Aplicaciones estructurales del concreto lanzado
James Warner
PRESENTACIÓN:
Un reconocido profesional de la ingeniería, gran conocedor de la tecnología del concreto lanzado, transmite en este artículo su experiencia de trabajo en estructuras fuertemente reforzadas. Sus recomendaciones y sugerencias dan cuenta de los pormenores de una aplicación que él considera con grandes perspectivas de desarrollo.
El uso extendido del concreto lanzado en colados masivos, secciones gruesas o secciones fuertemente reforzadas no ha tenido lugar aún en muchas partes del mundo, incluyendo a Estados Unidos. Numerosos profesionales opinan con frecuencia que tales aplicaciones son inapropiadas, y frecuentemente expresan sus dudas de que el trabajo se pueda realizar satisfactoriamente. A pesar de esta aparente resistencia, el hecho es que, durante muchos años, una gran cantidad de concreto lanzado estructural de calidad se ha realizado con gran éxito.
En la experiencia del autor de este artículo, se cuenta trabajo con varillas de refuerzo tan grandes como del núm. 14, con claros de espaciamiento tan pequeños como los de 7.6 cm, que se han encajonado satisfactoriamente, así como también capas múltiples de varillas de hasta el núm. 6, espaciadas a 1.50 cm a centros. Existe abundante literatura que describe instalaciones de concreto lanzado en las que se trabajó satisfactoriamente con varillas muy grandes y, en algunos casos, refuerzo cerradamente espaciado. Se incluyeron fotografías de 1965 de varillas del núm. 14 cerradamente espaciadas en un artículo que describe la construcción de un muro de contención de concreto lanzado. En 1973, Strand presentó detalles de los criterios de diseño para la rehabilitación de la estructura de un hospital de concreto de 10 pisos, en la que se trabajó con varillas de refuerzo de hasta el núm. 11. En un artículo de 1979 acerca de la rehabilitación del edificio de una escuela secundaria, se describió el concreto lanzado de nuevos muros de apuntalamiento que tenían 43 cm de espesor por 3.7 m de alto y contenían varillas del núm. 11. Isaak y Zynda presentaron casos que detallaban la construcción de cuatro estructuras separadas, incluyendo muchas fotografías de varillas de refuerzo pesadas y muy apretadamente espaciadas. Debe considerarse que tal trabajo requiere un operador de boquilla de habilidad excepcional, auxiliado por una cuadrilla igualmente competente.
California en el liderato
El liderato principal en este tipo de trabajo lo ha tenido California, en donde se ha practicado durante mucho tiempo en trabajos de reparación sísmica y refuerzo de estructuras. En respuesta al terremoto de Long Beach de 1933, el estado de California adoptó la legislación conocida comúnmente como el Acta de Campo, que exige el reforzamiento de todos los hospitales y edificios de escuelas hasta un nivel prescrito. El concreto lanzado reforzado de mezcla seca para aumentar los muros de tales estructuras habitualmente de construcciones de mampostería no reforzada llegó a ser tan frecuentemente usado que se convirtió casi en estándar. El aumento de los muros a menudo incluía nuevos o engrosados elementos de frontera, y en algunos casos, elementos completamente nuevos. Este autor recuerda muy bien la primera aplicación de concreto lanzado que observó en fecha posterior a 1950. Se trataba de la rehabilitación, según el Acta de Campo, del edificio de una escuela en donde el refuerzo nuevo alrededor de las aberturas era de varillas del núm. 7 o del 8.
A medida que avanzaba la práctica, se hicieron comunes elementos reforzados cada vez más grandes y más pesados, hasta el punto en que las secciones de concreto lanzado de un grosor de varios centímetros (figura. 1) que contenían capas múltiples de refuerzo (figura. 2) con varillas individuales tan grandes que llegaban hasta el núm. 14, son ahora una cosa rutinaria. A medida que los requisitos del trabajo se ampliaban, los contratistas establecidos desarrollaron procedimientos para producir trabajos de calidad, y estos procedimientos están ahora bien establecidos y se usan rutinariamente en California, así como en muchas otras partes, tanto para nuevas estructuras como para el reforzamiento de las ya existentes.
Otro procedimiento que tuvo su origen en California fue el concreto lanzado de mezcla húmeda. El desarrollo de máquinas para enlucido con las que podían rociarse mezclas de arena, condujo a la creación de equipo moderno de bombeo de concreto. Puesto que los mismos pioneros que construyeron aquellas primeras bombas para enlucido avanzaban hacia el bombeo del concreto, era natural que se hiciera un intento por aplicar el concreto en forma de espray.
