Arquitectura

Innovación con
argumento

Localizado en la periferia norte de la Ciudad de México –en una zona montañosa de Atizapán de Zaragoza–, el Edificio BAF se ha convertido en un icono de vanguardia gracias a su propuesta arquitectónica y presencia innovadora. Justo ganador del Premio Obras Cemex en la categoría Innovación en Procesos y Técnicas Constructivas.

En la mesa había dos cosas a resolver, por un lado el desarrollo del Plan Maestro de un complejo industrial de última tecnología orientada a la construcción que implicaba contar con naves de pro-ducción, talleres, servicios genera-les así como el edificio corporativo del complejo. Por otro lado, resol-ver las dificultades que implicaba hacer una obra sobre lomeríos de pendientes considerables aprove-chando al máximo la topografía y la operación de las naves de producción. Esto debía realizarse en un predio con seis hectáreas de extensión que colinda al oriente con la carretera federal Chamapa-Lechería. El edificio corporativo se emplazaría a 70 metros sobre el nivel de la carretera federal, cumpliendo la doble función de elemento de contención y espacio de usos mixtos.

Quizá había una tercera pe-tición a resolver que no estaba escrita: convertir este encargo en un edificio de vanguardia, icónico, así como en un referente a nivel nacional de nuestra arquitectura y de la ingeniería aplicada en el campo del concreto. Arquitectu-rame, empresa a cargo del pro-yecto arquitectónico asumió este desafío y lo materializó tomando en cuenta un buen concepto, diseño, innovación y construcción de calidad.

El programa arquitectónico a resolver podría resumirse de la siguiente manera: Se trata de un edificio proyectado en una sección del terreno con forma triangular donde la cara más larga se pre-senta de forma cóncava hacia la vialidad principal. Con un perfil de usos mixtos todos los espacios a resolver se entrelazan para funcionar adecuadamente y dar servicio de almacenamiento a 720 m3 de agregados naturales en 12 silos distri-buidos en las primeras tres plantas, mismas que están interconectadas a la dosificadora automatizada de concreto.

En un nivel superior está la oficina de arquitectura, ubicada en el centro del edificio acompa-ñado por un vestíbulo suspendi-do. Coronado en su último nivel sobresale en franca yuxtaposición un prisma rectangular que posa en sentido transversal al eje prin-cipal del edificio. En él se alojan la recepción principal, sala de juntas y la oficina del presidente, convir-tiendo el resto de la azotea en un espacio ajardinado y amueblado para reuniones, esparcimiento, presentaciones y exhibiciones para los empleados o visitas de clientes.

El tema de la circulación queda resuelto de la siguiente manera: mediante un cinturón de rampas exteriores y una escalera de al-fardas de concreto colgantes se accede a todas las plantas del edificio, funcionando éstas como áreas de esparcimiento o encuen-tro, así como una solución eficiente para las personas con capacidades diferentes. La escalera se convierte así en la arteria principal donde el contacto de los diferentes departa-mentos permite el diálogo directo indispensable en las personas para crear una comunidad que busca un fin común.

Es claro que en el interior, el espacio se caracteriza por ser continuo, comunicativo, bañado por luz natural y sobre todo fres-co, ameno y cálido gracias a la presencia de un arrayán de 9 m de altura y la orientación del edificio que favorece el paso de luz por el norte, sombreando los vanos en la fachada sur y casi desapa-reciendo cualquier penetración del intenso calor de la fachada oriente.

Concreto enramado

Entremos en materia sobre el desarrollo y particularidades del proyecto. Iniciemos diciendo que la estructura y el espacio característi-co del edificio son una metáfora de la técnica náhuatl de la chinampa, ese sistema prehispánico de agri-cultura que utilizaba pequeñas áreas rectangulares de tierra fértil para cultivar en la superficie de lagos o pantanos que también se conoce como un cercado de cañas o de ramas de ahuejote. Al respecto, el arq. Rafael Barona Coghlan, comenta: “Para el pro-yecto se desarrolló una tecnología que pudiera emular este concepto utilizando ramas de concreto pre-fabricado que se anclan a la tierra y elevan hasta 20 m de altura para cumplir con las necesidades de las naves de producción. Está metáfo-ra fusiona fachada, acondiciona-miento térmico y estructura en un elegante sistema de entramados de concreto produciendo efectos de claro obscuro que enfatizan los niveles de iluminación natural al interior dando lugar a un espacio sosegado y de reflexión, cualidades difíciles de conseguir en nues-tro mundo tan ruidoso y más aún a escasos metros de las naves de producción de la planta. El edificio y su sistema de ramas de concreto sirven además como contención de los rellenos controlados que se hicieron para las plataformas de producción que van de la cota +0.00 m. a la cota -10.00 m. Así como protección y eficiente ba-rrera contra el viento constante y agresivo proveniente del norte”.

