En entrevista
exclusiva para Construcción y Tecnología, Hugo Silva, Design
Solution Manager de Autodesk para América Latina, extiende para los
lectores un panorama de las tecnologías de la información abocadas
a la industria de la construcción y comenta las virtudes del AAD, entre
otras soluciones de Autodesk:
¿Qué
tanto soportan las nuevas tecnologías de la información a las
técnicas de construcción, en particular con respecto al diseño,
y cómo ha evolucionado Autodesk en consonancia con las nuevas demandas
de los diseñadores?
Básicamente, toda
nuestra tecnología está enfocada a la optimización tanto
de los recursos como del tiempo, y en este sentido, para cualquier obra, o
cualquier proyecto de ingeniería o arquitectura, nos hemos orientado
también a la optimización de los costos.
Lo nuestro es el diseño. Y de ahí no nos hemos movido. Lo que
estamos haciendo es depurarlo como tal dentro de la tecnología, para
poder dar una respuesta mucho más rápida al usuario, quien,
a su vez, podrá ver mejores resultados en sus proyectos, y ahora no
sólo en dos dimensiones, sino en tres, y de una manera mucho más
eficiente.
Estamos llevando al diseño la posibilidad de utilizarlo en tres dimensiones,
y de conseguir resultados y análisis reales dentro de las mismas aplicaciones.
Partimos del hecho de que, como seres humanos, vemos en tres dimensiones;
vivimos en tres dimensiones. Y lo que hemos logrado, con una aplicación
mucho más amigable, es diseñar en estas tres dimensiones. Se
trata de hacer todo mucho más real.
Lo otro que hemos hecho es sacar ventaja de todos los avances que nos da Internet.
Es ahí adonde hemos llevado nuestras aplicaciones. Las demás
aplicaciones relacionadas con un proyecto de arquitectura o de ingeniería
se están yendo hacia el mismo lado. La tecnología ha permitido
hacer los proyectos mucho más reales y trabajar dentro de un esquema
de colaboración..
Los lectores de Construcción
y Tecnología han mostrado mucho interés precisamente en el trabajo
en colaboración, ¿Cuáles son los pros y contras que
hay dentro de este esquema?
Si soy franco, yo veo
puros pros. De hecho, contras no le encuentro, al contrario. Habrá
quien pueda decir: "algunos van a interferir con el trabajo de los otros,
todos van a meter mano". Pero no es así. Se puede establecer de
antemano una "permisología", y controlarlo todo desde la
aplicación o desde la base de datos, o donde esté el repositorio
de información. Así es que los niveles de seguridad son muchos,
desde cualquier ángulo que se observe.
Yo no veo desventajas, más bien veo oportunidades en el sentido de
optimizar el tiempo. Y como mencionaba, el tiempo en esta clase de proyectos
es dinero, siempre se traduce en dinero.
Si todos los implicados en un proyecto, sean personal de la compañía
o proveedores externos o contratistas, se pueden mantener en línea
dentro del proyecto, el tiempo se va a reducir enormemente ante cualquier
decisión que se tenga que tomar.
Hay quienes comentan que
en algunos proyectos internacionales se ha manifestado algún conflicto
en la administración de un trabajo en colaboración. ¿Esta
tecnología podría originar algún problema por los atributos
que se dan a los distintos participantes de un trabajo?¿Cómo
lo han manejado ustedes?
Honestamente, yo no lo
veo así. Desde luego, se trata de otra filosofía de trabajo.
Como todos pueden suponer, un cambio en la forma de trabajar también
produce otros cambios, sobre todo en torno a cómo deberá ejecutarse
ese trabajo. Dentro del área de la ingeniería, que es donde
más experiencia he tenido, he visto cómo se desenvuelven los
proyectos. Cuando se decide hacer un proyecto internacional entre dos compañías,
una compañía mexicana y una consultora americana, por ejemplo,
siempre va a haber líderes de ambos lados. Ellos son los que van a
tomar las decisiones, y quienes van a decidir quién va a asumir determinada
"permisología".
