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¡La Respuesta está en el viento! En la
preparación del presente número, revisando viejas fotografías encontré
algunas muy bellas de conjuntos habitacionales que, por su calidad y esmero,
bien podrían haber sido de cualquier país del llamado primer mundo. |
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Y no pude menos que relacionar aquellas imágenes con las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, en las que menciona, ¿dónde quedó tu hermosura? ¿dónde quedó tu altivez? La respuesta es fácil: en manos de los habitantes que convirtieron el lago en estacionamientos, una caseta de vigilancia y depósitos improvisados de basura; las esculturas de Goeritz en equipamiento de juego para los niños y espacios de graffiti para los adolescentes; ...y de los murales de Mérida, ni hablar, se cayeron con el sismo del 85. Así que todo se opone a que podamos, no sólo tener una vivienda digna, sino también una ciudad digna en la que se compartan las responsabilidades. El gobierno, es innegable el esfuerzo que hace y ha hecho desde el principio del siglo xx por dar las facilidades de financiamiento para la construcción de la vivienda, o la vivienda misma; pero, ¿dónde queda la responsabilidad del usuario?, ¿dónde la de la sociedad?, ¿dónde está el concepto del cuidar para preservar? Siguiendo con la vena literaria, parece que la respuesta está en el viento. Luis
Martínez Argüello |
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