Florida, raíz latinoamericana
Por Mayra A. Martínez

A partir de la década de los cincuenta, Perkins & Will ganó prestigio por el diseño de edificaciones para la educación y la salud, y en la actualidad suman más de cien las escuelas de diversos niveles y los centros universitarios diseñados y erigidos por ellos, a los que se agregan las más de 300 instituciones médicas. En total, sus obras superan los 50 millones de pies cuadrados construidos, tanto en el país como en el extranjero.
El director general de su sede de Miami es el arquitecto cubano-americano José Gelabert Navia, graduado de la Universidad Central de Caracas, Venezuela, y del Cornell Univesity, quien cuenta con casi cinco lustros en el ejercicio de su profesión, lo que le ha permitido responsabilizarse del diseño y control de calidad de un despacho con tantas exigencias.
Entre las obras recientes de Perkins & Wills en la región, destacan el Centro de Investigación Biomédica "Charles E. Schmidt", en Boca Ratón; la Escuela de Aviación del Miami Dade Community College, en Homestead, y la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Miami, en Coral Gables.

Una de las principales firmas arquitectónicas con representación en el sur de Estados Unidos es Perkins & Will, fundada en 1935. Desde entonces, sus oficinas se han extendido por Miami, Chicago, Atlanta, Nueva York y varias ciudades más, y en lo nacional emplea a 675 personas, con una práctica profesional que ha dado frutos en 49 estados de la unión americana y 40 naciones de todo el mundo.

De estas edificaciones y de los métodos constructivos usuales en el estado, así como de otras experiencias de trabajo, nos habla José Gelabert Navia, en entrevista especial para Construcción y Tecnología.

Concreto por doquier
Sin duda, basta recorrer las ciudades de La Florida para constatar el amplio uso del concreto en el estado, pues, como advierte nuestro interlocutor, "por lo general, en el sur la mano de obra es más barata que en otras regiones de Estados Unidos, en especial por la gran cantidad de inmigrantes, por lo que también es poco calificada, y no se cuenta con mucha gente capaz de manejar el acero convenientemente, ni los acabados exteriores aparentes o de alto nivel. De este modo, sí abundan quienes trabajen con las técnicas tradicionales, por lo que casi 80% de las estructuras en el estado son de concreto, incluyendo columnas y vigas pretensadas, en este caso prefabricadas en talleres. En la obra hacen las columnas y las vigas principales y traen las demás. Luego, encima les ponen una estructura de metal para poder vaciar la placa de concreto para techos o pisos, con un método cuya ventaja consiste en ser más económico, y con la desventaja de tomar más tiempo que si se usara el acero".
Gelabert Navia comenta sobre un sistema que por permitir que todo se haga en el sitio, se está popularizando en La Florida, denominado Tilt Wall, " la cimbra hecha con canales de acero se arma en el piso, se vacía el concreto en los moldes". Se está usando mucho para naves industriales, escuelas e, incluso, edificios corporativos de pocos pisos. Resulta muy barato, rápido y limpio, además del acabado de buena calidad y homogéneo. No obstante, todavía lo más usual es levantar la estructura de concreto y las paredes de bloques, que después se resanan con estuco, cuyo nivel de acabado es bastante pobre y a menudo se ven muchas imperfecciones. Por lo general, se pide el concreto a compañías especializadas, previo cronograma."
Respecto del auge constructivo patentizado en La Florida en los últimos tiempos, el arquitecto afirma que, si bien "el monto construido ha subido mucho, como abunda tanta obra en proceso, continuamente hay gente aprendiendo y el nivel de calidad varía dramáticamente, pues enfrentamos muchas dificultades para estabilizar la mano de obra. De pronto, unos trabajadores están una semana en esta edificación y a la siguiente pasan a otra, pues les paga un poco más.
"Por este motivo, por ejemplo, no se trabaja el concreto expuesto, que tuvo cierto auge años atrás como una opción más barata y decorativa, pero que los desniveles en la calidad obligaron a desechar. Así, sólo se utiliza cuando el cliente pide algo distinto, y entonces se buscan algunos especialistas…
"Un amigo decía irónicamente que en el resto del mundo los edificios se vuelven ruinas, pero que en La Florida las ruinas se vuelven edificios, pues si se observa la construcción sin restauración, las juntas no empatan, hay bloques rotos e irregulares, pero después de remozada la obra, aquí no ha pasado nada… Por suerte, no es una zona sísmica".

