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Internacional

Icono de identidad andaluza


Con prudencia pero sin dejar de lado la oportunidad histórica que representó su realización, Alberto Campo Baeza diseñó y construyó en Granada, España, un símbolo de la historia e identidad andaluza.


Internacional Ubicado en la unión entre el río Genil y la Autovía de Circunvalación de Granada, este predio de 8,316 m2, con una pendiente de la esquina NE a la esquina SO de -3.6 m, logró convertirse en lo que el arquitecto Alberto Campo Baeza ha dicho que es la arquitectura: “La captura del viento entre cuatro paredes”. Hoy en día este centro cultural construido en concreto aparente es uno de los referentes más importantes de la ciudad. En éste se encuentra el Museo de la Memoria de Andalucía –el Ma de Granada– como lo nombran los locales.


Antes de entrar en materia, es necesario decir que el estudio de Campo Baeza tenía un antecedente importante a esta obra: en 1992 había participado en un concurso para realizar la Sede Central de la Caja Granada, y lo habían ganado. Su propuesta –ubicada cerca del terreno del nuevo encargo-, caracterizada por un prisma regular construido en totalidad con diversos tipos de concreto aparente y su buen funcionamiento, le abrieron las puertas para poder realizar esta encomienda, casi ocho años más tarde aunque ahora por encargo directo.


La propuesta que además tenía la intensión de refrescar la escena arquitectónica local, fue tomada con compromiso por todo el equipo de proyecto. El arquitecto –natural de Valladolid– Campo Baeza, narra con franqueza su ambición inicial por el resultado de esta encomienda: “Se trataba simplemente de hacer el más hermoso edificio, eso quisimos que llegara a ser: simplemente el edificio más hermoso”.


Contener el viento


El conjunto realizado está compuesto de dos piezas que mantienen congruentemente el discurso de la obra de Campo Baeza: sobriedad, estética sin ornamentos y audacia por mostrar la materialidad del concreto con franqueza, aceptando siempre el reto de construir con gran cautela los detalles y no disfrazar absolutamente nada. De esta manera se presenta el primer cuerpo; un edificio dispuesto horizontalmente como podio, silencioso, caracterizado por su hermetismo intrigante con tres niveles de altura (15 m en total) que albergan el museo anteriormente mencionado con 12,984 m2 de superficie y una planta de 114 x 54 metros aproximadamente.


A este cuerpo bajo le acompaña un edificio vertical que contiene diez niveles y se caracteriza por su extrema esbeltez alcanzando 42 metros de altura en una base de 7,000 m2 modulada en crujías de 6m. En la última planta se sitúa un restaurante mirador con vistas magníficas hacia la Alhambra, la Sierra Nevada y la Sierra Elvira. A nivel de calle se ubica la principal vía de acceso al edificio: una plataforma que integra una plaza pública ya denominada como la Puerta de la Cultura.


Internacional El basamento y la torre (denominada edificio pantalla), coinciden de manera evidente con la sede central de la Caja Granada construida años atrás, de tal forma que estos dos desarrollos se observan como una gran puerta de ciudad integrada por el edificio vertical (la faceta sociocultural de la institución) que tiene exactamente la misma altura y longitud que el cubo del proyecto predecesor (lugar para la actividad empresarial y financiera), sólo que su espesor es menor por estrictas razones formales.


La organización espacial y funcional del edificio responde a la síntesis entre un edificio patio y un eje longitudinal que lo recorre en dirección noroeste-sureste. La secuencia de los espacios es como sigue: desde una amplia plataforma en el extremo noroeste se accede a través de una puerta monumental abierta en el edificio pantalla; descendiendo por una escalinata nos encontramos en el patio de entrada, desde el cual se accede al museo; finalmente, en el extremo sureste, se sitúa el teatro. Entendiendo esta organización que evidencia la importancia de la luz y el respeto al desarrollo volumétrico del proyecto, todo el centro cultural se articula alrededor de un impresionante patio elíptico, por el que se entrelazan dos pasarelas realizadas con vigas prefabricadas de concreto, cada una de ellas con un diámetro de 30 metros, similares a las del patio del Palacio de Carlos V, del conjunto monumental de la Alhambra, al que rinde homenaje estético. Este espacio blanco es sin duda uno de los protagonistas, en él se distribuyen las circulaciones interiores del edificio convirtiéndose en un espacio vivo, digno de contemplación y quizá el más buscado de todo el conjunto.


