Diversión con agua contenida
Una alberca es más que uno de los espacios
recreativos más solicitados y realizados alrededor del mundo. Sin
importar la escala y ubicación geográfica, la gente encuentra
en estas piezas arquitectónicas, momentos de esparcimiento, relajación
y frescura.
La afirmación de que todos “somos agua”, adquiere valor
al buscar siempre una piscina, ya sea en una casa de playa, hotel, SPA o
instalaciones públicas como deportivos y centros de rehabilitación
física. Pero, más allá de lo gratificante que puede
ser un excelente diseño y el cúmulo de sensaciones físicas
a las que nos puede acercar, existen consideraciones técnicas que
los especialistas analizan al construir obras de este tipo. Construcción
y Tecnología brinda un panorama sobre el tema para comprender
mejor por qué las piscinas de concreto son la mejor opción.
Equipamiento y construcción
Las albercas de concreto, desde hace muchos años, registran una mayor
demanda a nivel mundial; no obstante que de una década a la fecha,
compiten con tecnologías desarrolladas con base en el acero o en
polímeros de alto desempeño. En materia de concreto podemos
citar ejemplos como los de las instalaciones olímpicas construidas
en años recientes –como el Watercube de Beijing–, o sedes
oficiales de la Federación Internacional de Natación (FINA)
en todo el mundo. En México, el Centro Acuático Olímpico
Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ha
verificado y aprobado milimétricamente todas y cada una de sus cotas
físicas al tiempo que todas las secciones fueron construidas con
instrumentos basados en rayos láser con la finalidad de garantizar
los posibles registros o records en competencias oficiales. Lo anterior
fue afirmado a CyT, por el director del citado Centro Acuático, René
Salgado Méndez, quien está al frente de una de las sedes acuáticas
más importantes de Latinoamérica. No yendo tan lejos, nos
podemos referir a las típicas albercas de lugares de playa, ubicadas
en hoteles de prestigio, que constituyen el sueño de cualquier amante
de estos espacios. Ahí, ingenieros y arquitectos ponen a prueba sus
límites creativos para satisfacer las necesidades y preferencias
de cualquier persona. Sin duda, en este punto, el concreto ofrece la mejor
relación entre calidad y costo. Generalizar sería negativo
por lo que al realizar una alberca debemos analizar cada una de las peculiaridades
de ésta y los alcances que se pretenden obtener, a decir de Salgado
Méndez.
Concreto a profundidad
Es muy importante estudiar el lugar específico en el que se realizará
la construcción y verificar que cuente con las características
adecuadas para cumplir con los objetivos. Es recomendable que se utilicé
una de las zonas más altas del terreno para facilitar el flujo de
las instalaciones necesarias, amén de que debe revisarse, mediante
un estudio de mecánica de suelos, que tenga la capacidad adecuada
para soportar la carga total del sistema y considerar un asentamiento gradual
que deberá de estar controlado y previsto dentro de los estudios
previos.
Otro punto es la orientación que tendrá; siempre se ha optado
por una orientación hacia el oriente, pero ya no es una regla absoluta,
depende de factores como el estar a cubierto o no, así como de los
mismos sistemas con que contará para mantener la temperatura del
agua en servicio; además, se deberán considerar diversos dispositivos
de recolección de agua y su correspondiente línea de retorno
para el tratamiento del volumen total de la alberca. Siendo más minuciosos,
se puede considerar la presencia de los vientos dominantes y otros aspectos
vinculados a la bioclimática o los principios sustentables. Pero
sin duda, lo importante es el concreto como responsable, por sus características
técnicas de garantizar un excelente desempeño en todos los
aspectos. Obviamente la mano de obra y la supervisión de los trabajos
están íntimamente ligadas a ello.
Como bien sabemos el concreto es un material históricamente
eficiente cuando se trabaja con calidad y el cuidado adecuado, además
de que se puede trabajar con volumetrías y formas monolíticas
de gran impacto visual. Entre sus principales beneficios que podríamos
enlistar se encuentran: su durabilidad, la posibilidad de construir exactamente
a sus necesidades de tiempo, escala y presupuesto. Esto aunado a que se
le puede dar un acabado distinto al aparente (pintura, mosaicos, etc.),
o de acuerdo al gusto de cada cliente, la resistencia a cualquier tipo de
producto químico para el mantenimiento del agua de la alberca, entre
otros que de principio lo hacen muy viable. Pero ¿cómo saber
qué concreto es el adecuado? Para ello deberán buscarse siempre
dos tipos de concreto. El primero que puede emplearse, el de baja permeabilidad,
ya que impide la ascensión por capilaridad del agua en contacto con
el concreto en muros y cimentaciones, ayudando a mitigar los ataques por
agentes químicos agresivos para el concreto tales como sulfatos y
bióxido de carbono disueltos en agua.
Y en segundo término, el concreto antibacteriano que es concreto
al que se le incorporan aditivos que contienen una combinación de
agentes biocidas y fungicidas con los cuales inhibe el crecimiento de colonias
de bacterias tanto en la superficie como en el interior de la estructura,
haciéndolo apto para ser aplicado en la construcción de albercas
o canales de agua.
