Personajes del Concreto

Al iniciar la investigación en torno a la historia del Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, se tuvo la fortuna de establecer comunicación con diversas personalidades que aportaron información así como opiniones relevantes ya fuera sobre el propio Instituto o sobre el concreto.

Asimismo, se hizo la reflexión acerca de cómo ciertos fenómenos en la historia son inevitables, tanto como la aparición de determinados productos que parecen conformar parte del destino de la humanidad. Tal es el caso del concreto. Tal ciertos hombres a quienes tocó en la ruleta histórica relacionarse íntimamente, de un modo o de otro, con estos productos y, muy especialmente, con el concreto.

Entre los personajes del caso, se hace mención de uno muy cercano. Rehusa categóricamente ser fotografiado. Su juvenil lucidez hace notar el vigor que persiste en este hombre de una tercera edad avanzada. Es un ingeniero, un constructor de espacios y, además, un hombre del concreto. Personaje especial, pues aparte de sus demás características, es un hombre fundador del IMCYC.

No obstante, con modestia hace saber que "El alma de todo, el de la idea y el que nos alborotó, nos juntó y echó a andar para ver cómo lo hacíamos, fue don Antonio Robles, gerente general de ventas de Tolteca. La idea era hacer un organismo independiente del organismo oficial, o sea de la Cámara...".

Dice este hombre del concreto que, "en ese entonces había unos llanos que empezaban a urbanizase. Era impresionante, empezaban a abrir Polanco después de un río, por donde había una arboleda preciosa, y de ahí, luego de que se acababa el río, se podía seguir a pie o a caballo; y el río era lo que es ya Presidente Mazaryk. Pues por allí, dice, "por aquellos rumbos, se localizó un terreno, y hasta se hizo un proyecto de edificio para el Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto (que nunca se construyó)".

Después, habrá de abundar don Julián acerca de las vicisitudes del inicio, de las búsquedas de organización y conformación sólida del Instituto, la colaboración entusiasta de los expertos, los problemas administrativos, la integración del laboratorio, que resultaba tan oneroso. Dentro de todo, "se fue promoviendo un control de calidad que se fue haciendo extensivo a las empresas... "

Y habrá de abundar don Julián en anécdotas de la industria, un poco de historia de las cementeras pero, sobre todo, habrá de mostrar y contagiar su entusiasmo por el concreto y por el IMCYC. Así es, no importan sus años, el ingeniero don Julián Aznar.

Otro hombre del concreto, otro quien otorga su calor y experiencia al IMCYC -por algo es un Consejero Honorario Vitalicio-, es el arquitecto don Antonio Larrea quien desde el primer comentario evidencia su pasión por el material y resulta, también, contagioso. Por él, por ellos, por estas charlas con estos y otros personajes surgió precisamente la idea de hacer esta pequeña sección de entrevistas.

Nota penosa es que se había establecido una cita con quien fuera el primer director del IMCYC, el licenciado Juan Manuel Hallivis. Desgraciadamente, él ya no pudo acudir, aunque se había mostrado muy animado a charlar sobre el asunto. Desde aquí, enviamos un recuerdo de respeto y afecto a su memoria.

Por último, se deja constancia de que los personajes aquí presentados -con sólo una pequeña selección de sus comentarios y opiniones- son apenas una pequeña parte de todos aquellos que conforman el mundo del concreto y del IMCYC. Si el tiempo y el espacio han impedido que se presenten más personajes en estas páginas, por esta ocasión, seguramente, poco a poco, podrán incorporarse, aun sea de manera breve, a muchos más de estos "hombres del concreto".

ARQUITECTO MANUEL BARCLAY GALINDO

Presidente Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México

El cemento y el concreto han tenido diversas etapas de uso a través de la historia, con una evolución permanente. Ha sido muy importante el uso de estos dos elementos para el diseño arquitectónico y para la construcción, pues la concepción in situ de los proyectos realizada a través del práctico sistema del colado, en el caso del concreto, permitió a los arquitectos y compañías hacer diseños caprichosos durante muchos años, y la arquitectura, el cemento y el concreto, evolucionan así en la realización constructiva.

Hay muestras evidentes en el presente siglo de cómo se da esta evolución, de cómo se iban dando los primeros acabados de concreto natural o de concreto aparente; y después, con el avance tecnológico, cómo las diferentes texturas van apareciendo en las fachadas e interiores, de tal manera que hay dos grandes etapas: la del colado en la obra y de los precolados, que se mantiene con una evolución constante, y la etapa de los prefabricados, que ha cobrado gran importancia en los últimos 15 ó 20 años.

El Instituto del Concreto de Estados Unidos ha premiado a diversas obras dentro del país por su uso de los precolados. Entre ellos están Protexa, Javier Sordo Madaleno y Agustín Hernández. Sus obras hacen patente que se puede hacer cualquier tipo de diseño, el único límite es la propia imaginación, porque la tecnología ya está muy avanzada.

El IMCYC tendría que enfocarse ahora a difundir más las posibilidades actuales de utilización del cemento y del concreto -de hecho lo hace-; en las aulas se habla muy poco de estas posibilidades extraordinarias que tiene ahora la tecnología para la utilización del cemento y del concreto.

Algunos maestros todavía no están muy convencidos de la belleza del concreto, y probablemente se refieran a otro tipo de materiales; pero hay un movimiento muy importante en este sentido, producto de los edificios que vemos todo el tiempo en la ciudad, muestra interminable de la utilización del concreto. La frialdad se rompe con un buen diseño, con un buen color, una buena textura, un buen acabado y combinación de materiales.

El estirón final del cemento y el concreto para el siglo por entrar va a estar en función de la competitividad en costos. Está fuera de duda la calidad, el avance tecnológico para la producción in situ, para la producción de precolados en la planta; pero los costos son un asunto que la industria tendrá hacia delante.

El gran reto de México es su déficit acumulado de más de cinco millones de viviendas. Es necesario construir un millón de viviendas anuales para poder atacar primero al déficit, y después la demanda progresiva anual. Si no, para el año 2010 se tendrá un déficit de 10 millones de viviendas.

