VII Congreso Nacional de Consultoría
Doctor Jorge Díaz Padilla
El último congreso de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría tuvo lugar en la ciudad de Puebla. El director técnico de la reunión presenta aquí los conceptos más importantes que se expusieron y da cuenta de las inquietudes planteadas por los representantes de esta industria así como del consenso que se logró en cuanto a las acciones prioritarias que deben promoverse.
Las conclusiones derivadas de las conferencias magistrales, sesiones simultáneas y sesiones plenarias que conformaron el programa técnico del VII Congreso Nacional de Consultoría han permitido identificar, con toda claridad, el parteaguas por el que está atravesando nuestra actividad.
En las vísperas de un nuevo milenio, a 13 años de fundada la Cámara y a casi medio siglo de que se crearan las primeras firmas de consultoría en el país, la globalización de la economía y su acelera-miento como consecuencia de la dramática caída en los costos de las telecomunicaciones y del procesamiento de información, están oca-sionando profundos cambios en la naturaleza misma y el que hacer cotidiano de nuestra industria.
En la primera conferencia magistral del Congreso, el doctor Francisco Barnés de Castro, rector de nuestra máxima casa de estudios, señaló: «La etapa por la que se encuentra transitando la humanidad, la era del conocimiento, se caracteriza por la gran cantidad de información disponible y su fácil acceso a través de los medios electrónicos de comunicación, así como por el alto grado de especialización que requiere el mercado de trabajo y los cambios que se producen en su estructura».
El punto de partida de nuestro Congreso fue un mensaje del rector de la UNAM, quien advirtió: «La era del conocimiento está configurando un nuevo orden económico, político, social, cultural y educativo en el cual las sociedades que logren destacar serán aquellas que tengan la capacidad de controlar las fuerzas del cambio, de utilizar oportuna e inteligentemente la vasta información universalmente disponible y adaptarse rápida y productivamente a las cambiantes condiciones que se suceden con un ritmo cada vez más acelerado. En este nuevo orden, desempeñarán un papel decisivo los grupos laborales altamente capacitados, las empresas del conocimiento y los sectores académicos que cuenten con mecanismos eficaces de vinculación con la sociedad».
El doctor Felipe Ochoa Rosso, en la segunda de las conferencias magistrales, disertó de manera brillante sobre la situación actual y la problemática de nuestra industria a la luz de la apertura mundial y la economía digital, identificando el conocimiento con valor agregado como un sector estratégico que ningún país puede darse el lujo de no producir, a riesgo de perder su independencia económica.
A este respecto, el doctor Ochoa nos estimuló y desafió con el siguiente mensaje: «México no puede aceptar que otros países le di-señen y construyan su infraestructura, ni que le definan su estrategia corporativa, si cuenta con una industria del conocimiento propia que sirva de puente entre el saber y el hacer, y que ciertamente ha sabido sobrevivir a los vaivenes económicos del último cuarto de siglo».
Consenso y acciones conjuntas
Después de tres días de intenso trabajo, las opiniones de nuestros compañeros consultores, clientes y «socios», tanto en la academia como en el gobierno, apuntan en una misma dirección y señalan un conjunto de acciones prioritarias que necesitan atenderse urgentemente con instrumentaciones creativas. La conclusión fundamental de las jornadas de análisis y discusión durante este VII Congreso fue que «es preciso acelerar el fortalecimiento de las empresas de consultoría ante los embates de la globalización y las amenazas de la apertura, organi-zándolas para competir en un mercado doméstico con reglas claras y equitativas, y preparándolas para promover su incursión en los mercados del exterior».
Se observó un consenso por parte de los distintos participantes en la actividad de la consultoría acerca de la importancia estratégica que re-viste no sólo el reforzar esta industria sino el hacerlo a pasos acelerados.
Desde el punto de vista del sector académico, el doctor Barnés de Castro señaló: «Me parece importante subrayar que la UNAM y las empresas consultoras tienen la oportunidad de explorar un proyecto común que permita el desarrollo y crecimiento de todas las partes, la integración de una red de empresas consultoras. Una red sustentada con reglas claras, que den confianza a las partes involucradas y la seguridad de que se trabajará con la discreción y confidencialidad necesarias para garantizar que la información acumulada sea utilizada en forma ética y confidencial».
