Concreto presforzado: una técnica con historia
El concreto resiste los esfuerzos de compresión,
no así los de tensión; por lo que debe reforzarse en las zonas
tensionadas por medio de la adición de acero de refuerzo; es éste
el principio fundamental del concreto armado.
Usualmente,
en el cálculo no se considera el aporte del concreto en la parte
de la sección sometida a esfuerzos de tensión, que es donde
se forman grietas o fisuras. Si se quieren estructuras más ligeras
e impermeables, deberán lograrse diseños en los que no aparezcan
esfuerzos de tensión o en los que éstos sean mínimos.
Lo anterior puede ser logrado mediante el empleo de concreto presforzado.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el concreto presforzado cubrió
las expectativas de grandes obras de la ingeniería a nivel mundial.
Todas las ramas de las estructuras se vieron representadas al punto de volverse
muchas veces necesario e imprescindible su empleo, revelándose excelencias
de estudios teóricos y experimentales en su práctica. Un ejemplo
distintivo lo constituye el puente que cruza el Valle de Kocher (Kochertal),
entre las ciudades de Heibronn y Núremberg, (diseño de Way
y Freytag), construido entre octubre de 1977 y junio de 1979. El puente
atirantado de referencia tiene una longitud de 1,127.70 m, con dos tramos
extremos de 80,50 m de luz y siete tramos intermedios de 138.10 m de luz
cada uno, constituyendo una viga continua en toda su extensión.
Con una altura máxima de 185 m, constituye el viaducto más
alto de Alemania, y uno de los más altos del mundo (Ver Foto 1).
Los orígenes
La idea original del concreto presforzado surgió aproximadamente
en 1888 con el concepto de precompresión de Doehring. Según
ésta, las placas y las vigas se fabricaban vertiendo el concreto
fresco en cofres donde previamente se presforzaban barras de acero. Esta
idea desafortunadamente fue abandonada a principios del siglo XX pues al
descuidar las calidades de los materiales (concreto y acero), los elementos
se comportaban de forma similar a los del concreto armado. No es hasta 1928
que el ingeniero francés Freyssinet retoma el fundamento original
del concreto presforzado y justifica la necesidad de su uso a partir del
empleo de materiales de alta calidad. Comienza así su desarrollo
como parte de la ingeniería estructural. Entre los investigadores
más significativos pueden citarse a Freyssinet, Guyón y Dossier
(Francia); Mijailov y Gvosdev (Unión Soviética); Magnel (Bélgica)
y Leonhardt (Alemania).
Una definición muy difundida del concreto presforzado parte de eliminar
los esfuerzos de tensión en el concreto mediante la introducción
de esfuerzos artificiales de compresión antes de la aplicación
de cargas externas y que, superpuestas con éstas, los esfuerzos de
tensión totales permanentes; y para todas las hipótesis consideradas,
queden comprendidas entre los límites que el material puede soportar
indefinidamente. En resumen, el presforzado se lleva a cabo tensando acero
de alta resistencia para inducir esfuerzos de compresión en la sección
de concreto.
Mediante un detallado estudio de repartición de los aceros de presfuerzo
en la sección transversal, es posible garantizar que toda la sección
se encuentre solicitada a esfuerzos de compresión. Al entrar en servicio
el elemento debido a la flexión, tienen lugar en éste, esfuerzos
de tensión y compresión que sumados con los esfuerzos resultantes
del pretensado aplicado previamente, resultan en un diagrama de esfuerzos;
en el que la sección transversal íntegramente trabaja a compresión
(Ver Fig. 1).
En general, el concreto presforzado se constituye de los mismos materiales
que el armado: concreto y acero. Asimismo, la diferencia fundamental entre
ambos radica en que en el concreto armado sólo trabaja a compresión
la parte de la sección transversal que se ubica en la zona comprimida;
y es el acero de refuerzo el que soporta los esfuerzos de tensión.
Por esta razón, el acero de refuerzo en el concreto armado puede
considerarse como un “concreto ficticio” de elevada resistencia,
concebido desde un principio, para absorber los esfuerzos de tensión
que se originan en la sección transversal debido a las diferentes
acciones que se pueden generar (Ver Fig. 2).
