Aislamiento Sísmico: Una alternativa atractiva para la Sismorresistencia
A través de los siglos se han inventado muchos mecanismos para desacoplar las edificaciones de la acción dañina de los sismos. Entre estos tenemos: rodillos, bolas, cables, resortes, columnas mecedoras, y hasta talco y arena.
Algunos
historiadores sugieren que la técnica de aislamiento sísmico
fue utilizada por civilizaciones que como la griega se desarrollaron varios
siglos antes de Cristo. Varios edificios han sido aislados sísmicamente
en décadas recientes. Vale la pena mencionar que México fue
uno de los países pioneros en el proceso de modernización
del concepto de aislamiento. En los años setentas del siglo XX (Fig.
1), se aislaron sobre balines algunos edificios de concreto reforzado y
mampostería ubicados en Ciudad de México.
Aunque el aislamiento sísmico se aplicó primero a edificaciones
de ocupación especial, su uso se ha extendido a estructuras de ocupación
estándar. A la fecha, la mayoría de las aplicaciones del aislamiento
sísmico sigue concentrándose en estructuras importantes que
albergan equipos o contenidos delicados. Una vez que maduró el concepto
de aislamiento sísmico, se han hecho varios intentos por aplicarlo
en países en desarrollo. Un ejemplo exitoso es Chile, que en años
recientes ha aislado varias estructuras importantes, incluyendo hospitales.
Concepto
El desempeño sísmico insatisfactorio de algunas estructuras
diseñadas conforme a reglamentos modernos ha preocupado al medio
de la ingeniería estructural. Esto ha cobrado importancia a partir
de las grandes pérdidas materiales y económicas consecuencia
de eventos sísmicos recientes. Dichas pérdidas han remarcado
la necesidad de desarrollar metodologías y sistemas estructurales
innovadores que permitan un mejor control del daño que sufren las
edificaciones construidas en zonas de alta sismicidad. En notable contraste
con el pasado, el desempeño de las edificaciones modernas debe trascender
la prevención de fallas estructurales catastróficas durante
sismos severos. Cada edificio que se construye debe satisfacer múltiples
y complejas necesidades socioeconómicas; lo que implica que el daño
en sus elementos estructurales y no estructurales, así como en sus
contenidos, debe ser cuidadosamente controlado.
El
nivel de daño estructural y no estructural, así como de los
contenidos de una edificación, es consecuencia de los niveles excesivos
de movimiento que su sistema estructural exhibe durante una excitación
sísmica. La innovación en ingeniería sísmica
puede entenderse a partir del planteamiento de sistemas estructurales, ya
sea tradicionales o innovadores que puedan controlar el nivel de daño
en los diferentes sub-sistemas de las edificaciones a través de controlar
adecuadamente su respuesta dinámica durante excitaciones sísmicas
de diferentes intensidades. Las propiedades estructurales que deben suministrarse
a una estructura, independientemente del material estructural que se use,
deben ser tales que controlen su respuesta dinámica dentro de umbrales
congruentes con el nivel de daño o desempeño deseado para
sus elementos estructurales, elementos no estructurales y contenidos. Mientras
en términos de los sistemas estructurales y no estructurales, el
nivel de daño debe controlarse por medio de reducir las demandas
de desplazamiento lateral en la estructura; el control de daño en
contenidos requiere del control de sus demandas máximas de velocidad
y aceleración lateral.
Uno de los mayores dilemas que han enfrentado los ingenieros estructurales
ha sido controlar adecuada y simultáneamente las distorsiones de
entrepiso (daño estructural y no estructural) y las aceleraciones
de piso (daño en contenidos) en las estructuras desplantadas en terreno
firme. La Fig. 2 muestra los espectros de Pseudo-aceleración (Sa)
y Desplazamiento (Sd) correspondientes a movimientos del terreno generados
en terreno firme, y a comportamiento elástico con bajos niveles de
amortiguamiento.
