Quién y Dónde
Formando ingenieros y construyendo
sueños
Por más de veinte años, la academia, la investigación, el desarrollo tecnológico y la implementación de proyectos en apoyo a las comunidades, son actividades que han distinguido a la ingeniera Delma Almada, profesora del departamento de Ingeniería Civil del TEC de Monterrey.
Sobre su visión de la vida, la ingeniera Delma Almada nos dice: “El equilibrio en la vida se logra llevando a cabo tus sueños y cumpliendo tus responsabilidades, no puedes involucrarte en un proyecto demandante cuando estas criando a un hijo. Tener clara las prioridades en la vida y apoyar cariñosamente a cada miembro de la familia en sus necesidades me ha retribuido significativamente. Tanto mi esposo como mis tres hijos, disfrutan y me apoyan en las actividades que emprendo…compartiendo mis sueños”.
Así, escribir sobre la ingeniera Delma Very Almada Navarro no sólo es hablar de la enseñanza; es hablar de la familia, de los principios y los sueños. Estamos ante una mujer que con visión, dedicación y empeño ha creado un estilo único en la enseñanza del concreto, en la investigación y en la implementación de proyectos comunitarios. Una profesional quien actualmente es académica del ITESM campus Monterrey.
En entrevista, la ingeniera relata a Construcción y Tecnología en Concreto que descubrió a muy temprana edad el gusto por las matemáticas, motivo por el cual decidió conti-nuar con sus estudios y disfrutar las disciplinas analíticas como un medio para comprender los problemas. Con grandes deseos de aprender e inspirada por las preguntas retadoras de su abuelo materno, que la desafiaban a ir más allá de sus propios límites, y el ejemplo de un tío abuelo historiador, respetado y honesto, se fue forjando la esperanzadora idea de estudiar una carrera universitaria.
La ingeniera creció en Álamos, pequeño pueblo del estado de Sonora en donde la secundaria y una carrera comercial eran las únicas opciones disponibles. Delma Almada tuvo que enfrentarse a las dificultades para estudiar la preparatoria y después la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad de Sonora. Sobre este punto, nos cuenta: ”A pesar de la resistencia familiar a estudiar una carrera para hombres, elegí la Ingeniería Civil por el reto académico y por el alto impacto que tienen las obras en la sociedad, ya que mejoran la calidad de vida de las personas.”
Recuerda haber realizado sus primeros trabajos pro-fesionales en levantamientos topográficos y estudios hidrológicos de la cuenca del Rio Sonora y Magdalena, mientras aún cursaba la licenciatura. Al término de la carrera decidió enfocarse hacia la ingeniería estructural, actividad que realizó en forma independiente. Al respecto comenta: “Además de realizar el cálculo, dibujaba los planos estructurales a mano y en papel albanene”. Años más tarde estudió la Maestría en Ingeniería con especialidad en Estructuras, en el ITESM. Posteriormente hizo la maestría en Ciencias en Ingeniería Civil en Iowa State University. Mientras estudiaba en el ITESM, el doctor Germán Blomeier, profesor y director del departamento de Ingeniería Civil, la invitó a participar en proyectos de consultoría en ingeniería estructural y le ofreció el impartir el curso de Diseño de Concreto reforzado que, para entonces, él mismo daba. Gracias a una beca otorgada por el TEC estudió en el extranjero. A su regreso, se incorporó a la planta docente, convirtiéndose así en la primera profesora de planta del departamento de Ingeniería civil, impartien-do cursos de Concreto Presforzado, Reforzado, Análisis Estructural y Resistencia de materiales.
Desde la perspectiva de la ingeniera Almada, la docencia es una profesión que merece todo su respeto, cada clase no sólo es la oportunidad de trasmitir un conocimiento, sino de tener el poder de estimular esas mentes inquietas y, en algunos casos, inseguras y distraídas pero ávidas del saber. Consciente de que el verdadero aprendizaje se genera cuando el alumno se interesa en cuestionar, indagar, resolver y analizar, fomenta en sus clases y en el desarrollo de las actividades, el pensamiento crítico mediante la participación dinámica de los estudiantes, reconociendo en cada uno, el avance en su aprendizaje y el orgullo inherente de sentirse capaz.