Sobresale a nivel constructivo la implementación del sistema de concreto prefabricado en esta obra que es su carta de presentación. La prefabricación arquitectónica y estructural mimetizadas en una misma disciplina emulando el trabajo de ramas orgánicas que además de dar una apariencia es-tética fungen como elementos de carga. Para lograrlo se utilizaron discretos y sofisticados sistemas de conexión estructural para resolver el volumen total con una precisión y tolerancia de +-5mm en las más de 200 piezas instaladas y las casi 80 ramas de concreto en fachada de las cuales once de ellas garan-tizan la estabilidad del edificio. Mientras tanto, el núcleo de las escaleras es un elemento prefa-bricado colgante realizado en con-creto blanco y elementos a tensión en concreto negro ensamblados mediante un perno pasado y con huellas de vidrio laminado atorni-lladas. Contraste entre ingeniería de vanguardia y el diseño interior que logra un balance perfecto y armónico en el edificio.

No sobra decir que en esta obra, todos los sistemas de con-trol son de última generación favoreciendo el intercambio de información al interior y al exte-rior con las naves de producción. Las decisiones arquitectónicas de orientación, de forma y de funcio-namiento le permiten al edificio ser altamente eficiente en cuanto al consumo de energía y por ello se puede prescindir todo el día de luz eléctrica, mientras que con el sistema de inyección de aire fresco del exterior para el árbol de arra-yán el clima interior alcanza un alto grado de confort ideal.

El plan maestro del complejo industrial comprende en su segun-da etapa un Balance Energético. Una meta de sustentabilidad al 95% mediante la implementación de concentradores de energía solar que se instalarán sobre las naves de producción con lo cual se pretende tener un consumo cero.

Detonador social

Pero aquí no terminan las cualida-des, la investigación y metodología de desarrollo para un proyecto de ésta naturaleza fue exhaustivo, di-cha labor fincó previo a los primeros acercamientos arquitectónicos las premisas indiscutibles a resolver en otros ámbitos que iban más allá de lo constructivo. El primero de ellos, el planteamiento a nivel Plan Maestro que abarca la generación de fuentes de empleo permanente dentro del municipio porque como se sabe, Atizapán de Zaragoza se ha vuelto en los últimos años a falta de demanda constante, en un muni-cipio dormitorio sin oportunidades de trabajo en el ámbito local.

Lo que se logró en ese tema fue crear una industria amigable con el medio ambiente para romper el paradigma de la industria como un ente contaminante y de baja calidad de vida. Así al asentar este proyecto y que resultara exitoso en una zona con fuertes carencias de agua y energía, solamente fue viable mediante el balance energético donde la industria y el edificio corporativo proveen a la comunidad de ofertas de trabajo de calidad, sin tomar a cambio los recursos fundamentales para el sustento de la comunidad, gracias a concentradores de energía solar, la implementa-ción de energía eólica en la fachada norte aprovechado los vientos dominantes, la recuperación del agua de lluvia que cae sobre las naves de producción para inyec-tarlos en los procesos de producción industrial, orientación y aprovechamiento del clima para minimizar acondicionamiento arti-ficial en todos los edificios del Plan Maestro incluyendo el corporativo y, finalmente limpieza y recupera-ción de los cauces de las cañadas para espacios de esparcimiento o recarga de los mantos acuíferos.

Actualmente, el despacho está por concluir el diseño y desarro-llo de un proyecto donde la fachada se compone de elementos paramétricos, que responden a factores estructu-rales y de orientación. “Como resultado tenemos cientos de piezas distintas para las cuales se está desarrollando un siste-ma de ploteo del concreto en moldes ajustables para cada una de las diferentes piezas. Este reto nos coloca en una posición de franca respuesta a las nuevas tendencias de crear tejidos y superficies continuas para las envolventes de los edificios que pueden incre-mentar su nivel de demanda”, enfatiza Barona.

El orgullo de hacer algo diferente

Los representantes de la obra nos comparten que el recono-cimiento obtenido es motivo de “orgullo por haber sido ga-lardonados por un organismo de la talla de CEMEX y sobre todo por el profesionalismo en la forma de llevar a cabo el concurso”. Además señalan que el reconocimiento a la labor en equipo es un motivo más por continuar en la búsqueda de so-luciones originales que plantean retos en la forma de construir o hacer arquitectura y finalmente un compromiso ante la innovación arquitectónica, comprensión de las fuerzas y comportamientos de cada elemento en la unidad com-positiva del diseño.

TEXTO: Gregorio B. Mendoza

FOTOS: Cortesía CEMEX

<< Regresar