Diseños tropicales
Resulta
destacable el valor que tiene el concreto dentro del contexto urbano, pero
llevado a un nivel plástico, incluyente con el tejido de la ciudad.
Para el arquitecto Glen Small, “mi objetivo era hacer sensuales
y hermosos diseños cívicos, tropicales, que trajeran alegría
y admiración a la gente de Nicaragua”. Esta frase dicha por
este profesor titular de Academy of Art University en San Francisco, California,
enmarca su postura sobre el valor de la escultura urbana como referente
de una ciudad. CyT conversó con él; nos comentó parte
de su búsqueda y por qué es mejor el concreto para realizar
estos emblemáticos monumentos.
Obras de calidad
Se ha afirmado que para que el arte público se revele como un objeto
estético debe cumplir su meta de relación y armonía
con el entorno así como con el espectador. Podemos afirmar que los
trabajos realizados por Glen Howard Small (1958), arquitecto egresado de
la Universidad de Oregón y del Cranbrook Academy of Art en Michigan,
poseen tales cualidades y características privilegiadas al integrarse
con el ambiente natural así como al urbano. De forma paralela se
relacionan con el público, base de inspiración para construirlas.
Tal como lo subraya el arquitecto mexicano Fernando González Gortázar:
“el arte no necesita servir para nada más. Con eso le basta
para ser eterno”. Es curioso que este mismo argumento lo manifieste
Small, quien remarca que obras monumentales vinculadas al urbanismo como
las esculturas sólo pretenden que el público reaccione y las
admire diariamente. Sabiendo que deben prevalecer y dignificarse con el
tiempo, asegura que el concreto es una de las mayores garantías para
hacer efectivo este ideal.
Las tres
obras emblemáticas en cuestión fueron realizadas en Nicaragua
bajo el encargo de Herty Lewites, alcalde de Managua durante los años
2000 a 2005, y quien falleciera en 2007 en busca de la presidencia de su
país. El personaje toma importancia porque fue él uno de los
visionarios que solicitó la participación de Small para generar
verdaderos iconos que sirvieran como faros en la ciudad latinoamericana.
La primera obra, denominada Simón Bolívar rotunda plaza; la
segunda, Fuente de los periodistas, y por último la Concha acústica
en 2005; todas ellas construidas con diferentes elementos de concreto, desde
su cimentación hasta diversos paneles prefabricados que les dan forma
o pavimentos del mismo material para los espacios abiertos que convergen
en estas piezas; las cuales sin duda favorecen al peatón que busca
en ellas refugio, un espacio de descanso o simplemente un instante de contemplación.
Más que el autor
Glen Small arribó a Nicaragua a fines de la década de los
noventa para diseñar y construir todos sus proyectos encomendados
de los cuales tiene recuerdos gratos: “Todas las obras fueron construidas
de la manera más rápida y económica posible. Con ellas
tuve el privilegio de haber diseñado para un hermoso país
que merece esa belleza aunque posteriormente fueran politizadas mis obras;
nunca se construyeron con ese fin y el concreto no sabe de política”.
Para el arquitecto la construcción de esculturas en concreto conlleva
un proceso técnico que es parte integral del sistema creativo del
artista ya que la obra se concibe en determinados medios, técnicas
y materiales, en estos casos el concreto in situ que puede ser fusionado
con otros materiales como el acero o los paneles de ferrocemento.
Cada artista se aproxima a su obra con una maqueta; no obstante, la instalación
requiere de un procedimiento que propicia que la mano de obra (los constructores)
y la sociedad se sienta parte del proceso logrando una sensación
de pertenencia de la obra. Sobre una de sus obras, expresa: “la función
de la Concha acústica es poder brindar conciertos, bailes y discursos
religiosos, políticos, atléticos y poéticos. Marcaba
el comienzo de un centro cultural alrededor de la plaza, que incluyera una
cubierta y el rediseño de los espacios circundantes.
Una obra como esta tiene esa capacidad de transformar lo que le rodea. Por
eso se había propuesto la creación de museos, escuelas y áreas
de recreación”. El proyecto que se describe tiene 22 m de altura,
28 m de ancho y 19 m profundidad, su forma es evidente, sus características
demasiado peculiares. Pero en el caso de Simón Bolívar
Rotunda Plaza la idea era generar un elemento capaz de convertirse
en el centro visual de la vía vehicular, el concreto se manifestaría
de una forma más dinámica para que el espectador a bordo pudiera
percibirla brevemente y al tiempo se generara una escena conocida: niños
metiendo las manos en las aguas de la fuente pero lo más destacado
es que “descubrí que una obra como esta puede incluso, motivar
a que la gente se una y haga posible algo grandioso, puede motivar la unión
social con un fin especifico”.
