Paseo de la Reforma: hacia la transición vertical
Una de las avenidas más emblemáticas no sólo de la capital, sino del país, está viviendo una transformación radical donde arquitectura y urbanismo se unen para “hacer ciudad”.
Paseo de la Reforma se ha adjudicado –por su carácter histórico y urbano– un valor único dentro de las vialidades de nuestro país, siendo ésta una de las más simbólicas, de ahí que variadas han sido las intenciones por transformarla y renovar su perfil, inspirado éste último en famosas avenidas europeas que influyeron en su carácter burgués. A lo largo de su recorrido –el cual fue ordenado trazar por Maximiliano para conectar el Castillo de Chapultepec con el Palacio Nacional– se testifican sucesos históricos que han marcado a nuestra sociedad.
Colmado de monumentos y bustos representativos, en breve
se espera que albergue una pieza arquitectónica representativa: el
Arco del Bicentenario, así como otro grupo de ejercicios audaces
de arquitectura de gran altura que se tienen proyectados, a saber, alrededor
de catorce. Así, esta avenida que testificó hace unos años
la construcción de la Torre Mayor –paradigma del verticalismo
arquitectónico del Distrito Federal– se prepara de nueva cuenta
para densificarse con otros rascacielos.
Sobre lo
que está dándose en este Paseo, CyT conversó con el
titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI),
el arquitecto Felipe Leal Fernández. Éstas son algunas de
las ideas que esbozó sobre el futuro de la capital; sobre la construcción
de edificios de gran escala, así como de la preservación del
valor urbano del Paseo de la Reforma. Para IAA era evidente que se debía
marcar una clara diferencia, porque un Centro Comunitario del DIF, dentro
de sus generalidades, carece de elementos arquitectónicos debido
a su bajo presupuesto e interés de sus diseñadores. Éste
fue la excepción pues se logró integrar un concepto de fortaleza
estructural a través del concreto favoreciendo un lenguaje volumétrico
interesante, articulado por una plaza central alrededor de la cual se ubican
espacios de convivencia e intercomunicación fundamentados en recorridos
legibles.
El Centro Comunitario DIF Xochimilco, fue proyectado y construido en un lapso de 14 meses, dentro de un terreno de 10,500 m2, con una construcción total de 7,000 m2, albergando en cinco edificios independientes el total de los requerimientos del programa arquitectónico: talleres, aulas, cafetería, centro de rehabilitación, consultorios, auditorio, alberca, helipuerto y estacionamiento.
¿Cuáles
son los cambios que propone con la dirección de la SEDUVI y los edificios
de gran escala proyectados para la Ciudad de México?
“Lo primero que tenemos que mejorar es la ciudad que llamamos del
‘día a día’; que es la ciudad a la cual todos
los habitantes nos enfrentamos cotidianamente, es decir, la de las banquetas,
cruceros, áreas verdes o la de los espacios públicos; todo
unido hace que mejor una gran ciudad. Hay que ser autocríticos y
aceptar que eso no está funcionando bien en la Ciudad de México.
Si bien es cierto que hay áreas que están mucho mejor –como
en el Centro histórico o en el Paseo de la Reforma– hay colonias
que están muy deterioradas, con muchas décadas de abandono
y de indiferencia por lo público”.
¿Qué es lo que se piensa hacer?
“Se va a empezar con una política general desde el gobierno
de la ciudad a nivel central, y coordinado con las delegaciones políticas,
para implementar toda una campaña de mejoramiento realmente significativo
de la ciudad. Hay que despejar mucho las banquetas; retirar el mobiliario
urbano que no tiene necesidad de mantenerse, y los señalamientos,
tanto oficiales como informales. Todo esto se va a liberar.
A esto lo llamamos saneamiento de obstáculos para el peatón.
Tenemos que favorecer las redes de transporte público y reverdecer
la ciudad, así como generar espacios recreativos para todos con la
finalidad de que la gente no se sienta limitada a salir a la calle”.
¿Qué
sucederá con las inversiones en los corredores urbanos como Reforma?
“Desde que se iniciaron los trabajos en el corredor urbano y turístico
del Paseo de la Reforma se han tenido resultados excelentes. Se mejoraron
los pavimentos, la iluminación; las condiciones para el peatón;
se ordenó la vegetación y se dio una iniciativa fiscal para
la inversión inmobiliaria que se ve reflejada en todos los cambios
a lo largo de seis años, y los que le faltan a cinco años
más, que se verán en la proyección de los edificios
que se irán consolidando. Esperamos que esto se derrame hacia otras
zonas como la Plaza de la Republica, o hacia vías laterales como
las calles de Morelos o Villalongín. Pretendemos que sea como una
espina dorsal que vaya teniendo una serie de vertebras laterales, para ir
teniendo una inversión a las colonias que colindan con Paseo de la
Reforma”.
¿Si esto pasara no se pondría en
riesgo el carácter peatonal como sucedió en Santa Fe?
“Santa Fe, lamentablemente, no fue pensada para el peatón.
Es uno de los lugares menos amable con el viandante pues siguió mucho
el esquema de la ciudad norteamericana. En el caso de Reforma estamos garantizando
que nunca se sacrifiquen estrategias peatonales o del espacio público
a través de la densificación vertical que se pretende”.
¿Cómo
validan la viabilidad de estos mega proyectos en Reforma?
“En todo el momento estarán ya regidos por cuestiones de sustentabilidad;
de ahorro del agua, captación de agua pluvial; naturación
de azoteas, o sistemas de ahorro energético a nivel eléctrico.
De hecho, en la nueva Ley de desarrollo urbano que se va a meter en la Asamblea,
dentro del Reglamento de agua, habrá una serie de disposiciones para
las futuras edificaciones, así como la manera en que se captará
el agua pluvial. Además, la mayor parte de los edificios en Reforma
van a contar con certificación LEED a nivel internacional. Serán
edificios de muy bajo consumo energético casi con la etiqueta verde
y reciclaje de agua. Esto le conviene más a la ciudad porque se van
a tener edificios nuevos con tecnologías recientes de ahorro energético
en vez de tener un parque habitacional obsoleto”.
¿Qué estrategias va a seguir la SEDUVI
para lograr estos proyectos?
“Bueno viene acompañada de otras acciones desde luego, con
un mejor transporte público; con el hecho de dar alternativas de
movilidad, como la bicicleta. Además, al estar más concentrada
la ciudad se va densificar para ahorrar distancias de recorrido, por eso
en estas zonas a las cuales me refería antes sería muy bueno
incluir vivienda, ya que la vivienda hace ciudad, debe quedar claro”.
¿Se tiene alguna estrategia para dar conexión
entre Reforma centro y Reforma norte?
“Bueno ese es un proyecto que se hizo que puede integrar desde la
glorieta del Caballito hasta Peralvillo; lleva cuarenta años y ha
sido muy difícil integrarlo. Quizá con el empuje de la Plaza
de la República sí lo logramos consolidar a cuatro o cinco
años. Reforma debe de buscar ser una conexión integral y no
solo de centro a poniente como funciona actualmente, pero esto no se verá
en pocos años”. c
Gregorio B. Mendoza.
Foto de Felipe Leal: A&S Photo/Graphics.
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