Innovaciones
en maquinaria

Novedades en materia de maquinaria
es lo que esté artículo presenta; todo con el fin de lograr mejores resultados.

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Las innovaciones surgen a menudo como resultado de la combinación de hechos conocidos; es decir,
de sucesos comunes pero que, en combinación con otros fenómenos, se traducen en soluciones novedosas a problemas importantes como es el caso de la maquinaria y equipo para construcción. Veamos algunos ejemplos:

Bomba estacionaria y mástil distribuidor
Para colar el complejo de departamentos más alto de Florida, Form Works, asociados con el servicio de bombas de concreto Cherokee Pumping, Form Works, instala el mástil distribuidor propio e independiente
para la construcción del edificio de 67 plantas, mientras que Cherokee aporta una bomba estacionaria Schwing, el personal y los conocimientos para realizar el proyecto con éxito. Para el colado de la cubierta intermedia de 1,400 m2 se colocó el mástil de distribución centrado, para abarcar toda la superficie con su alcance horizontal de 35 m. Puede girar 550 grados y colar directamente hasta la columna del mástil. El área de trabajo disponible horizontal total del mástil es de más de 3,700 m2. Cherokee Pumping tiene un mástil con dispositivo para trepar porque la grúa de torre es necesaria para otros trabajos. Por su parte, el sistema autoascendente de Schwing funciona mediante un cilindro hidráulico que eleva la columna del mástil y el mástil de distribución a través de aberturas prefabricadas en los entrepisos intermedios. El cilindro hidráulico está montado en el marco de entrepiso inferior y eleva el conjunto formado por la columna del mástil y el mástil de distribución en pocos minutos. La empresa Cherokee uso la bomba estacionaria de concreto SP 8800 de Schwing, cuyas características son impresionantes como las Bombas similares que han bombeado el concreto para algunos de los edificios más altos del mundo.

Para mediciones reológicas
Desde la segunda mitad del siglo pasado, el dominio económico en la planeación urbana mundial ha propiciado graves y complejos problemas sociales de segregación y degradación ambiental, cuya solución implica una mayor participación social en la planeación y gestión urbana. Esta problemática no es ajena a nuestro país, ante la búsqueda de una mejor calidad de vida sustentable, se deben replantear las bases teóricas, y legales y administrativas que hasta ahora enmarcan la planeación urbana nacional.

Ante el fracaso de los tradicionales planes maestros de gestión urbana, los gobiernos de ciudades en todo el mundo están a la búsqueda de nuevos enfoques de gobierno y administración urbana. La construcción de la sustentabilidad está basada en la conservación de la calidad del hábitat y de sus recursos naturales, sin menoscabo de la productividad. Esto último es el obstáculo a vencer, si se encuentra la forma de solucionar los conflictos ambientales de la ciudad en la economía de la misma. Las ciudades sustentables deben ser motores de crecimiento económico a partir de la generación de empleos, vivienda y servicios. No obstante, su crecimiento deberá prever y resolver que sus impactos ambientales locales e incluso regionales sean controlados y mitigados.

Para ello, deberá resolver que su dinámica de crecimiento no se desborde en terrenos de riesgo no aptos, no se tenga disfuncionalidad urbana por falta de infraestructura, y evitar deseconomías en la gestión administrativa. En cambio, se deberá asegurar la equidad social en la distribución de los beneficios y costos del desarrollo y el mantenimiento de la productividad de la economía urbana en la provisión de bienes y servicios. El manejo de la sustentabilidad urbana por su complejidad y magnitud requiere de gobiernos fuertes y sociedades comprometidas para resolverlos. Dado que la solución del problema ambiental, para ser eficaz, debe contar con una mayor participación de recursos locales y no sólo supeditarse a los apoyos externos y/o de los gobiernos centrales. En México, las construcciones producen el 33% de las emisiones y generan el 20% de residuos industriales. El investigador y ecólogo Thomas Graedel estima que el 80% de la carga ambiental se produce durante la vida, uso y mantenimiento de la vivienda. Eso quiere decir que, para las 25 millones de viviendas existentes, se tienen que diseñar y ejecutar a corto plazo programas de corrección y mitigación. La otra cuestión implica cambiar los conceptos de planeación, de diseño, de materiales y procesos de construcción y los patrones de consumo de energía y agua, manteniendo beneficios económicos. Este es el gran reto de la vivienda sustentable actual.