Este autor ha tenido la buena fortuna de estar involucrado en aquella primera etapa del desarrollo, y gracias a sus antecedentes con concreto lanzado, para sorpresa de sus colegas del "gunite," realizó muchas obras pioneras de mezcla húmeda mucho antes de que este proceso fuera ampliamente aceptado.
Mezcla húmeda frente a mezcla seca
El proceso de mezclado húmedo tiene muchas ventajas en las colocaciones masivas fuertemente reforzadas. En el concreto lanzado de mezcla seca, tiene suma importancia la manipulación cuidadosa de la boquilla por parte del operador para mezclar completamente la corriente del material cuando sale de la misma. En el concreto lanzado de mezcla húmeda no se requiere esta manipulación cuidadosa de la boquilla para completar el proceso de mezclado, de modo que la velocidad de colocación puede ser significativamente más alta, y las habilidades requeridas del operador de la boquilla no son tan grandes. Sin embargo, es de suma importancia la habilidad para dirigir la boquilla hacia adentro, alrededor, y por detrás del refuerzo, y para facilitar el encapsulamiento completo del acero de refuerzo. Además, el proceso de mezcla húmeda crea menos material de rebote y polvo y se obtiene una mayor economía. Se han realizado trabajos de mezclas húmedas en estructuras más altas de 90 metros).
Como ocurre con todo, existen desventajas en el mezclado húmedo. La principal es el demasiado revenimiento o contracción debido al agua excesiva que debe incluirse para obtener bombeabilidad. Esto no constituye un problema tan grande como alguna vez lo fue, porque ahora se dispone de moderno equipo de bombeo de muy alta calidad, capaz de bombear mezclas de muy bajo revenimiento. Además, los aditivos reductores de agua pueden disminuir drásticamente los requisitos de agua. Sin embargo, a veces se encuentra uno con problemas relativos a la obtención de una buena adherencia entre el nuevo concreto lanzado y el exterior de la construcción existente. Pero esto no es una gran dificultad si se cuenta con operadores o cuadrillas que posean gran habilidad y utilicen la tecnología más avanzada en el proporcionamiento de la mezcla; tales problemas pueden evitarse deteniendo la colocación a corta distancia de la construcción existente, y completándola después de cierto tiempo, probablemente con un material de mezcla seca (figura 3).
Después de haber aprendido desde hace mucho tiempo la tecnología del concreto lanzado en aplicaciones estructurales fuertemente reforzadas, y después de haber participado en muchos proyectos estructurales importantes que involucraron concreto lanzado de mezcla seca y de mezcla húmeda, a este autor se le hace difícil entender por qué la tecnología ha avanzado tan lentamente, y por qué tantos trabajadores experimentados de concreto lanzado siguen desconociendo su bien adquirido estatus.
Trabajo estructural
La diferencia principal entre el concreto estructural pesado y sus variedades más comunes, es el requerimiento de grandes cantidades de acero de refuerzo, con frecuencia combinado con secciones más gruesas o más profundas. A fin de facilitar el encapsulamiento completo del acero, se requiere un buen criterio en la configuración y junteo del refuerzo, a fin de permitir la latitud más grande posible en la dirección de la boquilla lanzadora. Además, existe la gran posibilidad de que material de rebote quede atrapado, especialmente en secciones profundas en las que hay múltiples capas de acero de refuerzo. Así pues, se requiere y se dispone de técnicas de concreto lanzado que minimizan el encapsulamiento del material de rebote combinado con un medio para quitar efectivamente aquel que no es acumulable.
Acero de refuerzo
Se debe tener un cuidado extra en el diseño, detallado e instalación de refuerzo estructural pesado. Es importante en el proceso de diseño medir el tamaño y configurar el acero de refuerzo a fin de proporcionar el mayor acceso posible para la operación de la boquilla, y reducir la oportunidad de que quede atrapado el material de rebote. Deben colocarse muchas capas de varillas de modo que permitan el encapsulamiento completo de la capa más distante. Se deben evitar los empalmes traslapados empleando empalmes soldados o mecánicos (figura 4), o procurando una separación de las varillas traslapadas. Se puede aliviar la congestión de amarres para columnas y estribos de vigas que tienden a estar muy cerradamente espaciados en áreas de actividad sísmica, utilizando empalmes mecánicos del tipo agarradera (figura 5) que pueden obtenerse fácilmente y están aprobados por las autoridades de los reglamentos.