Internacional Por todo lo anterior este Centro Cultural es actualmente un recinto dinamizador del pensamiento, la cultura, el medio ambiente, la acción social, el arte y la historia. Un espacio de carácter público dotado de instalaciones diferentes y complementarias que parte del discurso museográfico contemporáneo para mostrar el pasado y presente de la comunidad andaluza, desde la perspectiva y con los recursos del siglo XXI; el Teatro Caja Granada, un vanguardista espacio escénico; la Mediateca Francisco Ayala, que crece día a día para mostrar la historia, identidad y producción cultural andaluza. Además de un entorno permanente para la realización de talleres, una privilegiada sala de exposiciones temporales y un diáfano espacio para manifestaciones artísticas al aire libre.


Estructura clara


Como ya se dijo, el edificio podio consta de tres plantas, dos de ellas bajo el nivel de acceso. Desde el punto de vista estructural éste se conforma por un perímetro de concreto armado y una retícula interior de columnas del mismo material necesarias para dar adecuada respuesta a los esfuerzos horizontales por sismo. Esta retícula de 6x6 metros se mantiene hasta que en la zona de exposiciones se expande a 9x9 motivando que la losa de concreto adquiera un espesor de 30.5 cm, es decir 5 más que en la retícula menor. Mención especial merece la estructura que se desarrolló para la zona del auditorio con capacidad para 350 personas; en ella se habilitó una estructura metálica de 18 m de longitud apoyadas sobre los muros de concreto aparente perimetrales al foro.


Por otra parte, el edificio pantalla mantiene dos de sus plantas bajo nivel y resuelve sólo siete losas de entrepiso debido a que algunas de éstas están dispuestas a doble altura y a nivel de acceso integra un esquema de planta libre. De esta forma los núcleos de circulación vertical se resuelven en los extremos de la torre generando una sola retícula estructural en su interior. Por lo anterior, se calculó y diseñó el cerramiento perimetral de concreto y las losas macizas con la intensión de conferir la mayor rigidez transversal a la edificación de modo que sea capaz de soportar el empuje horizontal (sismo) con deformaciones admisibles y un adecuado reparto de esfuerzos por tensión en los elementos estructurales.


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El exterior de todo el conjunto quedó resuelto con muros de concreto aparente de espesor mayor a 20 cm, y un proceso de cimbrado que ha empleado tableros de 3 x 1 metros con despiece horizontal en coincidencia con la modulación de la estructura. El uso del concreto blanco realizado en esta obra es sencillamente elegante. Fórmula perfecta entre el proyecto y la ingeniería de construcción la obra es calificada desde su terminación como una gran aportación a la ciudad. Cabe decir que en el Ma. de Granada Campo Baeza reitera que “el concreto armado y el acero construyen las estructuras de nuestra era. Y la gravedad, junto con la luz, son los dos temas centrales de mi arquitectura”.


Mensajes en piedra


Para su autor, la idea de que la arquitectura debe expresar y hacer eficaz su mensaje es constante. Y así concluye al hablar de las cualidades mejor logradas de este proyecto. “El MA, silencioso en sus formas, funcionalmente muy sencillo y enormemente flexible es clamoroso en sus elementos de transmisión de un mensaje que quiere hacer oír su voz y que su imagen llegue con una fuerza tan grande o mayor que el Guggenheim de Bilbao o el MOMA de Nueva York. Sueño que un día este edificio, se consolide como Puerta de la Cultura de Andalucía y que pueda lanzar a los cuatro vientos el ayer, el hoy y el mañana de esta gran cultura”.


 

Texto: Víctor Hugo Martínez.
Fotos: Cortesía (Javier Callejas)

 

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