron bombeadas debido a las dificultades de ocupación de la vía (el proyecto está situado en el corazón del Barrio de la Candelaria, Centro Histórico de Bogotá, con calles estrechas y vías peatonales). Por otra parte, “las características de fluidez y manejabilidad de la mezcla bombeable facilitaron su acomodo en las cimbras especiales de madera, con las cuales se plasmó su textura en el resultado final del concreto expuesto”.

Correspondencia arquitecto/constructor

“Como en los talleres medievales, Rogelio [Salmona] trabajaba en mancuerna con el ingeniero, constructor y calculista (Francisco Valdenebro) constructor y diseñador de sus estructuras”, comentó el arquitecto mexicano Teodoro González de León al resaltar la calidad del CCGGM durante el discurso de inauguración del inmueble en el 2008.

Uno de los aspectos de mayor relevancia y principal reto en la construcción del CCGGM fue la fabricación, manejo y usos múltiples de cimbras (formaletas en Colombia) para el concreto arquitectónico. “El profundo y permanente rigor del arquitecto Salmona fue motivación para la búsqueda de la mejor calidad”, recuerda el ingeniero. Con madera de costo relativamente bajo, la fabricación de las cimbras se realizó en obra por operarios cuidadosos y orgullosos de su participación en la obra, entrenados por el constructor en varias construcciones anteriores del arquitecto Salmona.

“El diseño constructivo y la fabricación de las cimbras tuvo especial cuidado en esconder las cabezas de clavos y puntillas, para evitar su huella en el concreto. Las formas especiales, circulares y rectangulares, tuvieron diseños específicos del arquitecto. Múltiples elementos menores fueron prefabricados o fundidos en obra, en el mismo concreto ocre arquitectónico, para usarlos como remates de los muros y para complementos funcionales del edificio como, escaleras, lámparas, gárgolas, pérgolas y espejos de agua, para culminar con el logotipo de Ediciones Fondo de Cultura Económica en el espejo de agua en el centro de la gran librería de la entidad, emblema de la edificio, la mayor librería en Colombia”.

Un gran legado

Reconocido internacionalmente como uno de los más importantes arquitectos latinoamericanos, el arquitecto Rogelio Salmona dejó un legado de variados e importantes edificios en Colombia. Diseñado íntegramente por Salmona, el CCGGM es un espacio amplio que conecta interior y exterior a través de grandes superficies de vidrio. Compuesto por ladrillo, concreto aparente, madera y vidrio, cuenta con un espejo de agua como remate visual desde cualquier punto del interior de la librería. “Que se me hubiera invitado a diseñar el edificio para la sede del Fondo de Cultura de México en el corazón de Bogotá fue para mí, además de un privilegio, una enorme responsabilidad intelectual, profesional y urbana” expresaba el arquitecto colombiano en 2003 cuando fuera colocada la primera piedra.

Empleando su propio lenguaje ─plazas circulares, rampas, terrazas, escaleras espejos de agua─ utilizados ya en otros proyectos, Salmona recrea espacios públicos y democráticos que son la antesala a los espacios culturales cerrados como la biblioteca, el auditorio y los depósitos de libros.

Punto de encuentro con la literatura en pleno centro histórico de Bogotá, Salmona insertó una arquitectura respetuosa, que expresa una modernidad consecuente con el lugar de la ciudad donde se encuentra, con espacios públicos sin barreras, “quise hacer una obra abierta al encuentro, a la alegría, al goce, a la sorpresa, a la meditación, donde la arquitectura volviera a su condición de símbolo, a jugar un papel importante en nuestra ciudad, no sólo por su calidad constructiva e implantación respetuosa en el lugar, sino también por su belleza y significado”. c

  Datos de interés

Ubicación: Calle de la Enseñanza 11, La Candelaria, Bogotá, Colombia.
Superficie total construida: 9,500 m2.
Propietario: Fondo de Cultura Económica de México.
Diseño arquitectónico: Rogelio Salmona/María Elvira Madriñán.
Constructor y diseño estructural: De Valdenebro Ingenieros Ltda. (Ing. Francisco Valdenebro; ing. Alberto Pachón).
Dirección de la obra: Ing. Agueda García Ch.
Instalación eléctrica: Ing. E. Julio César García.
Instalación hidrosanitaria: Ing. Albeiro Téllez; ing. Alba Lucía.