Un Ingeniero por todo lo alto
Al Dr. Raymundo Rivera Villarreal

Por Adriana Reyes

En 1966, la fundación ICA estableció el Premio a la Docencia en Ingeniería Civil. El comité estuvo integrado por los ingenieros Dr. Luis Esteva Marvoto, el M en I. Mario Ignacio Gómez Mejía y el Ing. Gregorio Longoria, quienes eligieron de manera unánime al Dr. Rivera Villarreal como merecedor del galardón.
De esta memorable ocasión reproducimos las siguientes palabras que nos acercan, en lo posible, a la manera de pensar del destacado profesional fallecido en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el 27 de diciembre de 2003.

La visión del estudiante
“Cuando estudiante me impresionó el interés que mostraron mis maestros en trasmitir sus conocimientos, en cuanto que recibían solamente una remuneración simbólica y algunos de ellos la donaban a la Facultad, dado el escaso presupuesto de que se disponía.
“En ese periodo de mi vida, en colaboración con algunos compañeros, organizamos un viaje de estudios a Estados Unidos y a Canadá, visitando entre otros lugares escuelas de ingeniería civil de diversas universidades y pudimos constatar la importancia del uso de los laboratorios en la enseñanza de la ingeniería civil y de los cuales adolecíamos totalmente en nuestra Facultad.
“Cuando cursaba el cuarto año fui invitado a hacerme cargo de la cátedra de Geometría Analítica y Cálculo Diferencial, y trabajando como pasante de ingeniero civil en la industria de Monterrey, fui invitado por el lng. Federico Garza Támez, director de la Facultad, a laborar como prefecto con el compromiso de reorganizar el Departamento Escolar e iniciar la organización de los laboratorios. En esos años no había presupuesto en la Universidad de Nuevo León para equipar laboratorios; tampoco lo había para fomentar el deporte.


“Me gradué como ingeniero civil en mi Facultad y no tuve oportunidad de realizar estudios superiores inmediatamente. No fue sino hasta que se estableció la Maestría en Estructuras, en la cual participé como maestro-alumno, que obtuve ese grado. En 1984, fui distinguido por mi Universidad, la Autónoma de Nuevo León, con el grado de Doctor Honoris Causa en Ingeniería, del cual me siento muy orgulloso”.

El concreto, material con el que se identifica al ingeniero civil “Mi principal actividad en la Facultad fue la“ creación de los laboratorios y de sus cursos, destacando el de Materiales de construcción y particularmente el de concreto, sobre el cual me permitiré abundar. Consideré que debería prestársele la mayor importancia al concreto por ser el material que identifica al ingeniero civil, además de ser el más utilizado en la construcción en México. Se hacen con concreto la gran mayoría de las obras de infraestructura de cualquier país.

“Basta mezclar cemento, agregados y agua para hacer concreto, el cual puede llegar a ser muy malo y con múltiples deficiencias. Lo sorprendente es que son exactamente los mismos ingredientes los que integran un buen concreto, la diferencia es saber cómo hacerlo y para ello se requieren los conocimientos modernos de la Tecnología del Concreto.
“No obstante que el cemento Pórtland se patentó en Inglaterra en 1824, aún se sigue investigando en todo el mundo sobre su comportamiento utilizándolo, sólo o en combinación con suplementos cementantes para producir concretos. En 1876 aparecieron las primeras aplicaciones del concreto en combinación con el acero. La tecnología del acero como refuerzo para tomar tensiones prácticamente no ha sufrido modificaciones desde que surgió el concreto reforzado. No fue sino hasta 1926 en que Freyssinet dio a conocer su teoría del concreto presforzado, dando lugar a que se desarrollaran los aceros de alta resistencia.
“El acero para refuerzo se controla en las plantas productoras, obteniéndose propiedades bien definidas y certificadas.

En el caso del concreto la situación es totalmente diferente. Solamente la producción de uno de los ingredientes del concreto, el cemento Pórtland, es controlada por la planta productora. Existen otros ingredientes, como son los suplementos cementantes, el agua, los agregados, los aditivos y los adicionantes, que con amplias variaciones en sus propiedades tienen efecto en las diversas características geológicas, mecánicas y elásticas del concreto, además, con la influencia de la mano de obra en la fabricación, colado y curado, resulta compleja la producción de cualquier concreto. Cuando se definen previamente las características deseadas en un concreto, resulta difícil su proporcionamiento y su fabricación, y casi imposible sin el conocimiento de la Tecnología del Concreto”.

Diferencia entre diseño y tecnología

“Creo de Importancia establecer la diferencia existente entre el diseño de estructuras de concreto y la tecnología del concreto; diseñar un elemento estructural de concreto es dimensionarlo, definiendo la cantidad y localización del acero de refuerzo a partir de una resistencia seleccionada del concreto. A la larga, se diseña aplicando métodos que han llegado a mecanizarse. Sin embargo, no existe ningún método de diseño estructural que nos defina la vida útil de una estructura, es decir, su durabilidad.

