Récord mundial de bombeo de concreto
PRESENTACIÓN: Equipos franceses establecen una nueva marca internacional al alcanzar una longitud ininterrumpida de 2,015 metros.
Nos encontramos en el interior de la galería de Refrain en el departamento de Doubs, próximo a la frontera suiza, cerca de Besançon, a varias decenas de metros bajo tierra. El chirrido monótono producido por el ligero desplazamiento de las tuberías, que se deslizan en el interior de sus abrazaderas de fijación bajo la acción de los ataques bruscos y violentos del concreto bombeado, es la única manifestación perceptible de la proeza técnica en vías de realización: el bombeo de 2,015 metros sin interrupción. Jean Pierre Berraud, coordinador de calidad de Bouygues TP France, explica: "Hemos ido más allá de los 2,000 metros ya que no teníamos otra opción, teniendo en cuenta la configuración del lugar y el reducido espacio vital de que disponemos en el interior de la galería".
Contrariamente a algunas ideas que circulan dentro de la profesión, "el umbral de los 2,000 metros constituye muy probablemente uno de los límites actuales factibles, por lo menos en las configuraciones reales de obra". Aquí, el menor imprevisto de bombeo puede convertirse rápidamente en una catástrofe, por lo que hemos previsto todos los incidentes imaginables", precisa Jean-Alain Marconnet, responsable de la obra.
1,850 metros de galería para rehabilitar
La galería de Refrain se sitúa en un marco grandioso pero austero, próximo a las famosas Escaleras de la Muerte, acantilados bien conocidos por los alpinistas. Esta zona, de difícil acceso, está totalmente aislada y el "descenso" hasta la obra se efectúa a través de una cenagosa pista de varios kilómetros con un impresionante desnivel. De ahí la decisión de "disponer de nuestra propia central, con el fin de superar las eventualidades de aprovisionamiento y de calidad". Cabe destacar que el conjunto del proyecto responde a un plan de aseguramiento de la calidad ISO 9001.
La obra propiamente dicha consistía en rehabilitar en menos de 48 semanas una galería subhorizontal de 1,860 metros de longitud, construida en los años 1907-1908 y que permitiera, a partir de una presa río arriba situada 2,700 metros por encima de Doubs, alimentar una planta hidroeléctrica por medio de dos conductos forzados. En 1994 tuvo lugar un hundimiento en el PM 1350, el cual provocó la suspensión de la explotación. El conjunto de la obra, situado en las margas, reveló entonces toda una serie de defectos (fisuras de la bóveda, desprendimiento de los revestimientos) que permitieron augurar oscuras perspectivas. De ahí la decisión de rehabilitar la totalidad de la galería, destruyendo el antiguo revestimiento para reconstruirlo de forma idéntica.
Una sección reducida de 7 metros cuadrados
Esta solución de base no estaba exenta de peligro: "La demolición podía provocar riesgos en la bóveda", precisa Jean-Alain Marconnet. Estas son las consideraciones de partida de la variante propuesta con éxito por Bouygues: destruir únicamente la capa de concreto y después excavar a 90 cm de altura, con el fin de revestir de nuevo el intradós mediante un ovoide que permitiera rehabilitar el perímetro mojado inicial (imperativo impuesto por EDF).
Quedaba entonces por resolver el problema más espinoso, el de la alimentación de la futura obra de concreto: una cimbra metálica maciza con una sección de 30 metros de longitud, que permite cimbrar bloques prefabricados de concreto de 24 metros.
La mayor parte de las soluciones posibles no resistieron durante mucho tiempo a un examen detallado de las limitaciones: el transporte por medio de vagones agitadores, examinado en el nivel de los estudios, fue rápidamente descartado.
"La capa de concreto redondeada hacía prácticamente imposible la instalación de rieles, sin hablar de la estrechez del lugar, que de entrada nos impedía ese estilo de solución pesada, como lo demostró nuestra experiencia de Transmanche". La opción de colado de concreto clásico por transporte, también chocaría con el cruel déficit de espacio imperante en la galería: menos de 3 metros de altura para una sección de unos 7 metros cuadrados.
Así pues, quedaba una única solución: la que desembocaría en un nuevo récord mundial de bombeo sin interrupción a más de 2,000 metros (el precedente se había establecido en España en 1990, con 1,661 metros), vista la imposibilidad de instalar cualquier bomba relevadora en la estrecha galería.
Una fórmula atípica
El secreto de esta proeza técnica es el fruto de una verdadera colaboración entre los equipos de Bouygues y de Transbéton quienes, para la ocasión, "habían invertido en una bomba de alta presión BSA 14,000 de la casa Putzmeister; la de mayor potencia actualmente disponible en Francia", destaca Michel Chevriot, director adjunto de la empresa.
Otro elemento clave del éxito: el diseño de mezcla del concreto. Está claro que la ausencia de cualquier referencia a tales distancias implicaría una gran flexibilidad de adaptación y una gran rapidez de reacción, con lo que los resultados prácticos se alejan siempre un poco de las teorías sobre la granulometría del bombeo. "Esto nos llevó a aumentar la relación A/C, pasando de un valor inicial de 0.46 a un margen de 0.49 a 0.52."
Sin embargo, el elemento clave del éxito es la dosificación de los aditivos encargados de mantener la reología de la mezcla. Un detalle que alcanza toda su importancia si se considera que en cada ciclo de bombeo (100 metros cúbicos) el solo hecho de llenar las tuberías necesitaba 24 metros cúbicos de hormigón, con un tiempo de recorrido medio desde la bomba hasta la cimbra que se hallaba entre 1 hora y 1 ¼ horas.
Otro factor que interviene a partir de esta distancia: la bomba relevadora Putzmeister BSA 1005. Su papel: evitar que los grandes aglomerados de agregados que salen de la tubería de transporte a partir de esta distancia, vayan a chocar contra la pared del túnel creando un tapón susceptible de "plantar" 2,000 metros de canalizaciones. Esta bomba tampón, situada detrás de la cimbra (siempre por las mismas razones de la limitación de espacio) no servía para ayudar a la unidad de bombeo, sino únicamente para proteger la instalación a la vez que mejoraba la calidad de la mezcla por remezclado antes de su inyección en la cimbra. Esta bomba es la que, indirectamente, ha permitido franquear la barrera de los 2,000 metros de distancia, estando implantada 50 metros detrás de la cimbra en el momento del último bombeo. Explicaciones: 105 metros de tuberías antes de la entrada a la galería + 1,860 metros de túnel + 50 metros hasta la bomba relevadora = 2,015 metros, nuevo récord mundial.