Laboratorio IMT: Proyecto de primer mundo
En la historia de la humanidad, las carreteras han sido la espina dorsal del desarrollo y el intercambio comercial entre los pueblos desde los primeros imperios a través de las primeras rutas comerciales, hasta las más sofisticadas autopistas europeas o norteamericanas.
Sin duda alguna, en el futuro, los vehículos motorizados con distintos tipos de propulsión seguirán existiendo por lo menos durante todo el presente siglo pues los caminos seguirán siendo el medio por excelencia para llegar a donde vive la gente y para que ésta llegue a los lugares donde se encuentran los benefactores que necesita para vivir y para trabajar. Entonces, es preciso seguir haciendo caminos y manteniendo los que ya existen
En México todavía existe el enorme reto de llegar a muchas localidades pequeñas que no tienen accesos, así que es preciso tomar el desafío de reconocer e implementar la tecnología existente para beneficio de todos los que aquí vivimos, pues la comunicación es la mejor vía para el crecimiento y el desarrollo integral. En este sentido, el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) ha puesto sobre la mesa un proyecto denominado Laboratorio de Ensayes Acelerados en Pavimentos (LEAP), una idea gestada por los profesionales que aquí laboran y que busca dotarlo de una capacidad renovada y actual para atender nuevas necesidades y retos en el avance tecnológico del sector, y sobre el cual su director general, el ingeniero Roberto Aguerrebere Salido nos explica a detalle.
Derivado del crecimiento de la ya de por si extensa red
carretera mexicana y del programa de inversión en este rubro, este
proyecto se encuentra justo en el centro, pues su principal objetivo es
que la aplicación de los recursos en las nuevas carreteras y en las
que actualmente están en funcionamiento, sea eficaz y eficiente;
es decir, que se inviertan menores recursos, se utilicen más y den
mejor servicio a los usuarios. A nivel mundial, este tipo de instalaciones
que se conocen como APT por sus siglas en inglés (Acelerated Pavement
Testing), se dedican a la aplicación controlada de repeticiones de
carga sobre estructuras de pavimento, con el fin de simular los efectos
del tránsito vehicular a largo plazo, en periodos comprimidos.
El LEAP
que se pretende crear dentro de las propias instalaciones del Instituto,
tiene como objetivo principal generar el conocimiento y la tecnología
que permita con prontitud, mejorar el desempeño de los pavimentos
y aumentar su durabilidad, con los ahorros consecuentes en los costos de
conservación y operación, a través acciones como la
evaluación, validación y mejora de los diseños estructurales;
estudio de la interacción vehículo-pavimento-medio ambiente;
evaluación de nuevos materiales y ensayes asociados; mejor modelación
en ingeniería de pavimentos; desarrollo y validación de estrategias
de rehabilitación, mantenimiento y conservación; certificación
de nuevos desarrollos y finalmente, el mejoramiento de modelos económicos
y gestión de pavimentos. Su implementación contempla la construcción
de dos pistas de prueba de 20 metros de longitud efectiva cada una, además
del espacio para sus respectivas rampas de acceso; estas dos fosas de 50
metros de profundidad, permitirán construir y reproducir en toda
su sección estructural, un tramo de metros de carretera con el ancho
de un carril completo, sobre el cual correría un cuarto de vehículo,
equivalente a un semi eje con todas sus llantas y con cargas variables,
con el fin de fatigar el pavimento que se coloque para probar, a una velocidad
acelerada. Asimismo, integra diversas innovaciones que permitirán
tener una máxima disponibilidad instalada para la realización
de pruebas, una gran versatilidad de uso y un bajo costo, pues se concibió
con la intención de que consuma la menor cantidad de energía
en su operación, uno de los factores de costo más altos en
este tipo de instalaciones, que a nivel mundial no rebasan la treintena,
los más antiguos datan de los años 60, inclusive en México,
ya que fue durante esta década que se construyó el único
que actualmente existe, se encuentra en las instalaciones del Instituto
de Ingeniería de la UNAM y por el tiempo que tiene de uso, se estima
que su equipo es ya obsoleto; en este contexto, la propuesta del IMT busca
tener una actualidad en términos de sistemas, ya que con los dos
sitios de prueba contemplados en el proyecto, pueden realizarse de manera
simultánea varios ensayes, pues mientras se utiliza una de las fosas,
en la otra se puede construir la siguiente sección con características
específicas y diferentes, lo que significaría que un solo
tren de carga en el centro llevaría a cabo cada uno de los experimentos.