Control de moldes y de alineamiento
Hasta donde sea posible, no deben utilizarse moldes que restrinjan o limiten la dirección de la boquilla. El diseño de los moldes y la secuencia de construcción deben establecerse con mucha anticipación, con la colaboración del contratista de concreto lanzado. Debe considerarse el montaje en secuencia de los moldes para elementos que contienen una gran concentración de varillas de refuerzo en una sola superficie, tales como el lecho bajo de una viga. En tales casos, el molde para el lecho bajo puede construirse sólo inicialmente. El refuerzo concentrado en la parte inferior de la viga puede después encajonarse con concreto lanzado (figura 6), facilitado por la posibilidad de lanzarlo desde cualquier lado o desde arriba. Una vez que esto se ha completado, se puede levantar inmediatamente un molde lateral contra el cual colocar el concreto lanzado restante (figura 7). De manera similar, en donde existen fronteras u otras grandes varillas de refuerzo adyacentes a aberturas o esquinas (figura 8), es mejor evitar los moldes para las aberturas. En tales casos, se pueden utilizar alambres para lograr el alineamiento.6
El acceso de la boquilla debe ser una consideración prioritaria en todas las fases de planeación para los proyectos de concreto lanzado estructural. Esto generalmente necesitará de la cooperación y la planeación previa de todos los participantes, incluyendo carpinteros de cimbra y constructores, habilitadores de varillas de refuerzo, y operadores de concreto lanzado.
Operación de la boquilla
Es de vital importancia que la acumulación progresiva del concreto lanzado sea ocurra de tal manera que deje la menor posibilidad para que se junte material de rebote. Las secciones gruesas deben ser construidas en capas que tengan una inclinación de aproximadamente 45 grados, y también debe mantenerse una pendiente en la dirección longitudinal, de modo que el material de rebote no se acumule por detrás de las varillas de refuerzo horizontales (figura 9).
Se requerirá el movimiento constante de la boquilla, y con frecuencia será necesario mantenerla de tal manera que el material se extienda completamente alrededor del refuerzo. El proceso de mezcla húmeda presenta una ventaja muy marcada en los lugares donde se tiene mucho refuerzo ya que el concreto puede ser aplicado más fácilmente alrededor y dentro de las varillas (figura 10). Con el concreto lanzado de mezcla seca, la boquilla debe ser manipulada de tal manera que extienda y mezcle completamente el material al golpear la superficie receptora. Esto requiere que la boquilla se mueva continuamente sobre el refuerzo, resultando así una gran cantidad material de rebote. Obviamente, a medida que la densidad del refuerzo se hace más grande, la cantidad del material de rebote se incrementa, y puede llegar a más de 50 por ciento del material total lanzado. Por esta razón, el proceso de mezcla húmeda es preferible en donde existe refuerzo muy pesado. Puesto que el agua en la mezcla húmeda se dispersa completamente antes de alcanzar la boquilla, se requiere mucho menos manejo de ésta, que se puede posicionar de manera de dirigir a discreción el material ya mezclado según se requiera. De hecho, con el refuerzo muy pesado o colocaciones muy profundas, no es extraño mantener la boquilla en la sección y entre el refuerzo (figura 11).
Puede ser necesario incrementar la cantidad de agua en la boquilla de mezcla seca o incrementar el revenimiento en el caso de la mezcla húmeda, para auxiliar al concreto lanzado "a envolver" el acero. Una ventaja del concreto lanzado de mezcla seca es que el operador de la boquilla puede ajustar constantemente la cantidad de agua en la mezcla, tal como se requiera. Con el concreto lanzado de mezcla húmeda, el revenimiento no puede ser ajustado cuando se desee, de modo que en la obra usualmente se continuará empleando el máximo revenimiento que se requiera. En algunos casos, esto puede restringir el espesor del material que pueda depositarse en una pasada cualquiera.
Obviamente, es una necesidad absoluta el uso continuo de un operador de soplete para quitar cualquier acumulación del material de rebote (figura 12) al colocar concreto lanzado para este tipo de aplicación estructural, ya que siempre da lugar a una gran cantidad de material de rebote atrapado.