En la fig., T denota periodo fundamental de vibración, que depende
de la masa y rigidez lateral del sistema estructural; conforme a lo ilustrado,
se reduce conforme se incrementa la rigidez lateral. De manera sencilla
puede decirse que las ordenadas de los espectros mostrados aportan una idea
de las demandas máximas de aceleración y desplazamiento que
exhibe una estructura sismorresistente en función del valor de su
periodo.
La Fig. 2 muestra que aunque las estructuras rígidas suelen controlar
adecuadamente su desplazamiento lateral, los niveles de aceleración
lateral que exhiben suelen ser altos. Lo contrario pasa con estructuras
flexibles, de tal manera que es difícil establecer las propiedades
estructurales que logren un balance adecuado de demandas de desplazamiento
y aceleración. Dentro de este contexto, es importante notar que la
gran mayoría de estructuras que forman parte del inventario construido
y utilizado por las sociedades modernas se encuentra ubicado en terrenos
firmes.
El concepto de aislamiento sísmico es simple. Este enfoque se basa
en reducir la demanda sísmica como una alternativa al incremento
de la resistencia y rigidez laterales de la estructura sismorresistente.
Conforme lo ilustra la Fig. 3, el sistema de aislamiento desacopla a la
superestructura de la edificación de las componentes horizontales
del movimiento del terreno al interponer elementos estructurales con baja
rigidez horizontal entre la superestructura y la cimentación. La
baja rigidez del sistema de aislamiento resulta en un incremento del periodo
de la edificación, lo que resulta, conforme se muestra en la Fig.
4, en reducciones considerables en sus demandas de aceleración. Es
común añadir capacidad de disipación de energía
(amortiguamiento) a los aisladores con el fin de lograr una mayor reducción
de las demandas sísmicas. Aunque dado su mayor periodo, la estructura
aislada exhibe mayores demandas de desplazamiento, éstas son acomodadas
casi exclusivamente por el sistema de aislamiento, de tal manera que la
super-estructura no sólo exhibe una reducción en su nivel
de aceleración, sino también en sus demandas de desplazamiento
lateral.
El sistema de aislamiento funciona porque el primer modo de vibrar de la
estructura aislada, que dinámicamente se asocia con la deformación
lateral del sistema de aislamiento, se acopla a la excitación sísmica.
Los modos superiores, que dinámicamente están asociados con
la deformación de la super-estructura, son ortogonales al primer
modo y por lo tanto, a la excitación sísmica. Bajo estas circunstancias
los modos superiores no se excitan y la super-estructura queda libre de
deformaciones.
Los fundamentos del aislamiento sísmico son relativamente simples.
Sus bases teóricas han quedado establecidas y la tecnología
ampliamente verificada por un extenso trabajo experimental durante las últimas
cuatro décadas. La correcta aplicación de esta tecnología
lleva a superestructuras que permanecen prácticamente elásticas
durante sismos severos, y que exhiben un mejor desempeño estructural
y no estructural. A la vez, los bajos niveles de aceleración lateral
permiten proteger los contenidos costosos y delicados que albergue la edificación.
Cabe decir que el sistema de aislamiento no es perfecto; es necesario contemplar
varias situaciones durante su concepción y diseño. Lo primero
que puede mencionarse es que su aplicación a suelos blandos resulta
en una solución poco eficiente y en ocasiones hasta peligrosa. Lo
segundo es que aunque casi siempre es posible controlar las demandas de
desplazamiento en la superestructura, el control de las demandas de aceleración
puede llegar a complicarse debido al efecto de modos superiores.
Desarrollo moderno.
Conforme se ilustra en la Fig. 5, el primer sistema de aislamiento de (Figuras
2 y 3), que actúan como “colaborantes” estructurales
del concreto, conjunto in situ por su extradós hule se usó
en 1969 en una estructura de concreto reforzado (en la escuela primaria
Pestalozzi, ubicada en Skopje, antigua Yugoslavia). Aunque probablemente
en aquel momento esto se desconocía, el conocimiento actual sugiere
que esta edificación no responderá bien del todo a un sismo
intenso por su tendencia a rebotar y mecerse debido a la baja rigidez axial
de sus aisladores.
