Conexiones en estructuras mixtas
En este año de grandes celebraciones; es necesario reflexionar sobre lo que México ha logrado en 200 años, así como lo que aún tiene por resolver.
Hace
unos meses, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional
Autónoma de México (IINGEN/UNAM) y la Facultad de Ingeniería
Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León, recibieron
a Rafael Larrúa Quevedo, ingeniero civil, graduado en la Facultad
de Construcciones de la Universidad de Camaguey, Cuba y quien obtuvo el
grado de Doctor en Ciencias Técnicas en el Instituto Superior Politécnico
José Antonio Echeverría, Ciudad de la Habana en 1992. El motivo
de su visita fue dictar una serie de conferencias donde compartió
sus más de 29 años de experiencia tanto a nivel académico,
como en el campo de la investigación de elementos estructurales,
siendo además redactor principal de tres Normas Ramales Nacionales
del Ministerio de la Construcción de la República de Cuba
(2007), relacionadas con el cálculo de estructuras compuestas.
A la pregunta de ¿qué ventajas representan las conexiones
estructurales y qué repercusión tienen en las edificaciones
actualmente?, el especialista comentó que “las estructuras
compuestas (acero y concreto) han sido utilizadas ampliamente en la construcción
de puentes y edificios desde el siglo pasado hasta la fecha. Se caracterizan
por la existencia de elementos estructurales que posean secciones transversales
en las cuales dos o más materiales trabajan de manera solidaria,
con lo que se aprovecha mejor las cualidades propias de cada material, no
sólo en lo que respecta a la capacidad resistente, sino también
desde el punto de vista constructivo, funcional y estético, buscando
minimizar los inconvenientes intrínsecos que cada material pudiera
tener. Así, entendiendo que un componente esencial de una viga compuesta
es la conexión entre la sección de acero y la losa de concreto
reforzado. Esta conexión se asegura mediante conectores que se instalan
en el ala superior (patín) de la viga de acero, usualmente mediante
soldadura. Los conectores aseguran que los diferentes materiales que constituyen
la sección compuesta actúen de manera conjunta”.El ingeniero
señaló que una amplia variedad de tipos han sido utilizados
como conectores, en tanto diversas consideraciones de comportamiento y economía
continúan motivando el desarrollo de nuevos productos. Actualmente,
el conector tipo perno con cabeza (stud) es el más ampliamente difundido
debido a su probado desempeño y a la facilidad en su colocación
con tecnología específicamente diseñada a tal efecto.
En términos
de investigación y desarrollo tecnológico, Larrúa comentó
que un “número notable de estudios experimentales han sido
desarrollados para profundizar en el estudio del comportamiento de las conexiones.
Específicamente, los ensayes de conectores del tipo push-out han
sido una importante vía para la evaluación de la influencia
de diferentes parámetros en el comportamiento de las mismas, así
como para la obtención de formulaciones que permitan predecir su
capacidad resistente última, lo que ha marcado significativamente
la evolución de los métodos de cálculo. No obstante,
está comprobado que las expresiones de cálculo de la capacidad
resistente última de los conectores, en algunos casos la subestiman
excesivamente y en otros casos la sobreestiman, existiendo la necesidad
del perfeccionamiento de tales expresiones para esta conexión, la
más difundida internacionalmente. Esta situación es extensiva
a los restantes tipos de conectores, con el agravante de haberse realizado
mucho menos investigación experimental sobre los mismos”.
Sobre
los retos de seguridad que experimentan este tipo de criterios estructurales,
el entrevistado dijo que “debe trabajarse en el perfeccionamiento
de las formulaciones para el cálculo de la capacidad resistente nominal
de las conexiones y realizar la determinación por métodos
probabilísticos del coeficiente parcial de seguridad con bases experimentales
de resultados tanto de ensayos de conectores como de ensayos de vigas compuestas.
Para ambas cosas debe acudirse a un enfoque de trabajo que integre la experimentación,
la modelación numérica y la estadística, sin descartar
el empleo de otras herramientas computacionales basadas en inteligencia
artificial”. Para Larrúa, el investigador debe hacer un uso
equilibrado de tales herramientas y tomar en cuenta que sin una validación
experimental es difícil la comprobación de cualquier nueva
teoría. Por otra parte, la simulación (o realidad virtual)
plantea conjeturas que conducen a nuevos ensayos y, con ello, en muchas
ocasiones, a nuevas tecnologías y métodos experimentales”.
¿Qué importancia adquiere el concreto en términos específicos?,
se le preguntó. “En las conexiones de las estructuras compuestas
acero-concreto, este último material y desde luego el cemento como
su componente principal, es de gran importancia, pues la conexión
no es sólo el elemento de acero denominado conector sino el conjunto
formado por éste y el concreto que se encuentra en su vecindad. En
varios de los modos de fallos de las conexiones está presente el
fallo del concreto en cercanía con el conector. De manera que resulta
vital la evaluación de diferentes características del concreto
como variables de estudio cuando se enfrenta la problemática de caracterizar
las conexiones”.