La experiencia que tuve fue haber llevado un proyecto de dos dimensiones en
un país de Latinoamérica a un proyecto, el mismo, pero de tres
dimensiones, en Estados Unidos. Cada cual realizaba su labor asignada en sus
dimensiones correspondientes, y después se hacían reuniones
en línea cada semana. La tecnología de hoy permite hacer reuniones
en línea para ver la aplicación, y reconocer cuáles son
los avances que se están llevando dentro de la aplicación.
Es como el Net Meeting de Microsoft, sólo que dentro de nuestras aplicaciones
se llama Meet Now, básicamente es la misma filosofía. Lo que
quiero decir es que con Meet Now, por ejemplo, si me das la "permisología",
yo puedo entrar en tu máquina y ver lo que estás ejecutando
en AutoCAD, o en Architectural Desktop, sin que yo tenga la aplicación
en mi máquina.
Si hablamos de que todo un proyecto se maneja según esa filosofía,
las ventajas son innumerables, y al final se ahorra mucho dinero. Como mencioné
al inicio; cuando se trata de un proyecto de este tipo, obviamente hay que
cambiar la filosofía de trabajo, porque no todo el mundo va a tener
la "permisología". El primer proyecto, como suele suceder,
provocará un poco más de traumas, pero puedo asegurar que los
ahorros y las ventajas que tiene trabajar de esta manera superan con mucho
las desventajas que se puedan presentar.
¿Cómo
será a mediano plazo el trabajo en los despachos de construcción,
en donde todo tiende a informatizarse? ¿Podría ofrecer un panorama
con algunos ejemplos de cómo entró Autodesk en esos despachos
y redefinió el diseño?
Definitivamente yo creo
que a muy corto plazo lo que tenemos que esperar es que la ejecución
de los proyectos en línea madure un poco más. Todos los días,
en cada país, la tecnología y las telecomunicaciones están
evolucionando más y más. Por otro lado, el usuario, como tal,
ya no está compitiendo nada más con el negocio del despacho
vecino, sino que compite en un mundo global, con compañías que
probablemente vengan de China, de Alemania o de África, y uno ni siquiera
se ha enterado de eso.
¿Cómo
ha sido hasta la fecha la penetración de estas tecnologías?.
¿Estamos entrando otra vez tarde en ellas?
Sé que no somos early adopters en Latinoamérica, sino que eso
está creciendo apenas en la región. El uso de la ingeniería
colaborativa se inicia recientemente, pero ya va para allá. Y el despacho
que asuma esa tendencia, será el que, a la larga, estará mejor
preparado. No hay que olvidar que si entrara hoy mismo, iba a estar compitiendo
de la mejor manera, porque ya no nada más lo hará con sus pares
cercanos, sino con gente que ni la va a conocer siquiera, pero que ya está
cotizando en línea y está entregando trabajos en línea,
y está compartiendo información y haciendo ingeniería
o arquitectura colaborativa.
De ahí que hayan aparecido ahora muchos consultores en línea.
Hay mucha gente que ya está colaborando, y que ya está vendiendo
sus servicios en línea. Ellos preguntan, "de qué se trata",
y ofrecen: "te lo entrego a través de la red". Son empleados
virtuales que no se conocen entre sí, que saben nada más de
su trabajo, el cual, por lo que se aprecia, está muy bien remunerado.
Tenemos que empezar a ver que no sólo se trata de recursos internos,
sino que hay mucha gente que está vendiendo su trabajo a través
de la red y que está haciendo trabajo colaborativo aprovechando las
ventajas que ofrece la red.
¿Cómo
se puede convencer a un empresario de la construcción de que invierta
en estas tecnologías? Últimamente hay desconfianza porque
la tecnología se mueve demasiado rápido y porque las inversiones
resultan demasiado costosas. ¿Cómo ves esta tendencia?
Es difícil delimitar
hasta dónde la tecnología es costosa. Yo, por ejemplo, tengo
la impresión de que nuestras aplicaciones, por el contrario, son baratas,
y no dudo que mucha gente estará en contra de ese punto de vista. Si
les explicara que con una licencia de AutoCAD ellos pueden hacer un edificio,
y que cada uno de los departamentos de ese edificio lo van a vender por mucho
más de lo que les pueda costar la licencia, entonces los convencería
de que realmente no es costosa.