Juntas
Al igual que con cualquier concreto lanzado, es crucial la limpieza apropiada y la preparación de las juntas entre las capas o entre colocaciones individuales, a fin de obtener un producto satisfactorio. Esto se vuelve todavía más crítico cuando existen secciones profundas. Antes del fraguado, todas las superficies contra las cuales habrá de colocarse más concreto lanzado, deben ser raspadas o cepilladas con un cepillo grueso (figura 13), a fin de quitar cualquier lechada u otros materiales inapropiados, y proporcionar una superficie limpia y rugosa. Debe quitarse del acero de refuerzo todo el material rociado en exceso antes de su endurecimiento.
Las juntas horizontales deben tener una pendiente a un ángulo de aproximadamente 45 grados, a fin de facilitar la aplicación y evitar la acumulación del material de rebote (figura 14). Se han expresado algunas preocupaciones ocasionales en el sentido de que tal geometría podría disminuir la capacidad de carga de los miembros sujetos a cargas de compresión, y, de hecho, tal discusión se incluyó en la "Revisión Propuesta de: Especificaciones para Materiales, Proporcionamiento, y Aplicación de Concreto Lanzado (ACI 506.2)", que apareció en el número de enero-febrero de 1994 del ACI Materials Journal. Esta revisión recomienda: "especifique juntas cuadradas para juntas de construcción sujetas a cargas de compresión". Desafortunadamente, el uso de juntas cuadradas incrementa el riesgo de que quede atrapado material de rebote, especialmente en secciones más profundas o muy reforzadas, que son comunes en la práctica actual (figura 1) y también incrementan en gran medida la dificultad de un relleno apropiado de los espacios por detrás del refuerzo.
Se han usado juntas inclinadas en literalmente miles de aplicaciones estructurales durante más de 45 años, sin que se haya presentado algún problema de transferencia de carga. Apartarse de tal práctica, cuya validez está bien probada, no ofrece beneficios, y es seguro que creará muchos nuevos problemas. La convicción firme de este autor es que las juntas horizontales deben continuar estando inclinadas, tal como se ha hecho de modo casi exclusivo, y con éxito en virtualmente todas las aplicaciones estructurales previas.
Calificación del contratista
El concreto lanzado estructural requiere los más avanzadas procedimientos y habilidades, y éstos pueden estar más allá de la capacidad de muchos aplicadores de concreto lanzado que tienen experiencia en los otros aspectos. Es por lo tanto imperativo que los contratistas propuestos presenten evidencia de la terminación exitosa de proyectos estructurales de complejidad similar al que se está considerando. Del mismo modo, los requisitos de habilidad para los operadores de boquilla y la cuadrilla de apoyo son mucho mayores que los que a menudo se encuentran en otros trabajos de concreto lanzado. Por esta razón, la precalificación tanto de los contratistas como de las cuadrillas se recomienda de manera especial para las aplicaciones estructurales. Debe hacerse notar que la precalificación del operador de boquilla está de acuerdo con ACI 506.3R, que especifica que un aplicador de boquilla posee la capacidad básica para la operación de la boquilla, pero no necesariamente está calificado para aplicaciones estructurales complejas.
En proyectos grandes o particularmente difíciles, se recomienda la terminación satisfactoria de paneles de prueba grandes o modelos a escala real (figura 15) representativos de la sección más difícil del trabajo de producción. El trabajo debe desarrollarse bajo las condiciones de trabajo en la obra y con el mismo operador de boquilla, cuadrilla y equipo que han de emplearse en el trabajo de producción. La sección de prueba debe preseleccionarse y detallarse en los documentos del contrato, incluyendo el tamaño y disposición del acero de refuerzo. La sección de prueba también debe ser representativa de la mayor congestión que ha de encontrarse en el trabajo de producción. Después de terminarse, pero antes del endurecimiento, se puede escarbar una pequeña parte de modo que se confirme la ausencia de material de rebote o vacíos por detrás del refuerzo.
Después del endurecimiento, se pueden quitar los especímenes de la sección de prueba por medio de corte con sierra de diamante o puede sacarse un corazón para inspección visual, a fin de confirmar el encajonamiento del acero de refuerzo, la ausencia de material de rebote atrapado y la calidad general del trabajo. Si la resistencia es una preocupación, pueden practicarse pruebas apropiadas a los especímenes en un laboratorio.
