Hay momentos difíciles…
En la antigüedad, algunas de las grandes debacles
de ciudades tan importantes como Pompeya –durante la época
del Imperio Romano– tuvieron que ver con intempestivos fenómenos
naturales. Hoy, aún con la existencia de tecnologías mucho
más avanzadas y herramientas más poderosas, la naturaleza
sigue demostrándonos que ella es la que manda en este planeta. Lo
que está viviendo el pueblo japonés es uno de los momentos
más críticos de la misma historia de la humanidad.
La cadena de eventos (terremoto, réplicas sísmicas, tsunami,
catástrofe nuclear y por ende, crisis económica) nos hace
ver que ante la fuerza de la Madre Tierra, no hay material, herramienta
ni tecnología que soporte. El hombre puede generar estructuras cada
vez más resistentes que minimicen la tragedia, pero nada más.
Sin embargo, la catástrofe nipona también nos demuestra cómo
el hombre siempre busca salir adelante de los hechos que lo conmueven. Estamos
seguros que, aunque con muchas dificultades, este gran pueblo –ícono
de tecnología, pero también de vanguardia y tradición
mezcladas– emergerá cual Ave Fénix y seguirá
investigando y desarrollando nuevas alternativas que busquen frenar lo que
pareciera infrenable.
En otro tema diametralmente opuesto, nos congratula sobremanera tener en
la portada de nuestra revista a uno de los grandes maestros de la ingeniería,
don José María Riobóo, quien a lo largo de varias décadas
ha ayudado a que nuestro país tenga mejores estructuras y por ende,
un mejor desarrollo en todos los aspectos. Le agradecemos al ingeniero Riobóo
el haber aceptado la entrevista que se le hizo y le deseamos que los éxitos
profesionales se continúen por muchos, muchos años. c
Los editores.