Reparación y fisuras tempranas en pavimentos de concreto
El concreto sigue demostrando ser la mejor de las opciones en la construcción de pavimentos durables y resistentes.
Ante los deficientes resultados de las reparaciones con aglomerado asfáltico de la losa armada continua de una autopista de muy alta densidad de tráfico realizadas después de más de 30 años de servicio, y considerando las escasas posibilidades de tráfico alternativo, los responsables de su mantenimiento se plantearon efectuar la rehabilitación con concreto pero en un tiempo de reparación similar al empleado con el asfalto. Esto llevó a diseñar un concreto factible de poner en servicio a las 4 horas de colocado, caso impensable tiempo atrás. Para facilitar la puesta en obra y el suministro del material, se diseñó un concreto ensacado que garantiza la permanente calidad de los requerimientos exigidos a la vez que minimiza las dificultades de ejecución. Así, por sugerencia del delegado del Instituto Español del Cemento y sus Aplicaciones (IECA) y de la Demarcación de Carreteras, se estudió un concreto destinado a estas reparaciones que cumplía las siguientes premisas: conseguir una buena trabajabilidad para poder colocarlo en obra con la sola asistencia de vibradores convencionales. Cabe decir que el concreto se colocó un día a las 17 h y a las 6 h de la mañana siguiente entraron los camiones con carga, sin el menor problema después de una noche a + 2°C.
Nuevos enfoques
No obstante el éxito de la prueba, los responsables del Ministerio,
conjuntamente con la Empresa de Mantenimiento, decidieron que los medios
a emplear resultaban desproporcionados ya que tener una planta y camiones-revolvedora
disponibles durante la noche para colocar entre 1 y 3 m3 de concreto, no
era razonable. A la vista del nuevo planteamiento, se ofreció estudiar
un concreto microgranular ensacado, de forma que con sólo disponer
en obra de una mezcladora y agua se pudiera preparar in situ. Los responsables
aceptaron la exigencia de resistencia a 15 MPa a las 7 horas. Cabe decir
que este valor está basado en la opinión de la Asociación
Americana de Autopistas (NCHRP por sus siglas en inglés), que establece
que un pavimento de concreto se puede abrir el tráfico ligero por
encima de 8,3 MPa y el pesado por encima de 13,8 MPa medido a compresión
y 1,8 MPa a flexotensión. Las condiciones solicitadas de trabajo
superaron a las anteriormente e incluso las experiencias de Estados Unidos,
expuestas en el "Seminario sobre Pavimentos de Carreteras" (Guatemala,
2007), donde se consideraba un gran éxito, abrir el tráfico
a las 13 horas con las mínimas resistencias citadas.
Resistencias
conseguidas
En el pliego de restricciones técnicas se indica que para pavimentos
de concreto se deben conseguir 4,5 MPa de resistencia mínima a los
28 días, con objeto de que la losa sea capaz de absorber suficientes
tensiones sin romperse. Para completar el informe, se estudio a qué
edad es capaz de alcanzar dichas resistencias el concreto microgranular
estudiado para estas reparaciones. Si bien la resistencias eran suficientemente
altas, la trabajabilidad del concreto no era la deseable y la dispersión
propia de la maquinaria de ensacado no permita garantizar los resultados
a escala industrial, por lo que se reanudo el estudio.
Estudio
definitivo
Con objeto de mejorar la trabajabilidad, se reconsideran las proporciones
de finos en la fórmula así como la naturaleza y cantidades
del material cementicio. De igual forma, se repiten numerosas dosificaciones
para conseguir una evolución más rápida de las resistencias,
sin disminuir el tiempo de trabajabilidad del concreto. Una vez conseguidos
los resultados en el laboratorio, se procede a fabricar el producto ensacado
y ensayarlo posteriormente. Las resistencias a compresión y las de
flexo tensión aumentan 2 MPa a todas las edades.
Maquinaria
En los ensayos de campo con mezcladoras de capacidad superior a 250 litros,
se comprobó la necesidad ineludible de utilizar mezcladores de eje
vertical, que tienen una elevada velocidad y energía de mezclado.
Es necesario mantener el mezclado durante un mínimo de 5 minutos.
En caso de utilizar mezcladoras convencionales de llamado "tipo pera”,
el mezclado conseguido es deficiente con la relación a/c recomendada,
comenzando a formarse bolas sin llegar a homogeneizar la pasta de concreto.
Ello obliga a añadir mas agua y, por tanto, se arruina el resultado
del mismo.
Puesta
en obra
El concreto elaborado bajo los aspectos arriba mencionados es compacto pero
se maneja con cierta facilidad usando un vibrador. Durante unos 40 minutos
conserva su trabajabilidad. Es conveniente dar un acabado con un líquido
de curado o mantener húmeda la superficie con un riego suave, durante
3/4 horas. A partir de ese momento y según las resistencias que se
esperen obtener, se puede poner en servicio.
