Coahuila
ejemplifica el desarrollo y la diversificación de la modernidad
económica, y el distribuidor vial Venustiano Carranza es el resultado
de los nuevos tiempos. El Ingeniero Jorge Viesca Martínez, Secretario
de Urbanismo y Obras Públicas del Gobierno del Estado, comentó
a CONSTRUCCIÓN Y TECNOLOGÍA que la presencia de Coahuila,
y en particular de Saltillo, dentro del escenario macroeconómico
del país ha evolucionado de manera importante en los últimos
años. En efecto, en la actualidad, Saltillo se caracteriza por
su gran crecimiento en industrias como la metalmecánica, la automotriz
y la de prendas de vestir, obteniendo una mejor posición en la
contribución al Producto Interno Bruto Nacional.
Lo anterior implica retos que tienen que ver con una infraestructura acorde
con las nuevas condiciones del crecimiento, el progreso y el bienestar
social. Así, la presente administración ha impulsado obras
en todos los sectores. En la cultura, construcción o adecuación
de casas de cultura, reacondicionamiento de edificios como espacios culturales,
rescate de edificios históricos. En salud, hospitales públicos
de primer nivel, infraestructura y equipamiento, acondicionamiento de
espacios para la salud como consultorios y centros de salud en comunidades,
en el deporte, pistas de tartán, unidades deportivas, rehabilitación
y construcción de albercas olímpicas; en seguridad pública,
construcción de edificios e infraestructura en áreas de
prevención, impartición y procuración de justicia;
en infraestructura urbana y carretera, autopistas, bulevares y vialidades
urbanas.
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Todas
las ciudades aspiran a emular los impresionantes cambios y transformaciones
del mundo moderno, a crear obras vanguardistas que evoquen el empuje y
el carácter de los hombres del futuro, dar respuestas sólidas
que constituyan verdaderas alternativas a los desafíos que el entorno
actual impone; no obstante, sólo son los grandes planificadores
y visionarios quienes lo logran, ya que toman, justo a tiempo, la decisión
correcta. . |
Un
desarrollo de esta magnitud no podía menos que generar un rápido
y significativo incremento de las actividades económicas y, por
ende, un aumento en la carga vehicular, lo cual complica el desplazamiento
en importantes puntos de la ciudad. Uno de los de mayor aglomeración
era el la intersección del Bulevar Venustiano Carranza y la Avenida
Nazario Ortiz Garza; ya que tradicional confluían las carreteras
de Monclova, Monterrey, Matehuela, Torreón y la entrada al centro
de Saltillo, con una afluencia de 85,000 vehículos diarios.
El Gobierno del Estado, a través de la Secretaria de Urbanismo
y Obras Públicas, –misma que proporcionó la información
correspondiente al presente reportaje–, se dió a la tarea
de resolver de manera integral el problema. La solución consistió
en la edificación de un distribuidor vial, con visión de
largo plazo, aprovechamiento del espacio disponible, integración
y mejoramiento del entorno, accesos a los comercios y zonas habitacionales
adyacentes, mínimas afectaciones a las actividades cotidianas,
seguridad de conductores y de los peatones, drenaje pluvial, tiempo de
construcción y costo, con una inversión total de 116.4 millones
de pesos (mdp).
Desde el punto de vista formal, la obra tiene un carácter simbólico,
ya que más que una vialidad es un monumento urbano de diseño
vanguardista, acorde con la modernidad y con el empuje y el carácter
de los Saltillenses. Muestra de la estética arquitectónica
e ingeniería innovadora son su geometría, la esbeltez, los
acabados y la eficiencia estructural.
Una obra que embellece
la ciudad y mejora la calidad de vida de sus habitantes
Considerando la importancia de la intersección, la vida útil
de la inversión y una estrategia progresiva para la creación
de una vialidad de acceso controlado, tipo circuito interior, se determinó
la construcción de un distribuidor vial de cuatro niveles de tipo
direccional, con flujo de circulación continua, sin semáforos
y sin entrecruzamientos, lo que permite una velocidad de operación
de 40 a 60 km/h, contando con dos carriles para las trayectorias principales
sobre Nazario Ortiz y tres carriles para Venustiano Carranza; en ambos
casos, con un carril amplio para las vueltas secundarias.
