Controlar las caudalosas
aguas del río Azul ha sido el sueño y ambición de varios
emperadores chinos y uno de los proyectos del Gran Líder, el finado
Mao Tse Tung.
El agua es la mayor riqueza y si el inmenso caudal del Río Azul se
logra encauzar, no sólo será uno de los depósitos de
agua dulce más grandes del mundo y, como consecuencia, de alimentos,
sino también la mayor planta de generación de electricidad,
superando por más de dos veces a la hidroeléctrica de Itaipú
en Brasil.
Y no es todo, el Yang Tze se volverá navegable, será un camino
de seis mil kilómetros que "caminará" día y
noche.
Sin embargo, con todo lo novedosa que puede resultar la obra, el sitio de
su construcción fue localizado siglos atrás, como el lugar ideal
donde se podría construir una barrera, ahí donde el río
es forzado a pasar por las estrechas gargantas de Qutang, Xiling y Wu, precisamente
los escarpados peñascos que le dan su nombre al proyecto.
Sin embargo, la barrera deberá tener dos mil doscientos metros de longitud
y ser tan alta como un rascacielos de 50 pisos, o sea, 190 metros de altura.
En otras palabras, tan alta y tan larga como el Golden Gate de San Francisco,
solo que fabricada en concreto sólido capaz de contener los 40 mil
millones de toneladas de aguas impulsadas desde la meseta del Tibet por el
furioso Yang Tze.
Todas las cifras sobre la construcción de esta represa son exorbitantes,
y en estos momentos sólo una economía como la China, que combina
aspectos del capitalismo más agresivo con el férreo control
de un estado socialista, puede acometer una obra de tal envergadura.
Se habla de excavaciones en el lecho del río y en las paredes de los
cañones por más de cien millones de metros cúbicos de
tierra y roca basáltica. Algo así como mover 250 veces el volumen
de la Pirámide del Sol en Teotihuacán.
La obra requiere el cimbrado y colado de 25 millones de metros cúbicos
de concreto, algo así como reproducir seis veces la famosa represa
Hoover en Estados Unidos.
Y las cifras exorbitantes no paran, la represa contará con 26 grupos
de turbinas generadoras de electricidad con más de 18,000 megawatts
de electricidad. Casi 15% de la electricidad que consumirá una China
industrializada en el siglo XXI.
Una serie de esclusas, más grandes que las famosas Esclusas de Miraflores
en el Canal de Panamá, podrán elevar barcos de hasta 10 mil
toneladas de desplazamiento a 150 metros de altura, como si los subiéramos
por encima de la Torre Latinoamericana.
Los costos como se podrán imaginar, también son exorbitantes,
y aunque no hay información precisa disponible de parte del gobierno
chino, los datos que se tienen de cuando arrancó el proyecto en diciembre
de 1994 mencionan un presupuesto de 12 mil millones de dólares y un
calendario de construcción con terminación en octubre de 2009.
El Proyecto se cotiza ahora en alrededor de 25 mil millones de dólares,
y se ha asignado un monto muy importante de esta cifra (sobre 40 mil millones
de yuans) para reubicar a la población ribereña que será
afectada por la inundación del vaso de la presa y reconstruir sus poblados
y ciudades. En suma, una cifra tan astronómica como 30% del rescate
bancario mexicano.
Según el calendario de obra, a mediados del año 2003 la cortina
quedará concluida, y comenzará a llenarse un lago más
largo que la distancia de México a Acapulco. Aunque los expertos dudan
que se pueda cumplir tal fecha y estiman que el proyecto se alargará
hasta el año 2019, es difícil precisarlo, la información
disponible llega principalmente de organizaciones detractoras que, en el nivel
mundial, están en contra del proyecto.
¡No! a la presa
Por todo el mundo, cientos de organizaciones ecologistas se oponen a la construcción
de la presa. Sus argumentos van desde los francamente inquietantes en el orden
técnico, hasta los de movimientos de derechos civiles que reclaman
sobre los casi dos millones de pobladores que deberán ser reubicados
y los daños inmensos e irreversibles a los ecosistemas que existen
en la ribera del río Yang Tze.
Algunos datos vienen de consultorías poco conocidas pero que aseguran
haber estado en algún momento en el proyecto, otros provienen de fuentes
tan autorizadas como la Sección de Ingeniería del Departamento
de Defensa de Estados Unidos, el que suponemos que ha de contar con un gran
número de aerofotografías y datos muy precisos.
Como quiera que esto sea parece existir una muy escasa información
por parte del proyecto de la Presa de las Tres Gargantas, el que cuenta con
un gran número de inversionistas en los países de Occidente,
desde Canadá hasta Europa.
Dejando a un lado el impacto ambiental, e incluso los escándalos de
corrupción que han remitido a la cárcel a una docena de funcionarios
chinos de alto nivel involucrados en el proyecto, comentaremos los aspectos
de orden técnico más inquietantes.
