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El
mago de Menlo Park y el concreto
1er. Parte
Al
fracasar las fábricas de mineral de Tomás Alva Edison, en
las que había invertido la mayor parte del dinero producto de la
venta de sus acciones de la General Electric, y cuando dichas acciones
alcanzaron el doble de su valor se lo hizo notar su socio W. F. Mallory.
Edison se quedó pensando unos minutos y jalándose la ceja
derecha como acostumbraba hacerlo cuando cavilaba sobre un problema, de
pronto se le iluminó el rostro y dijo “bueno, se perdió
el dinero, pero nos divertimos enormemente gastándolo”. Entonces,
intervino la suerte.
En
1898 se descubrieron yacimientos de material cementante cerca de West
Orange, y Edison compró rápidamente ochocientos acres de
aquella tierra. Se transportó piedra caliza de un depósito
cercano, y para 1902 una nueva fábrica de Edison producía
cemento.
En 1905 era la quinta entre las más grandes de Estados Unidos.
El interés del inventor era práctico. Estaba convencido
de que el futuro dependía del automóvil eléctrico
o del vehículo de combustión interna por gasolina, y por
tanto, el día del caballo había llegado a su fin. Por esto,
América necesitaría algo mejor que las carreteras de tierra
que sirvieron a las generaciones anteriores.
El concreto era la respuesta. Y aquéllo no era todo. Sería
torpe afirmar que cualquiera de las actividades de Edison había
sido impulsada principalmente por motivos sociales, pero en verdad éste
comprendía bien a la gente común. Había conservado
su amor por la humanidad y lo que actualmente llamamos conciencia social,
y le preocupaba muchísimo lo que conceptuaba como males de
la época. Uno de éstos era el de los arrabales del área
de Nueva York y de otras grandes ciudades. Edison pen-saba que el cemento
era el material idóneo para construir edificios pequeños
y baratos donde las familias podrían vivir sin la desventaja de
los voraces caseros.
Pero, ninguna de sus dos ideas tuvo mucho éxito. El primer camino
de concreto que construyó sólo duró un año,
y los posteriores no corrieron mejor suerte. Más tarde se descubrió
que el problema había sido la base de arcilla del camino donde
se tendió el concreto. Otra vía de concreto que tendió
duró hasta la década de los 50 en el siglo XX, pero aún
quedaba por recorrer el camino de las casas de concreto.
Anuncio para la compañía de cemento de Edison en Portland
en 1907. Destacó en la Asociación Nacional de usuarios de
cemento al promover el granulado fino. |
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