En donde vaya a emplearse más de una cuadrilla u operador de boquilla, cada uno debe completar satisfactoriamente los paneles de prueba. Sólo debe permitirse desarrollar el trabajo real de producción a aquellos operadores de boquilla y cuadrillas de apoyo que hayan sido precalificados como resultado de la terminación satisfactoria. Mientras que tales pruebas de calificación generalmente se hacen en modelos a escala real de la estructura pertinente, también se puede utilizar una sección apropiada del trabajo real como el principio del proyecto. (¿O al comenzar el proyecto?) (ver)
Se debe contratar un inspector calificado de base con tiempo completo para el trabajo de concreto estructural. Además de observar constantemente la operación de la boquilla, ocasionalmente debe quitarse algo del material de concreto fresco lanzado desde atrás del refuerzo grande o congestionado. Esto confirmará el relleno completo y la ausencia de material de rebote u otras condiciones no satisfactorias. Obviamente, tal inspector debe también procurar los especímenes requeridos para la evaluación de la resistencia. En los casos en que la resistencia del trabajo terminado sea cuestionada, se pueden procurar especímenes de corazones para pruebas, tal como se hace con el concreto normal.
Concreto lanzado frente a concreto
Debido a la naturaleza de su composición, el concreto lanzado no debe compararse directamente con el concreto colado convencionalmente. Aunque pueden obtenerse fácilmente las resistencias especificadas, y con frecuencia éstas pueden sobrepasarse ampliamente, es común que haya una considerable variación de resistencia en diferentes lugares dentro de una colocación.
En el trabajo de mezcla seca, se puede experimentar también una considerable variación de la relación agua/cemento. Deben esperarse imperfecciones menores tales como pequeños vacíos, pequeñas cantidades de material de rebote atrapado y visibles líneas de aplicación, y no deben desviarse de la aceptabilidad general, tal como se establece para el rendimiento a largo plazo de muchas aplicaciones estructurales significativas.
Un método práctico para evaluar el significado de tales imperfecciones en corazones de concreto estructural es el que establece que el área total de vacíos o de material de rebote no deben exceder el uno por ciento del área del corazón. Sin embargo, se requiere sentido común al juzgar tanto el tamaño como la configuración de los defectos individuales, y debe considerarse su relación con el acero de refuerzo. Por ejemplo, un vacío de 1 pulg.2 (600 mm2) debe ser de mucha mayor importancia si se localiza adyacente a una pequeña varilla de refuerzo que si estuviera adyacente a una varilla mucho más grande. Obviamente, si estuviera completamente alejada de cualquier refuerzo, sería de poca importancia.
En reconocimiento de lo anterior, el Comité 506 del ACI ha incluido un sistema de graduación de corazones en su documento recientemente revisado "Especificación para Materiales, Proporcionamiento y Aplicación del Concreto Lanzado." En él, se delinean cinco grados de corazones, siendo el más alto el grado 1, que permite un vacío máximo de 1/8 por 1/4 de pulg. (3.2 por 6.4 mm). Un corazón de grado 4 puede contener una imperfección mayor con dimensiones de hasta "1 pulg. (25 mm ) perpendicular a la cara del corazón con un ancho máximo de 1 1/2 pulg. (38 mm)", y el extremo del corazón "puede ser arenoso y con vacíos que contengan material rociado en exceso a una profundidad de 1/8 pulg. (3 mm)." El corazón de grado 5, el de menor calidad, sería cualquier corazón que no cumpliera con los requisitos del grado 4.
Existe una gran controversia respecto al sistema de graduación de corazones, en la que participan muchos oponentes, incluidos varios miembros del comité. El sistema, aunque significa un paso en la dirección correcta, tiene sin embargo algunas deficiencias. Una, de la mayor importancia, es que falla en la correlación del tamaño del defecto permitido con la proximidad y tamaño del acero de refuerzo.
Finalmente, se impone una advertencia. En reconocimiento a su uso extendido y bien establecido en aplicaciones estructurales, las expectativas respecto al concreto lanzado son cada vez mayores. Sin embargo, existen limitaciones prácticas, y es imperioso que se reconozcan. Las colocaciones individuales deben procurar un espacio para mover la boquilla hasta los lugares más distantes y permitir la salida tanto de aire como de material de rebote. Se requiere suficiente espacio para que el operador de boquilla y el operador de soplete puedan trabajar uno al lado del otro todo el tiempo que sea necesario. Tanto los contratistas como los especificadores deben saber cuándo decir "no". A este respecto, se aconseja una consulta con los operadores de boquilla muy experimentados en aplicaciones estructurales, antes de especificar aplicaciones que requieran un rendimiento extraordinario.
