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Localizado en el sur de la ciudad de México, a Las Flores pronto se le ha identificado como un «edificio escaparate» dada su posición urbana, así como por su significación en la zona. Destaca su fachada compuesta por una serie de parteluces de cristal templados en tonalidades azules representando personas en movimiento, en un concepto de Mural Urbano, lo cual le brinda un efecto adicional al dinamismo que por sí sola contiene. Dicho mural ofrece un atractivo especial y se suma al contexto, pues crea una imagen que mejora el entorno, además de ser único en su tipo. El
edificio se desplanta en un terreno rectangular de 1 958 m2, que presenta
su lado largo hacia el Periférico, condición poco común
en la lotificación del lugar, que es en sentido inverso. Cuenta
con un núcleo de servicios al frente que incluye cuatro sótanos
de estacionamiento, planta baja, mezzanine, nueve niveles de oficinas
y un roof garden, con pisos corporativos de hasta mil m2 de áreas
libres, donde se aprovecha al máximo la iluminación natural. |
Una de las recientes obras de Migdal Arquitectos, joven y prestigioso despacho mexicano, el Corporativo Las Flores, recibió Mención Honorífica en el XII Premio Obras CEMEX en la categoría de Arquitectura Sustentable, por considerársele uno de los más importantes construidos en el país durante el 2002. |
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Las vistas desde el interior se prolongan hacia las zonas residenciales vecinas gracias a que la construcción se desplanta varios metros arriba de los carriles centrales de la vialidad. La modulación está presente en todo el proyecto, desde su estructura hasta los canceles que sostienen los cristales de la fachada. Ésta resuelve tanto aspectos de diseño como procesos constructivos. UN HITO EN SU TRAYECTORIA
Para Migdal Arquitectos, firma creada en 1989 por Jaime Varon y Abraham
Metta, el Corporativo Las Flores constituye otro hito en su intenso
quehacer. Cabe recordar que los socios fundadores del despacho estudiaron
arquitectura en la Universidad Iberoamericana (UIA), en donde comenzaron
a realizar en conjunto trabajos académicos para continuar con
sus primeros encargos profesionales desde el segundo año de estudios,
a mediados de la década de los 80. En el inicio realizaron pequeñas
obras de remodelación y diseño de interiores, y al culminar
sus carreras proyectaron y construyeron un centro comercial y el edificio
que aloja a la Comisión de Derechos Humanos, obras primigenias
entre los más de 100 proyectos a cargo de la empresa hasta este
momento. En 1998 se integró al cuerpo directivo Alex Metta, egresado
también de la UIA, quien desde 1995 participaba en la firma. «Por
ejemplo, si nos comparamos con Estados Unidos, allí sólo
los edificios públicos altos, los corporativos, los grandes hoteles,
etc., cuentan con una construcción tan fuerte como la nuestra,
mientras en promedio la vivienda se hace con materiales más efímeros,
quizá por el distinto sentido de pertenencia del estadounidense,
habituado a los préstamos blandos, a cambiar de casa más
a menudo, mientras el mexicano tiene un concepto de arraigo en el suelo,
para lo cual el concreto resulta idóneo. Sin embargo, aún
nos falta en nuestra arquitectura un despliegue mayor de creatividad
con este material, que no explota al máximo su inmenso potencial,
quizá desde las obras de un Félix Candela o al nivel actual
de un Calatrava. PUNTUALIZANDO SOBRE LAS FLORES
Sobre el corporativo galardonado comentan los integrantes de Migdal
Arquitectos que cuando encontraron el terreno de Periférico enfrentaron
un primer reto, pues es muy alargado. «Por su forma nos dio un
edificio “placa”. Y desde el punto de vista estructural
resultó muy conveniente, no es zona de lago, sino de transición.