Es costosa si se la quieres vender a la recepcionista de una compañía,
pero si estamos hablando de que con esa licencia de AutoCAD un ingeniero o
un arquitecto va a poder hacer una obra completa, entonces ahí tenemos
que ver realmente si esos cuatro mil dólares constituyen un pago excesivo
o no. En mi opinión, no.
Se puede argumentar en contra, diciendo que cuántas veces se hacen
los mismos trabajos en alguna obra, un edificio o una construcción
con una licencia ilegal, pero la realidad es que ese edificio o esa construcción
no se vende como si se hubiera hecho con una licencia ilegal, se vende como
que si se hubiera hecho con todo legal. Entonces tendríamos dos tipos
de economía, una la legal y otra la que utiliza software ilegal, que
probablemente sería más conveniente para todos. Pero la realidad
es otra. Yo no creo que esta tecnología sea costosa, si se toma en
cuenta todo lo que se puede hacer con la aplicación.
Entrevista con Alfredo
Castrejón, de Bentley Systems
El ambiente de colaboración y los beneficios
Trabajar en un ambiente
de colaboración "debe reflejarse en la reducción de los
costos", dicen algunos especialistas. Las inversiones en TI para crear
una infraestructura de colaboración pueden ser altas, pero los beneficios,
insisten, deben ser mayúsculos.
De acuerdo con Alfredo Castrejón Nava, director general de Latinoamérica
Norte de la firma tecnológica Bentley Systems, especializada en productos
de software y tecnología para ingeniería de proyectos y colaboración,
"el mercado requiere mecanismos y vehículos efectivos para promover
el retorno de las inversiones
es un factor cuantitativo que no hay que
perder de vista."
En entrevista exclusiva para Construcción y Tecnología, el representante
de Bentley asegura que cada vez "es más frecuente dar con organizaciones
que trabajan en un ambiente de colaboración dinámica",
en el que interactúan diversos equipos interdisciplinarios, con una
variedad de aplicaciones específicas, con características globales,
y en un lapso durante el cual ese ambiente se modifica continuamente.
Castrejón describe que la información originada por cada área
-diseño, ingeniería, finanzas, jurídico, ambiental, mantenimiento,
etc.-, se asimila de manera concurrente, enriqueciendo y potenciando la información:
"Un plano electrónico dibujado originalmente por una persona puede
transformarse en un documento que contiene historial del diseño, memoria
de construcción, bitácora de operación, información
de costos, modificaciones requeridas por normatividad ambiental, ligas a otros
documentos y bases de datos, respaldo de aspectos legales, etc." La información
se transforma en contenido, "y el contenido es una consecuencia del uso
y manejo responsable de la misma".
El contenido, de ese modo, puede ser utilizado en repetidas ocasiones, y "cada
vez que el contenido sea utilizado -aclara Castrejón-, el costo asociado
a su generación se abate, promoviendo así el retorno de la inversión."
Estos conceptos acerca del ambiente de colaboración y la aplicación
de la tecnología en la construcción se amplifican en la entrevista:
¿Cuánto
apoyan las nuevas tecnologías de la información a las técnicas
de construcción, y cómo ha evolucionado Bentley Systems en consonancia
con las nuevas demandas de los diseñadores?
Yo creo que tenemos que hacer una distinción muy clara entre cómo
apoyan, cómo participan, cómo están presentes. Mi percepción
es que la tecnología está presente en todos lados, pero eso
no necesariamente es bueno.
Tener presencia, por supuesto, implica que ya hubo un cambio ideológico;
que se decidió dar un gran paso. Como dijimos en su momento, dejamos
el restirador físico para pasarnos al restirador electrónico.
Pero eso no es más que la idea de cambiar. Y lo que es muy peligroso
es cambiar sólo porque todo el mundo lo está haciendo.
¿La tecnología
puede hacer daño?
