En
la planeación de espacios interiores intervienen muchos factores
como son el acondicionamiento térmico, acstico, lumínico,
de seguridad y accesibilidad, entre otros. El fin último de todos
es generar atmósferas confortables que incidan positivamente en
la psicología del usuario, ya sea en el hogar, los lugares de trabajo
o los de recreación y reunión social. Para ello, la incorporación
de la tecnología es cada vez más frecuente dadas las exigencias
de la vida moderna, y día con día aparecen nuevos avances
que se integran al espacio arquitectónico desde la elaboración
del proyecto. La morfología del diseño interior puede ser
tan variada como cliente y diseñador lo deseen, y los recubrimientos
y el moblaje son los elementos que le dan su particular sello. El diseñador
de interiores, además de crear espacios, tiene la responsabilidad
de coordinar todas las disciplinas necesarias para la materialización
exitosa de su obra.
Arquitectos
e interioristas
Existen dos enfoques básicos acerca del proyecto de interiores:
uno es el que aborda la obra arquitectónica como una unidad integral
en la que interior y exterior son un todo, y otro es el que acondiciona
espacios internos en cascarones existentes. Por su formación académica,
los arquitectos son quienes realizan un enfoque totalizador al abordar
la obra exterior e interior; podemos citar como ejemplo las casas de Antonio
Attolini Lack, Luis Barragán, Enrique del Moral e Ignacio Díaz
Morales, las que fueron abordadas por sus creadores como un todo y en
cuya realización participaron artistas plásticos de la talla
de Mathias Geritz y Chucho Reyes, quienes les confirieron un sello
distintivo vigente hasta hoy. Así mismo, los exponentes del movimiento
moderno diseñaron muebles y objetos para sus espacios con la convicción
de que la arquitectura es una obra de arte total; estos conceptos fueron
introducidos en México por seguidores del estilo internacional
como Augusto H. Álvarez, Imanol Ordorika y Enrique de la Mora.
De esta práctica integral se han derivado las profesiones de diseñador
industrial y diseñador de interiores, actividades independientes
que pueden tener o no una estrecha relación con la arquitectura
envolvente. Tenemos además a los decoradores, que son los encargados
de engalanar las habitaciones de las construcciones sin abordar la morfología
de los espacios; por tanto, éstos no crean espacios, a diferencia
del diseñador de interior.
Por otra parte, podemos decir que actualmente existen arquitectos y diseñadores
de firma y firmas de diseño. Los nombres de Ricardo Legorreta,
Javier Sordo Madaleno, Alfonso López Baz, Claudio Gantous, entre
otros, nos remiten a espacios creados por personas determinadas apoyadas
por un equipo de trabajo, mientras que KMD, HOK o GA + A son empresas
sin un rostro específico inmersas en el fenómeno global.
Desde luego, los arquitectos de firma también participan activamente
en la dinámica internacional, y ambas posturas en ocasiones colaboran
conjuntamente en la realización de grandes obras.
En nuestro país hay importantes profesonistas que realizan arquitectura
de interiores desde diversas posturas estéticas. Encontramos la
integración de elementos culturales étnicos de México
y otras regiones en cálidos espacios con atmósferas relajantes
donde los claroscuros forman penumbras que invitan a la contemplación.
Muchas personas gustan de estos espacios para su casa y lugares de descanso;
José de Yturbe, Diego Villaseñor, Humberto Artigas y Margarita
Álvarez son algunos destacados exponentes de esta corriente. En
otro tenor, el minimalismo y las corrientes de vanguardia también
están presentes en los espacios para vivir; Daniel Álvarez,
Javier Sánchez, Grupo LBC y Alejandro Medlovic diseñan sobrios
espacios de gran elegancia con pocos elementos.
En los espacios laborales, la imagen y el confort son los elementos principales
del diseño. Para tener éxito en los negocios, las empresas
deben transmitir a sus clientes seguridad y confianza, y para ello el
diseño de sus oficinas es esencial. Los empleados, por su parte,
al contar con instalaciones eficientes y agradables tienen un mejor desempeño,
lo que resulta en beneficios económicos. Hay numerosos estudios
de cómo desde el diseño del mobiliario hasta la iluminación
inciden directamente en el desarrollo laboral, por lo que los espacios
de trabajo son un rico filón para el diseñador de interiores.