Una de sus pasiones:
la investigación
Inquieta por naturaleza y con una creatividad desafiante, la ingeniera Delma Almada se ha involucrado en diferentes ámbitos del desarrollo profesional como son la investigación para el desarrollo tecnológico; la participación activa en la vida académica de la institución y la implementación de proyectos comunitarios. Temas como el efecto de los sismos en la vivienda social, las problemáticas de la autoconstrucción, la necesidad de disminuir el consumo de energía, la insuficiencia de esquemas financieros y micro ahorro para la ampliación y mejoramiento en la vivienda social, el efecto de los desastres naturales en la infraestructura, entre otros problemas, la han motivado a buscar soluciones mediante la investigación. Al respecto, dijo: “Los profesores tenemos que mostrar a los estudiantes que hay muchos problemas en su área que aún no están resueltos; se debe tener consciencia de su existencia, lo que será siempre una motivación para investigar y buscar soluciones”.
Durante la última década ha participado activamente con un grupo de investigadores del TEC, en la “Cátedra en Desarrollo e Innovación de Procesos y Tecnologías en Vivienda”. Algunos de los proyectos en los que ha participado han sido generados como respuesta a las demandas de comunidades afectadas por desastres naturales –sismos e inundaciones–, y como resultado de los estudios cuenta actualmente, en coautoría, con los sistemas constructivos Tecnovivienda y Tecnoaula, que son alternativas eficientes y competitivas para la vivienda y el aula rural, mismos que ya se han implementado en diversas ciudades del país. Actualmente, se gestiona su uso en el extranjero como una alternativa de vivienda sismo resistente, de fácil construcción y competitiva económicamente. En los últimos años ha trabajado en el desarrollo de un sistema de aislamiento sísmico pasivo de bajo costo para vivienda, que desacopla el movimiento del suelo y la estructura, lo cual reduce considerablemente los esfuerzos sobre la misma.
Otra de sus áreas de interés ha sido el estudio de materiales alternos para la construcción. Ha realizado trabajos dirigidos a la caracterización mecánica del bambú Guadua Angustifolia, así como el estudio del comportamiento de la adherencia bambú-concreto y el comportamiento estructural de losas alveolares reforzadas con bambú, entre otros. Como resultado de su trabajo en estas áreas, obtuvo, –también en coautoría–, diversas patentes de sistemas constructivos, así como de sistemas de aislamiento sísmico pasivo para vivienda social. Asimismo, ha trabajado con proyectos financiados por fondos internacionales y nacionales, tales como fondos mixtos y sectoriales CONACYT-CONAVI. La ingeniera puntualiza: “Estos fondos nos permiten la compra de equipo especializado para llevar a cabo los proyectos, como son la construcción y equipamiento de una mesa vibratoria de 5 x 5 metros, de un grado de libertad, sistemas de adquisición de datos, equipo para la evaluación experimental de esfuerzos, equipo para monitorear radiación solar, temperatura y humedad entre otros”.
Por otra parte, la especialista ha presentado sus trabajos en foros nacionales e internacionales, entre los que destacan los congresos del IMCYC; los de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural (SMIE); en congresos del consorcio de escuelas de ingeniería de universidades de Latinoamérica y el Caribe (LACCEI); en el Asían Pacific Congress, así como en los congresos internacionales de mujeres científicas e ingenieras (ICWES), presentando también conferencias en países como Colombia, Chile, Francia, España Tailandia, India, Corea y Australia entre otros.
Ha participado activamente con universidades Latinoamericanas como la universidad Nacional de Colombia donde fue parte del Comité de evaluación de propuestas de investigación y con la Universidad Diego Portales, en Santiago de Chile, como profesora visitante.
