Pero la ingeniería continua avanzando y diariamente incorpora a
su quehacer profesional nuevas técnicas y materiales que hacen
menos vulnerables las estructuras a los efectos de los sismos.
Es así como, de investigaciones tan distantes como la seguridad
y los blindajes personales que buscan proteger a los defensores de la
ley, a surgido la llamada pintura antisísmica, un revestimiento
que, en principio, ofrece dar una mayor resistencia a los edificios que
pueden ser blanco de los ataques terroristas.
El laboratorio de investigaciones de la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos informo recientemente de los avances logrados con nuevo recubrimiento
llamado PAXCON™. De acuerdo con el laboratorio norteamericano una
capa de pintura de un octavo de pulgada de dicho producto, permitió
a un muro construido con bloques de cemento y arena comprimida (tabicón)
soportar sin desintegrase, la detonación en uno de sus frentes
de una carga de dinamita de 500 kilogramos.
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Imagine
poder reparar una estructura dañada por un temblor con solo pintarla.,
o soñar que puede colocar un cortante antisísmico con el
simple hecho de aplicar una mano de pintura especial. ¿Ficción
o realidad?.
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Sin
duda la prueba fue espectacular, y lo fue más cuando otro muro
de las mismas características, no protegido con el producto, y
sometido a la misma prueba, quedo destrozado.
No obstante estas noticias tan sorprendentes no aportan nada en si mismas,
ya que se omitieron elementos de juicio tales como las características
precisas del muro, del tabicón o del mortero usado en las junturas
y las propiedades mecánicas del muro que no soporto la prueba.
Gran parte de este silencio, quizá se deba, a que se trata de un
producto de aplicaciones militares que puede ser clave, en los momentos
en que Estados Unidos vive una “Guerra contra el Terrorismo”.
Sin embargo para la ingeniería lo verdaderamente interesante es
el principio en sí.
Para comprender mejor la idea básica en el que se fundamenta este
recubrimiento es necesario analizar como están hechos los llamados
cristales a prueba de impactos o a prueba de balas.
Recordemos que para obtener un cristal resistente a los impactos, se le
debe someter a un proceso de templado, no obstante esto no lo hace un
vidrio de seguridad. Lo que logra que un cristal soporte las agresiones
directas y hasta algunos impactos de bala, son la películas de
seguridad que se le incorporan.
Estas películas, hechas de un material elástico y resistente
distribuyen la fuerza puntual de penetración en toda el área
de contacto de tal forma que incluso una película de poca calidad
aplicada a al cristal de un vehículo logra resistir las agresiones
hechas con piedras o martillos.
PAXCON aplicó la equivalencia de este mismo principio a la mampostería.
Una película hecha con polímeros elastoméricos de
un octavo de pulgada de grosor, aplicada con una pistola de aire, une
a todos los elementos del muro, lo que permite repartir uniformemente
la carga del impacto sobre toda la superficie .
Otra información proporcionada por LINE X PAXCON de las pruebas
que se realizaron con este recubrimiento es que al aplicarlo en un muro
de 3 por tres metros hecho con de bloques de concreto, el producto soporto
una carga de impacto de 80+ psi y aunque se presentaron fracturas y deformaciones
en la mampostería no hubo desprendimiento de material lo que significa
que no hubo la proyección de fragmentos, mismos que a manera de
esquirlas causan una gran número de heridas a las víctimas
de los atentados dinamiteros.
Pintura Antisísmica.
Pero ¿qué puede hacer por la ingeniería antisísmica
una pintura que aumenta la capacidad de la mampostería a los impactos
de las explosiones terroristas?
Quizá usted recuerde que después de los sismos de 1985 se
decía, en son de broma, que en México se había inventado
la “pintura antisísmica” pues se pensó que para
ocultar los daños en las estructuras muchos edificios fueron reparados
usando yeso y pintura.
