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Sin duda, constituye un magno empeño el rescate de nuestro Centro Histórico (CH), el más grande y emblemático de Iberoamérica, con 9.5 km 2 , 668 manzanas y unos 1,500 edificios de carácter monumental. Para este fin trabajan varias instancias –la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal (SEDUVI), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el Fideicomiso Centro Histórico (FCH) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)–, cada una con una serie de responsabilidades específicas, pero vinculados mediante la Mesa Interinstitucional para el Centro Histórico, que reúne al INBA, el INAH, el FCH y la SEDUVI, un esquema de gestión sumamente funcional, pues cada semana revisan proyectos entre todos, para lograr un consenso institucional y que el usuario tenga la posibilidad de interpretar las opiniones de las instancias, en un nivel de solución bastante rápido. Construcción y Tecnología acudió a algunas de dichas instancias para obtener información de primera mano acerca de los planes y perspectivas de este ambicioso proceso, gracias a lo cual brindamos a nuestros lectores una panorámica al respecto. |
Actualmente,
quien transite por el antiguo corazón de la ciudad de |
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Respetar
el contexto Para
la arquitecta Topelson resulta esencial la labor de la Mesa interinstitucional,
“pues un solicitante de una potencial intervención en el
CH no necesita ir de oficina en oficina, basta con que entre en una; si
el inmueble es histórico, por lógica, deberá presentar
su propuesta en el INAH, pero de todos modos se analizará en la
Mesa. Así, si es artístico entrará al INBA, y si
es nuevo, a SEDUVI, pero sin importar dónde in-gresen los trámites,
habrá un consenso de trabajo y el nivel con prioridad marcará
el lineamiento a seguir. Tratamos de evitar la burocracia y facilitar
el proceso a los inversionistas, quienes con
el visto bueno de la Mesa a ingresan a Delegación para obtener
la licencia al proyecto”. “En
esos casos, recibimos las propuestas o, incluso, los proyectos, y aquí
se hace un análisis de factibilidad de dichas intervenciones, que
son de varios niveles; las más simples, que son menores, sin mayores
complejidades pues son reparaciones, pintura, etc; luego, están
los trabajos mayores, se trate de adiciones o nuevas construcciones en
éste o, sobre todo, en la parte trasera. Destaca la entrevistada que, en términos generales, la mayoría de los inversionistas son desarrolladores de vivienda, que conservan la parte frontal, incluidas la fachada y hasta la segunda crujía del inmueble previo, y todo el edificio se hace nuevo, básicamente con departamentos de interés social, aunque ya hay algunos de interés medio, lo cual, en su opinión, resulta muy estimulante. “Además, cada vez hay más intervenciones para recuperar tiendas, talleres, restaurantes y cines, como el antiguo Olimpia, que se está rescatando como un complejo de entretenimiento muy completo”. Sobre
las perspectivas, considera que todas estas acciones sumadas tendrán
repercusiones positivas, quizá no de inmediato, pero sí
a mediano plazo. “Indiscutiblemente, en-tre los detonadores actuales
e Añade
que, sin duda, la vivienda es un elemento fundamental para la recuperación
del CH. “Todas las demás funciones son importantes, pero
ninguna como ésta. Y es una de las filosofías básicas
para la consolidación del rescate de esta zona como un espacio
vital. No debemos olvidar que parte del problema generador del abandono
del Centro fue el éxodo de casi medio millón de personas
hacia la periferia de la ciudad, lo cual ha propiciado múltiples
problemas, con invasiones a terrenos y mayor tráfico”. Lo
fundamental es el análisis de la integración al contexto
de los nuevos materiales u obras, la propuesta debe ser respetuosa de
ese contexto. Rescatar
y preservar Respecto
a las obras fundamentales realizadas por Seduvi en fecha reciente y a
las más significativas previstas para el futuro inmediato, según
la arquitecta Castillo, destacan la aplicación normativa de 385
proyectos en el Centro Histórico desde 2001 hasta febrero de 2003
y la
Advierte
que, en el caso de la vivienda, el perímetro más favorecido
es el B, sobre todo en las colonias Guerrero y Morelos, donde no sólo
se fomenta y promueve la inversión pública y privada en
la vivienda de interés social, sino también en una de más
nivel. En específico, la Seduvi carece de presupuesto para estos
fines, con excepción de lo destinado a través del INVI. Millones
en las calles Entre
los antecedentes estuvo la convocatoria, en agosto de 2001, del Consejo
Consultivo para el Rescate del CH, en el que participaron el gobierno
federal, el local y la sociedad civil, es decir, la iniciativa privada.
Todos, en conjunto, se propusieron ese rescate y se abrió el FCH
para llevar a cabo dicha tarea. Seleccionamos
el inicial, con 34 manzanas, que van de Donceles a Venustiano Carranza,
y del Eje Central “El
otro programa es de imagen urbana, en éste se trabajó con
el método de ‘Arquitecto por calle’, con 13 reconocidos
restauradores, y se organizaron 13 Grupos Ciudadanos de Apoyo para el
Mejoramiento del CH, que administran los recursos del programa junto con
el FCH. En principio, hicimos un levantamiento fotográfico de las
34 manzanas, donde hay 668 inmuebles, pues no se trata de maquillar las
casas, sino de “Después,
intervinimos en el alumbrado público, con la colocación
de luminarias tipo 1,900, por lo que en la actualidad hay unas 530 luminarias
en las 34 manzanas, lo cual favorece la seguridad en las noches. Además,
se escogieron 23 inmuebles para alumbrarlos de una manera especial”. |
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