Ingeniero Roger Juan Fernando González G Uno de los más importantes especialistas en ingeniería civil fue entrevistado en su sede de trabajo, el Instituto de Ingeniería de la UNAM, en el marco de los 50 años de nuestro Instituto |
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Roger Díaz de Cossío recibe a CyT en la terraza del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su voz y carácter son potentes. El personaje, nacido el 7 de diciembre de 1931, espera atento las preguntas y relata que decidió dedicarse a la ingeniería cuando estudiaba la preparatoria, justo cuando se convenció de que no podría ser arquitecto por no saber dibujar. Crítico educativo |
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Resulta fascinante recorrer las calles
del pasado con el ingeniero Díaz de Cossío, quien ha sido
durante toda su vida un severo crítico de los problemas educativos
de México. Su postura nunca se modificó, incluso cuando
fue subsecretario en la Secretaría de Educación Pública,
lo cual le ha valido el reconocimiento de propios y extraños. |
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Flexibilidad
es la respuesta El ingeniero Roger Díaz de Cossío acepta sin falsas modestias que se le reconozca como un intelectual ecléctico, y aprovecha la ocasión para decir que la academia en México se encuentra muy rigidizada, por lo que un muchacho que estudia en una escuela no puede cambiar a otra porque se desconoce lo que ya estudió. Este tipo de acciones, comenta a CyT quien fue director del Instituto de Ingeniería de la UNAM entre 1966 y 1970, promueven, sin duda alguna, la deserción escolar Lo mismo sucede con los planes de estudio, que tienen una estructura determinada que no puede modificarse, de tal manera que los estudiantes se deben ajustar a un sistema autoritario. |
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“Así somos socialmente hablando, dice el entrevistado, ya que nuestra cultura se basa en hacer que nuestros hijos hagan lo que nosotros queremos, comportamiento que ha llegado a las instituciones de educación superior. Es por ello que un estudiante puede decidir cuál es la carrera que más le guste, pero nada más. Una solución es la flexibilización de los planes de estudio, de tal suerte que se puedan elegir al menos el 30 por ciento de los créditos necesarios. Asimismo, debería existir la posibilidad de que estas materias pudieran cursarse donde le plazca al estudiante, en su misma institución o en otra distinta, o a distancia en cualquier parte del mundo, asevera. Flexibilidad es la respuesta |
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Sobre esto, Díaz de Cossío comenta: “No hay que dejar de citar que hemos colaborado con el conocimiento relativo a la tecnología de obras hidráulicas, básicamente el diseño estructural y de geotecnia, lo que resulta lógico ya que ningún otro país tiene el tipo de suelos que hay en México y tampoco los riesgos sísmicos a los que estamos expuestos”. El IMCYC y la gastronomía |
Este trabajo lo combinaba con mi labor en el Instituto de Ingeniería de la UNAM, a donde ingresé cuando terminé mi doctorado, pero la verdad es que me alejé un poco del mundo de la ingeniería cuando ingresé a la SEP en 1970 (y donde permaneció trabajando durante 14 años), dice el especialista, quien también revela su gusto por tratar los temas relativos a las comunidades mexicanas asentadas en Estados Unidos, afición que nació cuando trabajó en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Al respecto, se le pregunta ¿Abandonó por completo la ingeniería durante ese tiempo? A lo que respondió: “En realidad, puedo decir que le he dedicado poco tiempo a la ingeniería si lo comparo el que le he destinado a la educación y las cuestiones sociales”. Esta postura se ratifica cuando se observa que Roger
Díaz de Cossío solamente ha publicado una obra literaria
referente al campo de la ingeniería, aunque la sorpresa es mayúscula
cuando revela que él fue el responsable de la edición de
nueve diferentes tomos relacionados con recetas de cocina. Dicha labor
la realizó bajo los auspicios del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), cuando el director de
esta dependencia gubernamental era Alejandro Carrillo Castro. Días
de Cossío levanta la voz, orgulloso, al decir que se han vendido
más de tres millones de ejemplares de esta colección, la
cual todavía se puede conseguir bajo el sello de Trillas. “Mi
mujer fue muy importante para cumplir con esta responsabilidad ya que
ella supervisaba la elección de los platillos; también tuvo
a su cargo la descripción del procedimiento para la elaboración
de cada una de las recetas, señala quien confiesa que su debilidad
culinaria son lo chiles rellenos de queso”. |