Por su parte, la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) presentó diversos programas de apoyo para la incorporación de las firmas consultoras a las cadenas productivas además, como resultado del diálogo sostenido con el licenciado Decio de María Serrano, subsecretario de Promoción a la Industria y el Comercio Exterior, la Secofi ofreció elaborar el Plan Sectorial de la Industria de Consultoría, iniciativa que es aplaudida jubilosamente por parte de la Cámara. Queremos agradecer ampliamente el apoyo ofrecido a la CNEC por el licenciado De María, quien recibió la solicitud formal de contar con un interlocutor apropiado y de alto nivel entre la Secofi y nuestra Cámara.
De las sesiones plenarias celebradas con la participación de algunos demandantes de servicios de consultoría surgió un llamado para que los consultores y sus clientes adecuen sus relaciones de trabajo según un nuevo enfoque de alianzas. Así, por ejemplo, el Instituto Mexicano del Petróleo propuso colaborar en el desarrollo de proveedores de ingeniería para la industria nacional. Pemex Refinación resaltó la necesidad de cumplir sus ambiciosos programas de trabajo y, simul-táneamente, de coadyuvar a la consolidación de nuestra industria. En forma complementaria, se puso de manifiesto la importancia de contar con una sólida industria del conocimiento para la conceptualización, el diseño, gestión, coordinación, control y puesta en marcha de los proyectos de carácter regional.
El Plan Estratégico 1998-2001
Como seguimiento del proceso iniciado por la Comisión de Planeación Estratégica al cumplirse la primera década de existencia de la CNEC, en la sesión de abril pasado el Consejo Directivo aprobó el Plan Estratégico 1998-2001, como hilo conductor del proceso continuo de planea-ción de la Cámara y sustento de su visión y misión. En concor-dancia con lo señalado antes, el primer objetivo de dicho Plan señala la necesi-dad de fortalecer la capacidad de la consultoría nacional y posicionarla en los mercados nacional e internacional para ampliar las oportunidades de negocios. A su vez, dicho objetivo se desdobla en cuatro retos y para cada uno de éstos se formulan estrategias de carácter específico.
Las conclusiones y recomendaciones de este VII Congreso Nacional de Consultoría permiten identificar un conjunto de acciones cuya implantación servirá para apoyar el logro de los objetivos contenidos en el Plan Estratégico, que incluye en su diseño y el empleo de conceptos tales como alianzas, sinergia, complementación, trabajo en equipo y relaciones de socios.
Una buena parte de nuestras sesiones se dedicó a buscar que las firmas den mejor respuesta y nivel de servicio a sus clientes. Promoción, capital humano, alianzas, competitividad, certificación, tecnología y capacitación son algunos de los temas analizados en detalle y cuya relevancia e interdependencia no pueden soslayarse. Al final de cuentas, se trata de «la calidad y el prestigio» de las empresas de consultoría, conceptos fundamentales desarrollados por el licenciado Manuel Bartlett Díaz durante la ceremonia inaugural del Congreso.
Tal y como fuera señalado por el ingeniero Edwin Simpson Espinosa, presidente del Consejo Consultivo de la CNEC durante la glosa de una de las sesiones plenarias, «la industria del conocimiento es un sistema que debe ser diseñado como tal, reconociendo y analizando cada una de sus partes individuales así como las conexiones e interacciones entre las mismas».
Un componente básico del «sistema de la industria del cono-cimiento» corresponde a la normatividad en materia de selección de consultores, adjudicación y contratación de servicios de consultoría relacionados con la obra pública.
En ese contexto, durante la sesión-discusión titulada «¿Necesita una modificación la ley de adquisiciones y obras públicas»?, se respon-dió de manera afirmativa y categórica a esta pregunta, apuntándose las coyunturas existentes para que el esfuerzo de casi cuatro años y medio organizado a través de asociaciones profesionales y organismos empresariales, entre los que destaca nuestra Cámara Nacional de Em-presas de Consultoría, culmine positivamente y se reforme dicha ley.