C O N C R E T O S_ R E C I C L A D O S
Desempeño de los concretos elaborados con agregado tipo “Piedra bola”
Uno de los factores a tener en cuenta en la resistencia
del concreto es la textura superficial del agregado grueso que actúa
sobre la zona de interfase modificando la adherencia entre éste y
el mortero. Los agregados reciclados
obtenidos de la trituración de concretos de desecho, debido a su
composición, tienen mayor porosidad y una textura superficial más
rugosa que los agregados naturales, hecho que afecta tanto a las propiedades
y características de los agregados reciclados como a las de los concretos
con ellos elaborados.
En una investigación se ensayó con concretos elaborados con
50, 75 y 100% de reemplazo del agregado grueso natural por agregado grueso
reciclado proveniente de la trituración de un concreto de desecho
elaborado con agregado grueso tipo “piedra bola”. Los resultados
se comparan con un concreto convencional elaborado con agregado grueso natural,
proveniente de la trituración de agregado tipo “piedra bola”.
En todos los casos se consideró una relación agua cemento
(a/c) de 0.5.
A partir de esta experiencia realizada en Argentina, se pretende demostrar
que los concretos reciclados (CR) presentan niveles de resistencia similares
al del concreto convencional (CC), siendo también satisfactorio su
comportamiento de durabilidad frente a diferentes mecanismos de transporte.
En general el estudio evalúa el comportamiento físicomecánico
de CR en los cuales el agregado grueso natural fue reemplazado por distintos
porcentajes de agregados provenientes de la trituración de concretos
fabricados con agregado grueso de forma redondeada y textura lisa. Inicialmente
se evalúan comparativamente las propiedades de los agregados naturales
y reciclados, efectuándose luego un análisis de las características
físico-mecánicas y de algunas propiedades relacionadas con
el transporte de líquidos a través de los concretos con ellos
elaborados. Los resultados de este estudio concluyen que: El agregado grueso
reciclado presenta menor densidad y mayor absorción de agua y pérdida
de peso por abrasión que el agregado grueso natural debido a la presencia
de mortero como parte constituyente de dichos agregados.
Asimismo, en estado fresco, se observa una reducción del revenimiento
a medida que se incrementa el porcentaje de agregado grueso reciclado, lo
cual pone de manifiesto una notable influencia de la textura superficial
de los mismos. Este hecho es atribuido a que el agregado natural está
constituido por partículas de forma redondeada y textura lisa, mientras
que el agregado reciclado presenta una mayor rugosidad superficial e irregularidad
producto del mortero adherido.
También, los concretos reciclados elaborados con hasta un 75% de
agregados gruesos reciclados presentan un comportamiento resistente similar
o superior al del CC; hecho que debe ser atribuido a una mayor adherencia
entre la nueva matriz cementicia y el agregado reciclado, a pesar de poseer
este último una calidad inferior respecto al agregado natural. Sin
embargo, debe considerarse que en los CR se produce una disminución
del módulo de elasticidad estático, la cual es más
importante cuando se incrementa el porcentaje de agregado reciclado.
Respecto al desempeño por durabilidad de los CR, se observa un comportamiento
satisfactorio y similar al del CC frente al transporte de agua bajo presión.
Sin embargo, también se aprecia que al llevar a cabo ensayos de absorción
de agua por capilaridad, se advierte un aumento significativo en los valores
de la velocidad y capacidad de succión capilar para reemplazos superiores
al 50%, cuestión vinculada con la mayor porosidad de los agregados
reciclados.
Puede inferirse que los concretos con relación a/c de 0.50 elaborados
con agregados gruesos reciclados de similares características a los
utilizados en este estudio en porcentajes menores al 50%, presentarían
un adecuado comportamiento de resistencia y durabilidad; por tanto, su empleo
en la industria de la construcción sería una alternativa ventajosa
tanto desde el punto de vista económico como ecológico.
Referencia: Zega C. J.; Taus V.L.; Di Maio A.A., “Comportamiento
físico-mecánico de hormigones reciclados elaborados con canto
rodado”, en Boletín Técnico, IMME, vol. 44, núm.
