Arquitectura

Calidad
sin pretensiones

Un interesante proyecto que también es finalista del Premio ObrasCEMEX 2011: Azur San Juan

En la categoría Conjunto habitacional niveles medio y alto, el proyecto realizado por Aflo Arquitectos y Serrano Monjaraz Arquitectos, finalista del Premio Obras CEMEX 2011 tiene entre sus cualidades la congruencia, el equilibrio y sobre todo la nula presencia de excesos que lo posicionan como uno de los candidatos más fuertes de su terna.

Este conjunto, construido en la ciudad de Cuernavaca, en el estado de Morelos, está compuesto por veinte casas que integran en su programa arquitectónico una sala, comedor, cocina equipada, tres recamaras, dos y medio baños, estudio, sala de televisión, terraza, jardín privado, área de lavado y dos lugares de estacionamiento. Los veinte bloques son los que escoltan la vialidad principal que desciende y se desarrolla de forma central cruzando el conjunto para llegar a cada una de las viviendas y a la zona posterior del terreno donde están localizados once departamentos que cuentan con sala, comedor, cocina equipada, dos y tres recamaras, dos baños completos, terraza, dos lugares de estacionamiento y área de lavado.

El conjunto –que además cuenta con alberca y gimnasio como parte de las amenidades–, sintetiza la intensión de crear espacios apacibles en franco contacto con la naturaleza endémica del lugar bajo el confort de lo urbano. “Teníamos clara la idea de realizar un conjunto de viviendas unifamiliares resueltas en un condominio horizontal y la vivienda plurifamiliar en uno vertical dentro de este clima semi húmedo. El origen y una de las directrices del diseño fue siempre respetar la ubicación original de la vegetación y emplearla como esquema de distribución de la obra de la misma forma que la orientación y la topografía para definir el proyecto de una manera natural como origen del concepto”, afirmó el arquitecto Andrés Flores, de Aflo Arquitectos.

Escalas habitables

La volumetría está integrada por elementos sobrios y proporciones restrictivas que propician una inquietante combinación del terreno con su aspecto natural y virgen en contraste con la rigidez volumétrica con la que cuenta el desarrollo. Al respecto, sus creadores expresan: “La principal estrategia estética que teníamos al proyectar fue solucionar el reto de contrastar de forma eficaz e interesante la volumetría básica empleada con la compleja geometría natural haciendo uso de líneas rectas. De esta forma se expresó más la conexión con la tectónica urbana y la vegetación silvestre acentuada por los recorridos, lo cual nos daba el marco perfecto para que ocurrieran sucesos dentro y fuera de los espacios públicos, privados y colectivos”.

En consecuencia se conservaron, enfatizaron y emplearon para enmarcar la arquitectura los árboles ahí existentes, como el fresno, la jacaranda, el ciruelo, el sauce, el amate y el guayabo, al tiempo que fueron integrados al proyecto como puntos de contemplación del día a día para los usuarios. Los cuerpos volumétricos construidos, arraigaron aún más esta conexión de la vegetación (de follaje alto) con la perspectiva directa de la zona íntima de cada casa.

Los espacios privados en las viviendas tienen una contención de actividades que se unen de la parte frontal a la trasera, descubriendo las áreas verdes en cualquier parte de la casa. En tanto que la circulación vertical tiene como objetivo el refrescar de manera continua por medio de ventilación cruzada. Asimismo, el domo ubicado en esta zona permite descubrir la copa de los árboles provocando que las transiciones dentro de la misma sean siempre en contacto con el follaje de los árboles.

Por otro lado, los espacios interiores fueron concebidos con una altura de 3.50 m, cota diseñada para hallar el vínculo visual directo con la fronda de los árboles y sentir claramente el concepto planteado. Los departamentos no se quedan atrás: situados en la parte más baja del predio y en un bloque al final del recorrido vehicular, tienen como fondo la cañada que debido a lo denso de su vegetación es complicada de visualizar pero genera una atmosfera única, digna de contemplación.

Concreto entre árboles

Se trata de un proyecto bien logrado, que por momentos permite olvidarse de la vida en conjunto para encontrar privacidad y tranquilidad en cada espacio concebido con calidad y esmero en la solución de los detalles constructivos ejecutados. En este sentido los estudios realizados previamente fueron decisivos para la ejecución de la obra: desde la mecánica de suelos, hasta el estado de la vegetación y sus raíces, así como el análisis de los escurrimientos y el tipo de material de compactación a emplear.

Dentro de las estrategias vinculadas a la sustentabilidad del proyecto se recurrió a la captación de agua y la construcción de una planta de tratamiento para reutilizar el líquido en el lavado de autos y el riego a jardines; las fachadas fueron “forradas” con un acabado “a la cal” el cual funciona como repelente natural de insectos y a su vez como un acabado clásico de larga vida útil; las circulaciones verticales de las casas sirven como torres de enfriamiento, las cuales extraen aire caliente que se almacena en el área pública (planta baja). Por último la calefacción de la alberca ahorra el consumo de energéticos fósiles al contar con calentadores solares de la misma forma que la iluminación exterior del conjunto.

Todo el proceso de la obra fue realizado con concreto premezclado: en las casas se construyeron losas macizas, muros de carga y cimentaciones corridas de concreto, mientras que en los departamentos se empleó un sistema de losa reticular con columnas de concreto y muros de carga. Para lo anterior, se empleó concreto profesional arquitectónico (CEMEX) con revenimiento 18 y un acelerante para mejorar la eficiencia en la obra. Las cimentaciones de Azur San Juan, fueron construidas con concreto con impermeabilizante integral en ubicaciones estratégicas de las casas así como del edificio de departamentos para sobrellevar los deterioros por los escurrimientos de la zona. Tal como se deja en todas las bases una capa de rompimiento para evitar la capilaridad, este concreto también fue utilizado en el colado de la alberca y en las losas de los departamentos para aislar el agua de las azoteas.

En la base de los departamentos fue creada una losa de transferencia encasetonada, la cual recibe las cargas de los dos niveles subsecuentes y se enfatiza en la parte central con un volado de 7m de ancho por 4m de alto que funge como acceso (caracterizado por el color ocre del concreto oxidado) al área de jardines privados del terreno. Finalmente, el sótano es estacionamiento de los departamentos, y tiene una plataforma con zapatas aisladas y la planta de tratamiento dentro de las contratrabes de las zapatas.

El concreto es clave en diversas modalidades y con fines específicos para esta obra. Sin duda. Un gesto más realizado con este material es la singular y característica avenida principal que dirige la circulación principal del desarrollo: las piezas rectangulares que juegan de forma aleatoria con el pasto se precolaron e insertaron en posiciones paralelas a manera de franjas que fueron tratadas con un con acabado lavado y pigmentadas en color negro teniendo una resistencia de 200 Kg/cm2.

Van por el premio

El mejoramiento de la mancha verde dentro de la ciudad y el respeto por el sistema de cañadas de Cuernavaca es una de las cartas fuertes de este proyecto. Para refrendarlo sus creadores nos recuerdan que la filosofía de las dos empresas siempre ha recaído en la necesitad de generar espacios con valor social (sustentabilidad) eficiencia y estética, para beneficio de sus clientes y la sociedad en conjunto. Al respecto, expresaron: “Es una gran ejercicio, el cual nos da pautas a seguir como el respeto en el desplante del edificio y sus alrededores. La vegetación existente con la traza en particular; su presencia y preservación es nuestro mayor logro aunado a las decisiones de los desarrolladores”. A este equipo le deseamos que su trabajo y esfuerzo sea recompensado.

Texto y fotos: Gregorio Mendoza

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