Dentro de los beneficios específicos que estos dos tipos de concreto nos brindan se encuentra la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de diseño geométrico; el poder ser utilizado en pequeñas o grandes albercas; un comportamiento estructural óptimo (resistencia a compresión similar a concretos normales); reducción del sangrado, así como un menor riesgo de corrosión en el acero de refuerzo, capacidad de aislamiento térmico, entre otras cualidades de gran importancia.
Además de una correcta selección en el uso del concreto, es recomendable usar impermeabilizantes y selladores diseñados específicamente para proteger toda la construcción contra daños causados por filtraciones o por la presencia de humedad. Estos materiales deben de contar entre sus características, con una excelente elasticidad, estabilidad química, resistencia a la intemperie y adherencia a todo tipo de superficies. Por lo general estos aislantes son de sencilla instalación y pueden ser usados en albercas sin mayores complejidades.
Dos testimonios
CyT visitó un par de obras que hicieron uso de este material y testificaron
con los encargados de proyecto los alcances que han tenido con el concreto.
En primer término, se entrevistó al despacho Buscando la Aurora,
conformado por Carlos Coronel y Héctor de la Peña, quienes
actualmente construyen una alberca proyectada dentro de una finca en Yautepec,
Morelos.
Coméntenos sobre el proyecto y díganos
¿por qué concreto?
“El proyecto sustituye a una palapa tradicional que llevaba más
de 30 años en uso. Era necesario complementar el programa arquitectónico
dado que la nueva generación (nietos) requería una alberca
aparte de la existente, además de mayor espacio para convivir con
amigos y familiares. El uso de concreto debía tener un equilibrio
formal para que el proyecto se integrara de manera natural al entorno formado
por la casa principal, la de visitas, el asador y la alberca principal,
todo rodeado con extensa vegetación. Al ser una casa de fin de semana,
el mínimo mantenimiento del proyecto fue una de las premisas para
el uso de un solo material con las características de imagen y fortaleza
como el concreto, mismo que se aplicó tanto en piso, como muro y
cubierta”.
¿Qué ventajas tuvieron en el proceso?
“La ventaja principal fue contar con un buen equipo de construcción
encabezado por nuestro maestro de obras Constantino, y el maestro Fausto
Serrano con el que comúnmente trabajamos. Con ellos logramos sincronizar
el armado de la cimbra y el suministro del concreto. De esta forma podemos
decir que el proceso fue sencillo en cuanto a que el primer colado fue para
la cimentación con el sistema de cajón de sustitución,
donde la alberca es parte del mismo. El segundo colado fue para los muros
de concreto. El tercero, para la losa plana e inclinada. El tipo de concreto
empleado fue de Clase 1, f’c=250 kg/cm2 con un módulo
de elasticidad mínimo de 14,000. En otra ubicación, visitamos
la alberca del Centro Comunitario DIF Xochimilco –ver sección
Arquitectura de este mismo número– y se charló con el
arquitecto Eduardo Ríos, del despacho Izquierdo Arquitectos Asociados,
quien compartió su experiencia al realizar este espacio en la Ciudad
de México”.
¿Qué sistema constructivo utilizaron
para cumplir con todas las exigencias planteadas en esta área?
“El edificio para la alberca fue construido con un sistema constructivo
a base de zapatas corridas de concreto para todo lo que son muros perimetrales,
zona vestidores, cuarto de máquinas y bodega. Los muros son de concreto
(fluido estructural, resistencia f`c=250 kg/cm2 revenimiento
12, tipo 2, clase b, tamaño del agregado 12 mm de diámetro
máximo) y de tabique. Mientras que la parte de la fosa es a base
de un cajón de cimentación”.
¿Qué retos implicaba esta alberca
y cómo aportó beneficios el concreto?
“Se proyectó la alberca pensando en que pudiera ser utilizada
para rehabilitación de personas discapacitadas pues cumple con las
normas necesarias. Siempre visualizamos la cantidad de personas que la utilizarían
diariamente, que en este caso el número sería altísimo.
Así, el concreto fue la mejor opción para asegurar su durabilidad,
su bajo mantenimiento, pero que a la vez, que no fuese una alberca más,
si no que más bien una obra con personalidad que aportara un diseño
impactante, cosa que se logró muy bien”.
¿Qué papel jugó el concreto
en su trabajo?
“Fue muy importante. Lo hemos utilizado en todos nuestros proyectos
en forma aparente. No obstante que conocemos su alto costo inicial, sabemos
que éste se amortiza al paso del tiempo, pues envejece bien, lo que
no ha permitido realizar detalles y formas propositivas en cada proyecto.
La alberca es una de ellas.
Gregorio B. Mendoza
Fotos: Alberca Xochimilco IAA; Finca Morelos: Buscando
la Aurora; Centro Olímpico Acuático UANL
(Gregorio Mendoza)
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