Existen firmas internacionales dedicadas específicamente al diseño
de estos espacios, como son HOK y KMD, y empresas de mobiliario con productos
de gran calidad, tanto nacionales como internacionales.
Los espacios comerciales se apoyan en el diseño de interiores para
cumplir su principal objetivo: vender. Escaparates, restaurantes y bares,
boutiques, centros de entretenimiento, buscan destacar entre sus competidores
para llamar la atención de las personas. Arquitech es una de las
firmas que se han dedicado a diseñar este tipo de espacios.
En cualquier género de edificio tiene cabida el diseño de
interiores. La oferta es amplia y la diversidad de soluciones también.
La gran capacidad de arquitectos y diseñadores mexicanos ha recibido
importantes premios en los niveles nacional e internacional en materia
de diseño de interiores, como es el caso de los hermanos Carlos
y Gerard Pascal, Architech, Jaime Varon, AEVUM y LBC, entre otros.
Las especialidades del diseño interior
El diseñador de interiores es un coordinador de especialistas.
Existen numerosos aspectos involucrados en este tipo de proyectos como
son el mobiliario, la iluminación, la climatización, la
tecnología de comunicaciones, etcétera. Estos temas se subordinan
al plan proyectual y son actores esenciales para lograr el objetivo de
éste.
La iluminación, tanto natural como artificial, es parte esencial
de la creación arquitectónica. Tener éxito en la
iluminación de un espacio no depende solamente de la cantidad de
luz que se utilice, sino de lograr que la luminosidad se ajuste al entorno
con un armónico balance de luces y de sombras. Los espacios habitados
por el hombre son múltiples y variados y generan condiciones particulares,
dependiendo de la función que vayan a alojar. La iluminación
puede establecer una comunicación perfecta con la arquitectura
si se aplica de forma adecuada. Existe luz directa e indirecta; cálida
y fría; azul, roja y neutra. La combinación de estas características
luminosas con la creatividad ofrece al diseñador una gama casi
ilimitada de posibilidades para lograr los efectos de iluminación
deseados. Hay una variedad enorme de luminarias que se utilizan en los
interiores, y cada vez aparecen nuevas tecnologas que contribuyen
a generar ambientes saludables para las personas.
La climatización de los espacios es sumamente importante para la
salud de los usuarios. La correcta orientación de los edificios
puede marcar la diferencia, pero cuando se hace un proye cto de interiores
en un espacio existente que tal vez no tenga óptimas condiciones,
hay que dotarlo de éstas. Existe una gran variedad de sistemas
de climatización, desde grandes equipos de aire acondicionado hasta
unidades individuales de enfriamiento o calefacción que pueden
integrarse al diseño armónicamente si se consideran desde
el inicio.
La integración de sistemas de voz y datos es un aspecto obligado,
sobre todo en los lugares de trabajo. La tecnología de las comunicaciones
avanza rápidamente, y en un futuro no muy lejano se eliminarán
los cables necesarios para su funcionamiento. Mientras esto ocurre, en
la planeación de espacios deben dejarse todas las instalaciones
necesarias para su operación, y hay varios sistemas, como los pisos
falsos o los zoclos, que permiten la conducción de los cables sin
que éstos alteren la armonía espacial. Del mismo modo, el
diseño de mobiliario de oficina considera la integración
de estas herramientas de trabajo; mamparas y escritorios incluyen en su
diseño las canalizaciones ocultas para que sus líneas luzcan
la sobriedad de su diseño.
Otro de los aspectos tecnológicos que cada día son más
socorridos en la planeación de espacios interiores es la automatización
de la tecnología. Por seguridad, confort, ahorro de energía,
entre otros aspectos, se crean programas específicos de cada proyecto
para controlar el clima, la iluminación, la accesibilidad. Estos
sistemas, correctamente aplicados, contribuyen a ahorrar gastos operativos,
aunque el costo inicial es alto.
Estos son algunos de los aspectos que el diseñador de interiores
debe tomar en cuenta al abordar un proyecto, además de dar especial
énfasis al manejo de materiales, que son los que dan la cara final
al usuario junto con el mobiliario, los objetos, cuadros y demás
elementos decorativos. La arquitectura interior interacta con seres
humanos concretos que viven la vida cotidiana, por tanto, debe contribuir
a hacer placentera su existencia.
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