3, Caracas, noviembre de de 2006
C O N C R E T O_ H I D R Á U L I C O
Desempeño en temperatura ambiente
La fabricación de concreto premezclado en condiciones
climáticas extremas (altas o bajas temperaturas), influye de manera
directa en cualquier etapa en sus características, así como
en sus propiedades físico-mecánicas. Ello constituye una preocupación
tanto para fabricantes como para constructores, por las evidentes consecuencias
negativas, siendo frecuentes las pérdidas de resistencia en época
de verano.
A pesar de que las pérdidas de resistencia en el concreto, debidas
al aumento de la temperatura en verano han sido ampliamente estudiadas,
y que es innegable su importancia, no son muchas las investigaciones que
den soluciones.
La mayoría se limitan a recomendar acciones sobre los constituyentes
reduciendo la temperatura de éstos o evitando que las elevadas temperaturas
incidan en cualquiera de las etapas de fabricación y colocación
del concreto. Una solución habitual consiste en ajustar el contenido
de cemento, sobredosificando cemento y agua, y manteniendo constante la
relación agua/cemento (a/c).
En este escrito se discute la influencia que tiene cada componente del concreto
sobre la temperatura en la trabajabilidad y en la resistencia a compresión
del mismo. Se planteó un procedimiento experimental cuyas variables
a estudiar fueron la trabajabilidad y la resistencia a compresión,
afectadas por condiciones climáticas específicas, para determinar
qué tanto influyen estas condiciones térmicas en las propiedades
del concreto.
Para la fabricación del concreto se utilizó cemento Portland
Tipo I (ASTM) de 42.5 MPa a 7 días, agregados calizos triturados
de tamaños de 12 a 20 mm (grava), 5 a 12 mm (gravilla), 0 a 5 mm
(arena gruesa) y 0 a 2 mm (arena fina). También se utilizó
un aditivo químico polifuncional (retardante de fraguado y reductor
de agua) en base a sulfonatos surfactantes. El diseño de la mezcla
utilizada corresponde a un concreto de fabricación comercial cuya
resistencia nominal es de 25 MPa, con relación a/c de 0.56 y revenimiento
de proyecto de 10 cm. En todos los casos, las variables estudiadas fueron
afectadas por diferentes condiciones climáticas de temperatura ambiental
y humedad relativa. Se realizaron simulaciones térmicas ambientales
tanto cíclicas como constantes.
De los resultados y tendencias observadas se puede precisar que la trabajabilidad
del concreto está influenciada por las propiedades de los agregados
que son susceptibles de variaciones en función de la temperatura.
Los valores de trabajabilidad obtenidos para el concreto indican que la
mejor situación es bajo condiciones de temperatura y de humedad relativa
intermedias a las temperaturas asociadas a verano e invierno, debido a las
magnitudes también intermedias, que bajo esta condiciones, toman
los agregados respecto a la absorción y al valor de la fricción
interna. De acuerdo a lo anterior, se puede afirmar que la temperatura influye
en la velocidad de absorción y en la fricción interna de los
agregados; mientras que en el concreto tiene un efecto sobre su desempeño
(estado fresco y endurecido). Por otro lado, en función de que normalmente
en períodos de verano se ajusta la cantidad de cemento y de aditivo
a dosificar con el objeto de compensar las pérdidas de resistencia,
también se tiene un efecto negativo sobre el costo final del concreto
(mayor consumo de cemento).
En general, cuanto menores sean las variaciones térmicas
del concreto, mejores serán los resultados relativos a las prestaciones
mecánicas. El coeficiente de absorción de los agregados finos
aumenta con el incremento de la temperatura ambiental y de la mezcla, lo
que podría explicar la poca trabajabilidad y pérdida de ésta
en el concreto bajo condiciones de alta temperatura. Por último,
la fricción interna de los agregados es menor a mayor
temperatura; caso en que los valores serán mayores para arenas con
mayor módulo de finura.
Referencia: Ortiz J. A.; Aguado de Cea A.; Zermeño
de León M. E.; Alonso F. A., “Influencia de la temperatura
ambiental en las propiedades del concreto hidráulico”, en Ingeniería,
revista de la Universidad Autónoma de Yucatán, núm.
