Un espacio polivalente
A principios de 2010 fue inaugurado un interesante centro cívico, para beneficio de la comunidad, en el País Vasco.
El pasado mes de marzo el Centro Cívico Ibaiondo
abrió sus puertas. Ubicado en el área norte de Lakuabizkarra,
barrio de Vitoria-Gasteiz, capital de Álava, en la región
vasca de España, cuenta con servicios deportivos, de ocio y administrativos
que disfrutan los vecinos de los diferentes sectores de la ciudad. Sobre
esta interesante obra, Natalia González, responsable de comunicación
de IDOM-ACXT Arquitectos –estudio encargado de la obra–, charló
para Construcción y Tecnología y comentó que
“Vitoria-Gasteiz cuenta con una amplia experiencia y con una detallada
metodología en dotaciones de esta naturaleza, de tal manera que cada
nuevo edificio que se incorpore a la red de centros cívicos, debe
asumir las directrices específicas de los diferentes servicios municipales
que allí van a operar: deportes, ludoteca, biblioteca, atención
social, entre otras cosas”. Sin embargo, este centro cívico
es el único en cuyo diseño participaron directamente los ciudadanos,
con aportaciones tan significativas como la alberca, el solárium
y el teatro. Cabe mencionar que este recinto público no sólo
presta servicio a habitantes de las zonas cercanas al centro, sino a toda
la ciudad.
En
cuanto al diseño, se buscó que el centro tuviera una imagen
extrovertida que atrajera la atención de los ciudadanos de tal manera
que con la pura percepción se informara lo suficiente sobre los servicios
que ahí coexisten. Así, el reclamo visual es logrado con la
fachada de concreto polímero, cuyo cromatismo se refuerza mediante
la alternancia de superficies transparentes y traslúcidas. Cabe decir
que el nuevo centro cívico, el duodécimo de la red y el de
mayor tamaño, considerado el equipamiento social más vanguardista
de la ciudad, cuenta con cerca de 14,000 metros cuadrados. La construcción,
en un edificio único, alberga instalaciones sociales, deportivas,
culturales, divulgativas y de ocio, divididas por zonas:
A) Zona deportiva:
1) Gimnasios.
2) Albercas.
3) Canchas de paddle tenis.
4) Cancha polideportiva
o de usos múltiples.
B) Zona socio-cultural:
5) Biblioteca.
6) Infoteca.
7) Ludoteca.
8) Club joven.
9) Sala de teatro.
10) Sala de encuentro.
11) Salones para talleres.
C) Zona de servicios:
12) Solárium.
13) Oficinas de atención
al ciudadano.
14) Despachos.
15) Sala de reuniones.
16) Vestidores.
17) Cafetería.
Todos estos servicios se encuentran en tres pisos, ya que
el centro se encuentra ordenado siguiendo extensos y rigurosos criterios
de funcionalidad aportados por el equipo técnico municipal. Como
ejemplo los usos deportivos de piscina y polideportivo, dada su relación
y escala, están ubicados al norte generando una geometría
de orden tipo “cartesiano”, de tal manera que el resto de usos
se hayan podido materializar hacia el sur, y por tanto de cara al ámbito
residencial, con un cierto desorden volumétrico.
Lo
que resta se organiza espaciadamente a lo largo de un corredor que vincula
y separa los diferentes servicios. Cabe mencionar que desde este corredor
el visitante puede reconocer las diferentes actividades que se desarrollan
en el edificio. Para Natalia González este espaciocorredor es “el
enlace esencial de comunicación, eje vertebral del edificio, lugar
de ruido y relación a modo de una prolongación interna de
la plaza exterior. Asimismo, y gracias a que la fachada de vidrio llega
hasta él, esta circulación también relaciona visualmente
el interior y el exterior, enriqueciendo los desplazamientos, y evitando
el llamado efecto “galería”.