Así, decidimos hacer cuatro sótanos de estacionamiento
y propusimos varias alternativas en cuanto a modulación -añade
el arquitecto Alex Metta-. Luego, comparamos estructuras metálicas
y de concreto. Los ingenieros estructurales son muy cuidadosos en sus propuestas. En este caso, CTC Ingenieros Civiles, encabezados por el Ing. Carlos Tapia, lideraron todo el proyecto estructural y la supervisión estuvo a cargo del Ing. Carlos Álvarez de Garay. Con ambos hemos trabajado mucho, y por lo general uno desarrolla el proyecto y el otro entra luego, «con la cabeza fría», para analizarlo todo y aportar algunos criterios al respecto». Comenta Abraham Metta que este edificio no necesitó de concretos especiales, pues fueron normales, con una resistencia de 300, y para los muros laterales se utilizó un concreto llamado DURA, recomendado por CEMEX, con un mejor aditivo para trabajar los exteriores. Sin embargo, no hubo prefabricados, como sí sucedió en otra obra reciente del despacho, llamada Bristol, en la cual sí los usaron ampliamente, pues casi totalmente es prefabricado, tanto en estructura como en muros. Añade que la estructura central de Las Flores es de concreto, con trabes y columnas de este material. Según sus cálculos se aplicaron más de 10 mil m3 de concreto. También, todos los acabados en estacionamientos, en muros, etc., son aparentes...» «Igual están los sótanos, pero en el sistema de losas hicimos varios ejercicios -explica el arquitecto Varon-. Tuvimos la posibilidad de escoger entre diversos tipos de losas y optamos por una losa híbrida, en donde de lo que eran las trabes principales mandamos una serie de trabes metálicas secundarias que nos ayudaron a bajarle peso a las losas. O sea, de trabe de concreto, que va a columna y a muro, a otra similar se manejó una serie metálica que funcionó como sistema de losa. Con esto redujimos su peso y por tanto al edificio en general, al conseguir que los elementos se esforzaran menos y optimizando todo. Es un ejemplo de cómo trabajar con una estructura de concreto en general, y sin embargo aplicar el acero en ciertos puntos para aligerar». Por
otro lado, la obra tiene una característica muy peculiar, pues
maneja hacia Periférico un volado de cinco metros porque todas
las columnas debían quedar remetidas, ya que el reglamento exige
dejar diez metros de restricción contra el paramento sobre dicha
vialidad en los primeros tres niveles y eso hicieron. «Generamos
la imagen de un elemento suspendido, y además logramos de alguna
manera proponer una solución atractiva para esta área
tan saturada de edificios y anuncios, integrando una imagen gráfica
como un elemento en verdad integrador adecuado a ese contexto -advierte
Abraham Metta-. Nunca haría esto en una obra en otro lugar, como
en Bosques o en Santa Fe...»
«Así, valoramos aprovechar esos cristales de colores y
al estilo de las ventilas antiguas constatamos la posibilidad de jugar
artísticamente con esto, lo que dio lugar a 1 500 piezas templadas
hasta con siete capas de serigrafía. Fue muy novedoso, y el resultado
fue interesante, bastante inusual, lo cual nos satisface al brindarle
al transeunte un espectáculo urbano diferente -destaca Alex Metta. SOBRE EL PREMIO CEMEX Los integrantes de la firma consideran muy loable lo que está haciendo CEMEX, pues saben que muchos reconocimientos a nivel internacional tienen el patrocinio de grandes compañías. «Y esta cementera dio un gran paso al auspiciar este certamen. Además, en nuestro caso llevamos una larga interrelación de trabajo con ellos, pues nos han apoyado en la parte técnica, asesorando en diversas áreas, en los pisos, en las naves industriales. Por una parte, con este concurso propician una sinergia con los despachos y los constructores, además de difundir el trabajo de los arquitectos en México. Así nos resultó muy gratificante que seleccionaran como finalistas dos obras, la del Country Club en categoría habitacional y al darnos la Mención en Arquitectura Sustentable para Las Flores, pues el jurado captó la esencia de nuestros propósitos de dualidad en el uso de un elemento plástico que al mismo tiempo es sumamente utilitario». También, advierten cómo en el despacho están cada vez más convencidos de lo inconveniente de dividir la labor arquitectónica de la ingeniería. «Es más, nunca debieron separarse ambas profesiones -comentan-. Aunque no todos tienen las mismas capacidades plásticas que de ingeniería matemática, pero consideramos un craso error haber generado esa distinción, pues los buenos arquitectos así mismo lo son al pensar como ingenieros y viceversa. Podemos citar a Mies Van der Rohe, a Le Corbusier, a Calatrava, a Candela, y muchos otros... Por eso, no es correcto pensar que los arquitectos sólo diseñamos espacios en abstracto, lo cual se patentiza al construir. Por ejemplo, las grandes catedrales fueron proyectadas por los maestros de antaño de manera integral, con elementos de arquitectura, de ingeniería, de procesos constructivos, todo en conjunto. Luego, las escuelas comenzaron a polarizar las especialidades y se concibió nuestra profesión como «la parte artística» y la otra como «la práctica», lo cual no se cumple en la realidad. Por
eso, siempre sugerimos a los más jóvenes que aprendan
de todo un poco, pues aún la enseñanza no es lo suficientemente
completa para abarcar los procesos que requerimos y sólo los
asimilamos con el ejercicio de la carrera al paso de los años». |
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