La Fuente
del periodista fue ganada en un concurso por invitación en el
que participaron además de él, cinco arquitectos locales.
Su diseño resultó ganador bajo el concepto del movimiento
lunar, dirigida hacia el cielo para honrar la historia del periodismo en
Nicaragua. Se trata de una plaza pública construida para que las
ceremonias fueran realizadas en un campo verde con capacidad para 500 personas.
“Creo que al final estos elementos son catalizadores de interacción
social”. Afirma. A la pregunta de ¿qué posibilidades
para el arte escultórico encuentra en el concreto?, responde: “El
concreto armado ha tenido en algunos de mis trabajos mayor importancia y
en otros una menor presencia pero siempre ha estado ahí, en estas
obras son diferentes los usos y no se podría generalizar o decir
que son obras totalmente de concreto porque hay más materiales involucrados,
pero creo que eso es una característica positiva: la versatilidad
para fusionar procedimientos y materiales. El uso del concreto depende de
muchas cosas como el tiempo o los presupuestos pero sobretodo de la visión
de quienes hacemos este trabajo. En retrospectiva creo que en obras como
estas puedes escoger el concreto pero debe de considerarse que hay factores
que implican un proceso más lento o de mucha más precisión
en la mano de obra como el curado o la ejecución sin errores de los
elementos construidos; sin embargo, sé perfectamente que el tener
una estructura de calidad con un acabado que será –con un buen
mantenimiento– cotidiano hace que valga la pena la espera".
Acerca de algunas de las cualidades del material, el arq. Small señala
que: "en cuestiones como arte urbano creo que el material es mucho
más limpio a pesar de su proceso: cimbrado, armado, vertido, curado
y mantenimiento. En comparación con otras opciones como soldaduras
o piezas metálicas atornilladas, para mí el concreto es mucho
más resistente que el acero y funciona mejor para el propósito
al estar en contacto con la intemperie. Quizá la parte más
desfavorable es su peso y la inseguridad que les provoca a mucha gente al
pensar en un terremoto, algo que siempre es fácilmente solucionable
si se resuelve correctamente la estructura. Considero que este material
es un aliado de las ciudades y que el tiempo no le quita su dignidad. Para
el arq. Small, el concreto es un material confiable y que al menos yo lo
prefiero porque brinda seguridad y un digno paso del tiempo en las obras
realizadas.
La
experiencia de las obras
Sobre la experiencia que le dejó hacer estas obras Small comentó:
"Tengo momentos felices y tristes de mi obra en Nicaragua, diseñé
y construí todos los proyectos, así como un número
de éstos que no fueron construidos. Recuerdo que en alguna ocasión
fui detenido por un
policía en mi Toyota. Le dije que yo era el arquitecto
de todos los proyectos que se estaban haciendo. Él no me creyó,
y me respondió que si fuera el arquitecto tuviera un mejor carro.
Di a Nicaragua lo mejor de mí por cuatro años y me fui sin
dinero pero con grandes satisfacciones. Recuerdo que un día estaba
parado al lado de la concha acústica, y un turista que es dueño
de un hotel en Granada, se me acercó y me dio la mano diciendo que
en ningún otro lado del mundo han hecho esculturas para actos cívicos
como las que hice. Yo le dije: ¡Gracias! ¡Gracias!... ésa
fue mi intención y yo sólo hice mi trabajo. Considero que
son piezas de arte que no pueden sujetarse al capricho de los gobernantes.
¡Destruirlos, dañarlos o alterarlos es indignante!.
Por muchos años más
Las obras de Glen Small están ahí, prometen seguir regalando
postales aunque hay diversos ataques hacia su autor, su extranjería
en un país latinoamericano más de una vez le ha causado controversias.
Lo único cierto es que como dice él “estoy arraigado
a ese país de gran forma y lo quiero porque soy idealista. Obras
como esas que duren para siempre se las merece esa gente”. Así
concluye: “el concreto está presente y de qué forma.
Con él no sólo los elementos de gran escala quieren dejarse
ver, con él pueden hacerse sentir”. c
Gregorio B. Mendoza
Fotos: Cortesía Glen Small Architects (Glen Small
y Roger Lewites).
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