Una pirámide de concreto
Hacia el año 2,500 a C, una dinastía de faraones egipcios
legó a la humanidad un tipo de estructura única hasta ese
momento que cobraría fuerza a través del tiempo: la pirámide.
Con el paso de los siglos la forma piramidal continuó cobrando cada
vez mayor simbolismo; sin embargo, en los años setenta del siglo
XX fue realizada una en concreto, con una función, curiosamente,
completamente distinta. Tal es el caso del edificio principal del complejo
Stanley R. Mickelsen, un sofisticado sistema antimisiles construido por
el gobierno de Estados Unidos a principios de los años 70 para frenar
un posible ataque nuclear.
Abandonado en Dakota del Norte, el edificio de esta instalación –que
funcionó apenas unos cuantos meses– es una pirámide
de concreto que se mantiene en pie como vestigio de los años de la
llamada Guerra Fría. Cabe decir que gracias a los radares situados
en cada una de sus caras, la pirámide proporcionaba una cobertura
de 360 grados y lograba detectar misiles intercontinentales a una distancia
de 1,100 km, e interceptarlos antes de su reingreso a la atmósfera.
De manera subterránea estaban escondidos 30 misiles Spartan y 70
Sprint. También al interior había varios pisos subterráneos
para la sala de control y el sistema de vigilancia. c
Fotos: www.taringa.net
Gabriela Celis Navarro
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