PRESENTACION

La tierra prometida

Cuando las últimas luces de la temporada navideña aún no se apagan, viene a mi mente una reflexión a propósito de una lectura bíblica muy conocida, la salida del pueblo hebreo de Egipto.
Imaginando los preparativos del viaje, veo cómo todo se empacó cuidadosamente, con seguridad se habrán puesto ropas abrigadoras y resistentes y un calzado de las mismas características que garantizara cierta comodidad para dar inicio a unas jornadas inciertas, pero el aire también debió de estar lleno de algarabía, alegría y esperanzas.

Guardando cierta distancia, y buscando algún paralelismo, es esta misma voz la que los constructores esperan nerviosamente para tomar sus bártulos y “ceñirse los lomos” –esta es un expresión muy utilizada en la cultura hebrea que significa estar prestos para iniciar el trabajo–. La maquinaria, los presupuestos y la necesidad de construcción de obra pesada están ahí, pero la anhelada señal de arranque no llega.
Esperemos que en estas primeras semanas se dé la señal de avance y pronto podamos ver cómo las promesas de campaña se hacen realidad. Hacemos votos para que la construcción no tenga que vagar por el desierto cuarenta años antes de llegar a la tierra prometida de la actividad.

Luis Martínez Argüello
Presidente del IMCYC