Se impone la clase mundial
Los prefabricados de concreto son, sin lugar a dudas, una excelente opción para cualquier exigencia de diseño.
Ganadora del premio al mejor edificio tecnológico y sustentable del país en el 2008, –otorgado por el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente (IMEI)–, el Call Center del Banco Santander –ubicado en la ciudad de Querétaro– da muestra de la importancia de un buen diseño y de cómo los prefabricados de concreto son una excelente opción para lograr cualquier exigencia en ese rubro.
Más que un edificio
Realizado por la firma española Estudio Lamela con sede en México,
el proyecto es el resultado de un concurso internacional que convocó
en 2005 la institución financiera, misma que necesitaba comenzar
un plan para la construcción de su Call Center, el cual tenía
como objetivo unificar sus instalaciones dispersas por los diferentes países
de habla hispana.
Una vez que se dio el fallo, fue presentada la propuesta. Se trataba de una imagen innovadora, integrada por dos cuerpos principales. El primero más visible e icónico resuelto exteriormente con una doble piel de aluminio perforado para controlar la luz exterior. Un segundo cuerpo a manera de basamento monolítico pétreo de carácter más hermético manufacturado en concreto colado in situ y con piezas prefabricadas del mismo material. El edificio en su conjunto transmite una idea de tecnología, ligereza, luz y solidez al resolverse con colores neutros y materiales industriales de gran relevancia como lo son el concreto y el aluminio, con ello le permiten hacerse de una imagen contemporánea, internacional, amable y emblemática por su forma semi circular. Esta obra significa un detonante para continuar con el buen desarrollo de la zona en la que se inserta. En la nueva sede se concentran ahora 5,200 líneas telefónicas instaladas para obtener una capacidad futura de 20 millones de llamadas mensuales y 2,100 equipos de cómputo que facilitan las 337 mil 500 transacciones bancarias realizadas por el equipo de atención a clientes. Esto, sin embargo esperan incrementarlo al doble pues la capacidad instalada inicialmente fue sólo del 50 % planeado.
Obra
ejemplar
Teniendo presente la necesidad de cualquier edificio de satisfacer las demandas
presentes sin comprometer el futuro, en esta obra fue reducida su demanda
energética protegiendo la envolvente del edificio y usando energías
renovables. Se hizo más eficiente el control de dos de los mayores
gastos de un edificio de oficinas actuales que son: iluminación y
aire acondicionado. Para el primero, se empleó una gran superficie
de vidrio que permite a los usuarios reducir el consumo de iluminación
artificial y para el segundo, se analizaron estrategias de ventilación
cruzada. Mención especial requieren los paneles de aluminio que revisten
el primer cuerpo ya que como lo dice el equipo de proyectos son reflejo
fiel de un sistema global, al involucrarse en su proceso de fabricación
cuatro países. Las diferentes perforaciones que presentan permiten
dar cierta vibración a la fachada y su diámetro se estudió
para que la iluminación en el interior fuera la necesaria por uso
e impidiera el paso de aves. Interiormente otra fachada de aluminio y vidrio
resuelve el aislamiento térmico. Ambos cerramientos están
separados por un espacio –cámara de aire– que permite
la limpieza exterior. Además, para evitar exponer el edificio excesivamente
a las condiciones climáticas del emplazamiento, se dispuso una protección
solar que permitía resolver el problema sin necesidad de aumentar
la demanda de aire acondicionado. El interior de las oficinas recibe luz
natural extra gracias a tres patios insertados en las zonas más oscuras
del interior y dispuestos de tal manera que permitieron la disposición
de grúas para resolver la construcción más eficazmente.
Por otro lado, se emplearon otros sistemas tradicionales para la protección
de parte del contorno del edificio como la cubierta ecológica que
supone un aislamiento muy pertinente en lugares en los que el sol es tan
vertical. Otros temas como el reciclaje de agua o el estacionamiento subterráneo
ventilado e iluminado de modo natural, permiten reducir la demanda consumo
normal de un edificio como este. En ese sentido fueron valoradas durante
el desarrollo del proyecto varias opciones de estacionamiento por la repercusión
que tenía en el ahorro de superficie libre y que también ayuda
a obtener un mejor retorno del agua al subsuelo, entre otras alternativas.
Cabe destacar que durante el proyecto se discutió la posibilidad
de disponer paneles solares fotovoltaicos; sin embargo, se descartó
por temas de costo en la inversión planeada. De esta forma, el proyecto
resulta amigable con el entorno pero lo es más con sus usuarios.