Dado que este corredor es lineal a lo largo del edificio, y comunica todos
los diferentes servicios en tres diferentes plantas, aporta dos cualidades
que consideramos privilegiadas y originales del proyecto, por un lado una
instantánea comprensión del funcionamiento del centro cívico,
y por otro un muy fácil control del mismo desde el puesto de vigilancia
dispuesto en el vestíbulo de entrada.”
La parte exterior del edificio, a causa de su variado y diverso orden interior,
fue realizada con el fin de provocar la atención visual del ciudadano.
Los distintos servicios, se fragmentaron de modo independiente para poder
mostrarse frontalmente al transeúnte, y así transmitir la
rica polifuncionalidad del interior del centro cívico. Para ACXT
Arquitectos “esta relación interior-exterior es biunívoca
dado que los frentes acristalados también introducen al interior
la riqueza de un espacio urbano entendido como un complemento externo del
edificio.” Cabe destacar que el frente del edificio fue revestido,
por parte de la empresa denominada ULMA Hormigón Polímero,
con una fachada ventilada. Ésta se hizo desarrollando un efecto óptico
singular conseguido con la textura de minionda, la cual se trata de un modelo
de placa estándar, que consta de una serie de volúmenes creando
ondas con un paso de 15 mm, entre cada una. Esta textura, con paneles del
mismo color y estrías colocadas en distintas direcciones, permite
conseguir un efecto óptico de policromatismo que varía a lo
largo del día, aportando así diferentes matices que enriquecen
el acabado final de la fachada. Es así como esta fachada compuesta
a base de prolongaciones de diferente altura y dimensión, se convierte
en el frente principal del edificio, el cual recoge el acceso público
al edificio.
El concreto polímero y otros
Uno de los materiales característicos utilizado en esta construcción
fue el concreto polímero que es un material prefabricado de gran
resistencia y durabilidad, con características de impermeabilidad
que permiten reducir los costos de mantenimiento, ya que la limpieza se
puede realizar fácilmente con agua y jabón. Desde principios
del proyecto, este material se valoró muy positivamente como una
oportunidad de experimentación, por las posibilidades que ofrece
en cuanto a sus texturas y acabados.
Asimismo,
en cuanto a la estructura, el edificio se realizó a partir de una
estructura prefabricada de concreto armado. Esta elección se hizo
gracias a las reconocidas prestaciones técnicas de este material
y fue escogido por dos motivos fundamentales: aminorar costos y reducir
plazos. Nuestra entrevistada piensa que “una elección de esta
naturaleza, en un edificio de esta tipología podría parecer
de corte industrial, pero hemos entendido desde el principio que también
podría transmitir una robustez y una rudeza que hiciera de los espacios
internos neutros, donde con el tiempo los diferentes usos podrían
rotar o reinventarse indefinidamente.”
Esta colosal construcción es considerada sustentable, por un lado
por la fachada ventilada y por otro por la superficie que tiene, aproximadamente
de 700 metros cuadrados de paneles solares térmicos que aportan energía
para el calentamiento tanto del agua de la piscina, como del agua caliente
de los vestidores del edificio.
Asimismo, el edificio se encuentra diferenciado por sistemas y zonas por
usos y regímenes de funcionamiento, de forma que en todo momento
resulta posible aliviar la instalación de climatización de
la carga de zonas no utilizadas. Además, para la climatización
del centro se optó por un sistema de producción centralizada
de calor, mediante calderas de gas y otro de producción centralizada
de frío. Lo que hace que toda la energía sea distribuida a
las diferentes áreas mediante climatizadores dotados de free-cooling
y recuperación. Este cuidado en el diseño se traduce en un
ahorro anual estimado, en las emisiones de C02 a la atmósfera, de
1,900 toneladas. Todo esto hace que la construcción merezca la calificación
energética tipo B, reconociendo así la sustentabilidad energética
de la misma; un aspecto que en estos días no puede obviarse en ningún
proyecto. c
.
Ángel Álvarez
Fotos: Cortesía ACXT-IDOM.
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