11-2, 2007.
F I B R A S_ D E_ A C E R O
Una alternativa de refuerzo a flexión
De unos años a la fecha se han construido losas
reforzadas con contenidos de fibra de acero (FA) de aproximadamente 100
kg/m3, sin el empleo de acero de refuerzo convencional adicional.
Poco común ha sido esta práctica, pues la aplicación
del concreto estructural reforzado con fibras se había visto limitada
solamente a la construcción de losas de piso apoyadas sobre el terreno.
El reforzamiento de losas con FA ha demostrado ser rentable cuando es posible
eliminar el acero de refuerzo convencional. Actualmente se han logrado construir
tableros de losa de piso de hasta 50.0 metros entre juntas de
construcción contiguas, reforzadas únicamente con FA; con
un patrón de daño controlado. Adicionalmente, combinando el
uso FA con acero de refuerzo convencional se ha logrado la construcción
de tableros de losa apoyadas sobre columnas. En este caso, las fibras sirven
de refuerzo principal, mientras que el acero de refuerzo convencional se
coloca para evitar el colapso progresivo del sistema, al actuar como una
membrana que mantiene la integridad de la estructura ante una posible sobrecarga.
Cabe decir que el acero convencional adicionado no forma parte del diseño
estructural de la losa.
La práctica
del uso de las FA en campo, es la de mezclarlas con los demás componentes
del concreto en los contenedores antes del inicio del proceso de colocación.
Esto trae consigo que se haga difícil la modificación del
contenido de fibras durante el proceso de colado por lo que la losa contendrá
la misma cantidad de fibras en todas partes, independientemente de la cantidad
de refuerzo requerido en una sección específica dada. Como
antes se refirió, las FA no están perfectamente distribuidas
en la masa de concreto. Esta dispersión influye en la resistencia
del concreto al agrietamiento. Éste se produce una vez que se generan
los niveles de esfuerzos máximos Lógicamente, el patrón
de agrietamiento estará en función del conteniendo real de
FA en la zona de máximos esfuerzos. Cuando los esfuerzos sean menores
a los máximos, el agrietamiento tratará de seguir una “línea
de baja resistencia”, definida por una combinación dependiente
del contenido de fibras y de los niveles de esfuerzos.
De acuerdo a lo anterior, la resistencia máxima a tensión
estará en función de la cantidad de fibras a mezclar antes
del colado. Es importante referir que alrededor de la mitad de las fibras
se ubicará en las zonas de la sección comprimida por lo que
su desempeño será ineficaz. También se reconoce que
las fibras están orientadas al azar y en consecuencia, aproximadamente
sólo un tercio de las fibras en la zona de la grieta serán
afectivas; de éstas, el 10% posiblemente, no llegará a tener
la longitud de desarrollo requerida. Si de alguna manera, la cantidad de
fibras se pudiera dosificar y mezclar adecuadamente en la salida de la bomba,
en lugar de en el contenedor de mezclado, el potencial se abriría
al diseño estructural.
Utilizando el método de elementos finitos (MEF) se podrían
estimar los niveles de fibra de acero requeridos en una zona en particular,
en función de los niveles de esfuerzos que se producen. Lo anterior
permite asegurar que es un reto lograr la dosificación de FA en tiempo
real según los niveles de esfuerzos reales; y haciendo uso del MEF.
Si se logra la integración en las fases de diseño y producción,
sería posible un ahorro considerable de trabajo, tiempo y costo pues
no será necesaria la estimación de solicitaciones de flexión
y cortante, ni de niveles de esfuerzo en el acero de refuerzo convencional.
Por medio del MEF se distribuirá automáticamente la cantidad
de FA mediante la visualización de diagramas detallados de esfuerzos
y adicionalmente a que no se requerirá del
detallado del acero estructural por no ser necesario, únicamente
se considerará una cuantía mínima para el adecuado
desempeño en la etapa final de comportamiento. Así, el uso
de la FA como material de reforzamiento en elementos estructurales sometidos
a esfuerzos de flexión, puede ser una alternativa eficiente.