Filtraciones
Entre los múltiples argumentos técnicos que esgrimen los detractores
del proyecto, hay dos particularmente delicados.
El primero es la resistencia del lecho de roca desde el cual se desplanta
la cortina de concreto. Según la consultoría Sklar-Luers y Asociados,
especializada en ingeniería hidráulica. Esta firma fue invitada
por la Three Gorges Development Corporation, la empresa paraestatal china
encargada de la obra.
Tras examinar el lugar en el que se realizan los trabajos y contrastar sus
mediciones con los ingenieros encargados del proyecto, descubrieron problemas
que no habían sido previstos por los constructores de la presa. Uno
de los más graves es el de la resistencia del lecho de roca sobre el
que se asentará el dique de contención.
Las autoridades chinas habían elegido este emplazamiento, ubicado en
la Garganta de Xiling, por la resistencia de la roca que forma el cauce del
río. Sin embargo, el lecho ha resultado más frágil de
lo previsto. A juicio de los especialistas estadounidenses, esto puede provocar
importantes filtraciones, tanto bajo el dique, como a su alrededor, que debilitarían
sus cimientos y agravarían el riesgo de hundimiento del muro de contención.
En este caso, los 40 mil millones de toneladas de aguas embalsadas tras el
dique se precipitarían río abajo en forma de una gigantesca
ola que barrería todo a su paso durante cientos de kilómetros.
Con todo, es difícil apreciar esta información pues Sklar-Luers
y Asociados no precisan cuál fue el estudio de mecánica de suelos
en el que se basaron para emitir este juicio, y podría quedar como
un argumento de peso muy discutible a no ser porque informaciones de principios
del año 2002 señalan que han aparecido fisuras en la cortina
de la presa.
Three Gorges Development Corporation se ha apresurado a declarar que se trata
de agrietamientos superficiales de un ancho casi capilar, que se han producido
debido a contracciones por temperatura en el concreto y que de ninguna manera
comprometen la integridad de la obra. Probablemente sea cierto, pues la obra
sigue ganando inversionistas y accionistas en los mercados internacionales.
Sedimentación
Un factor que puede parecer más grave es la sedimentación. Los
ingenieros hidráulicos señalan que la cantidad de piedras y
barro transportados por el Yang Tze puede cegar los aliviaderos de la presa,
además de colmar la presa y dañar las turbinas. Para apoyar
estas afirmaciones recuerdan que, por esta misma causa, entre 1950 y 1981
reventaron 3.200 de las 86.852 presas construidas en China.
Recuerdan, además, el caso del embalse de Banqiao -también construido
en el Yang Tze y que en su momento fue calificado de indestructible por las
autoridades chinas-, cuyo dique estalló el 5 de agosto de 1975. En
número de muertos oscila entre 86.000 (cifra oficial) y 230.000 (según
otras estimaciones), cientos de miles de personas perdieron su hogar, y varios
millones más quedaron expuestas al hambre y las enfermedades.
El accidente sobrevino
cuando los encargados de la presa fueron incapaces de abrir las compuertas,
atascadas por el sedimento.
Lu Yumei, presidente del proyecto de las Tres Gargantas, ha afirmado en varias
ocasiones que nunca sucederá algo similar en el nuevo embalse. Sin
embargo, los representantes de Sklar-Luers aseguran que el canal de derivación
construido para canalizar el río tras el bloqueo de su cauce estuvo
a punto de quedar cegado por la excesiva cantidad de barro y partículas
que transportaban las aguas.
Conclusiones
Según Three Gorges Development Corporation, en agosto de 2003 comenzará
a llenarse el embalse conteniendo por primera vez al furioso Yang Tze, y la
obra será concluida en algún momento del año 2009. Éste
será el segundo proyecto de ingeniería constructiva más
grande que haya emprendido la humanidad. Sus detractores creen que, como el
primero, la Gran Muralla China nunca cumplirá los objetivos para los
que fue planeada, pues en realidad nunca pudo detener a los ejércitos
mongoles.
Pero estamos en el siglo XXI, y el nivel de la ingeniería actual, tanto
en la Republica Popular China como en las empresas de ingeniería que
por todo el mundo apoyan la obra, puede resolver aun las más intrincadas
cuestiones de cimentación, si fuera cierto que la capa resistente fuera
más débil que lo planeado, e incluso controlar los flujos de
lodo y rocas que lanza el Yang Tze cada año.
Sin duda, una obra de esta magnitud causa muchos trastornos y molestias, casi
dos millones de personas se deberán reubicar, pueblos y ciudades ribereñas
quedarán para siempre bajo el lodo y las aguas. Y de cierto, la ecología
regional nunca volverá a ser la misma, pero hablamos de agua, alimento
y energía para un país donde vive la quinta parte de la humanidad.
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