Una trayectoria reconocida
Almada ha recibido una serie de reconocimientos a lo largo de su vida profesional entre los que destacan: el primer lugar del premio Rómulo Garza del Sistema Tecnológico por Investigación en el 2007 y el tercer lugar del mismo premio en el 2004. Fue distinguida también en el I Congreso Internacional sobre Desastres Naturales en Nueva Delhi, India (2004), así como en el XIII Congreso Internacional de Mujeres Ingenieras y Científicas celebrado en Seúl, Corea (2005), y becada por la UNESCO para participar como ponente en el ICWES en Adelaida Australia 2011. También ha sido galardonada con el primer lugar en concursos de car-teles de investigaciones nacionales e internacionales en México y Corea. En dos ocasiones ha participado como jurado del Premio Obras CEMEX y como miembro del Senado Académico del Tecnológico en dos períodos, en el comité de fortalecimiento de valores del ITESM, así como en el claustro académico de la maestría en Ingeniería Civil.
En el lapso de su trayectoria institucional ha representado al ITESM ante diversos foros y organismos; ha sido miembro de la Sociedad Americana de Ingenieras (SWE) y del Instituto Internacional de Mujeres en Ingeniería (IIWE), presentando estudios sobre problemas de género en ingeniería. Asimismo, colaboró en el desarrollo de las políticas sobre clasificación docente e investigación y sobre la honestidad académica en la universidad. Entre otras cosas, agrega: ”Participé en la propuesta y gestión de un nuevo modelo de contratación –planta con horario restringido–, modelo que permite tener un horario corrido de seis horas diarias, favoreciendo la necesidad de la mujer de disponer las tardes para el cuidado de sus hijos. Es necesario hacer cambios que consideren y reconozcan la participación de la mujer en el ámbito profesional, generando mayor flexibilidad en los esquemas de trabajo que se adapten a las etapas de la crianza de los hijos”.
Predicar con el ejemplo
La realización de proyectos en beneficio de comunidades en diferentes partes del país, motivó a la inge-niera Delma Almada a cuestionarse también sobre las condiciones de vida de los empleados de servicios del TEC. Después de encuestar a más de 700 empleados del campus Monterrey, los resultados mostraron las necesidades en el rubro de vivienda, transporte, habilidades y deseos en capacitación. Con gran esperanza en mejorar la calidad de vida de los más necesitados, ha planteado soluciones mediante diferentes proyectos de apoyo. Actualmente, opera el proyecto social “Mejora tu casa” donde participan estudiantes de ingeniería civil en la sustitución de techos de lámina, construcción de baños, gestión para mejorar presupuesto de materiales y seguimiento a donaciones, entre otros. Al respecto, ella manifiesta que “al llevar a cabo estos proyectos, no sólo beneficiamos al empleado con la mejora de su vivienda, sino que hacemos que los estudiantes que participan se enfrenten a situaciones reales y esto les permita reflexionar y despertar el sentido de la responsabilidad social y en un futuro puedan aplicar estas experiencias en su vida profesional”. Por otro lado, agrega: “los empleados externaron el deseo de capacitarse o especializarse en diferentes áreas, por lo que se esta planeando un proyecto educativo con intenciones de mejorar sus capacidades y habilidades para que brinden sus servicios a la comunidad y tengan una fuente adicional de ingresos.”
Finalmente, nuestra entrevistada expresa con entusiasmo: “Estoy organizando para este verano el Primer Encuentro: El Arte y la Ciencia “Ingeniero Héctor Almada”, en la ciudad de Álamos, Sonora. Consciente de que a temprana edad se decide continuar o claudicar en los estudios, he decidido realizar este proyecto, cuyo principal objetivo es motivar a los jóvenes de primaria, secundaria y preparatoria a seguir estudiando, reuniendo a profesionistas interesados en compartir sus conocimientos mediante talleres, conferencias y pláticas en el área de Química, Física y Matemáticas; además habrá un curso-taller para fabricar aerogeneradores. También se impartirán pequeños cursos de guitarra, pintura, yoga y folklore, para despertar la sensibilidad artística. Espero con esta actividad tener la oportunidad de cambiar el rumbo de algunas vidas y por supuesto motivar a que estudien Ingeniería Civil, si así lo desean. Esta actividad me alienta y me compromete a la vez; me brinda la ocasión de aportar algo a los jóvenes de mi pueblo y sobre todo, devolverle a la sociedad la oportunidad de vida que me brindó”.
TEXTO: Antonieta Valtierra
FOTOS: Abigail Guzmán Taméz
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