La mayoría de los trabajadores está al margen de la posibilidad de obtener casa a través del Infonavit o del Instituto. La respuesta será crear cajas de ahorros, fideicomisos. Es una labor multidisciplinaria; afortunadamente, la industria del cemento es muy fuerte y está creciendo a gran velocidad. En alguna parte de la obra se tiene que utilizar ese material, esa es una gran ventaja.

Lo mejor que podría hacer el IMCYC sería continuar profundizando en la investigación de varios tipos de precolados, a través de las plantas que lo realizan, para entrar al mercado de manera más fortalecida, más impactante. Siendo una institución de divulgación, podría estimular más aún a las empresas que producen concreto con su investigación.

Hoy día, la información es vital, su transmisión se requiere en instantes, porque ya hay los medios para hacerlo. El IMCYC—que ya cuenta con una página de Internet—debe meterse muy a fondo en el mercado de Internet, con investigaciones y la difusión de las posibilidades de actualización.

INGENIERO GUILLERMO CABALLERO

Vicepresidente del Colegio de Ingenieros

El cemento y el concreto siguen siendo base de lo que es construcción, cada día es más importante el valor que se le da a estos productos por la tecnología. El cemento en México es número uno y, a nivel mundial, no tiene nada que aprender. Hay bastante que enseñar. Tenemos todo el tipo de cemento que se requiere en el país.

Trabajé en el área de cemento y concreto 26 años. Me tocó elaborar bastantes fábricas de cemento y la tecnología siempre está a la vanguardia. En la época de la Segunda Guerra Mundial algunas fábricas americanas compraron productos para establecerse en México. De 1959 para acá, siempre se trató de tener las fábricas más modernas del mundo con la mejor tecnología. Los ingenieros que trabajan con cemento están al nivel de los mejores del mundo. En la actualidad Cementos Mexicanos prácticamente es la segunda fábrica del mundo: es toda una institución.

Se sigue haciendo la difusión de la importancia del cemento y del concreto para México entre el estudiantado, hay muchos conocimientos y mucha documentación. Durante algún tiempo fue difícil convencer a los contratistas que usaran el concreto prefabricado; en la actualidad en todas las obras importantes se usa, pues se demostró que era más barato, tiene una calidad mucho más garantizada y las ventajas de su uso son maravillosas, eso lo entiende ya desde el estudiante. Además, hacer cemento en la obra provoca mayor contaminación.

El concreto ha mejorado mucho sus ventas y las cementeras han tenido apoyo. Los cementeros han hecho campañas muy fuertes de autoconstrucción, escuelas prácticas para que la gente haga sus casas realmente garantizadas y con buena calidad. Hay programas muy buenos de este tipo, es la parte social en que las compañías cementeras deben intervenir con apoyo técnico de gente capaz. El cemento es el producto elaborado más económico que existe en el mercado, a pesar de que sus instalaciones son de las más caras.

INGENIERO RENE CARRANZA AUBRY

Director General de Servicios y Elementos Presforzados (SEPSA)

Cuando por el año del 59 recibí mi título de la UNAM, pude darme cuenta de todo lo que era la industria cementera y de lo que el IMCYC en sí ha representado en el desarrollo de esta industria. El cemento siempre ha sido desde sus inicios un material excelente para la construcción y es algo vital sobre todo en países como el nuestro, concreteros. He sido testigo de ese gran desarrollo, de esos incrementos anuales en producción, del gran número de fábricas que se han abierto y del desarrollo enorme de la industria cementera en el país al grado de que hoy en día es internacional y exporta, siendo uno de los baluartes de la economía nacional.

El crecimiento se ve en volumen, en cantidad de toneladas producidas anualmente y en calidades de los propios cementos. Los procesos más modernos se han integrado en algunas fábricas y hoy tenemos por lo menos dos o tres fábricas con tecnología de punta, con un control de calidad muy elevado. En lo que a la industria del cemento se refiere, estamos en el primer mundo.

En la construcción del Estadio Azteca, me tocó ser el diseñador, fabricador, transportador y montador de la gradería de la parte alta de este estadio. Cuando paso por el estadio mi corazón palpita ya que ahí dejamos un pedacito de nuestro esfuerzo y eso puede perpetuarse mientras el estadio se encuentre en pie.

Yo tuve la suerte de estar muy cerca del IMCYC desde sus inicios. Cumplimos juntos 40 años de vida profesional. Tuve la fortuna de conocer a los primeros directivos. El licenciado Hallivis nos invitó a colaborar desde entonces en los trabajos más simples y después hasta nos dio la responsabilidad de ayudarlo a organizar los congresos y cursos. Después nos dieron categoría de profesores del IMCYC y he visto cómo ha progresado, al grado de que hoy en día es reconocido a nivel internacional como el alma mater de México y probablemente de Latinoamérica en cuanto a concreto.

Mi vínculo con el Instituto se debe a la especialidad que escogí, la prefabricación y el presfuerzo, y al ambiente en que me he desarrollado siempre, que me han tenido muy en contacto con el Instituto. Me siento parte de él y es un orgullo haber sido reconocido con el Registro.

El IMCYC ha sido el pilar de la tecnología en el desarrollo del concreto y por ser el material más importante de la construcción que se tiene en el país —México es un país concretero— al apoyar todo lo que es la tecnología que viene alrededor de ese material, el Instituto está apoyando al desarrollo del país.

ARQUITECTO ENRIQUE ESTRADA VILLALBAZO

Presidente de Analisec, Dessvi Consultores

Se va relajando la calidad en la construcción, se dejan en manos de los "maestros" albañiles algunas actividades que debían ser vigiladas por profesionales. Es parte de nuestra cultura y del "ahí se va".

Justamente lo que hace el Instituto es vincular la formación académica con las universidades. Nosotros estamos haciendo algo parecido, desarrollando un programa de certificación de personal de laboratorio, para complementar lo que ya se hace a través del IMCYC, de la CI, del ICIC, que tienen que ver con el concreto y con el cemento, que complementa con otros materiales como los pavimentos asfálticos, terracerías, acero de refuerzo, etcétera.

Hay que hacer foros y despertar mucho más el interés por la cultura de la calidad. Ahora todos los proyectos ya traen esquemas de aseguramiento de calidad para ser evaluados con los sistemas de la norma ISO-9000, que tienen su origen en otros países industrializados, del Primer Mundo. La propia industria del cemento y del concreto de hecho es un ejemplo. Los sistemas que tienen en el control de calidad para su producción son realmente muy eficientes; la prueba es que están exportando. Lo irónico es que con un material de excelente calidad podemos hacer obras pésimas.

