Quién y dónde

BIOMAH:

Arquitectura

con alta tecnología


El sector de la construcción es uno de los que genera un mayor impacto en el medio ambiente; sin embargo, dentro de los gremios de la arquitectura y de la ingeniería existen segmentos con genuino interés por revertir este proceso y lograr el verdadero equilibrio entre la eficiencia energéatica y la sustentabilidad de los proyectos.


Uno de los arquitectos que ha demostrado desde hace ya muchos años enorme interés y responsabilidad por hacer una arquitectura amigable con el entorno es Raúl Huitrón Riquelme (nacido en 1970), egresado de la Facultad de Arquitectura de UNAM e importante representante de lo que hoy en México se conoce como arquitectura bioclimática. Huitrón es fundador y director de BIOMAH Architects & Energy Consultants, empresa mexicana dedicada al diseño arquitectónico y consultoría con la integración de tecnología de punta enfocada al confort, la calidad de vida y el ahorro energético.

De entrada, el arquitecto señala: “Afuera dicen que es arquitectura sustentable, para mí es Arquitectura, sin adjetivos; toda la arquitectura debiera ser sustentable; toda la arquitectura debería ser bioclimática; toda la arquitectura debe tomar en cuenta el medio, las condiciones naturales, la economía de un país, toda esa serie de ingredientes que me parecen son fundamentales, nada más que hay que puntualizar sobre algunos temas que ahora son de mayor importancia o por lo menos nos hemos dado cuenta que si los hacemos a un lado nos va a pasar una factura muy alta, como es el caso de los energéticos”.


Raúl Huitrón era aún estudiante de la Facultad de Arquitectura de la UNAM cuando empezó a interesarse en los temas relacionados con la tecnología. En esa etapa de búsqueda y experimentación tuvo la oportunidad de realizar su servicio social apoyando al notable arquitecto Augusto H. Álvarez, quien es considerado por muchos uno de los grandes representantes de la arquitectura radicalmente moderna e internacionalista, proyectista de uno de los edificios más emblemáticos de la nueva era de la tecnología constructiva en el México de los años cincuenta: la Torre Latinoamericana.


En aquella época en la escuela de Arquitectura tuvo también la oportunidad de conocer al arquitecto Juan José Díaz Infante (reconocido en México y en el extranjero por sus ideas innovadoras) y trabajar con él durante un semestre aproximadamente; ésa, asegura, fue una enriquecedora experiencia pues “Díaz Infante era un arquitecto muy interesado en la tecnología; en la tecnología constructiva; tenía participaciones importantes con la NASA, como lo fue en el diseño de la base lunar; en fin, en muchos proyectos muy interesantes”.


Raúl Huitrón también recuerda que “desde niño tuve mucho interés en esta arquitectura y me empezó impactar lo que estaba haciendo gente como Alvar Aalto, Santiago Calatrava o Félix Candela. Por supuesto que había ya un acervo importante de la arquitectura industrial del siglo XX, inglesa, y obviamente al empezar a ver los trabajos de Buckminster Fuller, de Norman Foster, de Nicholas Grimshaw y de Richard Rogers, entre algunos otros, pues bueno, me quedé más que interesado”.


Tras el encuentro con todos estos personajes y tópicos que fueron dándose de una manera muy natural, el joven arquitecto comenzó a plantearse la posibilidad de especializarse y a pensar en el tema que más le interesaba. Al respecto, comenta: “Me preguntaba ¿Cómo podía hacer una arquitectura que estuviera en armonía con el medio ambiente, y así lograr un diálogo permanente entre confort y eficiencia? Creo que había encontrado mucha bibliografía en todo mi historial académico de esta sinergia entre: Forma y Función; Función, Forma y Contexto, e incluso, Función, Forma, Contexto y Confort; curioso, pero no encontraba en qué punto se nos había perdido la palabra Energía; la palabra Natura”.


Buscando satisfacer esas dudas, decidió estudiar la maestría de Arquitectura en Tecnología, en la División de Educación Continua de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Fue en este periodo en que tuvo un encuentro con el arquitecto José Picciotto, llegando a entablar una fuerte relación de lazos laborales. (Ver “Quién y dónde”, de marzo de 2007).


Los primeros pasos


La tesis con la que el arquitecto Raúl Huitrón obtuvo el grado de Maestro y una Mención honorífica en la Máxima Casa de Estudios se llamó: “Bioclimática Vertical CN+4N”, referida a la climatización natural para edificios de más de 4 niveles.


Su trabajo con Picciotto, sin embrago, era proyectar edificios corporativos altos a los que había que incorporarles toda una metodología basada en el diseño bioclimático. Trabajando a la par en la tesis y en el despacho se dio cuenta que no había una bibliografía amplia y clara sobre el tema de la metodología aplicada a la tecnología; por lo tanto, decidió que era de suma importancia decirle a los arquitectos, de una manera muy clara, cómo se diseña un edificio, no una casa, sino un edificio de cierta envergadura, por lo menos de 4 niveles, que pudiera tener todas estas cualidades de eficiencia energética. Esto fue lo que plasmó en su tesis.


Tras nueve años de colaborar en Picciotto Arquitectos; de gratos recuerdo y un intenso aprendizaje, Raúl Huitrón supuso que era el momento de abrir una oficina de arquitectura, en la que desde su gestación estuviera ya planteando el trabajo muy específico y a detalle en pro de una arquitectura de alta tecnología. Así surge BIOMAH.


