El concreto de Cervantes
Un proyecto arquitectónico de usos mixtos, desarrollado en equilibrio, es lo que presentamos en esta ocasión.
Considerando que una de las principales necesidades de esta zona y de la Ciudad de México es poder abatir el tráfico y su origen propiciado por las distancias de recorrido de sus habitantes, el despacho ZD+A definió como objetivo realizar una acción de bajo impacto que consiga por medio de un proyecto arquitectónico de usos mixtos un equilibrio entre los espacios donde se realizan actividades y los lugares en donde se cubren necesidades específicas, evitando así crear zonas que puedan especializarse en alguno de estos dos rubros y buscando, en consecuencia un equilibrio entre ellos.
Arquitectura reguladora
El inmueble denominado Cervantes Saavedra 639, está ubicado en la
avenida del mismo nombre, en el poniente de la capital mexicana; inmerso
en un contexto complicado por lo cual el edificio cuenta con dos características
principales: la primera es la proximidad con el Periférico norte,
a la altura de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), hecho
que le genera una gran cantidad de contaminación auditiva; la segunda
es que su fachada principal está orientada al surponiente. Ambas
características fueron determinantes para atender la habitabilidad
de cada espacio, además de sus condiciones urbanas especificas. Así,
comienza nuestro acercamiento a los argumentos que expresan el director
del despacho ZD+A –Yuri Zagorín Alazraki– y el director
de proyectos Felipe Buendía Hegewisch,
ambos encargados de llevar a buen fin esta obra.
El proyecto surge de la fusión de dos predios. La condición
principal a consolidar fue lograr el desarrollo de un edificio con el mayor
numero de metros cuadrados de superficie rentable, así como dotarlo
de gran presencia y personalidad como elemento distintivo para crear un
referente en la zona aprovechando los veinte metros de frente y su exposición
desde el periférico. La primera premisa dirigía a la concepción
de un edificio compacto para
minimizar circulaciones y hacer una estructura racional y eficiente con
el menor número de apoyos utilizando las colindancias para cargar
estructuralmente hablando y las fachadas para iluminar los espacios interiores.
Con ello se obtendrían plantas libres en los cuatro niveles superiores
con un solo elemento que las cruza y a su vez las une a través de
las circulaciones verticales: el elevador dentro de un tubo de concreto
cerrado y la escalera adosada a él pero abierta a la fachada.
La segunda consideración relevante era el asoleamiento, “motivo
que nos llevó a encontrar un elemento que además de controlar
la cantidad de sol le diera la personalidad que buscábamos resultando
en una celosía hecha de paneles de aluminio de colores”, afirma
el equipo el equipo de ZD+A. Sin duda el gesto más audaz del proyecto
y el detalle que le otorga un gesto distintivo. Con este panorama, entre
circunstancias, potencialidades, restricciones y búsquedas para encontrar
un producto adecuado dentro del mercado inmobiliario el programa arquitectónico
del edificio se definió por su cualidad de uso mixto, ubicando la
zona de comercio en planta baja y oficinas en las plantas superiores. “Nos
obligó a plantear espacios lo más amplios y flexibles dentro
de lo posible concentrando y compactando los servicos (baños y escalera),
para obtener como resultado el mayor numero de metros cuadrados útiles”,
afirmaron.
Programa
de concreto
El programa se desarrolló una vez definido todo lo anterior: la planta
baja tiene un pequeño acceso conectado a un vestíbulo, un
área comercial que da hacia la calle y en la parte posterior, una
terraza en forma trapezoidal que acusa la forma del predio. Los niveles
superiores (tipo) están conectados entre sí a través
de un elemento de concreto que estructura el espacio y alberga el elevador,
quedando el resto de cada nivel libre, totalmente sin divisiones. Los sótanos
de los estacionamientos se desarrollaron bajo el nivel de banqueta alojando
un total de 33 automóviles en cada uno, a los cuales se accede a
través de elevadores de autos obteniendo así un total de 66
espacios para los usuarios del conjunto.