En la práctica, la carencia de instrumentos normativos precisos no favorece la sustentabilidad de la vivienda, porque afecta su calidad como habitación, bien emplazada y localizada, bien construida, segura, saludable, funcional y con garantías amplias de reparación por parte de los constructores. Esto no se logra porque, en términos de leyes, reglamentos y normas, las fallas que a continuación se mencionan. No se cuenta con una ley moderna que relacione y condicione sistemáticamente, la planeación, el diseño, la construcción y la operación de viviendas de calidad y de grado sustentable en un ámbito urbano ad hoc. Esta situación genera una práctica muy heterogénea de la gestión urbana e inmobiliaria en el país, cuyas escasas regulaciones se resuelven bajo criterios unívocos, políticos, o de intereses muy parciales.

Los reglamentos se han originado de forma general, descontextualizados de bases científicas o técnicas probadas y con criterios ajenos a las condiciones locales. En muchos casos se han reinterpretado y la mayor parte desactualizados u obsoletos y antifuncionales para las necesidades que reclaman los criterios de la sustentabilidad. Generalmente, se refieren a disposiciones relacionadas con los trámites de permisos y licencias de usos del suelo y la construcción, condiciones que afectan el proyecto arquitectónico, la ejecución de la obra y la seguridad estructural.

Tienen carencias en determinar las regulaciones precisas del impacto urbano y ambiental, las condiciones al sitio de emplazamiento, riesgos, características de los materiales e insumos de la construcción; no regulan procesos constructivos, diseños de imagen urbana y arquitectónica; especificaciones precisas de áreas verdes, mobiliario e infraestructuras energéticas, eléctricas, viales, comunicación, agua y drenaje, etc. A excepción de los peritos o directores responsables de obra (DRO), quienes presentan su responsiva en las licencias de construcción, no se determinan responsabilidades para otros agentes que tienen que ver con lo urbano y lo inmobiliario. Hasta ahora, y exceptuando las de ingeniería estructural, no existen normas nacionales particulares que procuren la protección y la seguridad a los usuarios de las viviendas consideradas como productos terminados. Aunque los organismos financieros de vivienda han formulado catálogos de especificaciones de diseño y obra, éstos no están normalizados formalmente por la Ley como NOM o NMX estandarizadas. Los colegios y asociaciones de profesionistas no cuentan hasta ahora con certificaciones internacionales, como ISO 14000, para evaluar a sus afiliados. Los servicios relacionados con la vivienda, tales como el proyecto, la supervisión, el control de calidad, la valuación o la responsiva, entre otros, no son exclusivos de una profesión en particular, por lo que se consideran servicios para los cuales no se cuenta con criterios de calificación o certificación.
Existen limitados programas de capacitación para la certificación inmobiliaria de carácter sustentable. En algunos desarrollos de vivienda se entregan a los beneficiarios folletos "llamados inadecuadamente manuales de operación y mantenimiento".
Éstos contienen una pobre visión de la vivienda, y carecen de información técnica precisa del sistema constructivo, de la estructura, y de la calidad y forma de usar los mobiliarios e instalaciones.

Código de edificación
El sector vivienda en México, en los últimos años se ha constituido como uno de los ejes más importantes de desarrollo en México, ya que el proceso de producción y adquisición de vivienda, no solo produce un efecto multiplicador sobre la economía nacional y es un importante generador de empleos, sino también demanda una gran cantidad de bienes, insumos y servicios asociados a la producción de vivienda y es un elemento fundamental para el crecimiento de las ciudades. Estos procesos van acopiados de una serie de regulaciones y normas que se han modificado a lo largo del tiempo, de acuerdo con las necesidades de la población y el avance tecnológico.
Sin embargo, la modernidad no siempre va acompañada de la generación de regulaciones y normas que son necesarias para ofrecer una mejor calidad, una mayor seguridad en las construcciones y más habitabilidad y confort. La Comisión Nacional de Vivienda, reconociendo la necesidad de un Código de Edificación de Vivienda, moderno y actualizado, orientado el diseño y la construcción de la vivienda tanto unifamiliar como multifamiliar y que incluya aspectos no considerados en regulaciones existentes como son la sustentabilidad y la accesibilidad en la vivienda, elaboró dicho Código normativo para satisfacer esas necesidades a través de lineamientos que salvaguarden la seguridad, la habitabilidad y la salud de los usuarios de la vivienda en cualquier desarrollo habitacional. Así, el Código de Edificación de Vivienda, es una versión producto del consenso de los agentes que intervienen en el proceso de la producción de vivienda; establece lineamientos y principios que harán posible el uso de nuevos materiales y nuevos sistemas constructivos. Sus provisiones no necesariamente incrementaran los costos de la construcción de vivienda, ni restringen ni favorecen el uso de materiales, productos ni sistemas constructivos específicos. Su propósito es contribuir a que las autoridades locales tengan elementos para expedir, aplicar y mantener actualizadas las disposiciones legales y los reglamentos o códigos de construcción y proponer criterios para que definan las responsabilidades generales de quienes administran la edificación de la vivienda.