La mayoría de los arquitectos cuando salimos de la escuela no tenemos realmente un conocimiento pleno sobre el concreto. Nos vamos a la primera obra siempre, y siempre nos bromean los albañiles, los "maestros", la gente que ha vivido muchos años con el concreto. En las aulas se deja un poquito de lado la tecnología, "Eso que lo hagan los ingenieros", y se le da más importancia a cuestiones un poquito más estéticas.

Cada día se está haciendo más distante la brecha entre la formación académica en México y los nuevos esquemas de calidad; hay que juntarla, invertir más en la investigación. Japón, como muchos países del Primer Mundo, destina el 9 por ciento a estudios preliminares; y solamente 5 por ciento a la obra misma, porque es más sencillo corregir, ajustar o afinar en el papel. De alguna manera en el tercer mundo no estamos todavía tan habituados a la especialización de los trabajos, se debe hacer un trabajo multidisciplinario.

A futuro, me gustaría un IMCYC con mayor presencia en el ámbito nacional, con más delegaciones regionales, y más asociaciones o convenios con las universidades u otros institutos o colegios de profesionales, para que la presencia fuera más contundente en el resto del país.

INGENIERO FRANCISCO GARCIA JARQUE

Presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural

Evidentemente que en la industria del concreto hay una diversidad de ángulos. Como presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural, nos gustaría mucho participar más conjuntamente con el IMCYC. De hecho, en cierta medida ya lo estamos haciendo, a través de los comités técnicos que se tienen, como el Comité Técnico de Estructuras.

La labor del IMCYC, en lo que se refiere a difusión del concreto ha sido muy positiva. Yo he participado como alumno, principalmente, y aunque tengo las tablas nunca he tenido la suerte de participar como maestro. Se han rodeado de gentes muy capaces, sobre todo para difundir la tecnología del concreto.

Ahora estoy participando conjuntamente como miembro de un comité técnico dentro del IMCYC, y su labor es muy favorable para difundir las características de la industria del concreto. Estoy totalmente seguro de que va a tener una buena proyección en el próximo milenio.

Nosotros utilizamos continuamente en la práctica profesional todas las publicaciones que ha hecho el IMCYC sobre diferentes aspectos del concreto, ya sean firmes, lozas o estructuras.

Ojalá este Primer Congreso Iberoamericano del Cemento y del Concreto abra un poquitito más las acciones. Siempre se requiere más difusión. El IMCYC debe de seguir con la labor que ha realizado durante 40 años, porque lo que se logra con esas difusiones es muy importante para la industria del concreto y para nosotros, quienes nos alimentamos con las investigaciones y publicaciones que editan.

Como presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural, me interesaría muchísimo que se hiciera una difusión en el interior de la República. Un problema importante en México es que muchas veces todo gira en torno a la ciudad de México, y las ciudades del interior de la República recibirían con mucho agrado la difusión de temas relacionados con el concreto.

La Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica, por ejemplo, se concreta básicamente a los estados donde hay problemas de tipo sísmico, en el litoral del océano Pacífico: Chiapas Oaxaca, Guerrero, Michoacán; escasamente 10 ó 12 estados están integrados a esta Sociedad. Los regiomontanos o tamaulipecos no le dan mucha importancia al aspecto sísmico, pero sí a los aspectos estructurales.

La Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural puede de alguna manera colaborar con o difundir al IMCYC, como lo está haciendo con el Comité de Estructuras, y así lograr tener contacto con el interior de la República.

INGENIERO OSCAR GONZALEZ CUEVAS

Investigador Universidad Autónoma Metropolitana

Estudié ingeniería en la Universidad de Yucatán. Hice la maestría en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, trabajé en diseño estructural en el Bufete Industrial y en la Secretaría de Marina. Estudié el doctorado en la División de estudios de Posgrado de la UNAM, y en 1963, cuando estaba haciendo mi tesis doctoral, invitaron a trabajar en el IMCYC a mi director de tesis, el doctor Roger Díaz de Cosío, y él me invitó a trabajar allá. Mi tesis era sobre concreto, formaciones al colapso de vigas de concreto para medir su ductilidad.

Traduje al español el Reglamento de Construcción del American Concrete Institute, que es muy usado en todo el mundo. Al principio duré poco tiempo, pero me involucré más y para el 64 ya estaba de tiempo completo. El IMCYC iba empezando. El director ejecutivo era el Lic. Juan Manuel Hallivis, y después hubo más actividades en el IMCYC como conferencias y la Revista IMCYC, edición de la cual me ocupé en los quince primeros números.

Soy uno de los fundadores de la revista, llevaba los materiales a la imprenta, traducía cada número donde venían normas de la American Society for Testing Materials, ASTM, revisaba las galeras, pruebas de plana, e imprenta; me aficioné a la fotografía justo por las fotos que tomaba para la revista. El IMCYC era pequeño, y no había gente en áreas específicas.

Las giras de conferencias fueron de las primeras actividades del IMCYC. La primera fue relativa al reglamento de la ACI, ya publicado se organizaron conferencias en las ciudades más importantes del país donde había fábricas de cemento afiliadas, y se distribuyó la traducción del reglamento entre los asistentes. Fue muy exitosa, luego se organizaron otras sobre otros temas.

Se estaban haciendo los cimientos de una cultura del concreto, pero había antecedentes, la fábrica de cementos Tolteca ya había publicado un folleto sobre el uso del cemento, del Ing. Barrena de la O., pero hasta los 60 se empieza a difundir una conciencia más institucionalizada sobre la importancia y características del concreto.

El IMCYC difunde, sobre todo, el conocimiento que se tiene del concreto y el cemento. Se tomó como modelo a la Portland Cement Association, PCA, una institución muy consolidada, con laboratorios para la construcción de primer nivel, y pionera en la investigación. El Lic. Hallivis le daba prioridad a la relación con estas asociaciones, la PCA, el American Concret Institute, el Prestressed Concret Institute (PCI), y las europeas. Los recursos eran muy limitados, no había forma de desarrollar investigaciones propias, se buscaba la asimilación y difusión de los conocimientos que se estaban generando en otras latitudes.