Numerosas investigaciones se han realizado para evaluar
la influencia de diferentes tipos de concretos en la respuesta de las conexiones
de tipos muy variados. Según sea la tipología de conector
utilizado puede variar el rol del concreto como material componente de la
conexión.
En la actualidad, la informática es esencial en las investigaciones
en las diferentes ramas del saber. Larrúa señala que: “la
ingeniería estructural no escapa a esa tendencia contemporánea.
En el perfeccionamiento de las formulaciones de diseño de las conexiones
en construcción compuesta es muy marcado el rol que puede desempeñar
en el desarrollo de modelos numéricos basados en el método
de elementos finitos que permitan la simulación del ensayo de conectores
con una alta correspondencia con los resultados de la experimentación.
De igual forma está presente cuando se emplean software profesional
para el diseño estadístico de experimentos y la evaluación
de sus resultados”.
Por su
parte, la revolución digital ha facilitado la captura de la información
y su almacenamiento a bajo costo. El verdadero valor de esa cuantiosa información
radica en la posibilidad de explorar y comprender mejor los fenómenos
que le dieron lugar, lo que es conducente al uso de el aprendizaje automatizado,
que es el área de la inteligencia artificial que se ocupa de desarrollar
técnicas capaces de aprender; es decir, extraer de forma automática
conocimiento subyacente en la información”.
El investigador comentó que en un reciente trabajo, un equipo multidisciplinario
de investigadores de la Universidad de Camagüey, integrado por ingenieros
civiles e informáticos ha abordado mediante el uso de algoritmos
de inteligencia artificial, la predicción de la capacidad resistente
última de los conectores en la tipología pernos con cabeza
en secciones compuestas con lámina plegada con nervaduras perpendiculares
al eje de las vigas, a partir de una base de datos de resultados experimentales
con información compilada de ensayos de conectores.
La solución al problema se logró mediante la implementación
del método de los k-Vecinos más cercanos, o k-Nearest Neighbors
(k-NN), un algoritmo de clasificación que utiliza funciones de distancia
o similitud para generar predicciones a partir de ejemplos almacenados,
conjuntamente con la meta heurística Particle Swarm Optimization
(PSO), basada en el comportamiento de una población como los enjambres
de abejas, cardúmenes de peces o parvadas.
Los resultados alcanzados son promisorios cuando se comparan con los obtenidos
por medio de las formulaciones de las principales normativas internacionales
vigentes, demostrándose que el estimador de funciones k-NN combinado
con PSO, es una vía eficaz que favorece la creación de nuevos
datos para la generación de un conjunto representativo de las disímiles
situaciones de diseño que pueden presentarse. Lo anterior se alcanza
de una manera rápida y simple, disminuyendo el costo de la experimentación
clásica y el costo computacional de las simulaciones numéricas
que no siempre convergen con facilidad.
Lo que está haciéndose en México
Sobre el tema de las conexiones mixtas y su desarrollo en nuestro país,
el ing. Larrúa afirmó: “Siento un gran respeto por la
ingeniería civil mexicana. Soy admirador de las grandes realizaciones
que pueden ser apreciadas en toda la República Mexicana. El empleo
de los conceptos de la construcción compuesta es algo generalizado
en todo el mundo, dadas las ventajas que proporciona, no sólo en
la combinación de materiales acero-concreto sino también en
otras combinaciones tales como madera-concreto, concreto prefabricado- concreto
colocado (in situ) y madera-acero, entre otras. Aunado a esto, considero
que en México se viene haciendo uso de la construcción compuesta
aceroconcreto, tanto en edificaciones como en puentes de una manera bastante
amplia y racional. Desde luego, la existencia de una mayor cultura técnica
sobre el tema favorecería aun más la difusión y empleo
de las mismas en esa combinación de materiales y en las antes mencionadas.
Por otro lado, en materia de investigación no estaría de más
promover el desarrollo de programas experimentales que permitieran profundizar
en el comportamiento de las estructuras compuestas y en particular de las
conexiones bajo las exigencias sísmicas presentes en el país.
Las bases para enfrentarlo están creadas, pues el país atesora
una rica tradición de experimentación en la ingeniería
estructural”. Cabe decir que actualmente el especialista es jefe del
grupo de investigaciones en estructuras de la Facultad de Construcciones
de la Universidad de Camagüey, posición que ostenta desde 1983
y desde la cual ha publicado 28 memorias en extenso y 37 artículos
en revistas especializadas sobre el tema. Con reconocimientos múltiples
por su labor, destaca el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba,
otorgado en 2007.
Gregorio B. Mendoza
Fotos: Cortesía de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
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