Histórico
El concreto, referente en Manizales, colombia
Este investigador, uno de los más importantes de la arquitectura colombiana, da un repaso sobre el uso del concreto en el siglo XX –y sobre la historia del material en esa centuria– en la bella ciudad colombiana de Manizales.
Existen cuatro edificios en la ciudad de Manizales –Colombia– que para el arquitecto Gabriel Barreneche, son representativos de cuatro épocas, caracterizados por una arquitectura singular, claramente diferenciada una de la otra, y con parámetros y cánones de composición estéticos muy claros. Estos edificios son: La Catedral de Manizales, el primer edificio para la Sede del Club Manizales; la hoy desaparecida Alcaldía de la ciudad, así como la Biblioteca “Carlos Enrique Ruiz” de la Universidad nacional de Colombia, sede Manizales en el Campus La Nubia. Todas estas obras, construidas en el siglo XX, con la tecnología del concreto armado, pero con características estético-formales diferentes.
La Catedral de Manizales
Los tres grandes incendios que sufrió la ciudad de Manizales en la década del veinte del siglo pasado, más la conciencia colectiva sobre la frecuencia e intensidades de los sismos, hacen que los ciudadanos y las autoridades municipales, empiecen a olvidarse de los paradigmas constructivos, heredados de la Colonia y todavía vigentes en el antiguo estado soberano de Antioquia, como es la tapia pisada de tierra, con entrepisos y cubiertas de madera en par o en par y nudillo. El orgullo era tener una catedral construida íntegramente en concreto, lo cual garantizaba que dicho edificio podría soportar incendios y terremotos. Dicha obra se construyó dentro del término estético-formal denominado Eclecticismo historicista, consecuencia de los Revivals [Historicismos] que a su vez están enmarcados dentro de la concepción estética del Romanticismo de finales del siglo XVIII y el siglo XIX.
El diseño arquitectónico de la Catedral de Manizales es autoría del arquitecto francés Julien Auguste Polti. Vale la pena aclarar que este templo católico no es de estilo gótico, ni románico, ni bizantino; el estilo, si se pudiera emplear este adjetivo sería, como ya se mencionó, el Eclecticismo historicista. La propuesta presentada estaba inscrita dentro de los términos estéticos de la transición, y no se presentaron propuestas que estuvieran inscritas dentro de la plástica de la arquitectura moderna, de lo cual se desprende, que aunque ya para ese momento estaba construido dicho lenguaje, éste no había logrado penetrar la muy conservadora Escuela de Bellas Artes de Paris. El edificio de la Catedral presenta, dice Barreneche, una contradicción histórica pues se construye con tecnología del concreto armado, típica de la Arquitectura Moderna, mientras que su estilo está enmarcado dentro de un revival.
Tecnología del concreto
Pero la pregunta general en la época era ¿qué es el concreto? ¿De dónde viene esa tecnología? ¿Quién la inventó? ¿Por qué aparece? Entre los muchos beneficios de la Revolución Industrial están los hornos de altas temperaturas que permiten obtener aceros de mayor pureza y por ende mayor resistencia. También de estos hornos se beneficia la cocción de la caliza, trayendo como resultado un polvo muy fino llamado clínker. Estos aceros de alta resistencia funcionan muy bien a la flexión, pero su punto débil está en la baja resistencia al calor. Después del incendio de la ciudad de Chicago en 1871 en lo que se ha denominado la Escuela Profesional de Chicago, se afianza y consolida una nueva tipología arquitectónica que se conoce con el nombre de rascacielos; es decir, edificar en altura, que favorece la especulación del suelo urbano, y que es posible gracias a los adelantos tecnológicos como las estructuras de concreto armado, o de acero, y los ascensores hidráulicos entre otros. Este grupo de arquitectos tiene preferencias estéticas diferentes: la corriente Neorománica compuesta por Louis Sullivan y Henry H. Richardson; la Estructuralista, fundamental para el desarrollo de la Arquitectura moderna, integrada por William Le Baron Jenney y la firma Burnham y Root. En las dos corrientes la solución a la deformación de las estructuras de acero por efectos de los incendios fue forrando las estructuras metálicas con gruesos muros de ladrillo. Si bien se solucionaba el problema, se perdía mucha área útil, lo cual redundaba en baja rentabilidad económica a la hora de la venta de metros cuadros por piso.