En lo personal no me consta ningún ejemplo de lo anterior pero
seguramente la ironía provino de quienes vieron resanar los muros
de relleno. Estos muros de mampostería que si bien carecen de una
función estructural, despertaron alguna inquietud que se expreso
con sarcasmo.
Sin embargo si fue verdad que se recurrió a inyecciones de resina
epóxica para reparar algunos elementos de concreto ligeramente
dañados o con fisuras menores, un procedimiento controversial,
hasta la fecha, pues se argumenta que el concreto ha perdido su integridad.
La resina epóxica sirve desde el punto de vista de impedir que
el acero de refuerzo sea atacado por la intemperie, se oxide, y pierda
las propiedades que el refuerzo a la tensión proporciona al elemento.
Pero desde el punto de vista de la integridad, la inyección solo
le retorna la capacidad del concreto a la compresión en un elemento
que obviamente al fisurarse fue sometido a esfuerzos de torsión,
flexión o cortante.
Lo más grave de esto es que si el edificio vuelve a ser sometido
a tal esfuerzo (por otro sismo) existe la alta probabilidad de que el
daño se repita, pues la resina solo esta trabajando a la compresión
y de ninguna manera le ha otorgado otras cualidades al elemento reparado
para soportar esfuerzos diferentes.
Pero si este elemento estuviera cubierto por una resina epóxica
que debido a su baja viscosidad (mucho menor a la del agua) penetrara
hasta los poros más finos del concreto obtendríamos que
esta “pintura” dota al elemento de una nueva propiedad que
le permitiría, como sucede con los cristales antibalas de cualidades
para repartir las cargas de manera uniforme. En este caso el esfuerzo
de cortante o flexión no se aplicaría puntualmente sino
de manera uniforme en la longitud del elemento.
De cualquier forma estamos hablando de mejorar las cualidades y no de
multiplicarlas. Ante un esfuerzo severo del orden de toneladas esta película
cederá, al igual que un cristal antibalas solo soporta unos pocos
impactos.
Pero abonemos algo a favor de esta pintura y la de las nuevas marcas mejoradas
que pronto arribaran al mercado. En muchos casos durante el terremoto
de 1985 los edificios cedieron en los últimos segundos. En otras
palabras si el sismo hubiera durado un poco menos o el edificio hubiera
resistido un poco más se hubieran salvado muchas vidas.
De que esta
hecha.
Por supuesto que se trata de patentes bien protegidas, pero no es difícil
especular sobre los materiales que componen esta pintura. Aunque Line
X la propietaria de la marca PAXCON menciona solo polímeros elastoméricos,
una gama muy amplia en la química industrial, podemos adivinar
que existe una buena dosis de resina epóxica como la empleada en
la base de muchos pegamentos. Este tipo de “epoxis” de muy
baja viscosidad pueden penetrar en fisuras de grosor capilar y poros imperceptibles
a la vista, que es lo que les da su conocido poder aglutinante.
Por otro lado se habla de una fuerte dosis de fibras sintéticas
tipo kevlar de muy alta resistencia que unidas por la resina darían
algo similar a una super fibra de vidrio, un material compuesto utilizado
en blindajes personales y en las carrocerías de jeeps militares
como el HUMVEE.
Bajo esta óptica y de tener buenas ventas como todo parece asegurar
en el clima de paranoia que viven los Estados Unidos podemos advertir
la llegada de materiales con cualidades aún superiores.
Por el momento no existen datos sobre la capacidad antisísmica
de la pintura, o números exactos sobre el incremento en las capacidades
de un elemento de concreto o mampostería ante los esfuerzos multidireccionales
generados en un sismo de alta magnitud. Incluso Line X no la promociona
como tal, pero ante su obvio uso para este fin es un material que debería
ser sometido a ensayos y pruebas para tener parámetros exactos
sobre sus cualidades.
Quizá un edificio no se pueda volver a construir, pero si una capa
de pintura antisísmica permite mejorar su cualidades es algo que
debiera considerarse. Obviamente no hablamos de un material barato.
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