Se concibe el IMCYC para la promoción institucional del conocimiento público. Incluso, en los primeros números de la revista no hay ningún anuncio. Se busca la vinculación con ingenieros dedicados al empleo del cemento y del concreto. Para recaudar fondos, las fábricas daban una cuota de 50 centavos por tonelada, pero se necesitaba lo de las que no participaban.

El IMCYC tenía artículos serios a la altura de cualquier revista técnica o científica. Una de las primeras actividades fue la organización del primer congreso sobre la enseñanza de concreto. Hay dos volúmenes con su memoria. Vinieron personas de Centro y Sudamérica. Se recibieron revistas, se compraron libros y pronto se abrió la biblioteca especializada en temas de cemento y concreto. El Instituto se convirtió en fuente de información por medio de su propio personal o buscando especialistas fuera para problemas muy específicos que planteaban los ingenieros.

El IMCYC adquirió prestigio como un importante formador de la cultura del concreto. Por el 65 se incorporaron los prefabricadores, cuya industria comenzaba, y se formó el grupo anexo de los industriales de prefabricación y presfuerzo, con sus propias actividades pero aprovechando la infraestructura e instalaciones del Instituto.

El IMCYC ha crecido mucho, ahora tiene una gran proyección con el evento del Mundo del concreto, la revista sale con más frecuencia, pero debería tener más artículos nacionales, pues recurre mucho a las traducciones. Para mejorar sus funciones, debe tener laboratorios de investigación más importantes. Ha sido muy grato tener la oportunidad de haber participado en la creación de varias instituciones, el IMCYC, el Centro de Educación Continua de la Facultad de Ingeniería, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Don Ignacio Soto, presidente de la Cámara del Cemento, impulsó la creación del IMCYC, para promover el concreto a nombre de toda la industria, fue el primer presidente del Consejo de Administración. Para incluir a los arquitectos, se realizó un congreso internacional sobre cascarones de concreto. El exponente principal, que marcó una época en la arquitectura en México, fue el arquitecto Félix Candela. Vino gente muy destacada de todo el mundo.

El arquitecto Raúl Díaz Gómez escribió sobre la historia del concreto en México, publicó una colección de unos 10 folletos. Durante mi estancia, el doctor Díaz de Cosío, el ingeniero Francisco Robles Fernández, el doctor Juan Casillas y yo elaboramos un texto sobre concreto. Se publicaba en forma de folleto como suplemento de la revista.

Eso condujo a que nosotros mismos publicáramos con éxito el texto Aspectos fundamentales del concreto reforzado. Su primera edición salió en 1974, ahora estoy preparando la cuarta edición y se han vendido desde sus inicios como 80 mil ejemplares. Se usa mucho en Centro y Sudamérica como libro de texto.

CARLOS GUTIERREZ CAMARENA

Secretario de la Cámara Nacional del Cemento

Nos ha tocado la suerte de estar junto a los progresos de México dentro de este campo durante 40 años fundamentales para el país en que ahora vivimos, y de poder poner el granito de cemento para ir adelante. La Cámara Nacional del Cemento se fundó en septiembre de 1948 por dos empresas, se requiere un mínimo de 20 para formar una Cámara pero se explicó el caso especial de estos productores de cemento que eran todos los que había, y entonces se aceptó su formación y fue subiendo hasta ser lo que es ahora. Cumplimos el año pasado 50 años de fundación y nos gusta lo que se ha hecho.

Se hizo una pequeña historia del cemento que se presentó a la señora Julia Carabias, y le sorprendió pues no tenía idea de la evolución en la industria del cemento. Sus directivos son extraordinarios, y ahora es una industria que se codea con las principales del mundo, ocupamos todavía un tercer lugar. En este estudio viene relatado lo que ha hecho la industria respecto a la contaminación, que es el más grande esfuerzo de todos los industriales: un 15 por ciento de su valor se ha invertido en equipos para control de la contaminación.

Actualmente el concreto es el principal insumo que es el cemento, no es posible ver el mundo moderno sin el concurso del cemento y el concreto. Ha venido a desplazar a los materiales artesanales y los sistemas constructivos que antes se usaban, porque el concreto es un material que aplicado correctamente es extraordinario y tiene una duración casi infinita.

El Instituto del Cemento y el Concreto realiza una extraordinaria labor al enseñar el uso correcto de estos materiales, porque salen de la escuela el ingeniero y el arquitecto y no conocen la infinita gama de usos del cemento o el concreto, muchas veces quien determina de cuál cemento se usará es el maestro de obra, con base en sus querencias regionalistas. Son empíricos, desde luego, y el Instituto está enseñando lo que no se enseña en las facultades.

La normatividad es muy importante y se vigila mucho porque desde la producción del cemento hay una vigilancia estricta que protege la calidad del producto. El diagrama de producción del cemento es una serie de laboratorios y de puntos de control con los materiales y los equipos más sofisticados, se examina exhaustivamente. Nuestro cemento es tan bueno como el mejor del mundo.

El orgullo que tienen los fabricantes les permite trabajar con más ganas y, producir un cemento magnífico con el mínimo de accidentes que resiste cualquier prueba. El cemento usado en la correcta proporción aguanta perfectamente los movimientos telúricos, cuando el terremoto del 85, los edificios dañados desgraciadamente fueron hechos por constructores que no usaron las proporciones debidas. Se cambió la normatividad precisamente a partir de entonces, para que ya no se hicieran edificios tan altos, pero no en cuanto a las calidades del cemento. Atribuyo los daños a la deshonestidad, a la falta de calidad de la mano de obra, la falta de supervisión, y a la codicia. El cemento premezclado evita el escamoteo de los sacos de cemento, ya es un cemento perfectamente controlado, con los aditivos, con la cantidad de agua, etc. Todo es cuestión de que el constructor se vaya educando a ver que el concreto premezclado es una solución maravillosa y no tan caro como se imagina la mayoría.