Pensando en ello se recurrió al equipo de Grupo de Diseño
Urbano (GDU) para generar diversos tratamientos paisajísticos en
sus patios interiores y en la cubierta. En ella un jardín elevado
permite las vistas sobre todos los montes que rodean la ciudad y el disfrute
de un espacio de ocio exterior verde. Así el programa arquitectónico
que alberga este complejo inicia a 10 m de profundidad para resolver los
tres niveles de estacionamiento, que en total cuentan con una capacidad
para 1.940 vehículos y la retícula estructural está
modulada 17.08 x 8.54 m, propiciando amplias plantas con zonas de hasta
145 m2 sin columnas. Cabe decir que el tema de la circulación
vertical es resuelto por siete escaleras perimetrales y tres centrales ubicadas
en los sótanos junto a patios que resuelven la evacuación
en caso de emergencia.
Concreto
como imagen
El arquitecto Rafael Barona –director de proyectos de FAPRESA–
comenta los puntos clave considerados en el sector de los prefabricados
con los que se revisten las fachadas, las cuales hablan de un proceso industrial
personalizado repetitivo sólo en el modo pero no en la forma ya que
el trabajo de la textura incorporada requirió una precisión
y un detalle fino además de cumplir con las expectativas de expresar
un país (México) que se trasladara en el tiempo y manifestara
una mano de obra que constituyera la base del edificio donde se alojan todos
los servicios del proyecto. Al respecto, comenta: “Literalmente hicimos
un proceso de rendering de la textura. Se hicieron más de 30 pruebas,
algunas de ellas en nuestra planta donde los arquitectos llegaron a ir para
que frente a ellos se trabajara el panel y se decidiera el ángulo
del golpe de martillo neumático que debía llevar cada una
de las estrías de la fachada”. Asimismo, señala a CyT
que el prefabricado dispuesto en este Call Center, es metafóricamente
hablando, “como una piel que se va desgarrando. Son varios planos
que dejan ver al interior del edificio”, eran sólo algunas
de las ideas que se escuchaban, mientras Nombre de la obra: Call Center
Santander. Ubicación: Querétaro, Querétaro, México.
Proyecto Arquitectónico: Estudio Lamela y Springall+Lira. (Socio
local). Paisajismo: Grupo de Diseño Urbano (GDU). Fachada prefabricada:
FAPRESA. Piezas de precolados arquitectónicos: 750. Piezas de precolados
estructurales: 1,800.
Datos
de interés julio buscaban por todos los medios encontrar cuales serían
los rasgos que se pretendían. Una vez que fueron resueltos vino la
parte más complicada de todas, diseñar las más de 27
fachadas diferentes que conviven con taludes, escaleras, rampas, accesos,
ductos, esquinas, condiciones especiales de soportería, lo que hizo
que se diseñaran, fabricaran y se instalaran más de 1,200
piezas diferentes, todo mediante un sofisticado proceso de estandarización
de moldes ajustables que permitieron conservar el control sobre todas la
variables que aplican para cada una de las fachadas que quedaron envueltas
por esta capa pétrea con características únicas en
nuestro país.
Cabe decir
que las piezas se fabricaron utilizando cuatro agregados naturales que permitieron
dar el tono que los arquitectos querían. Se fabricaron piezas de
la serie 100 en 12 cm de espesor, con un concreto estructural por la parte
interior de f´c= 250 kg/cm2 habría que sumarle los
diferentes paños y las estrías que expresan la horizontalidad
total de la fachada. El arquitecto Barona explica que, fue un proyecto lleno
de sorpresas y “creo que se logró dar un aspecto magnifico,
se mejoró por mucho lo que se expresaba en los planos de concurso
donde se leían paneles verticales de 2.4 de ancho por toda la altura,
y si nos fijamos quedo exactamente lo opuesto, quedaron módulos horizontales
hasta de 9 m. de ancho, las piezas se traslapan y generan una trama que
provoca que las juntas entre prefabricados se desvanezcan o que convivan
con la horizontalidad de las estrías que juegan por la noche con
efectos de luz que brota por la ranuras que se fueron dejando en muchos
de los paneles”. Sin duda alguna, la estrecha coordinación
entre arquitectos, coordinadores de obra y el diseño especializado
en fachadas prefabricadas permitió que cancelería, tablaroca
y otras partidas coexistan en armonía y tuvieran absoluta relación
entre todas las partes que componen un sistema de fachada prefabricada.
Epílogo
de una magna obra
Arquitectónicamente, algunas de las metas fundamentales en el proyecto
inicial fueron: entender la imagen del edificio como parte del programa,
de modo que sea un elemento de fuerte impacto visual y se convierta en un
hito de referencia en el futuro para toda la zona, así como plantear
una solución arquitectónica de geometría contrastada
entre ambos edificios que facilite la lectura e interpretación por
parte de los usuarios, de acuerdo con los usos y recorridos. Estos conceptos
y otros, se lograron. Diseño, construcción, sustentabilidad,
tecnología del concreto y eficacia constructiva han permitido que
esta obra sea ya, el emblema de una de las instituciones financieras más
importantes del país con presencia internacional. c
Gregorio B. Mendoza
Fotos: A&S Photo/Graphics
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