Un enamorado de su profesión.
Su tarjeta de presentación dice Luis Zárate, Vicepresidente Ejecutivo. Arriba de este nombre se lee ICA, y con ello está dicho todo.
El
año de 1968 es memorable por muchas razones para el ing. Luis Zárate
Rocha pues fue cuando ingresó a la constructora más famosa
de México: ICA. “Soy un ingeniero civil enamorado de mi profesión,
y no podía ser de otro modo porque mi trabajo me ha dado todo: bienestar,
experiencia y la posibilidad de estar en una trinchera desde la que he podido
apoyar a la sociedad y a mi país”, nos dice el directivo, quien
recuerda con emoción su etapa estudiantil (1964-1968) en la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM). “Ya trabajaba en
ICA y me faltaban sólo dos materias para culminar mi carrera cuando
se suscitó el Movimiento del 68. No fui activista; pero simpaticé
con muchas de las posturas de mis compañeros y, por supuesto, con
la del rector Javier Barros Sierra, quien fue director de la Facultad de
Ingeniería y fundador de ICA; un personaje extraordinario; en síntesis,
una persona que marcó y sigue marcando mi vida”, relata el
entrevistado.
Su segundo hogar
Es de los primeros en llegar y de los últimos en irse de la oficina.
El ingeniero Zárate asume con gusto su rol al frente de la Vicepresidencia
de ICA, “porque tenemos una agenda complicada que se traduce en proyectos
a lo largo y ancho de la República; pero también en países
como Panamá, Colombia y Perú. Esa dinámica me ha permitido
conocer el mundo y permanecer actualizado”, apunta.
Una labor que no puede dejarse de lado es la de la Fundación ICA,
entidad que nació a iniciativa del ingeniero Gilberto Borja luego
de los sismos de 1985. Su primera acción, en consecuencia, fue trabajar
en la instalación de
algunos sismógrafos. Tras 25 años de existencia, se ha diversificado
y por ello apoya el desarrollo tecnológico, edita libros técnicos
y ofrece pláticas y conferencias especializadas. No obstante, advierte
Zárate Rocha, existe un rubro que debemos destacar. Se trata del
programa de apoyo a la titulación que se ofrece a los muchachos que
están por egresar. Así con orgullo digo que el 50% de los
egresados de la carrera de ingeniería civil de la UNAM reciben ayuda
económica de la Fundación ICA para que puedan imprimir su
tesis.
La siguiente pregunta se queda en suspenso cuando aparece en la mesa un libro que contiene imágenes aéreas del México del ayer; es una memoria fotográfica de 1932 a 1969; una pequeña muestra del millón y medio de imágenes con las que cuenta la Compañía Mexicana de Aerofoto (empresa de ICA), que trabaja permanentemente en la digitalización de estos archivos. A la fecha, hay 100 mil imágenes en este formato.
Cómo no te voy a querer
Nunca mejor aplicado el término simbiosis para explicar el vínculo
que existe entre ICA y la UNAM, el cual nace prácticamente en el
momento en que el ingeniero Bernardo Quintana y 17 jóvenes ingenieros
más, formaron la constructora más importante de México
(1947). Producto de ese amor y agradecimiento a la Máxima Casa de
Estudios es que ICA aporta donaciones monetarias y en especie, como algunos
edificios y el Laboratorio de Mecánica de Suelos que está
en la Facultad de Ingeniería, al tiempo que promueve la participación
de sus especialistas en talleres, seminarios y conferencias dirigidos a
los alumnos de la UNAM.
ICA es asimismo, cabeza del patronato formado por ex alumnos de la UNAM
que se instauró para impulsar y mantener al Club Unversidad Nacional
AC. Producto de este acuerdo, e l organismo dona las utilidades que tenga
el equipo de fútbol a las autoridades universitarias. Si hay pérdidas,
el patronato las absorbe.
“Yo tengo 32 años dando clases, una actividad que me gusta
y me motiva. Pienso que el contacto con los jóvenes es la mejor manera
de saber lo qué es el país, ya que en el rostro de cada uno
de ellos veo representadas todas las clases sociales y los credos, dice
un emocionado Zárate Rocha, quien abunda en su comentario y asevera
que la UNAM está en un magnífico momento; en gran parte porque
muchos distinguidos ingenieros de la Facultad de Ingeniería han regresado
a dar clases. Su experiencia, su esfuerzo y su tiempo son invaluables”,
enfatiza. A ello habría que sumar, refiere, que la UNAM cuenta con
los mejores laboratorios del país y eso les permite a los muchachos
estar actualizados. La división de Posgrado es importante y el Instituto
de Ingeniería es toda una referencia al momento de realizar estudios
de alto nivel técnico. En fin, que la UNAM no es la única
institución del país; el Instituto Politécnico Nacional
es excelente y muchas universidades privadas, como la Universidad Anáhua
c del Norte, por citar un caso, tienen una gran carrera de ingeniería
civil. Sin embargo, es innegable que la mayoría de los cuadros docentes
de las universidades de paga se nutren de ingenieros formados en la UNAM,
a decir del entrevistado.