Otra
característica que ofrece, es la posibilidad de ajustar la fuerza
ejercida sobre el pavimento, ya que las diversas suspensiones vehiculares
causan un impacto específico en el pavimento. En este apartado, dentro
del boceto se contempla la aplicación de carga por medios electromagnéticos,
simulando el paso de un vehículo equipado con una o dos llantas paralelas,
con una capacidad de carga individual de 3,350 kgs. por llanta, o bien,
una configuración en tándem con cuatro llantas y la misma
carga individual. El control del valor de carga aplicada debe lograr una
precisión demostrable igual o mejor que +/- 5% a lo largo de los
20 metros de prueba efectiva y durante el total del examen de fatiga. Destaca
la posibilidad de que la carga se aplique sólo en un sentido del
recorrido o en ambos; de modificar la trayectoria recorrida por las llantas
haciéndola variar entre cada intento, con el propósito de
abarcar uniformemente un ancho total de prueba igual al ancho del conjunto
de llantas más un metro; la velocidad debe ser controlable y tan
alta como sea posible, a mayor velocidad, menor tiempo y costo total de
la prueba. En resumen, el sistema deberá estar completamente instrumentado
para medir su velocidad de desplazamiento a lo largo del tramo de 20 metros
de prueba efectiva; el valor real de la carga aplicada, el número
de ciclos efectuados y todos los parámetros operativos de los cuales
dependa su operación confiable que son: temperatura, niveles de fluidos
y presiones de lubricación, entre otros, cuya instrumentación
deberá ser redundante para garantizar que la información no
se pierda por falta de algún instrumento durante la ejecución
de una prueba, por lo deberá ser almacenada en una base de datos,
es decir, un sistema de almacenamiento de información que cuente
con la memoria suficiente para almacenar datos de cada una de las variables
y sensores por lo menos durante los 6 meses que aproximadamente dura una
prueba; debe tener la capacidad de generar reportes de esfuerzo, desplazamiento,
humedad y temperatura, así como de desplegar información referente
a los valores de configuración de la prueba. El ingeniero Aguerrebere
señaló como un reto y una innovación importante en
esta propuesta, la posibilidad de reproducir mediante un sistema electrohidráulico
o mecánico, la rigidez de los suelos para la cimentación de
las carreteras, uno de los problemas más frecuentes en nuestro país,
que podría ser resuelto diseñando secciones específicas
para cada necesidad, incluso en una misma arteria, lo que sin duda sería
una importante aportación a nivel mundial. Conocido como sistema
de control de rigidez del sustrato, su función dentro del laboratorio
sería soportar la rudeza de la construcción reiterada de pavimentos
de prueba sobre sí, incluyendo el paso de maquinaria de construcción
y en particular de vibrocompactadoras.
La rigidez del sistema, deberá poderse programar y dirigir a través
de un lazo cerrado de control que permita hacer reajustes en tiempo real,
además de generar un registro continuo de los valores de rigidez
y deformación que se presentasen durante la ejecución de los
intentos. Por otro lado, deberá tolerar sin deterioro grave de humedad
intencionalmente agregada al sustrato y las temperaturas de prueba acondicionadas
para ocasión, las cuales tendrían una variante entre el valor
de la temperatura ambiente y 50° C.