Durante las últimas décadas del siglo XX, el aislamiento llegó
a ser una realidad práctica con el desarrollo de soportes elastoméricos
de varias capas. Conforme a lo que se muestra en la Fig. 6, éstos
se conciben adhiriendo láminas de hule a placas delgadas de acero
por medio de un proceso de vulcanización. Debido al efecto de confinamiento
que les proporcionan las placas de acero, estos soportes son verticalmente
rígidos y capaces de acomodar adecuadamente cargas gravitacionales
y las componentes verticales del sismo.
Además, las láminas de hule les proporcionan, conforme a lo
mostrado en la Fig. 6, una alta flexibilidad en la dirección horizontal.
Los japoneses y neozelandeses combinaron aisladores de hule con bajo amortiguamiento
con amortiguadores mecánicos, entre los que se incluyeron amortiguadores
hidráulicos, barras y hélices de acero, y un corazón
de plomo.
De hecho,
el aislador más utilizado en los Estados Unidos es el de hule con
corazón de plomo. Conforme a lo ilustrado en la Fig. 7, en años
recientes se han desarrollado sistemas basados en el enfoque de deslizamiento.
Estos sistemas suponen que un nivel bajo de fricción limitará
la transferencia de cortante a través de los aisladores y, por tanto,
la componente de movimiento lateral actuante en la superestructura. Para
proveer la resistencia adecuada contra viento y evitar movimientos excesivos
durante sismos leves, este sistema requiere un nivel mínimo de fricción.
Una complicación relacionada con el uso de esta opción es
que muchas superficies tienen características deslizantes que son
dependientes de la presión y la velocidad de deslizamiento. Los cambios
de rigidez que se dan cuando se inicia o detiene el deslizamiento del aislador
generan vibraciones de alta frecuencia que pueden excitar los modos superiores
y por tanto incrementar las demandas de aceleración en la edificación.
En un sistema deslizante es importante proveer una fuerza restauradora al
sistema para evitar desplazamientos laterales excesivos.
Aunque sin éxito contundente, el uso de resortes se ha planteado
para aislar casas habitación (Fig. 8). En Japón, EUA y Europa
se han desarrollado y patentado múltiples tipos de aislamiento sísmico.
El uso de cualquiera de estos sistemas requiere de un entendimiento conceptual
claro de sus bases teóricas, y del desarrollo de requerimientos de
diseño sustentados adecuadamente en evidencia experimental
Observaciones
El concepto de aislamiento sísmico se ha estudiado desde puntos de
vista experimental y teórico. Este desarrollo, documentado en revistas
de ingeniería estructural y sísmica, ha resultado en guías
de diseño para estructuras aisladas y en reglas de diseño
para diferentes tipos de aisladores. Varios países, incluido México,
han desarrollado requerimientos técnicos para el diseño de
edificaciones aisladas. En EUA ha habido disponibilidad de códigos
de diseño desde 1986. Los primeros lineamientos contemplaban una
regulación simple basada en métodos estáticos equivalentes.
El uso
de aislamiento sísmico aportaría beneficios socioeconómicos
a la sociedad civil mexicana. Lo anterior requiere del desarrollo de sistemas
de aislamientos simples y económicos que puedan aplicarse a edificaciones
de baja altura de concreto reforzado, y ubicadas en zonas de terreno firme
y de alta sismicidad. Una opción sería aislar marcos prefabricados
de concreto reforzado rigidizados lateralmente con contravientos metálicos.
Esto resultaría en superestructuras sismorresistentes ligeras, cuyos
elementos estructurales se construirían en taller y ensamblarían
en campo con niveles de eficiencia y rapidez sin precedentes. Cabe mencionar
que una estructura resuelta con aislamiento sísmico normalmente tiene
un costo directo ligeramente mayor (5-10%) que el asociado a un diseño
tradicional. Mientras que el aislamiento sísmico da lugar a estructuras
que deben permanecer elásticas durante sismos severos, el diseño
convencional presupone que las estructuras exhibirán daños
severos en circunstancias similares. Si se comparan sus niveles de desempeño,
un edificio aislado siempre será más eficiente en términos
de costo total. c
Texto de Amador Terán Gilmore.
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