Rentabilidad de la obra
Tomando en cuenta el volumen del tránsito, los costos de operación
de los vehículos ligeros –1.51 pesos/minuto– y de carga
–0.21 pesos/minuto–, los movimientos direccionales y los tiempos
de espera en los semáforos –(3 minutos)–, se obtuvo
un ahorro anual de 20 millones de pesos, resultando una Tasa Interna de
Retorno de 24.1% y un Valor Presente Neto de 45.2 millones de pesos, con
una tasa de descuento de 15%, en un horizonte de 20 años.
Materiales
En los conceptos de terracerías, se realizaron 100 mil m3 de excavaciones
y 110 mil m3 de rellenos, con un impacto de 10% del costo total de la
obra; los 21,000 m2 de muros mecánicamente estabilizados representaron
9% de la obra, considerando los 7,000 m3 de concreto de 250 kg/cm2 utilizado
en la fabricación de los paneles.
En la cimentación se utilizaron 950 m3 de concreto de 200 kg/cm2
en los pilotes, 1 500 m3 en los cabezales y 800 m3 en estribos de 250
kg/cm2; en las pilas que sostienen los viaductos, 200 m3 de concreto de
350 kg/cm2; en la superestructura, 2,700 m3 de concreto de 450 kg/cm2,
y en las losas-tapa de los pasos inferiores, 2,000 m3 de concreto autocompactable
de 250 kg/cm2, lo que significó un volumen de más de 15,000
m3 de concreto, suministrado por proveedores locales, concepto que representó
11% del costo de la obra.
Se utilizaron mil toneladas de acero de refuerzo y presfuerzo; este último,
de 19,000 kg/cm2, apoyos de neopreno reforzado y juntas de dilatación
en estribos con capacidad para 10 centímetros de deformación.
Noventa y cinco por ciento del total de los materiales fue suministrado
por proveedores locales, convirtiendo la obra en un círculo virtuoso
de crecimiento y desarrollo para el Estado.
Para el colado de columnas y superestructura se utilizó una cimbra
especial, de patente alemana, que permitió lograr la geometría,
los acabados y el ritmo de maniobra indicados en el proyecto y en el programa
de trabajo. Se tuvo también especial cuidado en la obra falsa para
contar con la cantidad adecuada, con elementos en buen estado y suficientemente
resistentes, de rápida colocación y con dispositivos que
permitieran nivelaciones y ajustes con facilidad. Su utilización
se controló con una ruta crítica específica para
garantizar las menores interferencias con otros procesos de la obra. El
costo de la cimbra representó 3% de la obra, y 1% la obra falsa.
Los pavimentos se formaron con 40 cm de base hidráulica y 7 cm
de carpeta de concreto asfáltico. Sobre los viaductos se colocó
una capa de renivelación con mezcla asfáltica de espesor
variable y 5 cm de carpeta de concreto asfáltico.
Se colocaron 70,000 m2 de carpeta asfáltica en las diferentes vialidades
que integran la obra.
Mano de obra
y maquinaria
La realización de la obra estuvo a cargo de siete empresas de la
región y una foránea, con la asesoría de especialistas
en los aspectos de cimbra, presfuerzo, apoyos, juntas de dilatación,
túneles prefabricados, muros mecánicamente estabilizados
y supervisión. Uno de los aspectos importantes de la obra fue la
generación de empleo, ya que al ser en su mayoría constructoras
saltillenses las que ejecutaron y supervisaron el proyecto, se contrató
mano de obra nativa. Se generaron 400 empleos promedio: especiali-zados
(25%); semiespecializados (25%), profesionales considerados en la dirección,
asesoría y supervisión (6%); técnicos (5%), y otros
(39%).
Se emplearon alrededor de 25 equipos mayores de construcción: tractores,
compactadores, cargadores, motoconformadoras, grúas, retroexcavadoras,
martillos, perforadoras, cisternas y cerca de 40 camiones para el retiro
de desperdicios y suministro de materiales.