La gran palanca de desarrollo
El ex presidente del Colegio de Ingenieros Civiles señala que no
se puede negar que México ha trabajado a lo largo de los años
para tener una infraestructura muy importante. Sin embargo, hay que hacer
mucho más, como dar certidumbre y continuidad a la obra pública,
lo que significa que debe haber partidas multianuales y fijar criterios
de mediano y largo plazo.
El asunto repercute en todos los ámbitos. Desde la óptica
de la comunidad estudiantil, la carrera de ingeniería civil ha dejado
de ser atractiva porque se percibe que en el área no habrá
trabajo. Insisto, dice Zárate Rocha, “el Programa Nacional
de Infraestructura va bien, pero podríamos hacer más si el
gobierno tuviera planes de largo plazo; una ley de obra pública más
flexible y moderna que se adaptara a los tiempos actuales, así como
una ley de funcionarios públicos que les permitiera a los que tienen
poder de decisión tener libertad de maniobra para que las obras se
aceleren”, explica.
ICA es un gigante de la construcción mexicana que se puede vanagloriar
de tener derecho de picaporte con los más altos funcionarios de la
administración pública. Así, se asume que su voz es
escuchada y que es una clara influencia en la toma de decisiones. El ingeniero
Zárate Rocha lo ve de esta manera: “Somos una referencia importante
para el gobierno porque ofrecemos 37 mil empleos directos; somos una empresa
que crea riqueza y se adapta a los cambios generacionales. Somos una gran
familia, con un intenso amor a la camiseta, que la sudamos día con
día; lo digo con orgullo, pero sin petulancia, y la mejor muestra
de ello es que en cualquier desastre nacional, desde 1950, llega el ejercito,
llegan los médicos y llega ICA”, afirma.
ICA participa en este momento en la magna obra del Túnel Emisor Oriente
(TEO) que es la obra subterránea más importante en su tipo
de todo el mundo. También ha incursionado en el rubro de la vivienda
con la empresa VIVEICA, y en el apoyo al medio ambiente a través
de la compañía Proactiva Medio Ambiente,
la cual se encarga de la recolección y tratamiento de la basura en
18 municipios y el manejo del agua en Aguascalientes, por citar un par de
ejemplos.
En el renglón aeroportuario, ICA ha sido una empresa activa ya que
detenta el 53% de las acciones de Grupo Aeroportuario del Centro Norte,
el cual opera, administra y desarrolla trece aeropuertos internacionales
en la región centro norte del país. En Monterrey, en los destinos
turísticos de Acapulco, Mazatlán, y Zihuatanejo, y en ciudades
como Chihuahua, Culiacán, Durango, San Luís Potosí,
Tampico, Torreón, y Zacatecas, entre otras.
“Somos una compañía visionaria en muchos sentidos, y
es por ello que ahora participamos en el primer proyecto financiado de agua
en Querétaro, el Acueducto II, en donde nuevamente le apostamos a
invertir nuestro capital. También pensamos en el futuro y en la energía
nuclear, así como en otras fuentes de energía. En realidad,
siempre estamos analizando la manera de apoyar a los gobiernos estatales
para hacer infraestructura. Somos una maquinita que está pensando
en hacer proyectos que impulsen el desarrollo; ésa es nuestra razón
de ser”, manifiesta.
Intercambio
con cementeras
Existen muchas coincidencias con las empresas del ramo cementero, “las
cuales se han comprometido con el país y han soportado efectos de
dumping importantes. Yo podría decir que todas las compañías
son serias y que están a la par de cualquier empresa del mundo, toda
vez que han demostrado un altísimo nivel tecnológico.
“ICA defiende mucho a la industria nacional y por ello utilizamos
cemento mexicano, porque además de todo es una manera de ayudar a
toda la cadena de la industria de la construcción. Tenemos abierta
la cartera para platicar con cualquier cementera, pero es honesto decir
que tenemos una relación especial con CEMEX, que nos ha ayudado en
épocas difíciles. En fin, que somos buenos amigos de CEMEX
pero también del resto de las cementeras”, concluye.
Juan Fernando González G.
Fotos: A&S Photo/Graphics.
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