En el caso del concreto presforzado, la armadura de refuerzo se concibe
para crear artificialmente niveles de fuerza o de esfuerzos a fin de que
toda la sección transversal se encuentre sometida íntegramente
a esfuerzos de compresión; eliminándose o limitándose
así los esfuerzos de tensiones; y por ende, la fisuración
o agrietamiento asociado.
Las fuerzas compresoras se inducen en la sección de concreto presforzado
a través de la aplicación de tensiones (alargamiento) en el
acero de refuerzo antes (concreto pretensado) o después de que se
endurezca el concreto (concreto postensado). Una vez que el concreto se
ha endurecido alrededor de estos refuerzos tensados, se sueltan estos últimos
y se acortan, induciéndose así por adherencia, esfuerzos de
compresión en toda la superficie que conforma la sección de
concreto. En el caso del concreto postensado, la adherencia se garantiza
por medio de la inyección, por lo general, de materiales cementicios
en el interior del conducto, por donde se hace circular el acero de refuerzo
una vez que el concreto ha quedado suficientemente endurecido. Especial
importancia en la inducción de esfuerzo de compresión por
adherencia, tiene la estimación de la resistencia del concreto a
la compresión al momento de la transferencia, pues se debe garantizar
que el concreto absorba por sí solo los grandes esfuerzos de compresión
concentrados que se generan alrededor de los aceros de refuerzo (presfuerzo).
Fue Freyssinet quien reveló las directrices a seguir para su empleo
en la construcción y aclaró el comportamiento
plástico del concreto bajo la acción del presforzado. Igualmente
recomendó el uso de concretos de buena calidad
(altos niveles en la resistencia a la compresión y en el módulo
de elasticidad) y aceros de elevado límite elástico.
Si se compara un elemento de concreto armado con otro de concreto presforzado,
las ventajas de este último son muy evidentes. Entre las ventajas
más importantes se pueden citar las siguientes:
1. Es recomendable su uso en estructuras impermeables o en aquellas expuestas
a agentes agresivos; hecho que tiene lugar por eliminarse las fisuras estando
los elementos sometidos a esfuerzos de compresión bajo todas las
hipótesis de cargas.
2. La escasa o nula fisuración posibilita que la sección del
elemento trabaje íntegramente. Por consiguiente toda ella se considera
útil o efectiva.
3. La sección se desempeña en el rango elástico; lo
que de alguna manera redunda en una mayor flexibilidad en el elemento, al
limitarse los efectos de fluencia y retracción.
4.
Posibilita ahorro de acero al utilizar totalmente la armadura hasta cerca
de su límite elástico (aceros de elevado límite elástico)
y, como consecuencia: una reducción en la cuantía de acero
de refuerzo.
5. Se consiguen reducciones considerables de las dimensiones de las secciones
de los elementos, y por tanto: aligeramiento de la estructura, lo que a
su vez redunda en una reducción de la masa dinámica y por
tanto de los niveles en los esfuerzos de diseño.
6. El uso de concreto presforzado permite que los elementos cubran grandes
claros con pequeños niveles de peralte, lo que trae como consecuencia
una reducción en el consumo de materiales.
7. Al limitarse los niveles de fisuramiento se eleva la durabilidad de la
construcción.
Asimismo, el concreto presforzado tiene algunas desventajas respecto al
concreto armado, aunque es importante referir que en general no minoran
su importancia y extendido uso en la construcción. Entre las desventajas
están que para su fabricación se requieren equipos e instalaciones
especiales; que se necesitan materiales (acero y concreto) de altas prestaciones,
lo que infiere por este concepto elevados costos; que se requiere personal
calificado en el proceso de construcción y montaje; que es necesaria
la consideración de elevados procesos de control de calidad, tanto
en el proceso de producción como en el de la puesta en obra, y que
por lo general se requiere el desarrollo de sofisticados proyectos de ingeniería,
en los que se especifiquen a detalle estrictos procesos constructivos.