Referencia: Tepfers, R., “Future use of high fiber volume in concrete”, en Concrete international, enero de 2002.
P R E F A B R I C A C I Ó N
Sistema Habidite
Uno de los sistemas constructivos de más auge es
la edificación industrializada integral. Constituye un método
de construcción en que los edificios se conforman básicamente
por medio de células espaciales de grandes dimensiones elaboradas
íntegramente en plantas prefabricadoras que una vez terminadas, se
transportan a obra donde son montadas de forma rápida y sencilla.
Así, Habidite apuesta por esta tendencia y contribuye a conseguir
edificios modulares de concreto armado de extraordinaria calidad, con implementos
domóticos integrados en la vivienda con un alto grado de sustentabilidad.
Habidite contempla la fabricación de los elementos que conforman
un bloque de viviendas en un medio controlado y estable, como es una planta
industrial, por medio de un proceso de producción en serie. Su uso
se extiende, entre otros, a centros sanitarios, hoteles, residencias y centros
penitenciarios.
En edificios residenciales, la combinación modular permite obtener
variadas distribuciones, así como elegir configuraciones de cocinas
y estancias complementarias. Las estancias de vivienda se complementan con
otras de terraza, huecos de elevadores, escaleras, distribuidores o cubiertas,
para conformar el edificio, contando ya con todas las instalaciones integradas.
La estructura del edificio hasta la cota cero se realiza in situ mediante
los métodos habituales en la construcción. Cuando se trata
de bloques de varias plantas, la primera de ellas va apoyada en un entramado
de trabes prefabricadas diseñadas para soportar el peso del resto
de la estructura. Estos elementos (por lo general pretensados), construidos
en planta se transportan convencionalmente y se apoyan directamente a las
columnas de la estructura, que a su vez pueden ser coladas in situ o prefabricadas.
Existen tres tipos de módulos: de vivienda, de terraza y de cubierta.
Los primeros cuentan con una estructura portante principal basada en una
solera horizontal nervada, cuatro pilares verticales en las esquinas de
ésta, cuatro vigas superiores perimetrales y una losa apoyada en
éstas. Los tabiques perimetrales e internos sirven de arriostramiento
y rigidización al conjunto. Los módulos de terraza se elaboran
en planta y se anclan al módulo de vivienda antes de transportarse
a obra. Son autoportantes de dimensiones menores y van en voladizo anclados
a los módulos de vivienda anexos.
Habidite pretende obtener el aprovechamiento óptimo de los recursos
naturales, así como un diseño que minimice el consumo de agua
y energía. Se distinguen la instalación solar térmica,
solar fotovoltaica, climatización, recuperación de aguas pluviales,
recuperación de aguas grises, protección contra incendios
y domótica. Por otro lado, debido a los requisitos de diseño,
puesta en obra, fabricación y seguridad laboral, el material idóneo
para conformar estas células tridimensionales es el concreto autocompactable.
Habidite
es un sistema revolucionario por su innovación cuyo concepto rompe
con la edificación concebida anteriormente. Es elástico, por
su capacidad para adaptarse a diferentes tipologías estructurales,
y ligero pese a que cada módulo pueda pesar aproximadamente 25 t
(resulta significativo que un edificio de 5 niveles pueda transportarse
en un camión). El sistema es expandible y modulable; con la capacidad
de adosar nuevos módulos a tipologías existentes, y móvil
por ser un producto que se ejecuta en las instalaciones apropiadas y que
se transporta a su sitio definitivo, en donde se realizan los trabajos indispensables
para su adecuado funcionamiento. Habidite, es también activo y dinámico
ya que los diseños, acabados, técnicas e incluso los procesos
constructivos pueden evolucionar en función de las tendencias arquitectónicas,
las nuevas tecnologías y los materiales más novedosos. c
Referencia: Gómez J. V., “Habidite: viviendas
modulares industrializadas”, en Informes de la construcción,
vol. 61, Instituto de Ciencias de la Construcción, Madrid, España,
enero-marzo de 2009.
Vota por el artículo |
|
|