No hemos tenido una estrecha relación con el IMCYC porque cada quien se dedica a su campo. Cuando entré yo a la industria en 1971, era otra cosa, ahora tiene una proyección extraordinaria, en equipo y maquinaria, la gente que está a cargo del IMCYC lo está haciendo extraordinariamente bien. Han dado a conocer el nombre del IMCYC y de México internacionalmente, hacen congresos interesantísimos, publican libros, tienen metas muy ambiciosas y lo que han hecho lo han hecho muy bien, y tienen muy buen respaldo de los cementeros, al igual que nosotros. Lo han visto los cementeros como una magnífica forma de encauzar el uso del cemento y el concreto. Los profesionistas que acuden a ellos tienen la certeza de que no les van a decir mentiras ni les tratan de vender sino que realmente van a aprender las cosas.

ARQUITECTO ANTONIO LARREA PEON

Consejero Honorario Vitalicio del IMCYC

El IMCYC lo fundó la Tolteca para promover la industria del cemento. Promover el uso del cemento adecuadamente ante los usuarios, ese fue el objetivo por el cual lo fundó el señor Antonio Robles, gerente de ventas de la Tolteca. Propuso hacer un Instituto Mexicano de la Industria del Cemento y del Concreto, y (los de Tolteca) fueron los socios fundadores, después entraron las otras compañías.

El IMCYC no se ocupaba del concreto, sino de demostrarle al usuario que el cemento era bueno, con su laboratorio. Le hablaban de la banda de la resistencia de los cementos, todas las fábricas de cemento tienen una banda de la que no pueden salir, la especificación internacional del cemento. En México cualquier fabrica es buena, si no trabajan dentro de la banda, se autoexcluyen del mercado.

En esas circunstancias van creciendo la industria del concreto premezclado y el IMCYC por su lado y los concreteros por el suyo, no tenían nada que ver el uno con el otro, poco a poco se empiezan a acercar porque empezó la inquietud, dentro de los cementeros grandes, de que estaban gastando el doble, en la Asociación Mexicana de la Industria del Concreto y en el Instituto Mexicano del Cemento y el Concreto, pero es que son diferentes. El Instituto revisa la calidad del cemento y la del concreto. Una a través de la banda y otra a través de los cilindros. La industria del concreto se maneja de acuerdo con normas que creó la Asociación con sus propias normas.

El vehículo de ventas técnicas de la industria del cemento es el IMCYC, para eso es, para interesar al ingeniero o al arquitecto en la técnica. Todas las personas que fueron entrando al Instituto lo han apreciado mucho, porque su calidad técnica es inmejorable. Tiene cuatro aspectos sobresalientes: su administración, sus publicaciones, su biblioteca y lo técnico.

Parte de los desastres de la ciudad de México en 85 no fueron culpa de los constructores, porque no se sabía lo suficiente sobre los suelos, y porque el reglamento de construcción era sumamente anticuado y no adecuado para esos temblores. Enseguida se modifico. Fue un asunto serio y técnico que el IMCYC maneja maravillosamente. En cuanto a nivel de tecnología, el IMCYC es lo mejor.

Parte del IMCYC muy importante para los estudiantes es la biblioteca, porque tienen mas información al día que 40 ó 50 revistas que recibe mensualmente. Después tiene las conferencias, que también son muy buenas para los profesionales, porque cuando se sale de la universidad no se sabe mucho, el IMCYC ayuda mucho a la parte académica. Además está el laboratorio, que es imprescindible.

El IMCYC y la AMIC van paralelas, pero la AMIC se va hacia mejorar la industria y el IMCYC hacia mejorar la profesión. Hay especificaciones claras y escritas en español para el concreto y para la operación de las compañías, esto no es función del IMCYC, sino de la AMIC.

Los momentos importantes para la industria son la fundación del cemento, la fundación del concreto, y la fundación del IMCYC. Detrás de esto hay una lucha, todas las personas que han intervenido han puesto parte de su vida. El éxito que ha tenido el IMCYC es ser un Instituto de gran prestigio, en lo que respecta al cemento.

Hay cosas que sustituyen parcialmente al cemento, pero en su totalidad es insustituible. El concreto premezclado es la técnica de control del concreto, es la explicación de cómo funciona la industria para que tenga éxito, que haya más gente, hace falta enseñar al industrial, hay que exportar, México necesita hechos, todavía está en proceso.

DOCTOR ROBERTO MELI

Director General del Centro Nacional

de Prevención de Desastres (CENAPRED)

Cuando se instaló más formalmente el Instituto yo era becario asistente y conocí en esos años a las personas que inicialmente contribuyeron a darle solidez y prestigio sobre todo en los aspectos técnicos: el doctor Díaz de Cosío, Oscar González Cuevas, Carlos Javier Mendoza, Marcos Faradji. Aunque mi colaboración siempre fue externa, participé mucho en labores de docencia, cursos, seminarios, escribí artículos y diversos folletos.

El Instituto cumple una función importante sobre todo de difusión y de apoyo técnico para mejorar la calidad de la construcción, lo que finalmente redunda en beneficios cercanos para la prevención de desastres y protección civil. Las dos contribuciones más destacadas del IMCYC al desarrollo de México son la capacitación a nivel nacional y la difusión.

La Primera Conferencia Magistral en el Colegio de Ingenieros, denominada La Ingeniería en la Prevención de Desastres, tuvo varios propósitos; primero, dar una visión general de los riesgos de desastres que hay en México, y los distintos fenómenos que los han ocasionado o los pueden ocasionar: volcanes, huracanes, inundaciones, problemas de suelo.

Entonces se habló de los diagnóstico de los fenómenos y de sus efectos, y de las medidas de prevención y atención de emergencias. La última parte fue dedicada a ver en qué ámbitos es necesaria la participación de la ingeniería, hacerles ver que hay un campo de actividad técnicamente diferente en que ellos se pueden desenvolver, o aunque no se dediquen específicamente a estas tareas, el estar conscientes de los riesgos y de las consecuencias que pueden tener estos fenómenos los hace tomar mayores precauciones en su actividad profesional para disminuir los riesgos.

Se ha despertado el interés en este tema en distintas profesiones, cada vez hay más conciencia para disminuir los riesgos de los desastres que afectan a la sociedad.

El terremoto de Colombia es un ejemplo de un sismo de magnitud relativamente moderada que tuvo daños extraordinarios esencialmente porque se habían utilizado formas de construcción no idóneas para zona sísmica. También se mostraron diversas carencias en la manera de organizar las tareas de rescate y atención.