El concreto en la vivienda
Después de muchos estudios se ha visto que el mejor aporte tecnológico para la construcción de las viviendas se basa en la racionalización de las técnicas constructivas tradicionales. El concreto reforzado está cada vez más extendido y se han profundizado los conocimientos sobre técnicas de cálculo estructurales y fabricación de cemento y acero. La suma de estos factores ofrece estructuras y edificios cada vez más confiables. El uso del concreto reforzado para la construcción de vivienda se difundió rápidamente, en virtud de las ventajas resultantes de la utilización del concreto reforzado: fácil obtención de sus materiales componentes, menor requerimiento de mano de obra especializada, con la consiguiente reducción en costos de construcción y al mismo tiempo la ejecución de viviendas de mejor calidad, mayor durabilidad y mejores características antisísmicas.
Para alcanzar dichos objetivos fue necesario resolver algunos problemas derivados del empleo del concreto. El primero de ellos fue la necesidad de desarrollar moldes que fueran sencillos de montar y se conservaran con una larga vida útil, lo que dio origen a diferentes técnicas constructivas derivadas de los diversos sistemas de moldeo empleados como: moldes metálicos, de madera o mixtos, sistemas de cimbra túnel. Todos ellos utilizados para el colado in situ o los sistemas abatibles, para la prefabricación de paneles o componentes tridimensionales o simplemente de componentes accesorios de las viviendas.

Otro problema que debió resolverse fue la escasa capacidad de aislamiento térmico en muros de cerramiento externo de las viviendas. La aparición de nuevos materiales como el poliestireno expandido abrió las posibilidades de brindar una adecuada solución a este problema. Todo ello llevó a la conclusión en cuanto a la conveniencia de la utilización de sistemas tradicionales racionalizados, solamente falta optimizar el tiempo de construcción ya que en el sistema de colado in situ resulta necesario acortar el ciclo natural cimbradocolado descimbrado exigido por el concreto para lograr reducir los plazos de ejecución.

Cimbras prefabricadas
La necesidad de contar con cimbras para el colado del concreto in situ deberán satisfacer lo siguiente: ser ligeras y por lo tanto no requerir equipos para su traslado y montaje en obra; que sean estancas y garanticen un excelente acabado superficial; que resulten fáciles de montar y descimbrar; que permitan reducir al máximo los plazos de ejecución y que ofrezcan una larga vida y por consiguiente un bajo costo de amortización.

Al igual que en otros países la vivienda de concreto ha dado la solución al problema habitacional por ser más económica y más rápida. Técnicamente existen en el mercado numerosos métodos constructivos para vivienda realizados con materiales adicionales que disminuyen rápidamente el tiempo de ejecución y habitabilidad de la vivienda, que responde a la posibilidad a la evolución social del interesado, esto quiere decir que en la medida que el interesado avance en su escala social puede ir mejorando los niveles de los acabados de la vivienda sin desestimar lo que ya ha avanzado. c

Referencias:
Estado actual de la vivienda en México, 2007, Fundación Centro de Investigación y Documentación
de la Casa (CIDOC) y Sociedad Hipotecaria Federal.
Código de Edificación de Vivienda, Comisión Nacional de Vivienda, 2007.
Revista Hormigonar, Asociación Argentina del Hormigón Elaborado.