El cemento por su parte, si bien es muy resistente al calor y a la compresión, su punto débil es la flexió}n. El arquitecto francés Hennebique fue el primero en fusionar estos dos materiales, una canastilla de acero y cemento; lo que se llamó Beton Arme, o Beton Brut. Sin embargo, fue el arquitecto francés Augusto Perret, quien llevó esta tecnología al campo de la arquitectura. Sin embargo, no logró captar las posibilidades plásticas del concreto. Quien sí lo hizo, mostrando una gran sensibilidad estética hacia la estructura portante de los edificios, fue el arquitecto franco-suizo Le Corbusier. Esta concepción de la plástica del concreto es un proceso evolutivo que se aprecia en su obra, desde el Hospital Naval en Paris en 1929, el Pabellón suizo en Paris de 1932, la pequeña capilla de peregrinación en Ronchamp de Francia de 1953. La unidad habitacional de Marsella de 1952, el Convento de la Tourette en Lyon en 1959 y la ciudad de Chandigarh en la India durante las décadas del cincuenta y sesenta. Otros dos arquitectos que ayudaron a definir la plástica del concreto con sus obras son el italiano Pier Luigi Nervi y el español Félix Candela. A partir de estas obras se conforma una corriente de la Arquitectura Moderna que se ha denominado Brutalismo, término acuñado por el arquitecto Hans Asplund, el cual debe su marco de referencia ético y estético a los arquitectos ingleses Peter y Alison Smitson, constituyendo así una nueva corriente denominada Nuevo Brutalismo.
Club Manizales
Otra obra importante en Manizales es la primera sede para el Club Manizales, del arquitecto José María Gómez Mejía, proyecto de 1935 aproximadamente, ya que la Sociedad se constituyó por escritura pública el 10 de mayo de ese mismo año. Este arquitecto también es el diseñador del edificio para la Escuela de Bellas Artes de finales de la misma década, ambos construidos con la técnica del concreto armado y dentro de los términos estéticos que la arquitecta Silvia Arango ha denominado la Transición”, donde se hacen menos evidentes las formas del Neoclasicismo, Revivals y Eclecticismo y desaparece la simetría como forma de composición. Sin embargo, quedan remanentes decorativos, vanos verticales y composición clásica del edificio. Su preferencia por las líneas rectas, las formas angulosas, la presencia de cóncavas y convexas que actúan a manera de contraste, evitando así la monotonía, denota clara influencia del Art Déco, movimiento de las artes decorativas que se había iniciado en Paris, a raíz de la exposición celebrada allí en el año de 1925. Este edificio ubicado en la vía principal de la ciudad, respeta y continúa la paramentación de las calles que se venía dando como premisa urbana, desde la fundación de la ciudad. Asimismo, respeta la volumetría del entorno no sobrepasando alturas. Como el edificio se ubica en un cruce de calle y carrera valora la esquina con ochave en la primera planta y una cóncava con diferente textura y material en las dos plantas superiores. El manejo de los vanos, presenta continuidad con el vano vertical del republicano, pero a diferencia de éste, no recurre a ningún elemento decorativo clásico en las fachadas, a no ser el juego de líneas por sombra como resultado de pequeños volúmenes entrantes y salientes, no hay simetría; ratificando con ello su alejamiento del Neoclasicismo. El concreto vaciado en columnas, vigas y losas macizas delgadas que conforman los entrepisos, son su sistema estructural, el cual se ha comportado favorablemente en los movimientos sísmicos de la segunda mitad del Siglo XX. Su espacialidad interior es amplia, generosa, con buena iluminación y ventilación como corresponde a las exigencias de la función. Esta espacialidad corresponde claramente a la teoría del Raumplan expresada en la década de 1910 por Adolf Loos.