El total de metros cuadrados de construcción se dividen en: un vestíbulo
de acceso, locales comerciales, oficinas, terraza PB, terraza PA, circulaciones
verticales, y estacionamiento. En esta obra, el concreto es el elemento
esencial de todos los espacios por su presencia a nivel espacial y su eficiencia
en el diseño de la estructura la cual debía generar el mayor
numero de metros cuadrados libres por lo que se recurrió a una estructura
mixta con muros laterales y columnas de concreto con trabes y armaduras
metálicas para librar un claro de 10 m y alturas máximas de
entrepiso logrando una continuidad en la configuración espacial.
A detalle, podemos mencionar que se ha utilizado este material en diferentes
modalidades y especificaciones técnicas para resolver la subestructura.
En principio se empleó en la cimentación colindante concreto
lanzado y anclas para la contención de suelos en el proceso de excavación.
Posteriormente, este mismo elemento integra una serie de dados, contratrabes
y una losa corrida de 60 cm de espesor para definir la cimentación.
Por otra parte, la superestructura se integra básicamente por marcos
estructurales a base de concreto colado in situ y armaduras metálicas
así como losas reticulares. Y hablando de lo puramente estético,
se enriqueció su presencia a través de un tratamiento dado
por medio una serie de combinaciones en cimbras para lograr diferentes texturas
en el concreto aparente, esto se logró empleando módulos de
madera de triplay de 1.22 m x 2.44 m y duelas de .10 m x 2.40 m. Los resultados
son precisos, limpios y aleccionadores sobre la buena ejecución de
un proceso constructivo bien realizado en cada una de sus fases.
Retos a vencer
En entrevista para CyT, sus creadores nos comentan que uno de los principales
retos fue cumplir con la demanda de estacionamiento que requiere el total
de metros cuadrados según el Reglamento de construcción del
Distrito Federal de manera eficiente “para lo cual recurrimos al uso
de dos elevadores de autos así como de apila coches minimizando las
circulaciones y evitando el uso de rampas haciéndolo muy eficiente.
El segundo gran reto fue darle personalidad al edificio, que se logró
a través del uso de una celosía de gran formato para toda
la fachada con paneles de varios colores que propuso un artista amigo de
la oficina”.
Si
bien esta joven firma de proyectos se especializa en edificios habitacionales
declaran que, “siempre es interesante para nosotros tratar nuevas
tipologías, abriendo posibilidad a experimentar con espacios, acabados,
estructura, y propuestas de funcionamiento sin renunciar a principios básicos
de habitabilidad, relacionando espacio y usuario. Este edificio, por su
condición de ubicación, nos dio la posibilidad de especular
con una celosía de colores que a nivel urbano lo hace punto de referencia
al tiempo que le da una gran presencia. Por lo anterior creemos que una
de las principales aportaciones a la ciudad es la diversidad de utilización
del suelo aumentando la complejidad de la zona, y con el número de
lugares de estacionamiento creemos que contribuimos a mitigar el impacto
urbano de número de coches”.
Dentro de las estrategias más importantes valoradas en el diseño
se ubican tres como ejes protagónicos del proyecto: la primera de
ella vinculada a la sustentabilidad, para ello se recurrió a la captación
y utilización de aguas pluviales, introducción de vegetación
en jardineras lineales en la fachada posterior, sensores de movimiento para
operación de iluminación, control de asoleamiento por medio
de la doble fachada; por otro lado estaba la cuestión financiera
ya que al ser una inversión privada la rentabilidad tenía
que ser óptima y verdaderamente viable; estaba claro que el tema
había que ceñirse y mantener la aplicación adecuada
de recursos finitos y, por último el diseño arquitectónico:
máxima utilización de la superficie rentable y flexibilidad
en configuración de áreas, instalaciones, circulaciones.
Todo
se cumplió dentro de este contenedor ortogonal que integra gestos
de diseño de gran precisión como una escalera metálica,
las instalaciones del edificio (planta de tratamiento de aguas pluviales
y planta de emergencia base diesel), las armaduras y tapancos metálicos
y el elevador para automóviles.
En suma Cervantes Saavedra 639 es una obra que intenta dejar una huella
benéfica para una ciudad más amable; esa es una de las lecciones
que este proyecto bien puede resumir. El optimismo con que este argumento
queda sustentado podría tener su mayor valor en la réplica
de este tipo de estrategias por parte de desarrolladores inmobiliarios y
las firmas de arquitectos que trabajan con ellos, ojala así sea.c
.
Gregorio B. Mendoza
Fotos: Cortesía de ZD+A (Sandra Pereznieto).
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