“Los métodos y las especificaciones para el diseño del concreto estructural se dieron“ apoyados“en los conocimientos que sobre la tecnología de los dos ingredientes, acero y concreto se tenían cuando se iniciaron estos métodos.
“Con el avance en todo el mundo en el conocimiento de la Tecnología del Concreto estos reglamentos y especificaciones se modifican periódicamente como resultado de la constante investigación. En el caso del reglamento del Instituto Americano del Concreto, el que fundamentalmente se utiliza en México para el diseño estructural, se modifica aproximadamente cada seis años, apoyándose en el avance de la tecnología del concreto. Con el avance del conocimiento del concreto y los materiales que lo integran, se va logrando progresivamente mayor eficiencia en su uso, por lo tanto, economía en su aplicación, así como la construcción de obras más audaces, y sobre todo, más durables.

“Esto no significa que las obras de concreto diseñadas hace 50 o 60 años sean“menos seguras, resultaron ser más conservadoras en el uso del concreto reforzado y, además, poco durables a la acción del ambiente a que están expuestas.
El diseño del concreto estructural será tan bueno como bueno sea el concreto”.

La enseñanza de la tecnología del concreto

“Si bien, en todas las carreras de ingeniería civil de México se cursa diseño de estructuras de concreto, la enseñanza de la tecnología del concreto y laboratorio es muy deficiente. Esto lo puedo aseverar de acuerdo al resultado de la encuesta que realicé hace algunos años entre las facultades y escuelas de ingeniería civil de la república y del resultado del IV Simposio sobre Enseñanza del Concreto, celebrado en Acapulco, Gro., durante el Congreso Concreto 94. El curso de tecnología del concreto se enseña solamente en pocas instituciones y la enseñanza se ofrece en esca sos temas y en muchas ocasiones sin el uso de laboratorios, presentándose situaciones de que, no obstante disponer de laboratorios afines, no se utilizan eficientemente y es notoria la falta de maestros.
“La enseñanza del curso sobre tecnología del concreto y laboratorio es laboriosa y ardua para que éste sea ofrecido por un solo maestro; debe considerarse como un curso especial, es complejo coordinar la teoría con un laboratorio efectivo, que puede incluir investigación, requiriéndose, por tanto, de la ayuda de maestros auxiliares. Así como es clara la falta de maestros en el país que ofrezcan este curso, básico para la enseñanza de la ingeniería civil, se requiere de maestros universitarios con vocación que impartan sus experiencias con dedicación y entusiasmo, con deseos de que sus enseñanza superadas por los alumnos. No son deseables aquéllos con poca responsabilidad, que con ganarse unos cuantos pesos, se ostenten como maestros universitarios.

“Con la creación de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior, es deseable que su Comité de Ingeniería y Tecnología en sus recomendaciones para el ofrecimiento de cursos en las carreras técnicas, predominen precisamente
los cursos técnicos, pues son profesionistas técnicos los que más requiere el país. “En las licenciaturas de las carreras técnicas se distinguen tres grupos de materias, las ciencias básicas, las básicas de ingeniería y las de ingeniería aplicada. Los conocimientos por impartir en las materias básicas están bien definidos, en el caso de las matemáticas, éstas se conocen desde la Edad Media. La novedad sería encontrar los métodos de enseñanza más idóneos para una mejor comprensión y aplicación de éstas por los alumnos.
“En cambio, en los cursos de ingeniería aplicada y sobre todo en los que incluyen tecnologías, éstas evolucionan constantemente y se requiere de actualización por parte de los maestros.
“El maestro universitario como tal debe estimular en sus alumnos el hábito del estudio e inculcarles que como futuros profesionales egresados de una carrera técnica deberán mantenerse actualizados por sí mismos, si no quieren quedarse rezagados, además inducirlos a que aprendan a aprender por sí mismos.
“Estudiar es un trabajo mental; quien no tenga esa inclinación puede recurrir entonces al trabajo manual para subsistir.
“México es un país en vías de desarrollo. Solo podremos alcanzar el desarrollo con el trabajo arduo de todos, en las universidades los maestros actualizándose y cumpliendo su función, y para los alumnos el trabajo consiste en estudiar y capacitarse más cada día. Todos debemos trabajar, cada quien en su campo, para que México pueda alcanzar los más altos niveles que deseamos todos los mexicanos”.
*Reproducción autorizada por ICA. Los subtemas son una propuesta de Construcción y Tecnología.
Esta edición del N° 1 de la serie “Valores Mexicanos de la Ingeniería”, dedicada al «Dr. Raymundo Rivera Villarreal. Premio Fundación ICA a la Docencia en Ingeniería Civil 1996», se terminó de imprimir en agosto de 1996. Se hicieron 1,600 ejemplares. La edición estuvo al cuidado de Fernando O. Luna R.

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