INGENIERO ERIC MORENO MEJÍA

Presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles

A partir del cemento y del concreto, arquitectos mexicanos se han inspirado para plantear innovaciones constructivas con la finalidad de abatir costos y, por tanto, resolver el grave problema del hábitat humano: la vivienda. Arquitectos como Juan O’Gorman, Juan Legarreta y Enrique Yáñez incursionaron en la actividad proyectual y constructiva de viviendas para personas de escasos recursos (la vivienda obrera).

Aunque poco difundido, es necesario mencionar que el arquitecto Carlos González Lobo es el creador del sistema alternativo de construcción de cascarones de concreto armado sin cimbra sobre metal desplegado; juntamente con el Taller "José Revueltas" de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, ha tenido diversas experiencias constructivas, destacando entre otros las vecindades en la colonia Morelos de la ciudad de México del programa habitacional Renovación Urbana, edificados después de los sismos de 1985. La virtud del sistema consiste en ser una tecnología alternativa que busca esencialmente producir techumbres de bajo costo y máxima capacidad interna en beneficio de los pobres.

El concreto también ha sido protagonista en las adversas condiciones del suelo en la ciudad de México, obligando a muchos especialistas en mecánica de suelos a realizar investigaciones y a idear y llevar a la práctica numerosos y originales procedimientos de cimentación, que han permitido que los edificios cimentados sobre pilotes apoyados en una capa resistente de suelo desciendan con igual velocidad que la del hundimiento del estrato compresible.

Recientemente, es de orgullo decir que se ha aplicado con éxito un nuevo tipo de conexión columna-trabe sin pernos ni soldadura para elementos prefabricados de concreto ideado por ingenieros mexicanos (René Carranza, Raúl Martínez y Eduardo Reinoso).

El incremento de la prefabricación ha provocado que tengan suma importancia las conexiones entre los diferentes elementos que la forman. Pocas conexiones han resuelto el problema de una forma totalmente satisfactoria como la creada por estos ingenieros (patentada en los Estados Unidos), ya que en cualquier tipo de conexión se busca simplificar el proceso de fabricación, montaje, tiempo y costo proporcionando al mismo tiempo la máxima seguridad estructural.

El cemento y el concreto son de lo más conocidos, ya desde las escuelas de educación media superior, superior y posgrado en diversas disciplinas, niveles y cursos, están considerados como áreas del conocimiento obligatorio. En el ejercicio profesional existe una multiplicidad de actividades para mantenerse actualizado; además de la vasta difusión implementada por la industria y los comercializadores de estos materiales. Podría decirse que por lo menos en México, el cemento y el concreto se han convertido en la técnica constructiva del siglo, como muchos preconizaron.

La presencia del IMCYC tanto en la formación como en el ejercicio profesional de las disciplinas relacionadas con el ámbito de la construcción, ha sido notable por su preocupación y ocupación en la producción, actualización y difusión del conocimiento del cemento y del concreto; incidiendo en el desarrollo e innovación de la tecnología de los sistemas constructivos empleados en el país, como recientemente podría mencionarse el caso del "Concreto de alta resistencia".

Debe reconocerse que el IMCYC cuenta con un magnífico acervo documental y bilbiográfico; que permanentemente convoca a concursos en torno a estos materiales en comento; así como la realización de cursos impartidos por especialistas nacionales y extranjeros de primera línea a nivel internacional.

INGENIERO VICTOR PAVON

He colaborado con el IMCYC por casi 30 años como una especie de asesor y profesor; al principio hacía traducciones de libros y artículos que después se publicaban independientemente o en la revista del IMCYC. Viajábamos a muy diferentes lugares.

El interés no era tanto dar las clases, sino promover los libros. Había mucho interés en los copatrocinadores locales, en varias ciudades hasta el rector de la universidad inauguraba el curso, pero había lugares donde no se les hacía publicidad. Tuvimos mucho cuidado de que los asistentes supieran a qué nos íbamos a enfocar. Una experiencia muy interesante de esos viajes fue observar los diferentes criterios.

Una de las cuestiones importantes para la divulgación del aspecto técnico y científico es que se realice una buena inversión. México sólo destina .3 por ciento a la investigación científica. Lo que gana un profesor es verdaderamente ridículo. Como consultor veo mal a la industria del cemento porque con el TLC están invadiéndonos una serie de empresas norteamericanas de consultoría en construcción, por lo que las mexicanas pueden desaparecer aún cuando se tiene la tecnología.

El IMCYC está dándole mucha difusión al uso de estos materiales y ahora la Dirección se preocupa por la arquitectura y eso hace una combinación favorable. Las carreteras que se están haciendo en México son muy buenas, y los puentes construidos por mexicanos son un ejemplo a seguir, pues están hechos con sistemas muy modernos.

 

INGENIERO GORDON PAYNE

En la organización de esta industria, en aquellos primeros años, el desafío más relevante fue el control de precios, y posteriormente los movimientos del gobierno en el sentido de exigir mexicanizaciones. Para mí la intervención de gobiernos en industrias es una equivocación, porque el interés de los particulares puede asegurar el éxito de cualquier industria.

La intervención gubernamental de fines de los sesenta y principios de los setenta detuvo mucho lo que debió de haber sido un desarrollo mucho más pujante. Hay argumentos que mucha gente puede dar en pro, en la misma forma que pueden ser en contra. A fin de cuentas prácticamente se vuelve economía y política.

La industria del cemento es básica. Las necesidades eran inmensas, así es que el futuro de la industria como tal, se veía muy promisorio. Entre los proveedores había todo el conocimiento y la tecnología que se requerían. Había también asociaciones de diferentes grupos de gentes con empresas extranjeras, que también apoyaban de cierta forma; el problema era de recursos humanos, para saber cómo aplicarla, y luego, efectivamente, usarla.

Yo tengo una historia muy larga en la industria del cemento, desde fines de los cuarenta. Comencé de practicante en el laboratorio de Cementos Mixcoac. De ahí pasé a una experiencia sumamente interesante, cuando de Cementos Tolteca me enviaron a Europa, casi tres años para conocer la industria del cemento internacional, su tecnología. Luego regresé a vivir en Tula, como gerente de la fábrica de Tolteca.