¿Qué recursos tiene el arquitecto cuando busca un acabado muy especial?

"Por ejemplo, en la actualidad estamos haciendo un edificio de oficina donde no querían ningún tipo de imperfecciones. Comúnmente, aplicamos un tratamiento de tres capas de concreto sobre el bloque: la primera lo cubre, la segunda le da cierto acabado y la última le da el fino. Ahora bien, para asegurar una cobertura exquisita, pero más costosa, se ponen unas planchas de Styrofoam y encima se aplica la última capa, y como se trata de una superficie plana, queda impecable."
Al hablar con Gelabert Navia abordamos un tema de gran interés: las diferencias o similitudes entre los sistemas de trabajo a pie de obra en México y Estados Unidos. Al respecto, el líder de la firma en Miami -con 24 empleados, de los cuales 22 son arquitectos-, nos explica que está en boga en La Florida un método de administración de la obra "cuya traducción literal sería ´Administración de Construcción a Riesgo´ -en inglés, "Construction Managment at Risk" (CMR)-, que se aplica sobre todo con clientes más sofisticados. Así se hizo el proyecto del Centro de Investigación Biomédica "Charles E. Schmidt", patrocinado por la Florida Atlantic University. Según el CMR, se contrata al unísono al arquitecto y a la empresa de construcción. Al primero se le da el programa que se va a desarrollar, y a los dos les dan el presupuesto disponible… Entonces, al responsable del CMR le pagan un monto por los servicios de preconstrucción.
"Así, ambas empresas trabajan casi en paralelo, aunque nosotros siempre íbamos un poco adelante, como sucedió en esta obra por unos seis meses, y al final de cada fase, luego que, por ejemplo, proponíamos un sistema de estructuras, el CMR lo revisaba y decía "esto va a costar tanto…" y sugerían opciones para bajar ese índice de gastos, sin desvirtuar nuestra sugerencia específica. Finalmente, se acoplaba el diseño a estas posibilidades.
De este modo, al final de la llamada fase esquemática, del desarrollo de diseño y de los planos de construcción, ellos dan un precio y si éste concuerda con el presupuesto disponible por el cliente, el CMR queda obligado a construir la obra por esa cantidad.
"Establecen entonces un compromiso invariable. Por eso -y he aquí el aspecto "de riesgo"-, si suben los materiales, si hay demoras imputables a ellos, lo tienen que asumir.
"Y así los clientes de cierta magnitud propician que el arquitecto esté trabajando al mismo ritmo con el constructor, sin ninguna duda de que lo diseñado se puede construir con el monto disponible, evitando sorpresas o alzas a mitad del proceso.
"Antes, según lo habitual, primero se hubiera hecho el diseño y luego se hubiera sacado a subasta. Ahora bien, ¿por qué el constructor acepta este riesgo? Porque le apuesta a hacer la obra dentro del presupuesto y ya es suya, no hay más competencia. El cliente escoge el CMR no sólo por precio, sino por su trayectoria, por la confianza en su calidad, y con este sistema de "libro abierto", el administrador de la constructora es quien subcontrata varios servicios. Es curioso, pero mientras mayores son estas empresas, con más outsourcing cuentan todo el tiempo, y con menos personal fijo para las especialidades.
"Por ejemplo, ellos piden cotizaciones para la estructura y llevan al cliente las propuestas, e, incluso, según su experiencia, aunque la compañía A sea más barata, prefieran la B pues está más calificada, pero al final el cliente decide. La ventaja del CMR en proyectos complejos consiste en el nivel de especialización que se maneja. Eso se constató en el área de laboratorios, que no todos pueden resolver.
"En este proyecto -concluye Gelabert Navia- el cliente había establecido como parámetro ideal 160 dólares por pie cuadrado. Y nosotros le advertimos, luego de analizar todo, que eso se iría a unos 164 d/p2, una diferencia aparentemente mínima, pero sustancial al final. Y como el dinero viene del estado, la universidad debía pedir más y, en efecto, se colocó en nuestro aproximado".