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Ingeniero Roger Juan Fernando González G Uno de los más importantes especialistas en ingeniería civil fue entrevistado en su sede de trabajo, el Instituto de Ingeniería de la UNAM, en el marco de los 50 años de nuestro Instituto |
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Roger Díaz de Cossío recibe a CyT en la terraza del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su voz y carácter son potentes. El personaje, nacido el 7 de diciembre de 1931, espera atento las preguntas y relata que decidió dedicarse a la ingeniería cuando estudiaba la preparatoria, justo cuando se convenció de que no podría ser arquitecto por no saber dibujar. Crítico educativo |
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Resulta fascinante recorrer las calles
del pasado con el ingeniero Díaz de Cossío, quien ha sido
durante toda su vida un severo crítico de los problemas educativos
de México. Su postura nunca se modificó, incluso cuando
fue subsecretario en la Secretaría de Educación Pública,
lo cual le ha valido el reconocimiento de propios y extraños. |
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Flexibilidad
es la respuesta El ingeniero Roger Díaz de Cossío acepta sin falsas modestias que se le reconozca como un intelectual ecléctico, y aprovecha la ocasión para decir que la academia en México se encuentra muy rigidizada, por lo que un muchacho que estudia en una escuela no puede cambiar a otra porque se desconoce lo que ya estudió. Este tipo de acciones, comenta a CyT quien fue director del Instituto de Ingeniería de la UNAM entre 1966 y 1970, promueven, sin duda alguna, la deserción escolar Lo mismo sucede con los planes de estudio, que tienen una estructura determinada que no puede modificarse, de tal manera que los estudiantes se deben ajustar a un sistema autoritario. |
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“Así somos socialmente hablando, dice el entrevistado, ya que nuestra cultura se basa en hacer que nuestros hijos hagan lo que nosotros queremos, comportamiento que ha llegado a las instituciones de educación superior. Es por ello que un estudiante puede decidir cuál es la carrera que más le guste, pero nada más. Una solución es la flexibilización de los planes de estudio, de tal suerte que se puedan elegir al menos el 30 por ciento de los créditos necesarios. Asimismo, debería existir la posibilidad de que estas materias pudieran cursarse donde le plazca al estudiante, en su misma institución o en otra distinta, o a distancia en cualquier parte del mundo, asevera. Flexibilidad es la respuesta |
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Sobre esto, Díaz de Cossío comenta: “No hay que dejar de citar que hemos colaborado con el conocimiento relativo a la tecnología de obras hidráulicas, básicamente el diseño estructural y de geotecnia, lo que resulta lógico ya que ningún otro país tiene el tipo de suelos que hay en México y tampoco los riesgos sísmicos a los que estamos expuestos”. El IMCYC y la gastronomía |
Este trabajo lo combinaba con mi labor en el Instituto de Ingeniería de la UNAM, a donde ingresé cuando terminé mi doctorado, pero la verdad es que me alejé un poco del mundo de la ingeniería cuando ingresé a la SEP en 1970 (y donde permaneció trabajando durante 14 años), dice el especialista, quien también revela su gusto por tratar los temas relativos a las comunidades mexicanas asentadas en Estados Unidos, afición que nació cuando trabajó en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Al respecto, se le pregunta ¿Abandonó por completo la ingeniería durante ese tiempo? A lo que respondió: “En realidad, puedo decir que le he dedicado poco tiempo a la ingeniería si lo comparo el que le he destinado a la educación y las cuestiones sociales”. Esta postura se ratifica cuando se observa que Roger
Díaz de Cossío solamente ha publicado una obra literaria
referente al campo de la ingeniería, aunque la sorpresa es mayúscula
cuando revela que él fue el responsable de la edición de
nueve diferentes tomos relacionados con recetas de cocina. Dicha labor
la realizó bajo los auspicios del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), cuando el director de
esta dependencia gubernamental era Alejandro Carrillo Castro. Días
de Cossío levanta la voz, orgulloso, al decir que se han vendido
más de tres millones de ejemplares de esta colección, la
cual todavía se puede conseguir bajo el sello de Trillas. “Mi
mujer fue muy importante para cumplir con esta responsabilidad ya que
ella supervisaba la elección de los platillos; también tuvo
a su cargo la descripción del procedimiento para la elaboración
de cada una de las recetas, señala quien confiesa que su debilidad
culinaria son lo chiles rellenos de queso”. |
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