Luego llegaron las nuevas generaciones, y se introdujo a la compañía el grupo de construcción de la ICA, Ingenieros Civiles Asociados, con el ingeniero Bernardo Quintana, una persona de lo más increíble. En el ´82 me dediqué a hacer otras cosas y perdí totalmente la comunicación con la industria.

La importancia actual del cemento sigue siendo la misma, pero el futuro previsible del cemento, es muy difícil decirlo. Ahorita en la República predominan Cementos Mexicanos y Cementos Apasco, en un ambiente de libre competencia y libre mercado necesita haber grupos grandes; de capital intensivo y mucho movimiento. Uno de los grandes problemas que siempre ha tenido la industria del cemento es el ecológico, (aunque el daño del cemento no es muy grave); pero como que ya se aceptó como una necesidad más del desarrollo y existe una mayor conciencia ecológica ahora, y se reduce el impacto ambiental al máximo...

El nombre en sí, Portland, no es otra cosa que una derivación de una piedra constructiva que se usaba en Inglaterra cuando se desarrolló el cemento, y se parecía tanto a esta piedra, que le pusieron ese nombre.

ARQUITECTO SALVADOR PINONCELLY

La historia actual de la vivienda popular -urbana y rural- no se escribirá, porque la economía política que han alcanzado los gobiernos de México y América Latina y de la Europa pobre, tienen la culpa de esa carencia, de esa falta de derechos a vivienda, escuelas y hospitales, de cemento, acero o concreto armado. Urge una idea social, un capitalismo con sentido humano mínimo.

El concreto y el ladrillo se "amancebaron"; viven en amasiato la cantera y el acero, a fines del siglo XIX pasado, pero no así el ladrillo y el concreto (losas, castillos) que se casaron bien y pronto.

No celebro ningún aniversario tecnológico hasta que sus productos los puedan comprar y utilizar los millones de mexicanos pobres.

La arquitectura de la Revolución mexicana se hizo a base de concreto y ladrillo. Desde la Granja Sanitaria de Popotla, de 1925, del arquitecto Villagrán; La Nacional de Ortiz Monasterio de 1929 y el Monumento a la Revolución (1940) de Obregón Santacilia, se hicieron en concreto, pero sobre todo los dos grandes géneros de la arquitectura de la Revolución: los hospitales y las escuelas, especialmente las de Juan O’Gorman, fueron hechos de concreto armado (1933) y las casas de Diego Rivera y Frida Kahlo de 1929, son auténticas obras de arte en concreto armado y ladrillo simple.

Después, Félix Candela y Enrique de la Mora hicieron pasmosas piezas de concreto armado, sus paraboloides pertenecen más a lo aéreo que a lo terrenal.

Como dato curioso, hay que señalar que una camioneta Cherokee (van) para 6 personas equivale al costo de cuatro casas del Infonavit ($ 360,000.°°).

ARQUITECTO MAURICIO RIVERO BORREL

Presidente de la Federación de Colegios

de Arquitectos de la República Mexicana

El cemento y el concreto revolucionaron todo el campo de la construcción y de las posibilidades de realizar las obras que tal vez algunos arquitectos imaginaron, pero no sabían que fueran posibles. En ese sentido, el concreto y el acero vinieron a revolucionar totalmente el campo de la concepción de las obras. La arquitectura de hace 30 años, de los finlandeses y los países nórdicos, toda la obra en los aeropuertos, y toda la estructura que impactó muchísimo a todo el desarrollo de la arquitectura mundial de siempre, literalmente son obras que son un símbolo de la arquitectura contemporánea. El acero lo fue, y quizás sigue siendo, en lugares donde el comportamiento mismo del terreno y del subsuelo no signifiquen riesgos.

La enseñanza de la arquitectura de hace cincuenta o 25 años a la de ahora es distinta, rebasa con mucho las expectativas del pasado reciente, que eran nada más las estructuras. Pero puede ser nefasto cuando son exclusivamente considerados como un elemento constructivo, y se olvidan de su gran capacidad estética. Estos materiales podrían tener y dar algún color más adecuado hasta a nuestra historia, y más amable y acorde a la zona. Es un problema mundial; hay grandes errores de la arquitectura y del uso de los materiales en diferentes partes del mundo, por grandes arquitectos e ingenieros.

El chiste es cuando se conjuntan, y cada vez es más clara cuál es la función del arquitecto, la función del ingeniero constructor, la función del ingeniero calculista, la función de los materiales; cuando todos los intereses y objetivos se entienden hacia un objetivo único o superior, entonces se logran obras de esa calidad.

Hay grandes edificios que son fácilmente reconocibles, de una escuela que sigue a Teodoro González de León y Zabludovsky, quienes han sabido utilizar este material a la perfección, y han podido dar inclusive diferentes transformaciones a su propio concepto original del material. Todos los arquitectos connotados han trabajado el concreto.

El mismo concreto demuestra un poco también lo que es la historia mexicana, con altibajos, confrontaciones, pero con dureza, resistencia y permanencia; entonces, es también símbolo de una forma de ser de la cultura del mexicano. Además, el concreto tiene esa gran característica de poderse acoplar a otros materiales. La combinación del concreto con el acero inoxidable, por ejemplo, también es de un dramatismo que puede ser explotable en infinito número de formas. El uso del concreto combinado con el mármol, como material natural, ya sea el mármol pulido, o en su forma natural, como piedra, es impresionante.

El material requiere y demanda una investigación permanente también en sus posibilidades de utilización y aprovechamiento. No se da la suficiente preparación en cuanto a su manejo en las universidades o en otras instituciones. Es necesario saber cuál es el comportamiento de este material en condiciones de texturas, de colores, de aplicaciones, porque cuando alguien encuentra una aplicación novedosa de un material, no la comparte. Se debía enseñar el uso del cemento y el concreto como una herramienta del concepto de la creatividad, del diseño.

Respeto mucho al IMCYC como institución, su labor es permanente, y ojalá hubiera oportunidad de que haya una colaboración más estrecha entre institutos como el IMCYC y los colegios de arquitectos, las organizaciones de arquitectos, las escuelas, para promover más, por un lado, la investigación y el buen uso, y por otro lado, el conocimiento de las enormes posibilidades que tiene.