Tenemos que entender cuáles son las formas en que podemos aprovechar
efectivamente la tecnología. Y es muy importante evitar que nos haga
daño. Podemos llevar a grandes grupos de trabajo a ser más ineficientes
mucho más rápidamente. Podemos promover, involuntariamente,
la generación de un cáncer interno que avance a toda velocidad.
La participación de la tecnología no debe ser nada más
reconocer que ya tenemos computadoras, y que ya dibujamos electrónicamente.
En realidad, debemos preguntarnos qué estamos haciendo con eso.
Creo que en nuestro mercado particular, el Mercado ECO (por sus siglas en
inglés) -Ingeniería, Construcción y Operación-
está latente el riesgo de dar una vuelta equivocada. De hecho, hemos
empezado a ver síntomas importantes, que sin der aún algo totalmente
destructivo, creo que es el momento de poner atención. La presencia
de Bentley como tecnología intenta capitalizar sobre la tecnología
y no generar problemas tecnológicos.
¿Cuáles
son los pros y contras del trabajo en colaboración?
Yo creo que el principal problema con la colaboración, o la principal
desventaja, es precisamente el mito de la colaboración. En un sentido
coloquial, podemos decir que colaboramos simplemente por el hecho de platicar.
Cuando intercambiamos ideas ya estamos colaborando. En el mundo ECO, la colaboración,
por las características del mercado, de la disciplina en sí,
es un concepto mucho más complejo.
Vemos que participan grupos multidisciplinarios y multigeográficos.
De hecho, dejó de ser cierto que la ingeniería la hacen sólo
los ingenieros. Más adelante vamos a ver quién es quien hace
ingeniería en este mercado, y vamos a descubrir que está muy
lejos de que la hagan únicamente los ingenieros.
Yo creo que el principal problema con los conceptos actuales de colaboración
es que se habla de una colaboración muy primaria, muy primitiva, que
se presenta como se presentaron en su momento los elegantes conceptos y las
etiquetas de la calidad total, la reingeniería, el CRM, el ERP.
Alguien sugiere que metamos un sistema ERP y ya con eso creemos que estamos
en la avanzada tecnológica. Y en muchas ocasiones encontramos que son
efectivamente una organización con un ERP
y con quinientos mil
problemas debidos al ERP.
El problema con la colaboración es que la gente ha adoptado un concepto,
pero hemos encontrado muchas veces que lo ha entendido mal, y que sigue siendo
un mito.
Fundamentalmente se ha traducido en un resultado que interesa a todo mundo:
La NO recuperación de la inversión que hago en tecnologías
de información. Y eso es un pecado, es seguir hablando de que compramos
tecnologías de información con la misma actitud con la que compramos
unas simples tazas. A cualquier lugar que vayas y digas cuánto te costaron
tus tazas te van a decir: quinientos pesos. Y, ¿en cuánto tiempo
vas a recuperar la inversión? Te van a decir: nunca. Es más,
tu inversión se va a perder, porque tarde o temprano se van a romper.
Si nosotros adquirimos tecnología y no sabemos en cuánto tiempo
vamos a recuperar esa inversión, estamos comprando tazas. Pero el problema
es que las tazas cuestan quinientos pesos y la tecnología cuesta cientos
de miles de dólares.
Por lo pronto, la esfera gerencial de alto nivel ejecutivo no se va a molestar
porque ya no se recupere el dinero de las tazas, pero si va a haber un problema
muy serio si no se recuperan las inversiones en las tecnologías de
información.
Existe en los inversionistas cierto temor a lanzarse a una aventura de inversión,
sobre todo en una industria como la de la construcción, que ha sido
tan golpeada por la crisis.
¿Cómo
hacen las empresas como Bentley Systems para manejar esta circunstancia financiera
por la que atraviesan sus clientes?
La buena noticia, y aquí regreso un poco a la pregunta anterior, es
que la colaboración tiene una gran proyección. Y tiene un gran
valor si la manejamos de la manera correcta.