El edificio de la Alcaldía
Otro edificio importante es la Alcaldía de Manizales, diseñada por Hernando Carvajal Escobar en 1941 y construida a finales de los años cincuenta; permaneciendo allí la Alcaldía por más de cuatro décadas, hasta que fue demolida bajo el slogan de “Demolición para el progreso”. ¿Por qué fue demolido este edificio? Por varias razones: los últimos sismos resintieron su sistema estructura de concreto armado, con un reticular cedulado en los entrepisos, pero el edificio podría haberse salvado con un reforzamiento estructural; de hecho cuando el Museo de Arte Moderno de Caldas, pensó en ese edificio para su sede se consultó con el ingeniero estructural Josué Galviz, el cual presentó una propuesta de reforzamiento con estructuras de acero, enfatizando el arrastramiento en diagonal en las fachadas. Entonces si esto era posible, y era el único edificio de arquitectura moderna en la ciudad. ¿Qué pasó? Los arquitectos de la ciudad no nos pusimos de acuerdo. Un grupo pensaba que si bien el edificio estaba deteriorado y alteraba su concepción estética era posible rescatarlo y remodelarlo sin que perdiese sus valores formales y espaciales típicos de la Arquitectura Moderna, otro grupo de arquitectos lo encontró “feo” y deteriorado, respaldando al alcalde Germán Cardona Gutiérrez en la propuesta de demolición. Lo cierto es que el edificio fue demolido, perdiendo así la ciudad el único edificio de Arquitectura Moderna.
El arquitecto Barreneche acota que los ciudadanos de Manizales tienen conciencia del valor histórico de la arquitectura colonial, así no tengamos ejemplos de ella en la ciudad, puesto que su fundación fue en 1849. En los últimos veinte años los ciudadanos hemos tomado conciencia del valor de la arquitectura republicana, y para ello ha sido fundamental el trabajo de los profesores de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales; pero no tenemos conciencia del valor histórico de la Arquitectura Moderna, esto en parte, por no hacer grandes, ni gran cantidad de edificios modernos en nuestra ciudad, lo cual dificulta las investigaciones para dar a conocer esta arquitectura.
Biblioteca Carlos Enrique Ruiz
En este proyecto el concreto, fuera de ser un material estructural, lo es también en la definición de la espacialidad interna y en la imagen del edificio. Se trata de la biblioteca que la Universidad Nacional Sede Manizales, construyó en su Campus de la Nubia. Esta obra fue diseñada por el arquitecto Gustavo Jiménez Gómez.
A esta biblioteca debemos mirarla a la luz de un racionalismo neobrutalista, pues la estructura de concreto tiene una concepción organizada de acuerdo a las cargas, a la textura del suelo y a la conformación de las espacialidades internas. Su plástica está concebida dentro de los términos estéticos del orden mecánico y por ende su volumetría es unitaria. La lógica y claridad en las circulaciones horizontales y verticales y la relación directa que ellas establecen con los espacios de mayor significado ratifica esa racionalidad. El concreto se convierte en imagen del edificio, los materiales son tratados de acuerdo a sus características estructurales propias y a sus colores y texturas naturales, condiciones éstas indispensables en el Nuevo Brutalismo. Como hemos visto, la estética brutalista que nace en la modernidad arquitectónica se prolonga hacia la arquitectura contemporánea manteniendo viva la ya tradicional tecnología del concreto, pero enfatizando su plástica, color y textura, como componentes fundamentales de la obra arquitectónica. Estos cuatro edificios nos presentan un común denominador, su estructura de concreto, que aunque vistas desde estéticas diferentes nos presentan un buen comportamiento ambiental, máxime cuando la ciudad ha sido líder en diseñar e implementar códigos sismorresistentes en este tipo de estructuras.
Nota: Esta ponencia (modificada por fines de espacio por la Coordinación editorial de CyT) fue presentada en el Congreso del Instituto Colombiano de Productores de Cemento. Manizales 19-20 de Octubre de 2006. El autor es profesor asociado de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. Apareció en Revista de Arquitectura El Cable, no. 5.
Texto: Gabriel Barreneche Ramos
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