En cuanto
al equipamiento, un importante porcentaje tendría que ser fabricados
ex profeso, como el carro de carga, rieles, dispositivos mecánicos
de rebote o la cobertura del túnel para instrumentar las condiciones
climáticas. Asimismo, dijo que representaría un reto la creación
de los dispositivos de medición; en este rubro se encuentran los
sensores para la instrumentación del tramo de pavimento y de desplazamiento
de la masa del subsuelo sometido a prueba, que deberán ser colocados
en varios niveles a lo largo del asfalto a examinar, desde la superficie
pasando por cada una de las sub-capas, debiendo soportar la rudeza con la
que es construido el pavimento, pues estarán integrados a él.
Contará también con sistemas de control de temperatura y de
humedad, los cuales podrán simular condiciones específicas
sobre la superficie del tramo de pavimento sometido a prueba, para llevarlo
a cabo, se pretende construir un túnel a base de marcos de aluminio
que se pondría por encima de la pista, confinando la entrada de la
fosa o su sección de prueba a estas condiciones, aquí, se
utilizarían también sensores que serían colocados en
la superficie y que requerirían de una precisión de +/- 1°C;
su ubicación el sitios estratégicos determinarían hasta
qué temperatura se debe calentar el pavimento, ya que una mala colocación
puede representar pérdidas de energía.
Nuestras carreteras
Actualmente en nuestro país se construyen obras carreteras muy importantes,
con grandes retos técnicos, con el estado de arte disponible y con
las personas más competentes; sin embargo, el ingeniero Aguerrebere
sostiene que el reto actual consiste en ponernos al día en la incorporación
de nuevos materiales con la mayor certidumbre posible, y afirma que la construcción
del Laboratorio de Ensayes Acelerados en Pavimentos contribuiría
a brindar opciones en el uso de nuevos materiales como los modificadores
y los distintos aditivos para asfalto o los concretos hidráulicos,
incluidos los utilizados en las bases o subbases de las carreteras.
Al hablar de nuevos materiales, no se refiere únicamente a los nuevos
tecnológicamente hablando, sino a aquellos que por primera vez se
podrían usar en las carreteras, como algunos productos de reciclado
de llantas o de otras industrias, o las escorias de altos hornos, que en
algunos países se han usado con éxito en ciertas aplicaciones;
la inclusión de productos de demoliciones es también una opción
para ser utilizados en las secciones transversales de las carreteras y en
la cimentación, es decir, promover cada vez más una conciencia
y una necesidad de no agresión al medio ambiente, de aprovechamiento
de los recursos, porque es innegable que el re-uso implica un ahorro en
el consumo energético, generado principalmente de fuentes de combustibles
fósiles e implícito en la construcción o ampliación
de carreteras en este caso, con el consecuente beneficio monetario.
Por otro lado, mencionó que con base en la experiencia ganada en
los últimos años, puede asegurar que el pavimento de concreto
ha tenido un excelente desempeño en los lugares donde ha sido aplicado,
pues seguramente se contó con un buen diseño y construcción,
hubo una estricta supervisión en el control de calidad y porque las
obras fueron y son sujetas a las cargas contempladas, además de que
se tuvo la información base necesaria de las condiciones del lugar
donde se instalaría. Sus ventajas se pueden apreciar en tramos con
tráfico muy intenso y pesado, donde sin duda el pavimento de concreto
es la mejor opción, de igual manera, se aplica en soluciones urbanas
y vialidades primarias con muy alta intensidad vehicular, donde por sus
características, la conservación y mantenimiento son mínimos.
En el otro extremo, se encuentran los pavimentos que por alguna falla en
el diseño, en el uso de los agregados o en los materiales constituyentes
del propio pavimento, no han tenido un desempeño destacado, ya que
su construcción en suelos blandos o con mala cimentación dieron
origen a fracturas propias de su rigidez. Finalmente, hizo un llamado a
quienes integran la industria relacionada con las carreteras, los pavimentos
y con los materiales relacionados, para realizar si lo desean, aportaciones
que puedan coadyuvar a la realización de este Laboratorio de Ensayes
Acelerados en Pavimentos, que ha retrasado su construcción por falta
de recursos, derivado principalmente de la crisis financiera que nuestro
país vivió el año pasado y que llevó a destinar
los recursos de su construcción para cubrir otras necesidades.
c
Rocío Nava Quintero
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