¿Cómo se ve a sí mismo?
Soy una persona estricta porque creo que las cosas hay que hacerlas bien desde un principio, pero esta forma de ser tiene una razón, una razón de vida que es la experiencia.
 
¿Hace cuánto tiempo que trabaja en Cemex?
Yo trabajé en una empresa cementera de mi natal Colombia hace muchos años y cuando Cemex la compró por el año 1996, me integré al equipo.

Participé en gran parte del proceso de integración de las dos empresas, luego fui vicepresidente de Concreto, más tarde colaboré en un trabajo de revisión hasta que el licenciado Francisco Garza me invitó a formar parte de su equipo.

¿Podría mencionar a alguien que haya influido de manera determinante en su carrera?
Sería injusto dar un nombre, de todas las personas con las que he trabajado he tenido la oportunidad de aprender.

Mencionaba que el principio de su carrera se desarrolló en su natal Colombia, ¿fué difícil adaptarse al medio laboral mexicano?
Interesante, si, difícil no. Es distinto, pero soy una persona a la que le han gustado los retos; los nuevos desafios siempre tienen algo de emocionante.
Como iberoamericanos compartimos el mismo idioma y una rica herencia cultural, lo que nos hace muy semejantes. Sin embargo, es innegable que existen diferencias, que, desde luego, no son insalvables, razón por la cual no veo dificultad para la integración en México, y sí me gustaría mencionar que estoy muy agradecido con este país por todo lo que me ha dado. 

¿Cómo decidió su meta profesional?
Desde que tuve cierto uso de razón supe lo que quería hacer. En el transcurso de mi carrera descubrí las dos cosas que me gustan: una son las ventas, y la otra, la ingeniería Yo tenía en la cabeza que es una carrera que permite plasmar cosas en la realidad, y de ahí sólo hay un paso para admirar las bondades de los materiales con los que puedes hacer todo tipo de estructuras. Afortunadamente, estoy en la ruta correcta haciendo lo que me gusta hacer.
 
¿Está satisfecho de lo que ha logrado hasta este momento en su vida personal y profesional?
No he cumplido muchas de mis metas, pero yo no soy de las personas que ven la vida como una escalera y que hay que llegar al último piso: yo creo que las metas se van construyendo. De lo que sí estoy convencido es de que hay que dedicarse a hacer bien lo que se está haciendo; hay que tener una meta continua para poder agregar más valor a cada una de las cosas que uno haga, ya sea en la vida profesional o personal. 

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Convivo con mi familia casi todo el tiempo que no estoy en el trabajo. Practico algún deporte, pero en general procuro estar con mi familia, y cuando se puede, también me gusta viajar.  
 
¿Podría compartir algo de su experiencia con los jóvenes?
Me gustaría compartir tres reflexiones. La primera es: nunca trabajes en algo que no te guste, si le dedicas tiempo a una labor, échale ganas, mete el hombro, no hay ninguna disciplina para la que no haya espacio. La segunda es: sé honesto, no busques atajos que no corresponden; no funcionan, si hay algo que tu conciencia te dice que no hagas, déjalo. Y la tercera es que yo creo que los límites los pone uno, uno llega hasta donde quiere llegar.
La vida es un reto permanente donde no hay metas inalcanzables, siempre y cuando se tenga la claridad de a dónde se quiere llegar. El gran secreto es voluntad y trabajo, no hay tanto misterio. Disciplina, ganas, prepararse: esa es la fórmula del éxito.