Además, se contó con cuatro estaciones totales para el control
topográfico, con equipo de alta capacidad y tecnología para
el control de calidad de los materiales utilizados, más 12 equipos
de cómputo y dibujo con programas adecuados para el seguimiento,
control y reporte de los avances y problemáticas de la obra.
Tiempo de
construcción y entorno
El tiempo de construcción fue de 16 meses, 13 desde que se cerró
al tránsito la intersección y tres meses previos en los
que se trabajó en demoliciones, reubicación de instalaciones,
accesos provisionales y rutas alternas. Durante la obra se mantuvieron
los accesos a comercios y zonas habitacionales en las áreas adyacentes,
construyéndose en primera instancia las cuatro vueltas a la derecha
en la intersección.
Cabe mencionar que en los alrededores existen hospitales, restaurantes,
centros comerciales, agencias automotrices, talleres, salones para eventos,
edificios públicos y amplias zonas habitacionales que contaron
con acceso permanente, tanto vehicular como peatonal, durante todo el
proceso de la obra, minimizando la vida cotidiana del entorno.
Comparación
con otros proyectos
El costo total de esta obra fue de 116.4 millones de pesos, incluyendo
el proyecto, las obras inducidas, las afectaciones, las rutas alternas.
Considerando el costo por vehículo atendido, el de esta obra resultó
30% menor que el de los últimos dos pasos a desnivel que se construyeron
en el estado, sin significar éstos una solución vial completa
ya que tienen semáforos para algunos movimientos.
Con respecto al distribuidor vial “Dallas High Five” que se
construye en Estados Unidos, la inversión aplicada en el distribuidor
vial Venustiano Carranza es cuatro veces menor, por vehículo atendido,
que este proyecto norteamericano.
Obras inducidas
Entre las obras inducidas se encuentran aquéllas realizadas por
demanda de reubicación de una serie de instalaciones de servicios
primarios tales como: agua potable, drenaje, líneas telefónicas,
electricidad, gas, semáforos, fibra óptica y alumbrado.
Asimismo, se resolvio la apremiante necesidad de dar solución al
problema fluvial con la construcción del drenage pluvial del colector
Nazario Ortiz Poniente, de 1.52 metros de diámetro construído
a profundidades de entre 3 y 8 metros y una longitud superior a los 1,800
metros, más 900 metros de red complementaria de colectores.
LAS CIFRAS DEL
DISTRIBUIDOR
• Inversión:
116 millones de pesos –50% del Gobierno del Estado de Coahuila y
50 % del municipio de Saltillo
• Empresas participantes: 7 de la región y 1 foránea
• Empleo promedio generado: 400 plazas
• Ancho de carriles en tangente: 3.5 m.
• Gálibo vertical: 5 m.
• Profundidad de cimentación: de 8 a 16 m.
• Tipo de cimentación: 115 pilas coladas en sitio de 1 metro
de diámetro
• Volumen total de concreto hidráulico empleado: 15,000 m3
• Tipos de concreto empleados: especiales (450 kg/cm2), convencionales
(100, 150, 200, 250 y 350 kg/cm2), autonivelantes (250 kg/cm2) y relleno
fluido
• Volumen total de acero de refuerzo y presfuerzo: 1,000 toneladas
• Superficie total de la obra :70,000 m2
• Total de metros lineales de viaductos: 600
• Resistencia del concreto en
superestructura: 450 kg/cm2 con claros de 20 a 40 m.
• Desarrollo longitudinal: 3,090 m.
• Peralte máximo en el apoyo: 2 m.
• Peralte mínimo en el centro del claro: 1 m.
• Longitud de pasos inferiores: 180 metros lineales
• Ancho de calzada en curva: 7.50 metros lineales en la curva
• Cimentación: 115 pilas de 1 m. de diámetro, con
longitud variable de 8.00 a 16.00 m.
• Volumen de concreto asfáltico: 15,000 m3
• Volumen de concreto asfáltico: 6,000 m3
• Número de columnas: 15 de concreto de 350 kg/cm2
• Número de estribos: 8
• Cabezales de cimentación: 23 de diferentes dimensiones,
algunas de más de 300 toneladas
Movimiento de tierras: excavaciones, 100,000 m3; rellenos, 110,000 m3
• Claros de los viaductos: 20 a 40 m.
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