A pesar de que las resistencias que se consiguieron en las pruebas de campo,
si se quieren asegurar estadísticamente los resultados, no es aconsejable
ponerlo en servicio antes de las 4 horas. De otra manera, no se pueden garantizar
ni el fraguado ni el desarrollo de resistencias para cualquiera de las posibles
condiciones de colocación. Los resultados del estudio de Laboratorio
se ven confirmados con los obtenidos en las pruebas en obra. (Se muestran
en la gráfica). Se recomienda ser rigurosos en el cumplimiento de
las instrucciones de empleo, ya que en caso contrario no se obtendrían
ni la manejabilidad ni las resistencias deseadas. Por cada saco de 25 Kg.
del concreto microgranular ensacado se debe añadir 1,9 litros de
agua. En la obra se colocará el concreto antes de 30 minutos después
de finalizar el mezclado. Las recomendaciones anteriores contemplan el empleo
de una mezcladora de obra de alta eficacia, denominadas de eje vertical.
Fisuración temprana en el concreto
Es
conocido el hecho que el concreto es susceptible de fisurarse y varios autores
se han dedicado a realizar cuidadosas clasificaciones, en general, la mayor
parte de ellas está bien descrita, reforzando de alguna manera el
concepto de ver al concreto como un material susceptible de sufrir fisuras.
El concreto debe necesariamente evolucionar desde un estado fresco –en
que el material se comporta como un fluido viscoso– a otro extremo
rígido, pasando por un estado intermedio que se puede denominar "de
transición", en el cual el comportamiento del material no responde
a ninguno de los parámetros típicos que se utilizan para medirlo
en los estados extremos llamados fresco y endurecido. Por eso, en la actualidad
se prefiere utilizar el concepto de "edad temprana del concreto",
durante la cual se produce la mayor parte de las transformaciones químicas
y volumétricas de la pasta. Se trata de entender que pasa tanto con
la pasta como con el concreto en este periodo, y la influencia que esto
puede tener sobre su mayor o menor tendencia a fisurarse.
Las diferencias entre lo que se denomina asentamiento plástico, entendido
como una deformación influenciada fuertemente por el sangrado, y
en menor medida por la contracción autógena. La contracción
autógena es la deformación de la pasta observable, mientras
que la química incluye los vacíos de hidratación, es
por ello que, al formarse un esqueleto de pasta con cierta rigidez se facilita
la formación de estos vacíos, pero al momento del fraguado,
ambos valores comienzan a diferenciarse luego de resultar similares mientras
la pasta se mantiene fluida.
El
problema
Es bien conocido que una losa de concreto sufre cambios dimensionales durante
su vida en servicio. Sin embargo, muchos de éstos se producen durante
las primeras edades mientras el material evoluciona desde un estado plástico
y maleable hasta uno rígido en el que, no sólo se producen
contracciones debido a que los productos de reacción tienen menor
volumen y que existen perdidas de agua de la masa por sangrado y por secado,
sino que también hay efectos térmicos tanto de las propias
reacciones de hidratación como por temperatura ambiente y asoleamiento
que pueden actuar aumentando el volumen en el caso de calentamiento como
de contracción en cuanto se enfría. En cualquier caso, estos
cambios volumétricos no generan tensiones por si solos, sino por
la restricción a ellos. En particular, las losas de concreto apoyadas
sobre bases o subbases producen tensiones debido a la restricción
que ellas ejercen, por lo que estas tensiones serán mayores en la
medida que mayores resulten los cambios dimensionales. La contracción
de volumen de la losa, genera tensiones que tienden a fisurarla, quedando
como resultado dos losas que trabajan en forma independiente. En general,
para el caso de los pavimentos de concreto simple, el diseño adecuado
y la ejecución en tiempo y forma de las juntas transversales tienden
a orientar y ordenar esta natural fisuración, logrando un trabajo
en servicio de las losas de acuerdo a las hipótesis de diseño
utilizadas en la etapa de proyecto. La existencia de un momento adecuado
para realizar el aserrado de juntas, denominado "ventana de aserrado".
Tal momento se da cuando el concreto presenta la rigidez suficiente para
soportar el paso de la sierra logrando un corte sano, sin desprendimiento
de agregados ni
descascaramientos, pero debe finalizarse antes que se produzca una contracción
tal que genere tensiones inducidas por restricción de la base o sub-base
que superen su resistencia y se fisure la losa. Por supuesto que, a primeras
edades, no sólo las restricciones externas juegan un rol importante
sobre la fisuración de los pavimentos, sino que también resultan
importantes las restricciones internas: por ejemplo, las discontinuidades
que suponen diferencias en contenidos de humedad o temperaturas en diferentes
secciones del espesor de una losa o, incluso, la discontinuidad que significa
la presencia de materiales de muy diferente rigidez.
Muchas son las manifestaciones y morfologías que adquieren las fisuras
tempranas, destacándose las fisuras de contracción plástica,
de morfología plástica, de contracción por secado,
de borde, las inducidas sobre pasajuntas y/o barras de unión vía
marcas superficiales. En cualquier caso, existen causas que justifican la
morfología que adquieren. No obstante, el mecanismo general es similar,
sólo se diferencian en la influencia de una u otra variable por lo
que el seguimiento cercano de la obra será fundamental para poder
diagnosticar correctamente la patología y, obrar en consecuencia.
c
Referencias bibliográficas: S. Babaev; R. Cano; J.C. Egocheaga; "Hormigones para reparación de pavimentos. Desarrollo acelerado de muy alta resistencia", Estabisol SA, Cementos Tudela Veguin, en Cemento Hormigón, octubre, 2008. Ing. Edgardo A. Becker, "Fisuración Temprana de Pavimentos de concreto", Loma Negra CICSA, en Noticreto, núm. 94 Mayo/Junio 2009.
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