Una autopista inteligente
Fue en febrero de 2006 que se inició la construcción del Libramiento Arco Norte del Valle de México, ícono dentro de la historia de las carreteras mexicanas.
Hace poco cumplió un año de haber sido concluido el Libramiento Arco Norte del Valle de México, una obra magna que empezó a construirse en febrero de 2006 y que fue concluida en el 2009, un tiempo récord de construcción para una obra de tal complejidad. La constructora IDEAL, empresa que forma parte del Grupo Carso, ganó la licitación correspondiente para construir y administrar 142 de los 223 kilómetros de esta espectacular autopista que serpentea los estados de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y México, y une a importantes autopistas del altiplano central, como la México-Querétaro, la México- Pachuca y la México-Puebla. Ya en octubre de 2007 Construcción y Tecnología dio cuenta de cómo era terminada la primera etapa de esta magna obra.
Arco Norte, como es conocida coloquialmente, es una moderna vía de comunicación que luce en buena parte de su recorrido una carpeta de concreto hidráulico, elemento que ofrece un alto costo beneficio pues se evitan las constantes reparaciones, al mismo tiempo que le brinda al usuario una inmejorable seguridad y confort debido a sus propiedades antiderrapantes. Con este nuevo desarrollo, el recorrido que hasta hace un año se hacía en cuatro horas se realiza hoy en tan sólo 90 minutos, lo que representa un considerable ahorro de combustible para el usuario y una ostensible reducción de gases contaminantes a la atmósfera.
Concreto
de alta calidad
Para conocer los detalles de la construcción de esta espectacular
vía, CyT charló con el ingeniero Felipe Flores Soto, gerente
de proyecto de Arco Norte, quien destaca que se tuvo un gran rigor en el
perfil del concreto hidráulico, pues este material permite que el
mantenimiento a la carpeta de rodamiento sea prácticamente nulo.
Además, señala, “logramos que los vehículos tengan
menos deterioro y que puedan transitar a una mayor velocidad sin el riesgo
de que un posible derrame de combustible o aceite provoque un accidente”.
La bitácora de la obra señala que se utilizaron 100 mil metros
cúbicos de concreto, mezcla que fue colocada por cuatro pavimentadoras;
es decir, “que se acometieron cerca de 2,200 metros cúbicos
de concreto diariamente”. La superficie de rodamiento se hizo con
concreto hidráulico para cumplir con los requisitos de la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes (SCT), apunta el ingeniero Flores Soto,
quien revela que “originalmente el proyecto consideraba un solo cuerpo;
sin embargo, dentro de la misma licitación se propuso otro más,
que fuera paralelo y de concreto también, de manera que se hiciera
una carretera de mayores especificaciones y estuviera a la altura de cualquiera
del mundo.
Yo diría que el concreto hidráulico debería estar presente
en todas las carreteras que se construyan en México, y también
en aquellas que hayan sido construidas con asfalto, dice el experto egresado
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien
enfatiza que la mejor muestra de lo que dice se observa en algunos tramos
de la carretera México Querétaro, en la Carretera del Sol,
así como en muchas superficies del norte del país”.
El costo beneficio es muy alto, afirma el entrevistado, ya que una pista
de concreto puede tener una duración de hasta 50 años, sin
que haya necesidad de meterle una nueva capa. Quizá, acepta, “a
los 20 años podría requerir un fresado que le devuelva su
rugosidad original, lo que sería un mantenimiento preventivo para
evitar que la superficie se haga lisa y atente contra la seguridad de los
usuarios”, advierte.
Agregados
y algo más
En los últimos años, la tecnología ligada a los aditivos
del concreto ha producido una serie de productos de altas especificaciones,
pero, contrario a lo que pudiera pensarse, este tipo de adelantos no son
atractivos para los materiales utilizados en las superficies de rodamiento.
“Nosotros no necesitamos de un concreto sofisticado, ni uno con alta
resistencia que utilice residuos de acero en su composición, porque
ello provocaría una mayor fricción y desgaste para los vehículos.
El tipo de concreto que usamos en la construcción de Arco Norte”,
señala el ingeniero Flores Soto, fue el tradicional, un MR 48 de
250 kg/cm2. Tenemos una excelente relación con todas las cementeras
instaladas en el país, y cuando hay que decidir por una u otra marca
se deben valorar varios factores: el precio, la atención que nos
proporcionen, el transporte y la asesoría técnica, refiere
el experto en infraestructura, quien ahonda diciendo que “si me pregunta
cuál es la complicación técnica más grande a
la que nos enfrentamos en esta obra, tengo que decir que fue la relacionada
con los constantes cambios de clima; situación que nos hizo trabajar
de manera estrecha con las cementeras y sus centros tecnológicos.
Ellos nos ayudaron a definir las mezclas adecuadas y los horarios exactos
en que debíamos extender el concreto, lo cual dependía de
la humedad, el viento o la lluvia, entre otros factores”.
Pista
inteligente
Arco Norte tiene una afluencia aproximada de 20 mil vehículos por
día (40% del total son automotores de carga), que circulan por cuatro
carriles con altas especificaciones técnicas. Las ventajas son evidentes
ya que la Ciudad de México se liberó del paso de más
de tres millones de vehículos cada año. Cabe decir que este
libramiento está equipado con una red de fibra óptica que
le permite al usuario recibir información constante y actualizada
a través de paneles de mensaje variable. Asimismo, la carretera cuenta
con llamativas torres de auxilio vial y ocho paradores con estacionamiento,
gasolinera, cafetería, sanitarios, regaderas, cajeros automáticos,
kioscos electrónicos de información turística, tiendas
de conveniencia, internet inalámbrico y telefonía pública.
Por su parte, en el rubro de la seguridad se cuidaron todos los detalles
ya que existen 27 cámaras que vigilan toda la ruta, así como
un centro de mando conectado con las autoridades locales y federales, así
como con personal de auxilio y salud pública.
“No conozco una carretera más moderna que ésta; aunque hay que entender que el avance tecnológico es muy acelerado y no sería nada sorprendente que pronto haya una pista que nos supere en algunos puntos”, refiere el entrevistado. Sin embargo, creo que nos hemos convertido en un ejemplo de las obras que deberán construirse de ahora en adelante. Nosotros trabajamos actualmente con las mismas especificaciones en el proyecto del libramiento localizado en Mazatlán, una obra de 35 kilómetros de concreto hidráulico que también servirá para unir la carretera Mazatlán- Culiacán”, concluye. c
Juan Fernando González G.
Fotos: A&S Photo/Graphics.
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