FOTOGRAFÍAS
Figura 1. Con frecuencia se encuentra uno con elementos muy gruesos y fuertemente reforzados en obras de concreto lanzado estructural, especialmente en áreas de actividad sísmica.
Figura 2. Son comunes las múltiples capas de refuerzo que se trabajan fácilmente con el concreto lanzado.
Figura 3. Es importante una buena adherencia a una construcción ya existente al usar concreto lanzado de mezcla húmeda; la colocación puede detenerse a corta distancia de la superficie superior, y rellenarse después, generalmente con mezcla seca.
Figura 4. Los empalmes mecánicos en estas grandes varillas verticales ayudan a minimizar la congestión. El espacio más pequeño que resultaría de los empalmes traslapados estándar en esta situación inhibiría seriamente el lanzamiento óptimo.
Figura 5. Estos empalmes mecánicos del tipo agarradera minimizan el congestionamiento en amarres y estribos de columnas.
Figura 6. La eliminación de la parte lateral del molde de esta viga cuando su denso refuerzo en la parte inferior se ha encapsulado, ayuda a obtener una buena calidad de comportamiento.
Figura 7. Una vez que la parte inferior del refuerzo ha sido bien encapsulado, se coloca la parte lateral del molde y se continúa el lanzamiento del concreto.
Figura 8. Los moldes rígidos utilizados para el control de alineamiento de esquinas densamente reforzadas impedirá el encapsulamiento apropiado del refuerzo. Un alambre de masa como el que se muestra no restringe la dirección de la boquilla o la salida de aire y del material de rebote.
Figura 9. Las secciones gruesas deben construirse en capas con una inclinación de aproximadamente 45 grados respecto a la cara. La superficie también debe estar inclinada longitudinalmente, a fin de resistir el material de rebote atrapado.
Figura 10. Boquilla dirigida hacia la complejidad del refuerzo congestionado.
Figura 11. Boquilla mantenida muy cerca de la superficie trabajada; de hecho, dentro del refuerzo.
Figura 12. Es importante que el operador del soplete trabaje junto al operador de la boquilla en todo tiempo.
Figura 13. Preparación de una superficie con un cepillo de cerdas duras, antes del fraguado inicial.
Figura 14. Limpieza de una junta a aproximadamente 45 grados para facilitar la operación adicional de la boquilla y resistir el material de rebote atrapado.
Figura 15. Un modelo de tamaño real de una columna de cabezas ensanchadas para el puente que se ve al fondo. La terminación exitosa de este modelo a escala real calificó al contratista para el recubrimiento de las columnas, muy altas, del puente de intersección de una carretera interestatal.
Referencias
1. "Chemicals Solidity Beach Sand", Southwest Builder and Contractor, 14 de mayo, 1965.
2. Strand, Donald R., "Earthquake Repairs, Kaiser Hospital, Panorama City, California", Proceedings, American Society of Civil Engineers, National Structural Engineering Meeting, San Francisco, abril de 1973.
3. "1931 High School is Retyrofit for Seismic Loading", Engineering News-Record, 1 de marzo de 1979.
4. Isaak, Merlin y Chris Zynda, "Innovating with Shotcrete", Concrete International, vol. 4, núm 5, mayo de 1992, pp. 31-35.
5. ACI Committee 506, "Proposed Revisions of: Specifications for Materials, proportioning, and Application of Shotcrete (ACI 506.2), ACI Materials Journal, enero-febrero de 1994.
6. Warner, James, "Understanding Shotcrete Finishing, Curing, and Quality Control", Concrete International, vol. 17, núm. 8, agosto de 1995, pp. 72-75.
7. Warner, James, "Understanding Shotcrete Its Application", Concrete International, vol. 17, núm. 6, junio de 1995, pp. 37-41.
James Warner, Miembro del ACI, es un ingeniero consultor que tiene su base en Mariposa, California. Su práctica internacional incluye análisis y solución de problemas de cimientos, estructurales y de materiales. Es miembro del Comité 364 del ACI, Rehabilitación.
Este artículo se publicó en Concrete International y se reproduce con la autorización del American Concrete Institute.