La era BIOMAH


Nuestro entrevistado comenta: “En el año de 2005 se fundó el despacho BIOMAH, que es el que tengo hoy la oportunidad de dirigir: BIOMAH Arquitectos. Precisamente por el tipo de tecnología que aplicamos en ese proceso, fuimos teniendo una serie de invitaciones por parte de otros despachos de arquitectura e ingeniería, dirigidos por amigos que he conocido en el transcurso de mi vida profesional, para que les pudiéramos asesorar en el área de arquitectura bioclimática, así como en cómo podían lograr edificios con alta eficiencia energética. Tal fue la demanda que se decidió abrir también el área de Consultoría en Eficiencia Energética que más adelante se convirtió en todo un concepto empresarial: BIOMAH Architects & Energy Consultants, que nos ha permitido salir de nuestras fronteras haciendo proyectos desde el norte del país (Baja California Norte) hasta el sureste (Yucatán) y fuera de México como es el caso de España, Colombia, China y la India. Creo que ha sido un proceso al parecer lógico, pero que ha tenido también una idea muy clara de hacia dónde queremos que BIOMAH se desenvuelva”. Cabe decir que como consultores y asesores en alta eficiencia, BIOMAH ha participado en muchos proyectos a nivel internacional, cuidando con esmero las características que puede presentar cada caso dependiendo de su ubicación, del nivel económico e idiosincrasia de sus usuarios finales, así como de las necesidades de optimización de los recursos, resolviendo por tanto, rascacielos, estadios, centros corporativos o de oficinas y complejos multiusos.


Como arquitectos, en BIOMAH se han enfocado más a edificios de carácter corporativo y habitacional. En México se han desarrollado diversas propuestas a lo largo del territorio; sin embargo, analizándolos en la escala de lo macro a lo micro destacan dos proyectos en específico: El Hospital de Oncología perteneciente al Hospital General de México y una pequeña casa, inspirada en un cuarto de hotel, totalmente auto sustentable.


Este Hospital de Oncología es el primer Hospital Verde de nuestra nación. El complejo hospitalario en el que se ubica, que mandara a hacer el ex presidente Porfirio Díaz, está a punto de cumplir sus primeros 100 años y necesitaba una intervención exhaustiva, resolviendo aspectos netamente científicos sobre energía y otorgándole una cara distinta a esta edificación, una más amable que pudiera resolver ese otro aspecto sensorial tan importante a favor de los usuarios. De esta obra, señala Huitrón: “Con la renovación, el edificio presenta una tecnología con dobles fachadas; fachadas con celosías multiperforadas, que son una serie de muros verdes que se van entretejiendo. Éstas empiezan como un cintilla horizontal; luego suben como si fuera una especie de layout electrónico al estilo de TRON… Y así suben hasta encontrarse con la cubierta, donde están los techos verdes para el disfrute también de los usuarios, pues está pensado para mucha gente que está en su etapa de recuperación. Así, en lugar de bajar a su pabellón y andar deambulando, pueden subir a través de un elevador o por la escalera y encontrarse con un paisaje absolutamente amable, con pasto, árboles, pavimento, algo de jardinería tipo zen, que están concentrados en la azotea”. Por su parte, en lo que respecta a las propuestas de una escala más pequeña, BIOMAH presentó a mediados del año 2010 en primer prototipo de vivienda sustentable, denominada: Sustenhome. De ésta nos dice el entrevistado: “Fue una casa que presentamos primero en una exposición aquí en México, en el Salón Internacional de la Edificación que se presenta cada año en Santa Fe. Después fuimos a presentarla a Pamplona al CIBARQ (Congreso Internacional de Arquitectura, Ciudad y Energía). Fue uno de los proyectos que logró mayor expectación viniendo de un país que, ante los ojos de Europa, pareciera no tan preocupado por el de desarrollo de arquitecturas sustentables. Finalmente se llevaron una gran sorpresa. Me da orgullo saber que fui el primer mexicano en haber estado presente en este congreso, que es el más importante de Europa, así como el tercer latino (el primer latinoamericano fue Jaime Lerner, de Brasil). Había mucha expectativa sobre lo que se está haciendo en México y les pareció muy interesante este modelo de BIOMAH”. Por cierto, esta green suite mide alrededor de 40 m2 e integra estancia, cocina, una recámara, baño completo y closet. Está totalmente equipada con los electrodomésticos más eficientes en el mercado en cuanto a consumo de energía. Fue construida con materiales ultra ligeros, pero muy resistentes de probada capacidad estructural. El modelo incluye celdas fotovoltaicas y fototérmicas además de que se aprovechan el agua pluvial y residual para tener cero emisiones enviadas al medio ambiente; además, un alto porcentaje del agua se reutiliza para el consumo humano. Lo más significativo de este prototipo es, la integración entre un funcional diseño arquitectónico, con fachadas de visión futurista adaptables a cualquier clima, interior minimalista e instalaciones inteligentes y que conjuga dos principios fundamentales: confort y calidad de vida. Uno es confort térmico con alto desempeño de sus materiales para las estaciones del año y calidad de vida al combinar espacios en el interior, con un fino diseño de mobiliario ergonómico, acondicionado en función de las características de la vivienda.


Mirando hacia el futuro


A decir de Raúl Huitrón, para BIO-MAH, evolución y reinvención, son dos conceptos fundamentales, “BIOMAH es un ente cambiante; vamos modificándonos, somos camaleónicos y siempre lo digo en plural, porque somos un equipo de trabajo. BIOMAH es un concepto completo y lo que percibo de este despacho es que estaremos, no al pendiente de lo que se está resolviendo en el mercado solamente, sino pendientes realmente de cómo se resuelve un edificio, o los edificios, en su etapa de diseño y aplicación tecnológica, para ir incorporando las nuevas soluciones tecnológicas. Así, gran parte de la labor de BIO-MAH está y estará en lograr una fusión cada vez más equilibrada entre investigación y aplicación para lograrlo”.


 

Autor: Imelda Morales Ferrero

Fotos: a&s photo/graphics.

 

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