Estas desventajas están vinculadas con la economía no sólo
en su tecnología de fabricación; sino también en la
concepción de sus instalaciones; fundamentalmente si se trata de
obras pequeñas y de mediana importancia. Son numerosas las aplicaciones
del concreto presforzado, no sólo en edificios, sino también
en grandes e importantes obras de ingeniería en general. El concreto
presforzado se ha empleado fundamentalmente en la construcción de:
trabes (AASHTO, cajón), viguetas (alma libre o alma llena para el
sistema de piso de vigueta y bovedilla), losas de entrepiso (alveolar, T
y doble T), tuberías de alta presión, durmientes para ferrocarril,
pisos industriales y pistas para aeropuertos, depósitos, postes para
la conducción de energía eléctrica, pilotes, entre
otros; para los que se han generado gran variedad de secciones típicas
(Ver Fig. 3).
En el caso de los pilotes presforzados, sobradas ventajas garantizan su
difundido uso frente a los del concreto armado. Resistencia, durabilidad
y economía los caracterizan, y fundamentalmente en obras marítimas
sustituyen provechosamente a los de otros materiales; estando sometidos
a grandes impactos y a la acción corrosiva del medio. Se hace notar
que desde que se experimentó la técnica del concreto presforzado
por primera vez, ésta se ha desarrollado ampliamente; siendo cada
día más numerosas sus aplicaciones. En un inicio se construían
sólo elementos presforzados de tamaño mediano; pero hoy sus
usos se amplían a obras de gran importancia y dimensiones como es
el caso de hangares, estructuras de cubiertas laminares, puentes, grandes
depósitos, entre otros.
La propiedad del concreto presforzado de eliminar la posibilidad de formación
de fisuras, le hace apto para la construcción de estructuras que
requieren una total estanqueidad; tal y como sucede con las tuberías
de conducción de agua. Igualmente numerosos estudios han arrojado
resultados satisfactorios referidos al comportamiento del concreto presforzado
bajo la acción de altas temperaturas.
El concreto presforzado puede clasificarse de diversas maneras, de acuerdo
a:
1. Ubicación del acero de preesfuerzo en la sección transversal
(interior y exterior).
2. Grado de pretensado (total o parcial).
3. Momento con que se aplica el presfuerzo (pretensado o postensado).
4. Condiciones de adherencia entre el concreto y el acero (adherente y no
adherente)
5. Posición del refuerzo en la sección, tomando en consideración
la resultante de todas las fuerzas y el centroide de la sección de
transversal (centrado y excéntrico).
De igual manera, deben vigilarse los materiales componentes del concreto
presforzado. A continuación se exponen algunas generalidades de éstos.
Concreto
En cuanto al concreto, como ya se dijo, se requieren aquellos con altas
resistencias siempre logrando que la retracción y la fluencia sean
las menores posibles, pues ambas propiedades disminuyen con el tiempo la
fuerza inicial de pretensado. Es importante por consiguiente su resistencia,
granulometría, naturaleza de los agregados, relación agua/cemento
y métodos de compactación y vibrado. Al aprovecharse íntegramente
toda la sección, se hace necesario contar con hormigones de elevada
resistencia mecánica. Como ya se expresó, la retracción
resulta un fenómeno peligroso y conviene reducirlo al máximo.
Además del estado higrométrico del ambiente, este fenómeno
puede verse incrementado con el empleo de altas dosificaciones de cemento,
gran cantidad de agua, arenas muy absorbentes y elevado porcentaje de finos.
Del mismo modo se cuidará la fluencia, la cual depende de los mismos
factores que la retracción, y sumado a ellos: la edad del hormigón
a partir de la actuación de la carga y el intervalo de tiempo durante
el cuál actúa la carga.
Acero
Referido al acero utilizado en el concreto pretensado, ya se ha expuesto
la necesidad de que sea portador de alta resistencia y elevado límite
elástico. Las fuerzas de preesfuerzo son ejercidas por medio de alambres,
barras, cordones, torones o cables de alta resistencia. c
Ingrid N. Vidaud Quintana
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