El IMCYC celebra su aniversario 40, y cuando una institución logra traspasar tanto el tiempo, es porque sobre todo ha habido mucha gente detrás, que ha sabido perseverar en un objetivo tan importante como la difusión del uso de los materiales para todos los que estén involucrados en el proceso constructivo en México y en el mundo.

LICENCIADO ROBERTO SANCHEZ DAVALOS

Director de Ramos Garza y Sánchez Dávalos Abogados

El final de la época de Luis Echeverría fue muy interesante para la industria cementera; había un desbalance, porque había más necesidad de cemento de la que se podía cubrir, pues no había seguridad en los inversionistas.

Todo el capital de la fábrica de cementos Acapulco lo había costeado el señor Seybel, de origen alemán. Tuvo la visión de establecer en Guerrero, a 15 km. de Acapulco, una planta cementera. Se dio a respetar y a cubrió las necesidades de la zona, imagínese Acapulco hace 40 años. Se ganó a la gente y a las autoridades. Para mí es una satisfacción haber representado tanto a él como a la fábrica. Hay que reconocer al señor Seybel, dejó ese legado a México. Incluso adquirió la nacionalidad mexicana.

En mi época el presidente de la Cámara era Guillermo Ballesteros, amigo mío, lo ayudé a apagar los fuegos y le di la tranquilidad de la inversión que estaba haciendo en la industria. Preparamos en 15 días un audiovisual con 12 proyectores. Cuando me tocó la presidencia de la Cámara, estábamos en la calle de Praga, y compró ese edificio Roberto Hernández, del Banco Nacional. No teníamos presupuesto para irnos a otro lado, y le dije a Roberto que si nos ayudaba podíamos hacer algo a favor de él. Nos apoyó, y me tocó localizar las nuevas oficinas de Levin a un costado del Camino Real. Era un lugar ideal, los consejeros se alojaban ahí en el hotel, se cruzaban y ya.

El IMCYC se ha consolidado cada vez más a través de la nueva administración, con una gran visión. La importancia del Instituto actualmente es fundamental. Para la globalización, ya tiene mucho contacto con otros organismos internacionales.

El éxito del IMCYC ha sido una labor de educación a través de las universidades, de los sectores de construcción, de profesionistas, que se interesan en tener al día sus conocimientos y participación en el mercado. El desafío más delicado del Instituto es lograr apoyos para nuevos productos de los que se integre, que se consuma más cemento y en mejor forma, y que se aplique el cemento en otro tipo de productos. Mucho se ha difundido la frase de que "el concreto es la materia gris con la que trabajamos todos".

INGENIERO OSCAR VEGA ROLDAN

Presidente de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría

La construcción, sobre todo de infraestructura y vivienda, es básica para el desarrollo del país; la infraestructura física ha cumplido con la misión importantísima de darle al país un desarrollo económico y producir mejores condiciones de vida para los mexicanos. Vivimos en un país con recursos limitados que se distribuyen según las prioridades del gobierno en turno, pero la construcción de infraestructura sí se ha atendido, sobre todo en determinadas épocas.

El fin de la etapa armada de la Revolución Mexicana, la consolidación de regímenes estables en el gobierno, se tradujeron en la creación de cuatro grandes entidades constructoras en el Gobierno Federal que han fomentado y producido la infraestructura física: la Comisión Nacional de Caminos en 1925; la Comisión Nacional de Irrigación en 1926; la Comisión Federal de Electricidad en 1937, y la nacionalización de la industria petrolera en 1938. La industria del cemento y del concreto ha tenido una participación de primer nivel pues el concreto, sobre todo con el avance de las tecnologías, es un material de construcción con grandes cualidades que ha permitido construir obras enormes.

De los años 20 al final del milenio, tenemos una importancia notabilísima en el desarrollo de la infraestructura, aprovechando las cualidades del concreto, que a su vez se funda en materia prima, que es el cemento, el cual también se ha desarrollado de manera impresionante. Por 1955 se llegaron a producir seis millones de toneladas de cemento; ahora estamos cinco y media veces arriba de eso.

Una de las empresas más pujantes del país con presencia mundial es la cementera. En conjunto, tenemos ya un alto nivel cultural en cuanto al uso del concreto y del cemento, en esto el IMCYC ha tenido su buena participación desde que se fundó, junto con la Cámara del ramo y con la intervención de muchas personas e instituciones.

Mucho de la técnica y tecnología se ha podido difundir gracias a las revistas y publicaciones del instituto, a la relación cercana con el capítulo mexicano de la ACI y con institutos de investigación de universidades, con laboratorios, empresas de consultoría y las mismas constructoras. Es importante que los laboratorios compitan juntos para lograr una mayor colaboración de todas las partes involucradas.

La globalización demanda que se difunda la tecnología mexicana en otros países, aprovechando los tratados de comercio multilateral, además de darle apoyo a las empresas mexicanas en esa competencia. El futuro de la industria del cemento y del concreto es ilimitado, definitivo, y además va en evolución.

Para controlar la calidad, tenemos afiliados a la Cámara muchos laboratorios de materiales y de construcción, muchas empresas que se dedican a la supervisión, y también contamos con procesos de certificación internos que revisan que las empresas cumplan con ciertas características. A la gente responsable a veces no la dejan actuar. En las licitaciones del sector público las empresas calificadas, conocidas, capaces, certificadas, cotizan una cantidad y un charlatán cobra la mitad y se queda con la "chamba".

La Cámara tiene un código de ética empresarial: un cuaderno llamado Conducta y Práctica de la Consultoría, todas las empresas certificadas firman un compromiso explícito de atenerse a ese código; si hay alguna queja, se le quita el certificado. La Cámara ha participado muy intensamente en las modificaciones a la legislación de la construcción y de los servicios de consultoría ligados con la construcción.

Está a punto de ser promulgada la nueva Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas. El Código de Etica se ha difundido en otros países, tenemos una Federación Panamericana de Consultores; Canadá y los Estados Unidos están viendo que tenemos normas y mecanismos de certificación tan buenos como los de ellos, y estamos a punto de que la revisión por pares de las empresas mexicanas sea reconocida al mismo nivel que las de las estadounidenses.

 

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