La buena noticia, como decía, es que cualquier organización
que haya operado razonablemente, desde el momento en que posee información
tiene una gran riqueza potencial. Si una organización se quedó
atrás y carece de información, es que prácticamente no
hizo nada, y puedes decir que está muerta, o que va para abajo. Pero
cualquier organización, aunque se encuentre en un serio conflicto financiero
y no esté segura de invertir o no, tiene una riqueza implícita,
quizá escondida, que se llama información, y nosotros podemos
hacer resaltar su valor, de tal manera que se convierta en algo muy útil
y que la vuelva financieramente una empresa muy productiva.
¿Cómo? Optimizando resultados, optimizando formas de
trabajo; reducción de personal, si es necesario, o reducción
en costos de telecomunicaciones, entre otros.
Es decir, ¿deben
hacer una especie de autoanálisis para saber si pueden invertir?
Más bien, creo que son dos mensajes: el primero es que estos inversionistas
deben tomar la decisión de invertir en tecnología de información,
y el segundo, que deben entender que tienen que dar varios pasos. El primero
es recuperar su potencial que está enterrado, como una mina, pero que
ahí lo tienen.
Lo tienen en formas de planos o en el papel; lo tienen materializado en la
experiencia y los conocimientos de la gente; en los departamentos aislados,
en los legales, los financieros, los administrativos; en los ingenieros, en
los arquitectos, en el área de control de calidad, etcétera.
Todo eso ahí está. Se trata de un rompecabezas: "¡Caray!,
me compré un cuadro de Picasso, pero no lo veo". La buena noticia
es que cuentan con todas las piezas, y lo que deben hacer es conjugarlas para
obtener algo que tenga valor. El Picasso suelto no va a valer nada, pero si
lo armamos bien puede ser una cosa con valor.
¿Se trata de
armar las piezas del proyecto entre todos?
Precisamente. De armar los mecanismos, los procedimientos que hagan de la
colaboración una forma de vida. Si tú pones atención
a lo que es la tecnología de información, hablas de implementar
tecnología. Y eso es una acción. Colaboración no es una
acción, es una forma de operar, y es mucho más importante porque
no tiene fin. No es una actividad finita, es una actividad que va hacia adelante
todo el tiempo y se retroalimenta consigo misma. Cuando implementas mecanismos
de colaboración tienes flujos de información hacia todos lados.
Yo creo que los inversionistas van a encontrar que las operaciones que puedan
ser cuestionables desde el punto de vista financiero, ahora pueden ser rescatables.
La buena noticia que quiero transmitir es que no van a ser inversiones muy
cuantiosas porque de hecho ya se hizo el trabajo. Ya se dieron los pasos iniciales
para adoptar el mundo del cómputo en general, el mundo de las comunicaciones,
el dibujo electrónico, las bases de datos, y demás. Todas esas
piezas aisladas son precisamente las que pueden armar el rompecabezas.
¿Bentley Systems
hace una evaluación de los recursos tecnológicos que tiene el
cliente y le recomienda lo que se puede rescatar de ellos y/o desechar sus
equipos incompatibles? O más bien, ¿Bentley es compatible
con todas las plataformas y entonces siempre es posible integrar todo lo que
tiene su cliente?
Claro que ofrecemos a nuestros clientes este tipo de asesoría, aunque
el problema no es tan grave. Sí vamos a encontrar problemas graves
en quien estuvo trabajando en un Main Frame, por ejemplo. Los Main Frames
son para otro tipo de cosas. Son para la administración masiva de gente,
de recursos, etc. El mercado en el que estamos nosotros, aun cuando lo integran
compañías muy grandes, no requiere del mundo de los Main Frames
ni de las tecnologías sofisticadas o específicas.
Estamos hablando fundamentalmente del mercado cliente-servidor, del mundo
de las computadoras personales, de internet, y de aplicaciones sobre estas
plataformas. Nada verdaderamente elaborado. Aquí lo que ha faltado
es un modelo, una guía que nos diga cómo debemos construir estas
organizaciones.
En general, hemos encontrando, en 98% de los casos, que nuestros clientes
tienen un componente muy importante que es rescatable. La inversión
inicial se va a ver disminuida, porque ya existen muchas cosas. Lo que tenemos
que hacer rápidamente es integrar esto a un proceso adecuado y establecer
los procedimientos hacia adelante que impidan que vuelva a pasar algo similar.
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