BOXES

CENTRO DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA
"CHARLES E. SCHMIDT"

Florida Atlantic University, Boca Ratón

Este edificio, construido para un nuevo programa científico, incluye áreas de enseñanza, de seminarios y de exámenes, además de oficinas, amplias aulas, laboratorios de investigación biomédica y uno de anatomía, así como un Vivarium, sección donde guardan los animales para los experimentos, regulada por la agencia gubernamental AAALAC.
Para asegurar la máxima eficiencia y flexibilidad para el trabajo de reconocidos investigadores, que requieren espacios privados, el diseño combinó dos extensas zonas de laboratorios abiertos con pequeños cubículos semicerrados.
Dichos laboratorios se ubicaron como dos esquemas direccionales en el llamado Lab-Grid Layout o sistema de servicios para las mesas de experimentos, en donde resultó fundamental la alta calidad de los acabados
de carpintería y de todo el mobiliario, sumamente especializado para cumplir con las exigencias de los científicos.
El colorido peculiar de los pisos de cada área define, mediante las diversas tonalidades, aquéllas fijas y las móviles -de las estaciones de trabajo que en algún momento deberán renovarse dados los avances tecnológicos característicos de estos centros de investigación.
Las altas ventanas, que dejan entrar la luz natural en los laboratorios, brindan un entorno cordial, en tanto las instalaciones están expuestas, permitiendo que los sistemas mecánicos, eléctricos e hidráulicos sean accesibles para futuros cambios.
La obra, que ocupa 90 mil p2, concluyó en abril de 2002, con una inversión total de 20 millones de dólares (mdd).

ESCUELA DE AVIACIÓN
Miami Dade Community College, Homestead, Florida

Perkins & Will asumió el diseño de la estructura final del campus en Homestead, cuya nueva escuela de aviación alberga la más moderna tecnología aeronáutica, incluyendo tres simuladores de vuelo, una torre de control, cubículos de instrucción para los pilotos, aulas de computación y de conferencias. También, el programa arquitectónico incorpora la librería universitaria, además de la gran cafetería principal y su espacio multiusos, que actúa como una entrada central hacia el campus, pues se diseñó sobrepuesto encima de la escalera.
La superficie opaca de los vidrios, que reflejan el azul del cielo, atraen la atención como un punto focal en el inmueble, y el vestíbulo principal conecta con otros elementos que derivan hacia un espacio común.
El edificio, que combina el concreto expuesto con páneles metálicos y vidrio laminado, con la torre revestida de acero inoxidable, quedará concluido este año, con una superficie de 36 mil p2, a un costo de siete mdd.

FACULTAD DE COMUNICACIONES
Universidad de Miami, Coral Gables, Florida

Este proyecto buscaba consolidar los diversos departamentos de la escuela en un solo complejo, por lo que los nuevos 57 mil p2 de esta edificación rodearon los existentes del Estudio de Televisión por Cable, y proveyeron de aulas, oficinas, áreas administrativas, así como de un moderno estudio de grabaciones a la Facultad, que funge a partir de aquí como la nueva entrada a la sección norte del campus de Coral Gables, que vincula una amplia zona verde con arcadas peatonales, próximo al adyacente Centro de Lectura de la sede de altos estudios.
La obra terminó en 2001, con un costo de cinco mdd.

 
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