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En efecto, desde 1920 se utilizó concreto hidráulico para la construcción de caminos y otras vialidades de la ciudad de México. Así se dio forma al camino al Desierto de los Leones o la Ave. Reforma, entre otras vialidades. Ya para 1934 la ciudad contaba con calles y avenidas principales pavimentadas con losas de concreto hidráulico, entre las que destacan la Ave. Juárez, San Juan de Letrán o la Ave. Insurgentes. Más tarde, durante los 50 se pavimentaron circuitos y fraccionamientos como el viaducto Miguel Alemán, Ciudad Universitaria y Ciudad Satélite, por mencionar algunos. Sin embargo, fue hasta principios de la década de los 90 que inició la construcción a gran escala de pavimentos de concreto hidráulico. A partir de entonces la aplicación de altos volúmenes de este material mantiene una tendencia ascendente. No obstante, antes de los 90 la construcción de pavimentos de concreto rígido era muy escasa, sobre todo en los ejes carreteros. |
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La
red carretera del país se ha ido modernizando a medida que evolucionan
los conocimientos de ingeniería y los materiales. En consecuencia,
se ha incrementado cada vez más la utilización de pavimentos
rígidos en comparación con los de asfalto. |
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Lo anterior se explica a partir del peso de la actividad petrolera en el país, y por ende la de asfalto, cuya gran oferta indujo a una disminución en sus precios respecto a la de los pavimentos de concreto hidráulico. Además, el diseño de los primeros caminos se fundamentaba en un bajo nivel de tránsito vehicular previsto para soportar. Por ello, los pavimentos flexibles resultaban suficientes para los objetivos del México pasado. Actualmente
la red carretera exige cubrir altos volúmenes de tránsito,
así como resistir las cargas pesadas. Por ello, los pavimentos
rígidos se vuelven una alternativa en la era de la modernización.
En este momento se emplean dos tipos de pavimentos rígidos: de
concreto con pasajuntas y de concreto simple. El primero tipo cubre
92%de la longitud total, y al segundo le corresponde el resto. A lo
anterior, se suman las rehabilitaciones en pavimentos flexibles, a las
cuales se les coloca una sobrecarpeta de concreto hidráulico.
Desde su surgimiento hasta la actualidad, los pavimentos de concreto
hidráulico se han transformado, con el objetivo de mejorar su
comportamiento y consolidarlos como las estructuras de mayor ciclo de
vida y conservación, así como una inversión bondadosa
por sus bajos costos en el largo plazo. En efecto, la diferencia en
el costo inicial de construcción de carreteras rígidas
supera las de asfalto en un poco más de 18%. SELECCIÓN DE LOS CAMINOS DE CONCRETO
Para elegir si un camino se construye con concreto o asfalto deben realizarse
una serie de estudios, además de tomar en consideración
diversos factores, los cuales según explica el ingeniero Francisco
Rodarte, director general adjunto de super- visión física
de autopistas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes-,
consisten en los costos de inversión inicial, de mantenimiento,
de vida útil, de demoras. Entre otros, en conjunto, los costos
determinan del ciclo de vida, y a su vez es un parámetro que
ayuda a elegir el tipo de pavimento más adecuado para la región
o regiones, así como las metas a alcanzar en el programa de vialidades.
Finalmente, un camino siempre es un apoyo para que la economía evolucione y crezca, sea este para una región o varias. En conjunto, los caminos forman ejes carreteros que cruzan el país en diferentes zonas. Actualmente, la utilización de pavimentos hidráulicos es la mejor opción para los caminos de altas especificaciones. DURABILIDAD DE LOS PAVIMENTOS DE CONCRETO
Para lograr una mayor durabilidad de los
pavimentos de concreto, es decir, ciclos de vida de entre 30 y 40 años,
es necesario considerar en las especificaciones de diseño y construcción
que se aplican el impacto del ambiente, el tipo de suelo existente,
los materiales y el concreto, así como los tipos y niveles de
carga. Cabe señalar que una de las características centrales
de los pavimentos es la de soportar apropiadamente el impacto de las
cargas vehiculares a través de la carpeta, además de distribuir
los esfuerzos a la capa subrasante, de tal manera que se eviten deformaciones
dañinas. Para ello es necesario que la capa subrasante esté
hecha de material seleccionado, como mínimo de 0. 30 m de espesor
y máximo de 7. 6 cm (3 ”), con un valor relativo de soporte
mayor a 15%y expansión máxima de 3%, compactada al 100%
de su peso volumétrico seco máximo de acuerdo con la prueba
Próctor estándar. |
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